martes, 4 de abril de 2017

RECOMENDADO - Trump y la explosiva Crisis Política en EEUU

Trump y la explosiva crisis política en EEUU

En ciertas condiciones, todas las cosas pueden transformarse en su contrario. Antes de la llegada de su último huésped, la Casa Blanca había sido durante mucho tiempo un símbolo de la inmensa estabilidad y confianza del régimen político de los EEUU. Hoy está en el centro de una tremenda crisis política.
Forzado por la lógica de su posición, el presidente de Trump se tambalea, de escándalo en escándalo como un borracho, pero con cada nueva controversia expone y profundiza las fisuras dentro de la sociedad americana, allanando el camino para una crisis social de dimensiones aún mayores.
Desde Rusia con amor
La figura de Vladimir Putin se cierne cada vez más enconada sobre la división en el aparato estatal, a medida que la disputa sobre los supuestos vínculos entre la campaña electoral de Trump y funcionarios rusos se ha ido intensificando. 
El asesor de Seguridad Nacional de Trump, Michael Flynn, fue despedido el mes pasado después de haber mentido sobre sus conversaciones con el embajador ruso antes de asumir el cargo. 
El designado Procurador General de Trump, Jeff Sessions, también ha sido recusado de la investigación en curso por los lazos de la campaña de Trump con el Kremlin
Ahora mismo, Trump está en el centro de atención, después de haber mentido acerca de haberse reunido con el embajador ruso durante su campaña electoral.
Que el Presidente de los Estados Unidos esté actualmente bajo investigación de sus propios servicios secretos por supuestos vínculos con una potencia extranjera hostil sería considerado, en tiempos normales, un gran escándalo. Pero nuestros tiempos están lejos de ser normales. 
Más bien, ha sido la respuesta de Trump a estas acusaciones lo que ha sido la mayor fuente de controversia. 
En una serie de tweets enviados el 4 de marzo, Trump acusó a Barack Obama y al FBI de "escuchas telefónicas" en sus teléfonos de la Torre Trump antes de la elección, añadiendo referencias al "macartismo" y al caso "Nixon/Watergate" por si fuera poco.
Estas acusaciones, como era de esperar, sólo han incendiado una situación ya delicada. 
En un artículo titulado, "Trump está creando tensiones en el sistema de gobierno", The Financial Times resumió: "las declaraciones del Sr. Trump son la prueba más extrema de que está en conflicto más o menos abierto con todas las instituciones del gobierno de los EEUU salvo con los militares - desde los servicios de inteligencia, al Departamento de Estado y gran parte del resto de la administración pública. 
Que un sistema diseñado para requerir la más estrecha cooperación pueda trabajar bajo estas condiciones, está por verse".
El Estado ha perdido el control de su Presidente. Cualquier esperanza de que Trump pudiera moderar su retórica y su comportamiento después de las elecciones (como lo sugería su discurso de victoria) se ha desvanecido. 
En su lugar, responde a cada amenaza con un nuevo estallido. 
La inestabilidad se amontona sobre la inestabilidad. 
Este enfrentamiento increíblemente tenso entre los dos brazos del Estado, el que es electo y el que no lo es, no puede durar para siempre; debe ser resuelto de una manera u otra. 
Pero nada puede reparar el daño inmenso que esta división está infligiendo a la integridad con que percibido el Estado en su conjunto. 
De hecho, el senador republicano Ben Sasse, ha descrito la situación como una " crisis de la confianza pública que pervierte nuestra civilización".
Todo intento del llamado “deep state” [el “Estado dentro del Estado”, NdT] para salvaguardar la estabilidad del sistema actual sólo sirve para exponer su propio papel y, en última instancia, el debilitamiento de ambos lados. 
Es este hecho, y su potencial efecto sobre las masas norteamericanas, el que presenta el problema más grave para la clase dominante de Estados Unidos. 
Como señala The Financial Times en el citado artículo: 
"las acusaciones mutuas sólo pueden tener un efecto corrosivo sobre la confianza en las instituciones de gobierno, sin las cuales el país [leer: el capitalismo] no puede funcionar."
Falsas noticias
El aparato estatal no es la única institución que ha establecido un desagradable conflicto con el Presidente. 
La actual guerra de palabras entre Trump y la mayor parte de los principales medios de comunicación dará otro dolor de cabeza a la clase dominante de Estados Unidos. 
Durante su grandilocuente y bizarra conferencia de prensa del 16 de febrero, Trump rechazó las historias sobre sus vínculos con Rusia como "falsas noticias", una expresión que salpicó sus confusas observaciones preliminares. 
Cuando se le preguntó si estaba preocupado con que sus afirmaciones pudieran socavar la fe de la gente en la libertad de prensa al tildar toda la cobertura negativa como "falsas noticias", la respuesta de Trump fue simplemente "eso quiero"
Su capacidad para encogerse de hombros ante escándalos que en el pasado podrían haber terminado con carreras políticas ha sido destacada por una serie de comentaristas y expertos, que aluden a una nueva era "post-verdad", y citan todo tipo de estrategias de medios ingeniosos y de teorías de conspiración que tienen como centro el "cerebro" de Putin. 
Pero, en realidad, Trump es más el producto que la causa de la crisis actual.
La fe de los estadounidenses en los medios de comunicación ha ido en declive desde hace más de una década. 
De acuerdo con una encuesta deGallup publicada en septiembre de 2016, antes de las elecciones, sólo el 32% de las personas encuestadas dijeron que tenían una "gran cantidad" o una cantidad "justa" de confianza en los medios de comunicación, la puntuación más baja desde que comenzó el sondeo en 1972. 
A pesar de que el nivel de confianza se redujo en todos los grupos, las caídas más marcadas se podían encontrar entre los Republicanos y, más significativamente, entre los de entre 18 y 49 años. Esta crisis sistémica de confianza pública es lo que le permitió a Trump surfear, aparentemente ileso, la ola gigante de cobertura hostil que encontró su candidatura. 
Y es precisamente esta crisis la que está conduciendo en la actualidad a un callejón sin salida a los medios de comunicación.
En realidad la llamada era de la "post-verdad" representa el rechazo a la cobertura, por lo general deformada y a veces rotundamente falsa, que caracteriza "la libertad de prensa" de todas las naciones. Cuando Trump anunció: 
"Lamentablemente, la mayor parte de los medios de comunicación en Washington, D.C., Nueva York, y Los Angeles en particular, no habla para la gente, sino para intereses especiales y para aquéllos que sacan una ganancia de un sistema que es muy, muy inservible", conecta directamente con la furia y el resentimiento existente. 
Es esto lo que le hace parecer tan intocable.
Sin embargo, por desgracia para Trump, "los hechos son obstinados", como una vez dijo Lenin. 
Trump no tiene una respuesta para la crisis económica mundial; sólo puede ofrecer reducciones de impuestos a las corporaciones y amenazas de aranceles para los productos extranjeros, una receta para un futuro desastre. 
Mientras tanto, sus decretos ejecutivos, como la "Prohibición Musulmana" y su directiva para comenzar a construir el muro en la frontera mexicana no hacen más que agravar el estado de ánimo de una opinión pública ya intranquila. 
Trump finalmente se encontrará bajo el ataque no sólo de los desacreditados medios del establishment, sino incluso de su propia base, insatisfecha con su incapacidad para hacer valer sus ridículos alardes. 
En tal confusión, una verdadera alternativa a la locura y a la corrupción de este sistema se podría construir rápidamente. 
Pero la pregunta es, ¿cómo?
¡Por un partido socialista de masas!
Hemos entrado en un período en todo el mundo en el que las viejas y poderosas instituciones están entrando en crisis, al tiempo que las contradicciones subyacentes del capitalismo causan enormes divisiones en el orden existente. 
La clase dominante ya no es capaz de gobernar de la misma manera que antes; un hecho que lleva consigo implicaciones profundamente revolucionarias. 
Trump es la personificación del callejón sin salida de la "democracia" estadounidense y del llamado “mal menor” de los Demócratas que están merecidamente desacreditados.
Trump tiene ya, a pesar de su bravuconería y del control del Congreso por los Republicanos, tan poco control sobre la situación como sus oponentes. 
No son Trump ni sus políticas los que infunden temor a la burguesía estadounidense, es la reacción de las masas, que fue insinuada en la masiva marcha de las Mujeres en enero. 
Con los Demócratas, el "cementerio de los movimientos sociales", están actualmente hechos un desastre, no es en absoluto seguro que un movimiento de este tipo pueda ser desviado hacia los canales 'seguros' habituales.
La gigante clase obrera estadounidense podría barrer con facilidad a Trump, a la llamada “derecha alternativa” en la que se apoya, y a toda la creación podrida del establishment, pero nunca lo hará si se mantiene atada a los faldones del liberalismo y del imperialismo. 
La lucha contra Trump marca un nuevo movimiento que podría sentar las bases de una nueva sociedad. ¡Este movimiento necesita un nuevo partido! organizado en torno a un programa socialista en cada barrio, fábrica y escuela. 
Los millones de personas que rechazan este sistema podrido pueden cambiar Estados Unidos, y con ello al mundo. 
En esto, los trabajadores de EEUU tendrán el apoyo de la Corriente Marxista Internacional en los EEUU, y más allá.
¡Abajo Trump!
¡Abajo el capitalismo!
¡Por un partido socialista de masas en los EEUU!

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro