Las Razones por las que Bitcoin está abonando el terreno para dinamitar la crypto-burbuja desde dentro
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- noviembre 4º, 2017
Hay unas burbujas que estallan por motivos exógenos, y hay otras burbujas que estallan desde dentro. La burbuja de Bitcoin y otras crypto-monedas aún no sabemos ni cómo y ni cuándo va a acabar de pinchar, pero lo que está cada vez más claro es que la burbuja existe, y cada vez está más inflada, con una tensión superficial de la espumeante esfera que ya empieza a amenazar seriamente con no resistir mucho más.
El caso es que hay un motivo de peso que está contribuyendo a fomentar este pinchazo, y que paradójicamente viene desde dentro del propio ecosistema Bitcoin.
Para mayor contradicción, además este motivo está intrínsecamente relacionado con la naturaleza más originaria de la cryto-moneda rey, y que a la postre puede acabar significando su propio fin.
O más que su fin, debemos decir que puede acabar significando más bien tan sólo el reventón definitivo de la famosa burbuja, porque aunque la crypto-economía ha venido para quedarse, y por lo tanto habrá supervivientes al desastre, lo que no sabemos es quiénes sobrevivirán.
Hoy analizamos para ustedes por qué la deriva más reciente que está tomando Bitcoin supone un nuevo riesgo para para que se pueda contar entre esos supervivientes, para lo que hasta hace poco la crypto-moneda era la candidata por excelencia.
El valor de las crypto-monedas está en la confianza y... en nada más que en la confianza
En las últimas semanas y meses les hemos hablado suficientemente sobre los motivos que apuntan a la existencia de una burbuja en el crypto-sistema.
Lo hicimos por primera vez, antes de que el tema llegase a los medios "commodity" en el análisis "Estos indicadores apuntan a una burbuja en Bitcoin y otras criptomonedas". Posteriormente, ya analizamos el caso más concreto de la evolución de la cotización de Bitcoin y sus implicaciones en el artículo "Bitcoin prolonga la fiesta alcista en solitario: un nuevo indicador que apunta a una burbuja".
Pero de éstos y todos los análisis que les hemos traído al respecto, el más interesante y anticipatorio para el tema de hoy es el que lleva por título "Las razones por las que Bitcoin puede quebrar como proyecto (y crypto-moneda)".
Y el motivo no es otro sino que el riesgo que les expusimos entonces no sólo no se ha disipado, sino que ha sido multiplicado de forma muy relevante.
Les contamos en su día cómo Bitcoin estaba sufriendo un importante fork que podía dividir a la comunidad, y, lo que resultaba más peligroso, podía diezmar igualmente la confianza en la crypto-moneda. Para que puedan ponderar correctamente la importancia de este riesgo, permítanme recordarles que el valor de una crypto-moneda reside en la confianza de sus tenedores... y nada más que en esa confianza: he aquí la clave de este asunto. Como siempre les digo, el valor de una ristra de unos y ceros residente en sus discos duros, puede preferentemente acabar siendo un cero absoluto.
De fork en fork y tiro porque me toca
Antes de proseguir, les explicaré brevemente qué es un fork en la crypto-economía. Este término se traduce al español por "bifurcación", y proviene del mundo del desarrollo informático, en el que muchas veces el código de un software es abierto.
Por ello cualquiera puede tomar en cualquier momento una iniciativa aparte de los creadores de añadir nueva funcionalidad, lo cual crea un fork diferenciado del fork principal y del software original.
Con las crypto-monedas ocurre lo mismo, de hecho Bitcoin se basa en software cuyo código es público, y que cualquiera puede copiar, modificar y poner en ejecución: es decir, cualquiera puede hacer un fork.
En términos puramente de software, un fork no tiene más implicación que la existencia de un nuevo programa similar al original, y con una comunidad de desarrolladores detrás soportándolo.
Pero las consecuencias de un fork de crypto-monedas van mucho más allá de simplemente enriquecer el ecosistema de software con un nuevo miembro.
Bitcoin fue concebida como un experimento económico a gran escala, con base fuertemente tecnológica, y en el que se iba a involucrar forzadamente a todas las economías del planeta.
Y como en todo experimento económico: el futuro está por escribir, y es casi siempre impredecible y arriesgado por sus consecuencias potenciales.
Para acabar con los forks, diremos que dentro de los forks hay diferentes tipos de fork, principalmente diferenciados en base a la compatibilidad con la versión anterior, siendo la diferenciación más importante la que hay entre "hard fork" (la vieja versión no es compatible con nueva, y puede llegar a dar lugar a una nueva y diferente cripto-moneda) y "soft fork" (los viejos nodos siguen siendo compatibles con la red).
Pueden leer en detalle sobre todos los tipos de forks en este buen artículo de los colegas de Criptonoticias.
Por si no fuera poco con aquel importante y reciente fork al que el ecosistema Bitcoin ya se ha visto sometido (y que les citábamos en análisis del enlace anterior), lo cierto es que tan sólo ha sido uno más de muchos, conformando una peligrosa sucesión de fork tras fork (algunos todavía por venir) que no es que parezca que no va a acabar nunca, sino que cada vez va a más.
En total Bitcoin ha visto llegar entre sus bloques nada más y nada menos que 9 forks hasta el momento, una cifra nada desdeñable para su corta vida desde que vio la luz el Bitcoin originario allá por Enero de 2009.
Y cuando les digo "fork tras fork", lo digo en el sentido más literal de la frase. De hecho, para su información, voy a enumerar todos los forks que ha visto el universo Bitcoin.
Son los siguientes por orden cronológico: Litecoin (Oct'11), Dash (Ene'14), Bitcoin XT (Ago'15), Bitcoin Classic (Feb'16), Zcash (Oct'16), Bitcoin Unlimited (May'17), Bitcoin Cash (Ago'17), Bitcoin Gold (Oct'17), y en además en breve tendrá lugar el importante fork SegWit2x (finales Nov'17).
Como podran observar, es muy reseñable y significativo que los sucesivos forks en el ecosistema Bitcoin se producen a un ritmo evidentemente creciente.
Pero hay un segundo aspecto también muy relevante, al menos de cara al común de los inversores que están últimamente acudiendo al calor de la fiebre de Bitcoin: además los recientes forks compiten ahora por conservar la palabra "Bitcoin" como parte de su nombre. Y la conjunción de ambas tendencias no parece augurar nada bueno como razonaremos en las siguientes líneas.
¿Qué "fork" mental podemos hacer para sacar nuestras propias conclusiones aparte de la tendencia más mainstream?
Primeramente voy a permitirme la licencia de insistirles de nuevo en las principales conclusiones a las que nos lleva la actual tendencia del crypto-mercado; lo hacemos simplemente por razones de facilidad de comprensión para con los nuevos lectores, que si no luego plantean sus lógicas quejas en los comentarios.
Lo cierto es que hay listadas actualmente más de 800 crypto-monedas en Coinmarketcap, y resulta obvia la fiebre tanto en su número como en la efervescente evolución de sus cotizaciones: simplemente han de echar un vistazo a ambos gráficos.
Igualmente resulta obvio que no todas estas crypto-monedas van a sobrevivir a largo (ni a medio) plazo, y además en el crypto-ecosistema no sabemos qué monedas concretas sobrevivirán al pinchazo de la burbuja.
Lo que sí sabíamos era que Bitcoin estaba muy bien posicionada para ello; de hecho era la mejor posicionada por market share y por imagen de marca (que no por funcionalidad, para la que Ethereum parece mucho más de futuro).
Bitcoin era (y es) la moneda más mainstream y conocida por Main Street, aunque también en ello le va una buena parte de su burbuja. Esto es así por ser la crypto-moneda a la que acuden a invertir en masa el común de los ciudadanos que corren tras los precios, para no perder ese tren de la crypto-economía que sólo leen por todos sitios que es el futuro seguro, a pesar de que apenas lo llegan a comprender.
Pero el caso es que con tanto fork, el inversor común en Bitcoin puede llegar a tener sus reservas ante tanta disyuntiva con casi el mismo nombre, y ante conceptos como los forks que no acaba de entender muy bien, pero que lo que es seguro es que pueden acabar haciéndole perder todo su crypto-dinero.
Esa imagen de marca que hacía emerger a Bitcoin como un ejemplo de solidez entre tantas crypto-monedas tan volubles y (algunas) tan poco fiables, está acabando por disociar esa solidez con cada nuevo fork.
Y lo más paradójico es que esa debilidad le ha venido a Bitcoin precisamente de su característica más democrática, por la que la capacidad de decisión del futuro de Bitcoin reside en su propia comunidad, que puede decidir en cualquier momento escindirse.
Este tipo de imprevistos y desviaciones surgidas en la implementación es lo que tiene el haber adoptado directamente muchos de los manifiestos cyber-punks de los albores de internet, y haberlos importado directamente al mundo económico, sin tener en cuenta que la economía a menudo acaba demostrando que la realidad suele ir por otro camino diferente al de los ideales más teóricos (y menos prácticos).
Pero no todo está perdido, puesto que tratándose de forks, no podemos dejar de contarles sobre un concepto muy poco conocido en crypto-economía, pero especialmente importante para el tema que nos ocupa hoy.
Se trata de la crypto-reconciliación, sobre la que pueden ampliar información en este interesante y completo artículo que también nos trajeron los colegas de Cryptonoticias.
Como pueden ver, los continuos forks que van disociando la confianza en Bitcoin efectivamente pueden ser revertidos, pues con la crypto-reconciliación existe la posibilidad técnica de que los diferentes hijos de Bitcoin puedan reencontrarse otra vez en su camino, e ir aunando fuerzas de nuevo uniéndose de nuevo en un único Bitcoin.
Ésta es la mejor demostración de que experimentos económicos se necesitan los justos, porque el futuro es siempre imprevisible hasta para el software mejor diseñado.
La mejor opción es poder contar con ensayos previos en condiciones controladas, porque incluso cuando el software lleva el futurista prefijo crypto, no hay forma 100% fiable de anticiparse al incierto futuro.
Igual que todo software tiene sus bugs y su carencia de funcionalidad que se subsana con versiones posteriores, lo mismo puede ocurrir con una crypto-moneda, con el agravante de que hasta que llegue la nueva versión, la economía se puede quedar pendiendo de un hilo con el riesgo de que se pueda acabar rompiendo.
Nos queda por ver en qué economías el experimento de Bitcoin en el que nos metió Satoshi Nakamoto a todos está bajo condiciones controladas todavía, o si por el contrario ha crecido tanto de forma espontánea que ya es para algunos países un "Too Big to Make it Fail", como les analizábamos en este post tras su prohibición en China.
Aplicando la omnivalente "Teoría de la Abuela"
Para finalizar, aparte de estas conclusiones que no resultan nuevas para nuestros lectores habituales, hay otras conclusiones a sacar del análisis de hoy a raíz de tanto fork y tanto Bitcoin.
Pero, para su sorpresa, no voy a ser yo en esta ocación el que les traiga estas conclusiones. No, no seré yo, sino su abuela (o sino su padre, o su madre también me valen).
Un servidor es un fiel seguidor de la teoría de la abuela, que dice que si no eres capaz de explicarle algo a tu abuela y que lo entienda, es que tú no lo has entendido bien.
Pues bien, hoy no sólo se enterarán de si ustedes entienden de verdad ese crypto-ecosistema al que muchos están confiando sus ahorros, además aprenderemos algo más.
Démosle otra vuelta a la teoría, y además añadamos que, si asumiendo que usted sí que ha entendido bien todos los conceptos de Bitcoin, si su abuela no acaba de entenderlo, es que hay un problema añadido.
Haga la prueba, explíquele claramente los conceptos básicos: no son tan difíciles, y podrá comprobar por usted mismo que muy probablemente, conforme se los explica, le entiende perfectamente concepto a concepto, e incluso se sorprederá de su capacidad de asimilación algo tan novedoso.
Pero el tema viene cuando le pregunte al final por el conjunto del asunto: como ha ocurrido en varios casos de los que he tenido conocimiento, es altamente probable que le diga que no lo acaba de entender muy bien, y como conclusión su abuela le llame a la cautela ante tanto entusiasmo por algo puramente virtual.
Y usted debería preguntarse si no lo acaba de ver su abuela muy claro porque es demasiado "carroza" para entenderlo, o si por el contrario lo que ocurre es que tanto fork y tanto Bitcoin es inexplicable e incomprensible, y empieza a estar fuera de toda lógica, incluso binaria (y por supuesto económica).
El consumo energético de las transacciones bitcoin es tan enorme globalmente que igual habría que replantearse el tema
Por @Alvy — 3 de Noviembre de 2017
Cita Motherboard los números y referencias publicadas por Digiconomist acerca del consumo de energía de Bitcoin y lo que supone cada transacción que se realiza en esta moneda virtual. Y hay llegado a unas cifras un tanto… inquietantes, por decirlo claramente.
Entre los datos destacan que una simple transacción de bitcoin necesita a día de hoy tanta energía como un hogar durante una semana. Esto se calcula para un total de unas 300.000 transacciones diarias actualmente, lo que equivaldría a un consumo de unos 900 KWh mensuales.
Según estos cálculos (que tras la primera publicación tuvieron que corregir y afinar), debido al precio que ha alcanzado la divisa virtual (unos 7.000 dólares por bitcoin estos días) resultaría rentable para los llamados mineros de bitcoin consumir unos 24 TWh anuales realizando los cálculos criptográficos necesarios para operar y «crear nuevas monedas». Ese enorme cifra equivale al consumo total de electricidad de un país como Nigeria, de 186 millones de habitantes.
Actualmente se calcula en unos 6.000 millones el cambio en dólares de los bitcoin minados anualmente, mientras que el coste de la electricidad es de «sólo» 1.200 millones – de modo que la «operación» es rentable, globalmente.
La estimación dice que el 0,12 por ciento de la electricidad generada globalmente se está destinando a Bitcoin.
Todo esto tiene que ver con el diseño de Bitcoin, que hace que a medida que pasa el tiempo se necesiten más cálculos y por ende más capacidad de cómputo y un mayor consumo eléctrico para crear nuevas monedas y verificar las transacciones.
En este sentido bitcoin es ineficiente: literalmente miles de veces más ineficiente que las transacciones bancarias tradicionales, algo que sólo se podría resolver con otro fork de bitcoin – por ejemplo con el llamado Segwit2x u otros similares, que sirviera para modificar ligeramente su forma de funcionamiento.
Mientras tanto, cálculos «aproximados pero concienzudos», en la modalidad servilleta, pero tirando a conservadores «en el mejor de los casos», arrojan unas emisiones de 24 a 40 toneladas de CO2 emitidos a la atmósfera por cada bitcoin minado, una cifra que se obtiene de una instalación de minería de bitcoin en Mongolia, donde todo funciona con electricidad procedente del carbón.
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