viernes, 24 de noviembre de 2017

Trabajar menos para trabajar mejor - Trabajar de Lunes a Jueves acabaría con el Paro, el Estrés y el Cambio Climático

Un fin de semana de tres días es un sueño posible / Liber the poet

Trabajar de lunes a jueves acabará con el paro, el estrés y el cambio climático


“Imagina que existe una política que puede acabar con el desempleo y el subempleo, frenar problemas de salud que van de los trastornos mentales a la hipertensión, mejorar la productividad, ayudar al medioambiente, conciliar la vida familiar, alentar a los hombres a hacer más tareas domésticas y hacer a las personas más felices. 
Suena fantástico, pero existe, y estamos tardando en aplicarla: la introducción de la semana de cuatro días”.
Con estas palabras abre su columna en The Guardian Owen Jones, una de las figuras más reconocidas de la nueva izquierda británica e intelectual de referencia de partidos como Podemos –él mismo bromeó con ser el “gemelo diabólico de Errejón”–. 
En el texto, Jones reconoce que pedir“trabajar menos” es una demanda histórica de la izquierda, pero asegura que contamos cada vez con más datos que apuntan a la necesidad de reducir notablemente la jornada laboral. 
Y es algo que cada vez aceptan más instituciones poco sospechosas de izquierdismo.
Según explica a Lainformacion.com Diego Vicente,   profesor de Recursos Humanos y Comportamiento Organizacional de IE Business School,“como este tipo de demandas las hacen los sindicatos ya vienen deslegitimadas pero ¿quién no quiere trabajar menos?”. 
En opinión de Vicente, trabajar cinco días a la semana es una convención como otra cualquiera, que puede ser cambiada cuando se necesite, pues son las personas las que organizan una empresa y no al contrario. 
Y no cabe duda de que en la actualidad pasamos demasiado tiempo en el centro de trabajo y no siempre haciendo aquello por lo que se nos paga.
“No es que estemos trabajando demasiado, es que estamos trabajando mal”, afirma tajante el profesor. “¿Pasa algo en verano con la jornada intensiva? ¿Pasa algo porque se sinteticen en ocho horas lo que antes te llevaba trece? 
No, no pasa nada, esas empresas sobreviven. 
Mucho del tiempo que se dedica a la jornada laboral es tiempo basura, como esas dos horas que se dedican a comer, es un tiempo que no estás en casa y está secuestrado en tu trabajo, cuando en realidad se puede comer en media hora. 
Ocurre mucho en España donde las jornadas laborales son interminables”.
El columnista Owen Jones / Policy Exchange
Trabajar menos para trabajar mejor
Puede parecer que la racionalización de horarios de la que habla Vicente es un planteamiento menos radical que reducir la semana laboral a cuatro días, pero en realidad estamos hablando de lo mismo: la forma en que organizamos nuestro tiempo. 
Y es una discusión que comenzó en el siglo XIX, cuando se inventó el reloj –el instrumento definitorio de la era contemporánea, como defiende el historiador Jürgen Osterhammel en su libro La transformación del mundo– y se empezó a medir las horas que debíamos pasar en el trabajo. 
Ya entonces Bejamin Franklin pronóstico que con los avances en la tecnología en el siglo XX solo trabajaríamos cinco horas a la semana. No ha sido así pero ¿al menos podríamos alargar los días festivos?
Como apuntan Jones y muchos otros estudiosos hay varias razones al margen de la conciliación familiar (que no es baladí) por las que implementar la semana laboral de cuatro horas puede ser una buena idea. Y no solo para los trabajadores, también para las empresas. Son estas:
1. Evitaría problemas de salud pública (y se ahorraría)
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, el 59% de los profesionales en España sufre de algún tipo de estrés en el trabajo, un trastorno que causa el 30% de las bajas. 
Pero no es el único problema que dispara las jornadas laborales excesivas. 
Según la Guía para el Bienestar Emocional en las Organizaciones, editada por el Instituto DKV de la Vida Saludable y la Fundación Salud y Persona, el 86% de los trabajadores españoles consideran que sus procesos de enfermedad se han iniciado o agravado en el trabajo.
¿Se reducirían estos problemas si trabajáramos menos? 
Como apunta Jones es lógico pensar que sí pero, además, se ahorraría un dineral para las arcas públicas, pues el sistema sanitario tendría que lidiar con muchos menos de los problemas derivados del estrés laboral, como puede ser la hipertensión. 
Por no hablar de los accidentes de tráfico in itinere, el dolor de espalda (la mayor causa de baja laboral) o los problemas asociados al sedentarismo.
2. Reduciría el desempleo
“Trabajar menos para trabajar todos”. Otro lema histórico de la izquierda pero que cuenta con el respaldo de numerosos economistas
En el fondo, no es más que una medida de redistribución, pero puede funcionar para crear empleo –así ocurrió, por ejemplo, cuando la jornada laboral se redujo en Francia a las 35 horas, aunque con el tiempo quedara en saco roto–. 
Y es algo que defienden personas tan dispares (no precisamente socialistas) como Carlos Slim o Richard Branson, que han pedido públicamente que se reduzca el tiempo que pasamos en el trabajo para dejar espacio a las personas que no lo encuentran.
En opinión de Jones, la redistribución del trabajo –permitiendo que las personas que trabajan mucho trabajen menos y las que trabajen poco trabajen más– será pronto una obligación, pues la progresiva automatización de muchos empleos manuales dejará fuera del mercado laboral a millones de trabajadores.
3. Combatiría el cambio climático
Alex Williams, profesor de sociología de la City University de Londres apunta en un artículo en The Conversation que una semana laboral de cuatro días reduciría el consumo de energía en las oficinas pero además evitaría numerosos   desplazamientos en coche, con la disminución de la contaminación atmosférica que esto conlleva.
Un estudio de los economistas David Rosnick y Mark Weisbrot apunta que si los estadounidenses sencillamente redujeran sus jornadas laborales a estándares europeos  (donde tenemos más vacaciones) habría una bajada estimada del 20% en el consumo energético.
4. Aumentaría la productividad 
Como explicaba Vicente, no es lo mismo estar en el trabajo que estar trabajando, y nadie que haya pasado por una oficina es ajeno al presentismo, la perniciosa actitud por la que se valora el tiempo que pasa la gente en el trabajo y no lo que verdaderamente hace allí.
Según Jones la evidencia sugiere que al trabajar menos horas aumenta laproductividad por hora (algo que tiene lógica) pero como además se reduce el estrés, también disminuye el absentismo laboral. 
Un estudio realizado en Gotemburgo (Suecia) parece, además, respaldar esta idea. Una residencia de la localidad redujo la jornada laboral de los enfermeros a solo seis horas. 
Los resultados fueron sorprendentes: aumentó la productividad total y se perdieron menos días por bajas.
Esto último es importante, pues si se mantiene (o aumenta) la productividad, una reducción de la jornada no debería ir acompañado necesariamente de una bajada de salario, lo que como explica Vicente podría llevarnos a hacer un pan como unas tortas: “Al final repartiremos porque no hay para todos, pero a ver si estamos repartiendo la miseria”. 

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro