Operación Menina: Rajoy ofrece la investidura a Soraya
La vicepresidenta cree poder persuadir a Rivera (Cs) e incluso a Sánchez (PSOE)
“Albert Rivera va en serio y Mariano también”. La tajante negativa del líder de Ciudadanos (Cs) a votar una investidura de Mariano Rajoy ha estremecido las habitualmente calmadas aguas de Génova 13 y el partido es un hervidero, tanto en Madrid como en la periferia. “Espía en el Congreso” ha recogido numerosos testimonios en sectores cada vez más críticos dentro del PP, que temen que el partido, lejos de las optimistas previsiones del dúo Rajoy-Arriolacercanas a la mayoría absoluta, pueda perder más de medio centenar de diputados, en lo que sería la mayor hecatombre padecida por una formación política en España y muy cercana a la que sufrió la UCD. Si así fuera, todos los indicadores manifiestan que el actual presidente del Gobierno ni siquiera iría a Zarzuela para que le propusiese como candidato a la investidura, al carecer de apoyos para lograr una mayoría parlamentaria. En el PP se habla incluso de “dimisión de su escaño” para que corra la lista e intente la investidura su número 2 por Madrid, en este caso la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Es la llamada “Operación Menina”.
Aunque sería una situación inédita en el reciente parlamentarismo español –no lo es tanto en otros regímenes parlamentarios–, la “Operación Menina” es la única opción que le queda al PP para conservar el poder. “Sería una maniobra política como la de Ana Botella con Gallardón”, explican en fuentes conservadoras, en alusión a la que se dió en Madrid capital: tampoco la esposa de Aznar fue candidata a la alcaldía ni se presentó así a las urnas, engaño que generó una enorme impopularidad en la ciudadanía y que le impidió siquiera volver a aspirar al trono. Y es que, dado que en Génova 13 le tienen aversión a las “primarias” o las listas abiertas, todo lo fían a los estados de ánimo de los círculos presidenciales.
Así, solo el ministroAlfonso Alonso se perfilaría como alternativa aSoraya, según estos medios, ya que es al único que el presidente sí admite porque sabe gozaría de más apoyos en el Grupo Popular frente a lo que en los pasillos del Congreso se denomina como “Operación Menina”. Alonso y Rajoy han estrechado mucho su amistad tras la boda gay de Vitoria, ciudad de la que fue alcalde, entre el también ex alcalde Javier Maroto y el economista José Manuel Rodríguez y de hecho Alonso es ministro por ser un conocido “gayfriend” dentro del PP, según relata el fundador de la Plataforma Popular Gay (PPG), Carlos Alberto Biendicho, en su ya célebre libro de memorias que en España solo ha querido comercializar la plataforma Bubok, pero que en Estados Unidos es ya un éxito de ventas en la librería Amazon.
También se ha conocido por los periodistas afectados que Soraya Sáenz de Santamaríaha pedido un último favor a la dirección de varios medios de comunicación oficiales que conocen la“Operación Menina”: “por nada del mundo” debe filtrarse y publicarse su existencia antes de las elecciones. Es otro de los secretos que guarda el PP, que lleva casi un lustro “como una olla a presión”, según un diputado que no repetirá en el escaño, aunque va en una lista. Según esta versión, la “Operación Menina” -en alusión a la escasa estatura métrica, que no política, de la vicepresidenta– fue ideada por varios “fontaneros” de Moncloa y abogados de Estado después de que Albert Rivera hiciese público en La Sexta que no votaría a Rajoy en la investidura. Según estas mismas fuentes, el presidente ya conocía la decisión del dirigente “naranja” desde hace tiempo, pero lo fía todo a poder “acercarse a la mayoría absoluta” en las elecciones, algo de lo que dice estar convencido.
Los artífices de la “Operación Menina” aseguran incluso que tanto Albert Rivera comoPedro Sánchez ya han sido “sondeados” por el propio presidente del Gobierno ante la posibilidad de este escenario. De ahí que Rivera precisara ante millones de españoles queno votará “a Rajoy”. Nada dijo del PP ni lo dirá hasta pasados los comicios. “A partir del 20 de diciembre, viendo cómo queda el mapa, tendremos que tomar decisiones”; “Eso ya es para nota”… le ha respondido con evasivas en su última entrevista a la periodista Paula Díaz. Y es que las relaciones entre Rivera y Soraya no son malas. Su vicesecretario general y jefe de gabinete, José Manuel Villegas, ha confirmado las palabras de su “jefe”: “Rajoy no parece el candidato más adecuado para encabezar el nuevo tiempo político que demandan los españoles. La mochila de Rajoy pesa. Lleva al frente del PP mucho tiempo. Es el presidente de los recortes, y es el presidente de un partido al que salpican casos de corrupción al más alto nivel”. Villegas recuerda, sin embargo, que su partido “ha sido flexible” facilitando ejecutivos regionales y alcaldías –tanto al PP como el PSOE-, “pero también ha demostrado firmeza cuando ha correspondido”. A buen entendedor…
Lo curioso es que según los valedores de la “Operación Menina”, el socialistaPedro Sánchez también está al tanto de ella. «El 21 jubilaré a Rajoy y Soraya será la líder de la oposición», le declaró a Bertín Osborne en su ya famoso programa de entrevistas. No mencionó a Rajoy sino a Soraya. Y en efecto, tal y como adelantó “Espía en el Congreso”, el dirigente socialista va a ofrecer también al rey su candidatura para la investidura, poniendo en un dilema a Podemos y los nacionalistas: o un Gobierno presidido por él con amplia reforma de la Constitución y contenido social o el pacto de investidura PP-Cs con Soraya, en el que también podría entrar él como tripartito. Es una fórmula que también sugiere Albert Rivera si lograra colocarse como segunda fuerza más votada, algo que supondría “de facto” su llegada a la Moncloa en un pacto Cs-PSOE, pues superaría con creces el enorme éxito que ya supondría entrar por primera vez en la Carrera de San Jerónimo con más de medio centenar de escaños.
Sabedor de la complejidad de estos acuerdos con Pablo Iglesias y los nacionalismos periféricos, el socialista Pedro Sánchez también habría sugerido ya a Soraya (vía Meritxell) alternativas que le incluyan a él: un Gobierno de coalición –la célebre “grosse coalition alemana–, una cohabitación a la francesa (PP–PSOE) o un tripartito a la italiana (PP-PSOE-Cs). Como ya informó “Espía en el Congreso”, fue el periodista Juan Luis Cebrián quien “rompió el hielo” entre Soraya y Pedro Sánchez durante un acto conjunto en Barcelona junto a los hoy “independentistas” Joaquim Forn (CiU), Rafael Ribó, el coordinador general de Convergència, Josep Rull, el diputado Oriol Amorós (ERC) y el ex diputado Joan Ridao (ERC). Son las trastiendas de la política, que convierten en realidad lo que decía Winston Churchill: “Politics makes strange bedfellows” (“La política hace extraños compañeros de cama”).
“No aspiro a caerle bien a Rajoy“, le había reconocido antes Pedro Sánchez al popular comunicadorRisto Mejide. Y añadió: “Me iría a tomar una caña antes con Soraya Sáenz de Santamaría que con Rajoy”. Pero no son solo cañas precisamente lo que ambos comparten: también han tejido un programa electoral que puede “complementarse”, aunque sea muy diferente: en este escenario, al PP le correspondería el área económica (Economía y Hacienda), al PSOE la social(Educación, Sanidad, Cultura) y, si Ciudadanos entrase en la partida, las restantes, sobre todo Política Exterior. De hecho, Pedro Sánchez ha encargado el programa electoral a la diputada Meritxell Batet (PSOE), esposa del secretario de Estado José María Lassalle (PP), íntimo de Soraya y Rajoy, que está diseñando esta“complementariedad”.
Así las cosas, según estas mismas fuentes,nada más lejos en España que el riesgo de ingobernabilidad tras el 20-D y la ya más que previsible jubilación de Rajoy. Por eso hemos dejado para el final lo más anecdótico de esta “Operación Menina”: su nombre. Preguntadas por “Espía en el Congreso” acerca del origen, estas fuentes aluden al conocido “complejo” que posee la vicepresidenta por su estatura. Y es cierto que sus adversarios internos la conocen como “la enana” (mide 1.50 cm) porque, en efecto, durante su niñez padeció serios problemas de crecimiento.
El “mote” de “la enana” ya se había hecho popular en internet, aunque casi siempre acompañado de comentarios irreproducibles. Y numerosos periodistas políticos se habían apercibido ya de como esquiva la vicepresidenta sus problemas de altura: poniéndose tacones de aguja como pértigas, elevando su asiento en el Consejo de Ministros y en su rueda de prensa o incluso poniéndose a veces de puntillas para las fotos. “Está claro que la nueva vicepresidenta del Gobierno no tiene las medidas de un pivot de la NBA”, ironizaba “El Economista”, que se apercibió de que la dirigente del PP aparece ya ante los periodistas un poco más elevada que de costumbre.
“Al parecer no fue el resultado de unas buenas plataformas o unos estilizados tacones, calzado al que se está haciendo adicta Soraya Sáenz de Santamaría, sino de una simple elevación de su asiento”, desvelaba el diario económico. Ya el joven fotógrafo español de las “fashion victim” patrias, Luis Malibrán, la inmortalizó con una pericia tal que en el Congreso comparaban el efecto que causó su retrato en la Corte con el que en su época produjeron las célebres “Meninas” de Velázquez. Y de ahí el nombre de laoperación. “No se hablaba de otra cosa”, recuerda un diputado que alaba el disimulo con el que Malibrán camufló la longitud de las piernas de Soraya. Hoy esa obra de arte podría hacerla presidenta del Gobierno por la puerta de atrás.
Fuentes:
Biografía de Soraya Sáenz de Santamaría (El Plural)
Origen: Espía en el Congreso
No hay comentarios:
Publicar un comentario