1.- Con los factores políticos de la MUD han venido acordando una agenda común que incluye un escenario abrupto que puede combinar acciones callejeras y el empleo dosificado de la violencia armada. Mientras que “el referendo o la enmienda” se impulsan en tanto “cobertura”.
“Es indispensable destacar que la responsabilidad en la elaboración, planeación y ejecución parcial de la Operación Venezuela Freedom-2 en los actuales momentos descansa en nuestro comando, pero el impulso de los conflictos y la generación de los diferentes escenarios es tarea de las fuerzas aliadas de la MUD involucradas en el Plan, por eso nosotros no asumiremos el costo de una intervención armada en Venezuela, sino que emplearemos los diversos recursos y medios para que la oposición pueda llevar adelante las políticas para salir de Maduro”, sostiene Tidd.
2.- La utilización de la Asamblea Nacional como tenaza para obstruir las acciones de Gobierno bajo un enfoque de “cerco y asfixia” acordado con los “socios” más cercanos de la MUD.
En este punto mencionan convocar a eventos y movilizaciones, interpelar a los funcionarios del Gobierno, negar créditos y derogar leyes, cosa que ha venido haciendo la derecha desde que llegó al Parlamento.
3.- Insistir en un gobierno de transición y las medidas que se tomarán después de la caída de lo que ellos denominan “régimen”, entre las que se incluye un gabinete de emergencia.
4.- Aplicarán las “tenazas” para asfixiar, paralizar e impedir que las fuerzas revolucionarias se puedan recomponer de manera que esto les permita arribar a “esta fase terminal” impulsando “un plan de acción de corto plazo (6 meses con un cierre de la segunda fase hacia julio-agosto de 2016)”.
En este punto se incluye el ataque a la imagen del presidente Maduro y la estrategia de responsabilizar al Estado y sus políticas del “estancamiento económico, la inflación y la escasez”.
5.- Mantendrán la campaña ofensiva en el terreno propagandístico, “fomentando un clima de desconfianza, incitando temores, haciendo ingobernable la situación”, para lo que dicen contar con los jóvenes del país suramericano que demuestran “una creciente identidad con nuestra forma de vida e ideales”.
6.- En su campaña explotarán “temas como la escasez de agua, de alimentos y de electricidad, teniendo este último aspecto un carácter grave para el gobierno”.
En este sentido, reforzarán la idea de que el jefe de Estado es responsable exclusivo de éste último punto.
7.- Señalan que tiene especial interés posicionar en las actuales circunstancias “la matriz de que Venezuela entra en una etapa de crisis humanitaria por falta de alimentos, agua y medicamentos”.
Continuarán con el manejo del escenario que han venido planteando sectores de la derecha nacional e internacional donde muestran que Venezuela está “cerca del colapso y de implosionar’ demandando de la comunidad internacional una intervención humanitaria para mantener la paz y salvar vidas”.
8.- Insistirán en la aplicación de la Carta Democrática “tal y como lo hemos convenido con Luis Almagro Lemes”.
Usarán para ello a ex presidentes, a gobiernos afines y a la Alianza Parlamentaria Democrática de América, junto a la coordinadición “entre organismos de la Comunidad de Inteligencia y otras agencias como las organizaciones no gubernamentales (ONGs), corporaciones privadas de comunicación como la SIP y diversos medios privados”.
9.- Afianzarán la imagen que desde hace años intentan mantener de vinculación del Gobierno de Venezuela con la corrupción y el lavado de dinero, como plantean en la Orden Ejecutiva que emitió Barack Obama en contra del país el 9 de marzo de 2015.
10.- Mencionan al sector militar y señalan que han “ganado adeptos en sectores institucionalistas” gracias a su “exitosa campaña”.
Sin embargo, manifiestan su preocupación porque “existe una alta probabilidad de que los mandos identificados con el chavismo duro ofrezcan resistencia, sobre todo en unidades élites que históricamente se han alineado con el régimen. Por eso, hay que sostener el trabajo de debilitar ese liderazgo y anular su capacidad de mando”.
11.- También se refieren a los colectivos, los catalogan como obstáculos para las movilizaciones y demandan “su neutralización operativa en esta fase decisiva”.
12.- “Si bien en la situación militar no podemos actuar ahora abiertamente, con las fuerzas especiales aquí presentes hay que concretar lo ya anteriormente planificado para la fase 2 de la operación.
Los entrenamientos y aprestos operacionales de los últimos meses, con la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo en la base de Palmerola, en Comayagua –Honduras, la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur–, permite colocar tales componentes en condiciones de actuar rápidamente en un arco geoestratégico apoyado en las bases militares de ‘control y monitoreo’ en las islas antillanas de Aruba (Reina Beatriz) y Curazao (Hato Rey); en Arauca, Larandia, Tres Esquinas, Puerto Leguízamo, Florencia y Leticia en Colombia; todo ello como Lugar de Operaciones de Avanzada (FOL), con proyecciones sobre la región central de Venezuela donde se concentra el poderío político-militar”, para luego enumerar los activos militares dispuestos para la operación”, explican en el plan de trabajo.
rnv.gob.ve en diario-octubre.com
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