lunes, 5 de junio de 2017

¿Qué sabía la Primera Ministra sobre los terroristas?



Lo indecible en la campaña electoral británica es esto. 

Las causas de la atrocidad de Manchester, donde 22 personas (mayoritariamente niños) fueron asesinadas por un yihadista, se han ocultado para proteger los secretos de la política exterior británica. 

Las preguntas claves (por ejemplo, por qué el servicio de seguridad M15 mantuvo “activos” terroristas en Manchester y por qué el gobierno no advirtió al público de la amenaza en su seno) permanecen sin respuesta y se desvían mediante la promesa de una “revisión” interna.

El presunto terrorista suicida, Salman Abedi, formaba parte de un grupo extremista, el Grupo de Combate Islámico Libio [ LIFG, por sus siglas en inglés ] que floreció en Manchester y fue cultivado y utilizado por el M15 durante más de 20 anos. 

El LIFG está proscrito en Gran Bretaña como organización terrorista que promueve una posición dura sobre un “Estado islámico” en Libia y “forma parte del movimiento extremista islamista más amplio y global, inspirado por al Qaeda”

La prueba es que mientras Theresa May fue Ministra del Interior se permitió a yihadistas del LIFG viajar sin limitaciones por Europa y se les animó a participar en “combate”: 

primero para expulsar a Muamar el Gadafi en Libia y luego para unirse a los grupos afiliados a al Qaeda en Siria. 

El año pasado el FBI supuestamente puso a Abedi en una “lista de vigilancia terrorista” y advirtió al M15 que este grupo estaba buscando un “objetivo político” en Gran Bretaña

¿Por qué no fue detenido, previniendo así que la red a su alrededor planificara y ejecutara la atrocidad del 22 de mayo?

Estas preguntas surgen debido a una filtración del FBI que desmorona la versión del “lobo solitario” a raíz del ataque del 22 de mayo –de ahí la indignación llena de pánico y poco usual dirigida a Washington desde Londres, y la disculpa de Donald Trump. 

La atrocidad de Manchester quita la piedra angular de la política exterior británica y revela su alianza fáustica con el extremismo islámico, especialmente con la secta conocida como wahhabismo o salafismo, cuyo principal custodio y banquero es el reino del petróleo de Arabia Saudita, el mayor comprador de armas de Gran Bretaña. 

Este matrimonio imperial se remonta a la Segunda Guerra Mundial y a los primeros días de los Hermanos Musulmanes en Egipto. 

El objetivo de la política británica era detener el panarabismo, esto es, el desarrollo de un laicismo moderno en los Estados árabes, el afirmar su independencia del Occidente imperial y controlar sus recursos. 

La creación del rapaz Israel estuvo destinada a acelerarlo. Desde entonces se ha aplastado el panarabismo: la meta ahora es dividir y conquistar. 

De acuerdo con Middle East Eye, en 2011 el LIFG era conocido en Manchester como los “Chicos de Manchester”

Opuestos implacablemente a Muamar el Gadafi, se les consideraba de alto riesgo y algunos de ellos permanecieron bajo control del Ministerio del Interior (en arresto domiciliario) cuando las manifestaciones contra Gadafi estallaron en Libia, un país forjado por un sinfín de enemistades tribales.

Repentinamente, se levantaron las órdenes de control. 

“Se me permitió ir sin preguntas”, dijo un miembro de LIFG. El M15 les devolvió sus pasaportes y a los agentes de contraterrorismo en el aeropuerto de Heathrow se les ordenó que les dejaran tomar sus vuelos.

El derrocamiento de Gadafi (que controlaba las reservas de petróleo más grandes de África) venía siendo planificado desde hacía tiempo desde Washington y Londres. 

De acuerdo con la inteligencia francesa, el LIFG llevó a cabo varios intentos de asesinato contra Gadafi durante la década de 1990 financiados por la inteligencia británica. 

En marzo de 2011 Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos aprovecharon la oportunidad de una “intervención humanitaria” y atacaron Libia. Los acompañó la OTAN bajo la cobertura de una resolución para “proteger a los civiles”. 

El pasado septiembre una investigación del Comité de Asuntos Específicos de la Cámara de los Comunes concluyó que el Primer Ministro David Cameron había enviado el país a la guerra contra Gadafi basándose en una serie de “presunciones erróneas” y que el ataque “había llevado al crecimiento del Estado Islámico en África del Norte”. 

El Comité de los Comunes citó lo que denominó la descripción "concisa" de Barack Obama del papel desempeñado por Cameron en Libia: un “show de mierda” [ a shit show ].

De hecho, Obama fue un actor principal en este “show de mierda”, urgido por su belicista Secretaria de Estado Hillary Clinton y por unos medios que acusaba a Gadafi de planificar un “genocidio” contra su propia gente. 

“Sabíamos […] que si esperábamos un día más”, dijo Obama, “Bengasi, una ciudad del tamaño de Charloote, podía sufrir una masacre que hubiera retumbado en toda la región y manchando la conciencia del mundo”.

El cuento de la masacre fue fabricado por las milicias salafistas que estaban siendo derrotadas por las fuerzas gubernamentales de Libia.

Dijeron a Reuters que iba a haber “un baño de sangre real, una masacre como la que vimos en Ruanda”

El Comité de los Comunes reportó que “la afirmación de que Muamar el Gadafi habría ordenado la masacre de civiles en Bengasi no se apoyaba en ninguna prueba de la que se dispusiera”.

Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos efectivamente destruyeron Libia como Estado moderno. 

Según sus propias cifras, la OTAN lanzó 9.700 “misiones de ataque”, de las cuales más de un tercio alcanzó objetivos civiles. 

Estos ataques incluyeron bombas de fragmentación y misiles con cabezas de uranio. Las ciudades de Misurata y Sirte fueron completamente bombardeadas. La UNICEF (la organización de la ONU para la infancia) reportó que una alta proporción de niños asesinados “eran menores de diez años”.

Más que “dar lugar” al Estado Islámico (ISIS ya se había asentado sobre las ruinas de Irak luego de las invasiones de Blair y Bush el 2003), estos medievalistas tardíos tienen ahora todo el norte de África como base. Los ataques también desencadenaron una huida de refugiados a Europa.

Cameron fue celebrado en Trípoli como “liberador”, o imaginó que lo era. Entre las masas que lo aclamaban se incluían aquellos secretamente provistos y entrenados por las SAS británicas e inspirados en el Estado Islámico, como los “Chicos de Manchester”. 

Para los estadounidenses y británicos el verdadero crimen de Gadafi fue su independencia iconoclasta y su plan de abandonar el petrodólar, pilar del poder imperial norteamericano. 

Audazmente había planificado proponer una moneda común africana sustentada en el oro, establecer un banco para toda África y promover la unión económica entre países pobres con recursos preciados. Hubiese ocurrido esto o no, la mera idea era intolerable para EE.UU. que se preparaba para “entrar” en África y sobornar gobiernos africanos con “asociaciones” militares.

El dictador caído huyó por su vida. 

Un avión de la Real Fuerza Aérea apuntó a su convoy y en los escombros de Sirte fue sodomizado con un cuchillo por un fanático al que en las noticias se calificaba de “rebelde”.

Habiendo saqueado el arsenal de 30.000 millones de dólares de Libia, los “rebeldes” avanzaron hacia el sur aterrorizando pueblos y villas. Cruzando hacia Mali subsahariano destruyeron la frágil estabilidad de ese país. Los siempre entusiastas franceses enviaron aviones y tropas a su antigua colonia “para combatir a al Qaeda” o a la amenaza que ellos mismos habían ayudado a crear.

El 14 de octubre del 2011 el presidente Obama anunció que enviaría tropas de fuerzas especiales a Uganda para incorporarse ahí en la guerra civil. 

En los meses siguientes se enviaron tropas de combate estadounidenses al sur de Sudán, al Congo y a la República Centroafricana. Con Libia asegurada, estaba en curso una invasión norteamericana del continente africano de la que no se informaba en absoluto.

El gobierno británico organizó en Londres una de las ferias de armas más grandes del mundo. Lo que se rumoreaba en los stands era que se trataba del “efecto demostración en Libia”. 

La Cámara de Comercio e Industria de Londres hizo un preestreno titulado: “Oriente Medio: un vasto mercado para las compañías de defensa y seguridad del Reino Unido”

El anfitrión fue el Banco Real de Escocia, un importante inversionista en bombas de racimo, profusamente utilizadas contra objetivos civiles en Siria. La propaganda de la fiesta de las armas en el banco elogiaba las “oportunidades sin precedentes para las compañías de defensa y seguridad del Reino Unido”.

El mes pasado la Primera Ministra Theresa May estuvo en Arabia Saudita vendiendo armas británicas por valor de más de 3.000 millones de libras, armas que los saudíes han utilizado contra Yemen. Asesores militares británicos instalados en salas de control en Riyadh ayudan a llevar a cabo los bombardeos, que han matado a más de 10.000 civiles. Ahora hay claros signos de hambruna. 

Un niño yemení muere cada 10 minutos de enfermedades prevenibles según la UNICEF. 

La atrocidad de Manchester del 22 de mayo fue producto de esta constante violencia estatal en lugares remotos, gran parte patrocinada por Gran Bretaña. Casi nunca conocemos las vidas y nombres de las víctimas. 

La verdad pelea por hacerse escuchar, como peleó para hacerse escuchar cuando hubo un atentado en el Metro de Londres el 7 de Julio de 2005. 

Ocasionalmente un miembro del público podría romper el silencio, como el londinense del este que se puso delante de un equipo de cámaras de CNN y de un periodista que decía perogrulladas. “Irak!”, dijo, “Nosotros invadimos Irak. ¿Qué esperábamos? Vamos, dilo”

En una enorme reunión de medios a la que asistí muchos de los importantes invitados pronunciaron “Irak” y “Blair” como una suerte de catarsis por lo que no se atrevían a decir profesional y públicamente. 

Pero antes de invadir Irak, el Comité de Inteligencia Conjunto advirtió a Blair de que “la amenaza de al Qaeda se incrementará en cuanto empiece cualquier acción militar contra Irak […] 

La amenaza mundial de otros grupo e individuos terroristas islámicos aumentará significativamente”. 

Del mismo modo que Blair trajo a suelo británico la violencia del sanguinario “show de mierda” suyo y de George W. Bush, David Cameron (apoyado por Theresa May) agravó su crimen en Libia y sus horribles consecuencias, incluidas las personas asesinadas y mutiladas en el Manchester Arena el 22 de mayo.

Como era de esperar, vuelve la versión [del lobo solitario]. Salman Abedi actuó solo. Era nada más que un pequeño criminal. 

La extensa red que reveló la semana pasada la filtración norteamericana se ha desvanecido, pero las preguntas no.

¿Por qué Abedi pudo viajar libremente a través de Europa hacia Libia y volver a Manchester sólo días antes de cometer su terrible crimen? 

¿Theresa May fue informada por el M15 de que el FBI le había seguido la pista como parte de una célula islámica que planificaba atacar un “objetivo político” en Gran Bretaña? 
En la actual campaña electoral el líder laborista Jeremy Corbyn ha hecho una cauta referencia a una “guerra contra el terrorismo que ha fracasado”. Como él sabe, nunca ha sido una guerra contra el terrorismo sino una guerra de conquista y subyugación. 

Palestina. Afganistán. Irak. Libia. Siria. Se dice que Irán es el próximo. Antes de que haya otro Manchester, ¿quién tendrá el coraje de decirlo?

Traducido para rebelión por Felipe Lago

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro