martes, 7 de febrero de 2017

Norte de Mali: Sangre y Uranio

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Norte de Mali: Sangre y uranio

El norte de Mali, Kidal, Tombuctú y Gao, tiende a convertirse en una de las regiones más inestables del planeta, extraordinariamente rica en uranio padece el accionar de los diferentes grupos con intereses propios y obviamente contrapuestos.

En la región operan: 

Fundamentalistas vinculados a al-Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI); el Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), de origen  imazaghen que reclama la independencia del ancestral territorio   tuareg,   dividido en Alto Consejo para la Unidad del Azawad (HCUA) y el Movimiento Árabe del Azawad (MAA); el ejército del presidente malí Ibrahim Boubacar Keïta, y la organización pro Bamako Gatia(Grupos de Auto-Defensa tuareg  imghad y aliados) liderada por Fahad Ag Almahmoud que se opone a la independencia de Azawad; militares franceses de las operaciones Serval y Barkhane, que desde 2013 se encuentran en la región con una dotación de 14 mil hombres a los que hay que sumar un pequeño contingente de 700 hombres del ejército alemán; numerosas bandas que trafican: armas, tabaco, combustible, drogas y personas y la agrupación Ansar al-Din (Defensores de la Fe) liderada por Iyad Ag Ghaly, que bajo la cobertura de organización salafista, opera para los intereses de Argelia.

Este extraordinario mosaico de intereses, a la que habría que sumarle la fuerte rivalidad tribal tuareg entre imghad e   imazaghen, convierte a esta región, más extensa que Francia, el tercer país más pobre de África, en una bomba de tiempo, que al parecer ha comenzado su cuenta regresiva. 

Cuando todavía no se había disipado la estela del dulce y pegajoso perfume del presidente François “Flanby” Hollande, en el aeropuerto de Bamako, capital de Mali, tras su corta visita para participar en la cumbre XXVII África-Francia, última para Flanby, entre los días 13 y 14 de enero, a la que asistieron 35 mandatarios del continente, para discutir con la antigua metrópoli, temas de seguridad y económica; en la ciudad de Gao, a 1130 kilómetros, al noroeste de la capital el miércoles 18, en el interior de una base militar conjunta Francia-ONU para la Estabilización de Malí (Minusma), Abdul Hadi al-Fulani, un miliciano de la organización al-Mourabitoun (los que firman con sangre), subsidiaria de AQMI, hizo estallar el camión que conducía, matando a cerca de ochenta soldados e hiriendo a otros 120 del ejército malí y brigadistas de las auto-defensa de imghad.

Según los testimonios la explosión, produjo una nube de polvo que alcanzó a cubrir gran parte de la ciudad Gao, de cerca 90 mil habitantes, provocando la lógica conmoción. 

De inmediato comercios y escuelas fueron cerrados y toda la actividad en la ciudad se detuvo.

 Gao, capital del estado de mismo nombre, ubicada a orillas del río Níger, vive desde abril de 2012, tras la última sublevación tuareg, en permanente estado de alerta. 

La ciudad tras lo que fue la tercera sublevación tuareg desde la independencia de Mali en 1960, estuvo bajo control de AQMI, durante diez tremendos meses en que la sharia se aplicó con todo rigor.

Como consecuencia del ataque del miércoles último, el sábado 21, se produjo un choque entre bandos antagónicos que operan junto al ejército malí. Un puesto en la localidad de Tinassako, en la región de Kidal, fue cercado por un grupo de  tuareg  independentistas de la Coordinadora de Movimientos del Azawad (CMA), produciendo catorce bajas a los  milicianos pro-Bamako de las auto defensas imghad.

El reinicio de las hostilidades entre estos grupos tuaregs, tras los acuerdos de paz de 2015, no del todo vigente, pone literalmente al norte de Mali, en estado de guerra civil. 

Del que sin duda intentará sacar ventaja al-Mourabitoun, organización creada en agosto de 2013 con la fusión al-Moulathamoun, el Movimiento por la Unicidad y la Yihad de África Occidental (MUJAO) y el ya mencionado Ansar al-Din,  liderada por el mítico Mokhtar Belmokhtar, veterano de la guerra afgana contra los soviéticos, quien a lo largo de casi cuarenta años en el extremismo musulmán ha tenido sus idas y vueltas con AQMI.

La organización al-Mourabitoun ha sido protagonista de los ataques  al hotel Radisson Blu en  Bamako, en noviembre de 2015 y al Hotel Splendid en Ouagadougou capital de Burkina Faso, en enero de 2016 y al mes siguiente en el balneario Grand Bassam, en Costa de Marfil,  que dejaron un total de 63 muertos, aunque en el caso de Costa de Marfil, pudo haber sido un ajuste de cuentas entre al-Mourabitoun y los nigerianos de Boko Haram y algún cartel narcotraficante que mantiene negocios con ambas organizaciones.

Un país demasiado central

Son varios los países de la región, que se verían muy afectados por la profundización y extensión de la crisis en Mali. 

Senegal, Costa de Marfil, Burkina Faso y hasta el sur de Níger podían quedar gravemente implicados de seguir en aumento la actividad salafista.

Habría que tener en cuenta dos factores determinantes para que esto suceda, la presencia de Boko Haram que está recibiendo fuertes golpes en su país de origen Nigeria y podría buscar una alianza regional con al-Mourabitoun-AQMI y el posible retorno de veteranos de la guerra en Siria, a quienes tampoco les está yendo mejor en su teatro de operaciones.

De producirse una ecuación similar a la expuesta, el caos en el oeste africano podría adquirir, todavía formas más virulentas, que para contenerlas se verían obligadas a participar fuerzas extracontinentales, involucrándose en extenuante intervención. 

Entiéndase que solo la OTAN podría hacer frente una situación semejante, claro si es que Donald Trump estuviera dispuesto a intervenir.

La centralidad de Mali, en el noroeste africano, la hace clave al momento de los desplazamientos regionales, pues está cercana al conflictivo golfo de Guinea, ubicada parte en el Sahara y el Sahel. 

Ello, sumado a la crónica porosidad de las fronteras, cualquier tipo de organización delincuencial o terrorista puede convertir a Mali en un excepcional corredor por el que se pueden desplazarse a su antojo.

Según el informe de la Federación Internacional de Derechos Humanos, durante 2016, en el norte y centro del país, se registraron al menos 385 ataques terroristas, en los que se produjeron 332 muertes, de ellos 207 civiles, lo que demuestra claramente que a pesar de la intervención militar francesa la región sigue siendo convulsa.

En julio del 2016, un ataque  contra una base militar en la ciudad Nampala en la región central de Segú, cerca de la frontera con Mauritania, dejó una veintena de soldados muertos y otros treinta heridos, sin que las fuerza malienses pudieran repelerlo, hasta que los atacantes se retiraron.

En el sur negro practica de manera mayoritaria el animismo, con algún sincretismo musulmán, y que ha dado como resultado un sufismo sui-generis, acumulando una gran cantidad de adeptos. 

Esto al rigorismo wahabita practicado por al-Qaeda no le procura ninguna simpatía, por lo que se podría esperar allí grandes matanzas takfiristas, de asentarseal-Mourabitoun-AQMI.

Dos cuestiones más restan por analizar de afianzarse el salafismo en el norte de Mali: el peligro más concreto es la permeable, larga, y descontrolada frontera con Mauritania, de poco menos de 2300 kilómetros, un país con más del 99% musulmán de mayoría sunita en su versión sufí, absolutamente inerme para enfrentar una invasión fundamentalista.

Y la última y fundamental tiene que ver con los ricos yacimientos de uranio que explota la empresa estatal francesa Areva, en las minas de Arlit y Akouta, en la región tuareg de Agadez, en la frontera entre Malí y Níger, aunque sería prácticamente imposible que los hombres de AQMI, pudieran hacer algo con ese uranio, de acceder a él. 

Aunque tecnológicamente, les sería mucho más factible utilizar las toneladas de desechos nucleares como uranio, cadmio, plomo y mercurio que Francia sin ningún control, ni cuidado abandona desde hace décadas en el desierto de Mali y zonas aledañas.

Quizás Francia, que ha hecho del expolió y  el latrocino de los territorios conquistados a sangre, engaño y fuego, su más genuino modo de vida, alguna vez, pueda comprender que cuando sus ciudadanos son ametrallados, destrozados por una bomba o aplastados por un camión, existen razones que se esconden en lo más recóndito de los desiertos y las selvas, sumergidas en mares de la sangre de otros pueblos. 

Guadi Calvo es escritor y periodista argentinoAnalista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro