miércoles, 19 de abril de 2017

La Lucha por el Oro Azul en Oriente Próximo

Cantidad de recursos hídricos per cápita a nivel mundial. Fuente: FAO

La lucha por el oro azul en Oriente Próximo

Antiguos conflictos como los relativos a los ríos Tigris y Éufrates demuestran la importancia del agua como principal recurso natural. 
El aumento de la población en la zona, las recientes sequías y el estallido de nuevos conflictos generan en Oriente Próximo una verdadera lucha por el denominado oro azul en la que un posible acuerdo entre países no parece una solución próxima.

La escasez de agua como fuerza impulsora de conflictos

El agua es un elemento vital para la sobrevivencia de las personas. No solo es necesaria para el propio sustento del cuerpo humano, sino que es imprescindible para el riego de los cultivos, la supervivencia de los seres vivos de los que nos alimentamos, la elaboración de una gran diversidad de productos, así como para abastecer el sector energético.
Sin embargo, el agua es, desde hace años, un bien escaso en zonas como Oriente Próximo. Tanto es así que la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental (CESPAO, más conocida por sus siglas en inglés: 
ESCWA) afirmaba que 18 de los 22 países árabes que componen dicha organización están por debajo del umbral establecido en lo que a escasez de agua se refiere.
Asimismo, uno de los principales problemas a los que se ha enfrentado Oriente Próximo desde mediados del siglo XX es el rápido crecimiento de su población. Las cifras ya superan los 300 millones de personas, lo que supone un censo similar al estadounidense, país considerado rico en agua.
Para muestra, un botón: la población de Yemen en la década de 1950 era de unos 4,5 millones de habitantes, cifra que ha ascendido hasta los 25 millones en los últimos años y que, según las predicciones, alcanzará los 52 millones en 2050, lo que supondría un aumento de más del 200%. 
Otro ejemplo es Irak, que estaba compuesta por unos siete millones de personas en los años 60 y que en 2015 contaba más de 36 millones de habitantes. 
Sin duda, estos cambios poblacionales generan una gran incertidumbre con respecto a los recursos de agua a los que se tendrá acceso en un futuro para abastecer a la población de la zona.
Además, la dependencia de unos países sobre las decisiones de otros aumenta la vulnerabilidad con respecto a la gestión de las aguas transfronterizas. Una gran proporción del agua que fluye a lo largo de toda la región tiene su origen en países diferentes a los que recorre, lo cual crea disputas entre estos. 
Se calcula que alrededor de un 85% del caudal del río Éufrates nace en las montañas de Turquía, aunque luego fluye por otros países, como Siria o Irak.
Escasez de agua a nivel mundial según la competencia por recursos limitados. Fuente: World Resources Institute
Hechos pasados muestran una cierta relación entre la falta de agua y la aparición de conflictos interestatales. Entre ellos, la disputa entre los tres países referidos —Turquía, Siria e Irak— por las aguas de los ríos Tigris y Éufrates ilustra la importancia de la lucha por el denominado oro azul en la región.

La cuenca del Tigris y el Éufrates: el origen de conflicto

El Tigris y el Éufrates son considerados los dos grandes ríos mesopotámicos. Su nacimiento se encuentra en las montañas del este de Turquía; atraviesa el país y recorre tanto Siria como Irak para desembocar conjuntamente en el golfo Pérsico. 
Los recursos hídricos disponibles provienen de las masas de aguas superficiales, así como de aguas subterráneas y acuíferos. Son las lluvias y las nieves invernales las que nutren el caudal de ambos ríos, lo que provoca grandes irregularidades a lo largo del año que se han tratado de evitar con la construcción de presas como la de Tabqa en Siria o la de Keban en Turquía. 
Con esto, la lucha por las aguas de estos ríos para abastecer las necesidades de la población de los tres países que recorre ha sido constante durante el siglo XX.
Mapa de la cuenca del Tigris y el Éufrates, que recorre Turquía, Siria e Irak. Fuente: The Economist
Varios fueron los protocolos firmados en forma de acuerdos bilaterales entre las partes implicadas: Irak y Turquía en 1946, Siria y Turquía en 1987 y Siria e Irak en 1990. 
Pero las discrepancias siempre han sido más numerosas que las avenencias en lo que a la cuenca del Tigris y el Éufrates se refiere. No se trata únicamente de un conflicto por el uso del agua, sino que se convirtió en una disputa política entre los regímenes baasistas en Siria e Irak. Además, el apoyo sirio hacia el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, por sus siglas en turco), así como el reclamo sirio hacia la provincia de Hatay, creó una fuerte enemistad entre Siria y Turquía.
En 1983 se creó el Comité Técnico Común con el objetivo de llegar a un acuerdo en las negociaciones y de adjudicar una cantidad de agua equitativa y apropiada a cada país. 
Pero las negociaciones cesaron diez años más tarde, tras el fracaso en los múltiples intentos de pacto. La falta de acuerdo se basaba en las diferentes perspectivas desde las que los tres países visualizaban la idea de aguas transfronterizas. Por una parte, Turquía manifestaba que el reparto debía distribuirse según las necesidades objetivas de cada participante. 
En cambio, Siria e Irak consideraban los ríos mesopotámicos como aguas internacionales, por lo que el caudal debía asignarse según lo que los propios Estados consideraran en un acuerdo de reparto conforme a sus propias necesidades.
A partir de los años 2000, el agua empezó a ser el principal componente de los acuerdos entre estos países, ya no solo la cantidad a repartir, sino también su calidad. Los intentos de cooperación a nivel regional aumentaron considerablemente. 
Surgieron iniciativas de carácter gubernamental, como el Consejo de Cooperación Estratégico en 2008, así como otros organismos sin ánimo de lucro. Pero, a pesar de estos intentos, nunca se ha alcanzado un acuerdo trilateral. 
Las relaciones políticas entre las partes y los intereses meramente nacionales han jugado un papel preferente. 
Por eso, sucesos como la actual guerra de Siria han frenado e incluso deteriorado los escasos y paulatinos avances en las negociaciones.

El papel de los recursos hídricos en la guerra civil siria

El caso de Siria ilustra la relación entre la escasez de agua y la guerra civil que estalló en 2011. Es importante conocer que en 1950 la población siria se situaba en unos 3,5 millones de habitantes, cifra que asciende a más de 22 millones en 2016. Este crecimiento tuvo lugar principalmente en zonas rurales, así como en localidades colindantes con las grandes ciudades. 
Por otra parte, una fuerte sequía tuvo lugar entre 2006 y 2010 que afectó a más de la mitad de las tierras de cultivo sirias. 
Los agricultores que habitaban en los alrededores de los ríos Tigris y Éufrates vieron desaparecer su principal medio de vida y unos 800.000 granjeros y pastores se vieron obligados a emigrar a zonas urbanas.
Desde entonces, tras el inicio de la guerra civil, la escasez de agua ha sido usada como arma de guerra. Tanto Alepo como Damasco, principales ciudades sirias, han sufrido cortes en los suministros en las zonas controladas por los rebeldes, pero también en aquellas en manos del Gobierno. 
Además, el control de unos y otros sobre las estaciones de bombeo de agua potable tiene como objetivo ejercer presión sobre bandos contrarios, mientras que la población civil es la verdaderamente afectada. La destrucción de buena parte de la infraestructura hidráulica a causa del conflicto ha supuesto una reducción de la capacidad productiva en hasta un 50%.
En un principio, la construcción de la presa de Ataturk en Turquía se presentó como una oportunidad para potenciar la cooperación entre Siria, Turquía e Irak. 
Considerado uno de los embalses más grandes del mundo, posibilita la reserva de extraordinarias cantidades de agua y la producción de considerables cantidades de energía. 
Sin embargo, tras su inauguración en 1991, no ha hecho sino alimentar el conflicto existente. La construcción de la presa supuso una reducción del caudal que alcanza las tierras sirias e iraquíes, lo que disminuyó los recursos de la población. 
Además, la implantación del Proyecto del Sureste de Anatolia (GAP, por sus siglas en turco), un plan turco de infraestructuras hidráulicas de grandes dimensiones, ha incrementado la tensión.
El control del autodenominado Estado Islámico en la zona alta de los ríos Tigris y Éufrates se ha trasladado en forma de amenazas hacia Turquía que reclaman la apertura del embalse de Ataturk. 
Estas exigencias se suman al dominio del grupo terrorista sobre la presa de mayor envergadura de Irak, situada en Mosul. 
El corte de suministros, el cierre de presas o las amenazas de inundaciones provocadas son algunas de las estrategias utilizadas. 
Teniendo en cuenta el objetivo de crear un dominio extenso en forma de califato, el control sobre los recursos hídricos no se limitaría a la zona bañada por los ríos mesopotámicos; territorios pertenecientes a Egipto o Etiopía —con importantes recursos, como el río Nilo, y el apoyo del grupo terrorista Boko Haram— podrían convertirse en principal objetivo.
Para ampliar: “El Estado Islámico: declive y expansión”, Antonio Ponce en El Orden Mundial, 2015
Recursos hídricos controlados o amenazados por el Estado Islámico. Fuente: Política Internacional
Estos hechos demuestran la importancia del agua en la zona, cuya escasez la sitúa incluso por encima de uno de los recursos más preciados a nivel mundial, como es el petróleo.

La estrecha relación entre el agua y el petróleo

El petróleo en Oriente Próximo se ha considerado históricamente una fuente potencial de conflictos. 
Tanto su carácter finito como su elevado valor económico han provocado disputas entre países, no solo a nivel regional, sino también internacional. Arabia Saudí, Irak, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait formaron parte durante 2016 de la lista de los diez países con mayores niveles de producción de petróleo a escala mundial. 
Así, de acuerdo con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), un 65% de la producción de sus Estados miembros en 2015 pertenecía al conjunto de países de Oriente Próximo.
A lo largo del 2015 se exportaron de media alrededor de tres millones de barriles diarios de los más de cuatro millones producidos. Siria, por su parte, no participa en la OPEP, ya que el petróleo ha sido un recurso escaso en el país
Antes del inicio de la guerra civil se producían 370.000 barriles por día, de los cuales menos de 150.000 se destinaban a la exportación. Estas cantidades suponen un 0,4% del abastecimiento mundial, lo cual relega a Siria a la cola de los países productores de petróleo.
Recursos petrolíferos en Siria e Irak. Fuente: BBC
El petróleo ha sido un factor influyente en los más recientes conflictos que han tenido lugar en la región. 
En el caso de Siria, las principales empresas petroleras del país, la Compañía Siria de Petróleo y Al Furat, han visto su producción fuertemente mermada tras el estallido de la guerra civil. 
El control por parte de los rebeldes de zonas de producción petrolera ha obligado al Gobierno sirio a recurrir a Irán para abastecer sus propias necesidades energéticas. Además, la situación impone una presión añadida en Occidente por el temor a la extensión del conflicto a otros países vecinos. 
Dicha extensión podría afectar a la producción y exportación del crudo de algunos de los países más influyentes en el sector, lo que generaría inestabilidad en el precio del producto.
Es importante destacar que los procesos de extracción, producción y refinado del petróleo hacen uso de grandes cantidades de agua para su ejecución, lo que acentúa el riesgo que provoca su escasez. 
Además, alrededor de 80 millones de metros cúbicos de agua son necesarios cada año en una planta media para llevar a cabo sólo el proceso de refinación. 
Esta circunstancia impulsa a los grupos rebeldes, con mayor motivo, a querer buscar el control sobre zonas cercanas a recursos hídricos. 
Aunque son muchos los países que recurren a aguas subterráneas y a la desalinización, estas no parecen medidas suficientes para garantizar el posterior abastecimiento de la población.

Con la vista puesta en el futuro

El 21 de mayo de 1997 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre el derecho de los usos de los cursos de agua internacionales para fines distintos a la navegación, aunque dicho texto no entraría en vigor hasta el 17 de agosto de 2014. 
El retraso se debió al mandato del artículo 36 de la convención, por el que la entrada en vigor sería efectiva cuando al menos 35 Estados ratificaran el documento. 
Su principal finalidad era establecer un conjunto de reglas que fomentasen la cooperación entre Estados en todo aquello relativo al uso, gestión o aprovechamiento de lo que se denominaba cursos de agua internacionales.
La convención está fundada en la teoría de la soberanía limitada. De acuerdo con ella, todo Estado por el cual fluyan aguas de un río transfronterizo puede hacer el uso que considere oportuno de las aguas que queden enmarcadas en su territorio.
 Para matizar esta idea, la convención establece una serie de principios que los Estados deben tener en cuenta. 
Así, se prevé una utilización y participación equitativas y razonables, con el límite de no causar un daño significativo a cualquier otro país que recorra el río.
Sin embargo, a pesar de que Siria e Irak ratificaron la convención en 1998 y 2001, respectivamente, Turquía no forma parte del acuerdo, por lo que no se ve obligada por sus preceptos. Este hecho dificulta la protección de los demás Estados por los que pasan los ríos Tigris y Éufrates, que se han visto perjudicados por las decisiones tomadas por Turquía.
Previsión mundial para 2040 de escasez de agua por país. Fuente: World Resources Institute
Las previsiones del Instituto de Recursos Mundial (WRI, por sus siglas en inglés) establecen que 13 de los 33 Estados que sufrirán mayor escasez de agua a mediados del siglo XXI serán países de Oriente Próximo. 
El crecimiento poblacional, la mayor demanda de suministros y los posibles efectos del cambio climático aumentarán la presión sobre recursos naturales como el agua. 
Algunos posibles remedios incluirían el fomento de medidas de conservación y la mejora de las tecnologías para el uso del agua de forma más sostenible, así como un abaratamiento de los procesos de desalinización que permita obtener mayores cantidades de agua dulce.
Iniciativas regionales, como el Consejo Árabe del Agua o los proyectos llevados a cabo por la CESPAO, no parecen ser suficientes para alcanzar unos resultados óptimos. 
La colaboración entre países resulta necesaria para suavizar los resultados de la escasez de agua y aliviar los efectos, que recaen sobre los ciudadanos. 
El mayor problema radica en la inestabilidad geopolítica de Oriente Próximo, que imposibilita el recurso a esta vía diplomática como medio de solución del problema. 
A pesar de que el agua no entiende de conflictos, de religión, de política o de ideologías, estos suelen ser prioritarios para los intereses de los Estados. De seguir así, como resultado se obtendrá no solo un agravamiento de la situación, sino la incapacidad de abastecer a la población con el bien más necesario para la supervivencia del ser humano.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro