domingo, 8 de noviembre de 2015

Paul Krugman: El Sombrío (y Destructivo) Legado de la Austeridad

31

Paul Krugman: 


El sombrío (y destructivo) legado de la austeridad


El viraje hacia la austeridad ha tenido efectos verdaderamente catastróficos, y estos van mucho más allá de los puestos de trabajo y los ingresos perdidos durante los primeros años… Y la amarga ironía de la historia es que esta política catastrófica se aplicó en el nombre de la responsabilidad (Paul Krugman)
Cuando estalló la crisis económica en 2008, la inmensa mayoría de los responsables políticos hizo lo correcto. La Reserva Federal y otros bancos centrales se dieron cuenta de que apuntalar el sistema financiero tenía prioridad sobre respetar las nociones convencionales de la prudencia monetaria. 
El Gobierno de Obama y sus homólogos se dieron cuenta de que, en una economía deprimida, los déficits presupuestarios eran útiles, no perniciosos. 
Y la impresión de dinero y la adquisición de préstamos funcionaron: evitaron que se repitiese la Gran Depresión, cosa que parecía muy probable en aquel momento.
Luego, todo se torció. Y las consecuencias del mal giro que tomamos parecen ahora peores de lo que nunca imaginaron los críticos más duros de la lógica popular.
Para quienes no lo recuerden (resulta difícil de creer el tiempo que llevamos así): en 2010, más o menos de repente, la élite política de ambos lados del Atlántico decidió dejar de preocuparse por el paro y empezó a preocuparse por los déficits presupuestarios.
Este cambio no se debió a las pruebas existentes ni a los análisis minuciosos. De hecho, iba muy en contra de los fundamentos de la economía. 
Pero las declaraciones ominosas sobre los peligros del déficit se convirtieron en algo que todo el mundo repetía porque todos los demás lo decían, y las voces disidentes dejaron de considerarse respetables (que es la razón por la que empecé a llamar Gente Muy Seria a quienes repetían como loros lo que dictaba la ortodoxia del momento).
Algunos intentamos, en vano, señalar que el fetichismo del déficit era tan desatinado como destructivo, que no había pruebas fehacientes de que la deuda pública fuese un problema para las grandes economías, mientras que sí había muchas pruebas de que recortar el gasto de una economía deprimida agravaría la depresión.
Y los hechos nos dieron la razón. 
Han transcurrido más de cuatro años y medio desde que Alan Simpson y Erskine Bowles advirtieron de una crisis fiscal que llegaría en dos años; el precio de los préstamos sigue más bajo que nunca en EE UU. Mientras tanto, las políticas de austeridad que se aplicaron a partir de 2010 tuvieron exactamente los efectos depresivos que predecían los libros de texto de economía; el hada de la confianza nunca hizo acto de presencia.
Sin embargo, hay cada vez más pruebas de que los escépticos en realidad subestimamos lo destructivo que sería el giro hacia la austeridad. 
Concretamente, ahora parece ser que las políticas de austeridad no solo impusieron pérdidas a corto plazo en el empleo y la producción, sino que también han lastrado el crecimiento a largo plazo.
La idea de que las políticas que deprimen la economía a corto plazo también causan un daño más duradero suele denominarse “histéresis”. Pero creo que todo el mundo se mostraba reacio a aplicar la idea a la Gran Recesión, por miedo a parecer demasiado alarmista.
Llegados a este punto, sin embargo, la evidencia casi dice “histéresis” a gritos. 
Incluso países que parecen haberse recuperado en gran medida de la crisis, como Estados Unidos, son mucho más pobres de lo que los pronósticos anteriores a la crisis predecían que serían a estas alturas. 
Y se acaba de publicar un artículo de Summers y Antonio Fatás que, además de respaldar la conclusión de otros economistas de que la crisis parece haber causado un daño enorme a largo plazo, pone de manifiesto que existe una marcada correlación entre la degradación de las perspectivas nacionales a largo plazo y el grado de austeridad que los respectivos países han impuesto.
Lo que esto indica es que el viraje hacia la austeridad ha tenido efectos verdaderamente catastróficos, y estos van mucho más allá de los puestos de trabajo y los ingresos perdidos durante los primeros años. 
De hecho, el daño a largo plazo al que apuntan los cálculos de Fatás y Summers es, muy probablemente, lo bastante grande como para convertir la austeridad en una política contraproducente, incluso desde un punto de vista puramente fiscal: los Gobiernos que recortaron drásticamente el gasto frente a la depresión deterioraron sus economías y, en consecuencia, sus ingresos fiscales futuros, hasta el punto de que su deuda terminará siendo más alta de lo que lo habría sido sin los recortes.
Y la amarga ironía de la historia es que esta política catastrófica se aplicó en el nombre de la responsabilidad a largo plazo, y que a quienes protestaron por el rumbo erróneo se les tachó de irresponsables.
Se pueden extraer algunas enseñanzas evidentes de esta catástrofe. 
“Toda la gente importante lo dice” no es, según parece, una buena forma de tomar decisiones políticas; el pensamiento grupal no sustituye al análisis claro. Además, pedir sacrificios (a los demás, por supuesto) no significa que uno sea responsable.
¿Pero calarán hondo estas lecciones? 
Los problemas económicos del pasado, como la estanflación de la década de 1970, condujeron a un replanteamiento generalizado de la ortodoxia económica. 
Sin embargo, un aspecto sorprendente de los últimos años es la poquísima gente que está dispuesta a reconocer que se ha equivocado en algo. Parece más que probable que toda esa Gente Muy Seria que jaleó unas políticas desastrosas no aprenda nada de la experiencia. Y esto, a su manera, es tan espeluznante como la perspectiva económica.
Paul Krugman, premio Nobel de Economía de 2008
Origen: El Ventano

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro