LA DEMOCRACIA NEOLIBERAL EN EEUU ES PROPIEDAD DE LOS MULTIMILLONARIOS
LA DEMOCRACIA NEOLIBERAL EN EEUU ES PROPIEDAD DE LOS MULTIMILLONARIOS
Por: Luis Beaton
Washington-USA-AGPROG(20-12-2015).-Don dinero es el principal elector en Estados Unidos, donde 158 familias, por supuesto multimillonarias, son los principales donantes en la actual campaña de demócratas y republicanos para ganar la Casa Blanca en 2016.
Recientemente Juan Williams, un analista político de Fox News Channel, en el título de un artículo, “Política, un deporte para multimillonarios”, recoge la imagen que ilustra la actual puja por el gobierno.
Según Tom Perkins, un capitalista multimillonario republicano, usted paga un millón de dólares en impuestos y obtiene un millón de votos.
Williams amplía en su comentario que desde 2010 solo 195 individuos y sus cónyuges dieron casi el 60 por ciento de los mil millones de dólares canalizados a super-PAC.
Esto es algo posible luego que la Corte Suprema estadounidense dictaminó que las contribuciones ilimitadas están protegidas por el secreto, por un problema de libertad de expresión.
El propio puntero en las encuestas entre los aspirantes republicanos, Donald Trump, estima que ese dinero que llega a los candidatos a través de grupos de apoyo es una estafa.
Hasta ahora el dinero carcome al sistema político estadounidense, a la vez que viola la ley y los derechos de millones de personas que buscan ser representadas por políticos honestos, algo raro en el país.
En Iowa, la aspirante y favorita entre el electorado demócrata, Hillary Clinton, lanzó una advertencia: “”Haré todo lo que pueda para nombrar a los jueces del Tribunal Supremo que protejan el derecho a votar y no protejan el derecho de los multimillonarios para comprar elecciones”.
El papel del dinero en los comicios es recurrente en los medios de prensa estadounidenses, en cuyos artículos son asiduos protagonistas magnates como los hermanos Charles y David Koch.
Los Koch son dueños de una amplia fortuna que impulsa a candidatos republicanos tanto para la presidencia como para todo cargo electivo en las elecciones de noviembre.
Según sostuvo Williams en su comentario sobre el deporte de los millonarios, el problema es una tormenta a punto de estallar.
Un articulo del diario The Washington Post señala que las grandes donaciones de los super-ricos tienen el potencial de deformar el sistema político, entre otras cosas porque son personas que verían afectados sus capitales por gobiernos que no respondan a ellos y quieren tener “hacedores de políticas” que los representen.
De los candidatos republicanos, el que presuntamente tiene más dinero es Trump, quien califica de “títeres” a sus contrarios que buscan el apoyo de los Koch, entre otros grandes donantes.
Una investigación de Pew Research encontró que ahora el uno por ciento de las personas controlan más del 80 por ciento de la riqueza nacional y muchos ponen ese capital en función de protegerse y ampliar sus fortunas.
Mientras, encuestas de 2012 mostraron que los votantes con ingresos anuales familiares menores de 51 mil dólares, pobres y de clase media, componen el 41 por ciento del electorado del país y sufragaron por el presidente Barack Obama un 22 por ciento más que por el republicano Mitt Romney.
Eso lógicamente preocupa a los republicanos y a grandes familias de esa filiación política, que no escatiman recursos para darle un vuelco a la situación.
Documentos fiscales muestran cómo el dinero secreto infecta las campañas de ambos lados, republicanos y demócratas, según comentarios de prensa.
Dichos documentos confirman que operadores políticos continúan utilizando falsas organizaciones de bienestar social para bombear decenas de millones de dólares anónimos en las elecciones.
Algunas fuentes señalan que el secreto del gasto hace más difícil que los funcionarios electos rindan cuentas al interés público y respondan a los votantes en lugar de a los donantes de campaña que sólo conocen ellos.
En este acápite destacan los mencionados hermanos Koch, quienes a través de un sofisticado entramado se preparan para pasar cerca de 889 millones de dólares y favorecer intereses en las batallas políticas hasta noviembre de 2016, usando organizaciones independientes no sujetas a las leyes como los comité de los partidos.
La misma configuración del proceso electivo en Estados Unidos es algo que favorece estas prácticas, pues obliga a los candidatos a buscar dinero para poder avanzar en su empeño.
Para estar en las boletas electorales de cada estado, un candidato enfrenta una tarea “costosa y compleja” pues algunas demarcaciones requieren miles de firmas a fin de calificar y otros cobran decenas de miles de dólares.
A nivel nacional, el precio para el acceso a la boleta puede elevarse mucho más allá de un millón de dólares.
No hay duda de que los republicanos de primer nivel con grandes operaciones de dinero, Jeb Bush, Marco Rubio, Ben Carson, Ted Cruz y Donald Trump, estarán en la boleta electoral en todo el país.
Pero para todos los demás, incluyendo Chris Christie, John Kasich y Rand Paul, el acceso al voto es un desafío costoso.
Si bien los candidatos no tienen que competir en todos los estados para ganar la nominación, la realidad política es que cada fracaso en aparecer en una boleta socava la credibilidad de un candidato como una figura nacional.
En este escenario revuelto, los que más tienen salen a pescar y el pescado se vende al mejor postor.
REFERENCIA.-
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Estados Unidos,
¿ millonarios patrióticos
o millonarios alarmados ?
Francisco Morote Costa – ATTAC Canarias
Se llaman a sí mismos los millonarios patrióticos y forman un selecto club al que solo pueden pertenecer aquellas personas que ingresen al año más de un millón de dólares, o quienes dispongan de un patrimonio superior a los cinco millones de dólares.
El grupo, compuesto ahora por más de 200 millonarios, existe desde 2010 y quiere dos cosas: que el Congreso de los Estados Unidos obligue a los más ricos, el 1% que concentra más del 40% de toda la riqueza y el 42% de todas las acciones e instrumentos bancarios que generan dinero, a pagar más impuestos y que eleve al doble, de 7,25 a 15 dólares, el salario mínimo federal que cobra a la hora el trabajador estadounidense.
¿ Qué pretenden conseguir los millonarios patrióticos con estas medidas ?
Oigamos a uno de ellos, Eric Schoenberg, presidente de la firma tecnológica Campus Works, INC: “El nivel de desigualdad es increíble.
La gente acumula dinero y utiliza ese dinero para influir en el sistema político con el objetivo de obtener más dinero.
Es un sistema roto y si no hacemos algo esta sociedad no funcionará ni para los ricos ni para los pobres “.
Y Morris Pearl ex director ejecutivo de BlackRock, la gestora de activos más grande del mundo y ahora presidente de la junta del grupo, remacha la idea, según él, el elevado nivel actual de desigualdad es consecuencia, en gran parte, del esfuerzo que élites adineradas han hecho durante décadas para forzar al Congreso a promulgar leyes destinadas a acrecentar su riqueza personal y su poder.
¿ Cabrá un mayor reconocimiento de quien es el amo de los Estados Unidos y para qué intereses legislan los parlamentarios del Congreso norteamericano ?
Como decía Louis Brandeis, Juez de la Corte Suprema de los EE.UU: ” Podemos tener democracia en este país, o podemos tener la riqueza concentrada en manos de unos cuantos, pero no podemos tener las dos cosas al mismo tiempo “.
¿ Millonarios patrióticos o millonarios alarmados ?
Me inclino a pensar lo segundo. ” Si no hacemos algo esta sociedad no funcionará ni para los ricos ni para los pobres”, reconoce, como leímos, E. Schoenberg y añade …” no somos comunistas. Somos gente que ha tenido éxito en el sistema capitalista. El capitalismo es un excelente sistema, pero no es un sistema perfecto “.
Y tanto que no lo es. ¿ No habrá influido acaso la existencia del movimiento Occupy Wall Street y su lema ” Somos el 99% “, que reivindica los derechos de la mayoría, en la reacción reparadora de la millonarios patrióticos ?
En definitiva, los millonarios patrióticos son los rescatadores del sistema capitalista. Tratan de salvarlo de sus propios excesos.
Los millonarios patrióticos son un síntoma. La parte más lúcida de la élite capitalista quiere salvar al sistema de su propia capacidad autodestructiva.
Es necesario que algo cambie para que casi todo siga igual.
Si el Estado no redistribuye la riqueza, haciendo que los ricos paguen más impuestos, y condena a los trabajadores a los bajos salarios y a la pobreza laboral, no solo el capitalismo no funcionará, sino que lo que es peor para ellos, lo que de verdad les aterra, la inmensa mayoría, el 99% de Estados Unidos y del resto del mundo, puede llegar a sentir la necesidad imperiosa de cambiar de sistema.
” Hay una guerra de clases, y la estamos ganando los ricos “, decía hace unos años Warren Buffett, uno de esos millonarios inclinados ahora a pagar más impuestos, parece que hoy esos súper ricos se asustan de las consecuencias de su propia victoria.
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