Peligra la presidencia de Ana Patricia Botín en el Santander (I)
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- marzo 11º, 2017
La gestión de Ana Patricia Botín está en tela de juicio por las estrategias implementadas desde que ella accedió a la presidencia del banco tras la muerte de Emilio Botín. Su equipo más cercano está aplicando una serie de métodos que rozan continuamente los límites de la legalidad y la ética profesional.
Esta forma de proceder en nombre del Santander provoca un daño a la imagen del banco, hasta el punto de que los máximos accionistas no están dispuesto a seguir permitiendo tal situación .
Según información de diferentes fuentes recogidas por nuestro corresponsal en Norteamérica, accionistas importantes de la entidad bancaria cántabra se plantean muy seriamente la posibilidad de provocar un cambio en la presidencia, tanto por los resultados operativos como por la imagen de falta de ética que los últimos movimientos corporativos se están transmitiendo al mercado en general.
Un porcentaje muy elevado de los beneficios declarados por el Santander presuntamente provienen de operaciones ejecutadas bajo importantes sospechas jurídicas.
Movimientos como los realizados con el Royal Bank of Scotland, en el que se ha intentado en varias ocasiones inyectar capital para la compra de oficinas, pero que aún no se ha llevado a efecto a pesar de que el dinero para dicha compra esté disponible ,o que el propio RBS participará en la compra de la entidad brasileña Banespa.
Y lo hará con la compra de acciones por valor de 300 millones de libras, una operación que, por cierto, se realizó mientras Miguel Zorita era presidente de Deloitte, la auditora del Santander.
Otra operación en la que se actuó al límite de la ética y de la legalidad fue la de Abengoa. En esta ocasión, para conseguir hacerse con el control de la multinacional sevillana, engañaron al Consejo de Administración para que cesaran a Felipe Benjumea con falsas promesas de apoyo en una ampliación de capital que no cumplieron tras producirse ese cese.
En este medio hemos informado también de la estrategia ejercida por elSantander en Duro Felguera con la imposición de un personaje tan oscuro y “peligroso” en sus comportamientos empresariales como Miguel Zorita .
Finalmente, el mayor “pelotazo económico” que ha dado la entidad presidida por Ana Patricia Botín ha sido el de la adquisición por un euro del Banco Popular a través de una operación que está en los tribunales europeos y españoles porque, tal y como hemos ido informando en Diario16, se realizaron movimientos y se ocultaron datos tanto al Consejo de Administración como a las autoridades españolas de control financiero que tuvieron como consecuencia la ruina de más de 305.000 familias y por la que el Santander ya ha obtenido pingües beneficios y, estos seguirán aumentando de forma “escandalosa” a corto, medio y largo plazo, y con ellos arreglar un grave problema de liquidez y solvencia que venía arrastrando la entidad cántabra desde los últimos años agravados desde la presidencia de la hija de Don Emilio Botín.
Por estas razones y por otras muchas, según información lobtenida porDiario16 en Norteamérica, los principales accionistas estadounidenses del Santander se están planteando ejecutar las estrategias necesarias para sustituir a Ana Patricia Botín. Estos accionistas —bancos custodios, fondos de inversión, gestores de cartera—, no pueden permitir que su imagen quede deteriorada por los movimientos ajenos a las normas bancarias habituales en un Baco comercial puesto en práctica en los últimos años, tanto por la presidencia como por sus ejecutivos más afines , ya que estos comportamientos están poniendo públicamente en peligro el prestigio e imagen del Grupo Banco Santander.
Por otro lado, hoy se celebrará una reunión fundamental de directivos del Santander con la Representación Legal de los Trabajadores para tratar el tema de la fusión.
Casualmente, un día antes de este encuentro, se produce una filtración desde medios judiciales por la que se deja caer que la solicitud de concurso necesario que daría un vuelco a toda la operación del Popular e, incluso, podría paralizarla, no tendría ninguna posibilidad de prosperar por un aspecto procedimental.
Será casualidad, o no, pero cada vez que hay algún movimiento importante en tomas de decisiones con el fin de aligerar la “diabólica” operación Popular-Santander, siempre aparece una decisión o una filtración judicial que favorece al Santander.
¿Casualidad o estrategia? .
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- marzo 11º, 2017
La gestión de Ana Patricia Botín está en tela de juicio por las estrategias implementadas desde que ella accedió a la presidencia del banco tras la muerte de Emilio Botín. Su equipo más cercano está aplicando una serie de métodos que rozan continuamente los límites de la legalidad y la ética profesional.
Esta forma de proceder en nombre del Santander provoca un daño a la imagen del banco, hasta el punto de que los máximos accionistas no están dispuesto a seguir permitiendo tal situación .
Según información de diferentes fuentes recogidas por nuestro corresponsal en Norteamérica, accionistas importantes de la entidad bancaria cántabra se plantean muy seriamente la posibilidad de provocar un cambio en la presidencia, tanto por los resultados operativos como por la imagen de falta de ética que los últimos movimientos corporativos se están transmitiendo al mercado en general.
Un porcentaje muy elevado de los beneficios declarados por el Santander presuntamente provienen de operaciones ejecutadas bajo importantes sospechas jurídicas.
Movimientos como los realizados con el Royal Bank of Scotland, en el que se ha intentado en varias ocasiones inyectar capital para la compra de oficinas, pero que aún no se ha llevado a efecto a pesar de que el dinero para dicha compra esté disponible ,o que el propio RBS participará en la compra de la entidad brasileña Banespa.
Y lo hará con la compra de acciones por valor de 300 millones de libras, una operación que, por cierto, se realizó mientras Miguel Zorita era presidente de Deloitte, la auditora del Santander.
Otra operación en la que se actuó al límite de la ética y de la legalidad fue la de Abengoa. En esta ocasión, para conseguir hacerse con el control de la multinacional sevillana, engañaron al Consejo de Administración para que cesaran a Felipe Benjumea con falsas promesas de apoyo en una ampliación de capital que no cumplieron tras producirse ese cese.
En este medio hemos informado también de la estrategia ejercida por elSantander en Duro Felguera con la imposición de un personaje tan oscuro y “peligroso” en sus comportamientos empresariales como Miguel Zorita .
Finalmente, el mayor “pelotazo económico” que ha dado la entidad presidida por Ana Patricia Botín ha sido el de la adquisición por un euro del Banco Popular a través de una operación que está en los tribunales europeos y españoles porque, tal y como hemos ido informando en Diario16, se realizaron movimientos y se ocultaron datos tanto al Consejo de Administración como a las autoridades españolas de control financiero que tuvieron como consecuencia la ruina de más de 305.000 familias y por la que el Santander ya ha obtenido pingües beneficios y, estos seguirán aumentando de forma “escandalosa” a corto, medio y largo plazo, y con ellos arreglar un grave problema de liquidez y solvencia que venía arrastrando la entidad cántabra desde los últimos años agravados desde la presidencia de la hija de Don Emilio Botín.
Por estas razones y por otras muchas, según información lobtenida porDiario16 en Norteamérica, los principales accionistas estadounidenses del Santander se están planteando ejecutar las estrategias necesarias para sustituir a Ana Patricia Botín. Estos accionistas —bancos custodios, fondos de inversión, gestores de cartera—, no pueden permitir que su imagen quede deteriorada por los movimientos ajenos a las normas bancarias habituales en un Baco comercial puesto en práctica en los últimos años, tanto por la presidencia como por sus ejecutivos más afines , ya que estos comportamientos están poniendo públicamente en peligro el prestigio e imagen del Grupo Banco Santander.
Por otro lado, hoy se celebrará una reunión fundamental de directivos del Santander con la Representación Legal de los Trabajadores para tratar el tema de la fusión.
Casualmente, un día antes de este encuentro, se produce una filtración desde medios judiciales por la que se deja caer que la solicitud de concurso necesario que daría un vuelco a toda la operación del Popular e, incluso, podría paralizarla, no tendría ninguna posibilidad de prosperar por un aspecto procedimental.
Será casualidad, o no, pero cada vez que hay algún movimiento importante en tomas de decisiones con el fin de aligerar la “diabólica” operación Popular-Santander, siempre aparece una decisión o una filtración judicial que favorece al Santander.
¿Casualidad o estrategia? .
Peligra la presidencia de Ana Patricia Botín en el Santander (II)
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- abril 11º, 2017
En el artículo anterior publicamos las causas principales que están provocando que los máximos accionistas del Santander estén planteándose provocar un cambio en la presidencia de la entidad cántabra.
No se trata sólo de una reacción por los resultados cuantitativos, que también lo es, sino que los métodos de actuación aplicados desde que Ana Patricia Botín es su presidenta, unos métodos que van en contra de cualquier ética profesional y que no son las que se esperan de una entidad con el prestigio internacional del Santander.
Los métodos utilizados por parte del Santander para hacerse con el Popular también están muy cuestionados por estos grandes bancos y empresas estadounidenses.
El volumen de demandas que ya se están dirigiendo contra la entidad presidida, de momento, por Ana Patricia Botín ha hecho plantearse a estos gigantes del mundo financiero a cuestionarse si lo que, en principio, fue una gran operación, se va a transformar en un verdadero fiasco económico y, sobre todo, de imagen para el propio Santander como para ellos mismos como principales accionistas de la entidad.
Hay que recordar que la familia Botín -una familia ¿unida o desunida?- apenas controla un 1,7% tras la última ampliación, mientras que algunos de estos bancos custodios o gestores de cartera tienen en su poder más del 7%.
Por más que algunos tuvieran una participación activa en la operación bajista, los errores cometidos por precipitar la intervención pueden llevar a que esa «gran operación» se convierta en el punto de inflexión para la caída de uno de los principales bancos del mundo.
La Justicia está a un paso de determinar medidas cautelares si realmente se sigue con rigor el contenido de nuestro sistema legal, medidas que paralizarían cualquier nuevo movimiento de rentabilidad rápida como, por ejemplo, la operación de venta a BlackStone de un 51% de la cartera inmobiliaria del Popular,
los bonos de fidelización cuyo coste será asumido por el capital del Popular pero los beneficios recogidos por el Santander,
la eliminación de la marca y de la personalidad jurídica del Popular,
el pelotazo urbanístico de la actual sede de los servicios comerciales de Santander España tras su traslado a la nueva sede corporativa del Popular
o el plan de reestructuración que supondrá la destrucción de más de 7.000 puestos de trabajo.
Todos estos movimientos están en peligro por la actuación de una Justicia que está en la obligación de dictaminar una paralización cautelar de la operación para evitar que los perjudicados lo sean aún más ante el planteamiento de tierra quemada que el Santander pretende plantear ante la Audiencia Nacional para demostrar que la compra del Popular es una operación que no puede paralizarse, por más que con ello se mantenga la ruina para más de 300.000 familias.
En resumen, los máximos accionistas del Santander no están contentos con la gestión que está haciendo Ana Patricia Botín y están dispuestos, según las informaciones recogidas por nuestro corresponsal en Norteamérica, a realizar los movimientos necesarios para que ella misma pruebe de su propia medicina.
La protección se ha terminado. Hay demasiado en juego.
El Santander tiene prisa por terminar la adquisición total del Popular, y una de las causas por las que están adelantando los plazos lógicos para cerrar toda la operación es, precisamente, por la presión que están ejerciendo los afectados a través de sus demandas, algunas de las cuales podrían paralizar de manera inmediata todo el proceso e, incluso, la compra por un euro del Banco Popular.
Es precisamente ese volumen de demandas y que estén siendo admitidas a trámite lo que está soliviantando a los máximos accionistas que ven cómo los métodos aplicados para hacerse con la entonces sexta entidad financiera española han superado los límites éticos y humanos que se esperan de un banco con el prestigio histórico del que preside Ana Patricia Botín.
Los documentos presentados por el Santander ante la CNMV demuestran el porqué del interés por el Popular.
Una operación de éxito puesto que por un euro se consigue el liderazgo en nichos de negocio en los que el Santander no estaba entre los primeros como es el de Pymes y un incremento de los beneficios por encima del 14% en el corto plazo.
No obstante, los métodos que se utilizaron para conseguir este «éxito» no fueron nada éticos, por mucho que algunos de estos máximos accionistas estuvieron implicados directa o indirectamente en la operación, pero que las demandas hayan sido aceptadas a trámite conlleva un descrédito que no se pueden permitir porque bastante tienen estos máximos accionistas con luchar por defender su prestigio.
El nuevo movimiento que está en el punto de mira es el proceso de reestructuración de la plantilla del Popular.
Diario16 ya informó que el plan era destruir 7.000 puestos de trabajo y que la persona a la que se había encargado en un principio de diseñar este plan no es otro queJavier García-Carranza, un hombre sin escrúpulos que ya ha dejado su sello en Isolux, Abengoa y, según presume él mismo a sus íntimos, en el Popular.
Esta dureza sin escrúpulos, —dejarlos correr para cazarl@s—, esta actitud liquidadora sin alternativas que aplica García-Carranza Benjumea —al que en algunos círculos se le llama «el terror» por el papel que jugó en Abengoa— podría ser catalogada como una «filosofía existencial asumida en el tiempo» porque nunca se le dieron bien los trabajadores a lo largo de la historia.
En la reunión mantenida entre la Representación Legal de los Trabajadores (RLT) del Popular con el Santander el pasado viernes, la entidad cántabra no dio ningún dato cuantitativo sobre la reestructuración que tienen planteada.
Sólo confirmaron a los sindicatos, tanto a los mayoritarios como a los minoritarios, que el proceso de reestructuración comenzará en los Servicios Centrales.
Todos los sindicatos tienen la obligación de plantear una estrategia común, de presentarse ante el Santander unidos porque hay mucho en juego y una RLT unida puede lograr que se frenen los miles de despidos que necesita el Santander para poder hacer negocio,
en primer lugar, para que el coste de esos despidos sea costeado por el erario público;
en segundo lugar, para poder hacer negocio con las oficinas del Popular que, a diferencia de las del Santander, son, en su gran mayoría, propiedad del banco;
en tercer lugar, para poder eliminar a los trabajadores con salarios dignos para mantener a aquellos con los salarios más bajos.
Para que este plan salga adelante es necesaria la firma del ERE por parte de la RLT.
Teniendo en cuenta las demandas admitidas a trámite que hay tanto en la Audiencia Nacional como en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea o en los juzgados españoles, es más que probable que la operación sea detenida.
Si los representantes de los trabajadores alargan las negociaciones de la reestructuración podrán encontrarse con que la Justicia frene la operación y no tener que enfrentarse a más de 7.000 despidos que convertirán a los empleados del Popular en dobles víctimas de las estrategias espurias del Santander porque, hay que recordar, que la gran mayoría de ellos también son pequeños accionistas a los que se arruinó en la noche del 7 de junio.
Estas tácticas de rentabilización de la operación del Popular tan poco éticas y que son impropias de un banco comercial con el prestigio del Santander están removiendo a los principales accionistas, unas corporaciones tan grandes que dejan a la entidad presidida por Ana Patricia Botín en una pequeña empresa, porque ellos tienen que dar la imagen de que no todo vale para lograr objetivos y la actual presidenta y sus pretorianos se lo están poniendo muy difícil.
La inexistencia de ética en los últimos movimientos del Santander y las consecuencias que podrían ocurrir a la entidad cántabra se resume a la perfección en la siguiente fábula:
«Le preguntaron al gran matemático árabe Al-Khawarizmi sobre el valor del ser humano y éste respondió:
» — Si tiene ética, entonces su valor es igual a uno. Si, además, esinteligente, agréguele un cero y su valor será igual a diez. Si también esrico súmele otro cero y será igual a cien. Si por sobre todo eso es, además, una bella persona, agréguele otro cero y su valor será igual a mil. Pero, si pierde el uno que corresponde a la ética, perderá su valor pues solamente le quedarán ceros.
» Así de sencillo: sin valores éticos y principios sólidos no queda nada. Solamente delincuentes, corruptos y/o malas personas».
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