domingo, 11 de junio de 2017

Derrotada Le Pen, desenmascarar a Macron - El FASCISMO y el NEOLIBERALISMO son lo MISMO

Derrotada Le Pen, desenmascarar a Macron

Cada vez que hay crisis económica -y en el capitalismo siempre hay crisis cíclicas cada vez más agudas- el statu quo aprieta las clavijas para mantener sus beneficios. 
Cuando ya no puedes apretar a los países del sur -incluso con guerras, como la que están preparando en Venezuela-, a la naturaleza y a las generaciones futuras -vía deuda-, la explotación regresa a la vieja Europa que apenas aguantó medio siglo precisamente exportando los problemas afuera, al futuro o a la naturaleza.
La democracia liberal, asentada sobre una economía guiada por el beneficio y articulada por el mercado, siempre pone en marcha cuatro tipos de estrategias en las crisis, jerarquizándolas en virtud del peligro que represente la alternativa. Cada una tiene su momento, pero suelen aparecer rasgos de todas en cada situación histórica concreta. 
La primera es convencer de que no hay ninguna otra salida. Los premios Nobel y los académicos son muy útiles en esa fase. 
En segundo lugar, articular una gran coalición entre los dos grandes partidos y sus satélites -que es otra manera de decir que no hay alternativa-, de manera que se junten las lógicas de “centro-izquierda” y “centro-derecha” en un remix cargado grasas saturadas. 
Es el momento de los periodistas del establishment y de los beneficiados por el sistema, también, claro está, de la universidad. La tercera, buscar a un populista de derechas -Trump, Rivera, Le Pen-, que agitará los excesos del sistema pero nunca cambiará el sistema (ahí están los vacíos cien días de Trump), y que ofrecerá identidad y más identidad para que la gente sacie el hambre real que tiene y va a seguir teniendo. Es el momento del periodismo pantuflo y de la telebasura. 
El cuarto, cuando fallan los demás, es el autoritarismo, la represión policial o militar, el estado de excepción o las bandas fascistas, neonazis o paramilitares toleradas por el poder. 
En todas ellas, las mayorías van a pagar los platos rotos por las minorías.
Le Pen es la fase del populismo de derechas. 
Muy evidente. Macron es la fase de la gran coalición, que siempre es una mentira encubierta. 
El neoliberalismo aún no ha sido desenmascarado. 
Y por eso llegamos a callejones sin salida como el de este domingo en Francia. 
Cuando un fascista da una paliza, niega el Holocausto o desprecia a los inmigrantes es muy fácil identificar el acto de fuerza. 
Cuando Macron afirma, como recuerda Olga Rodríguez, que “hay que dejar de proteger a los que no pueden y no van a tener éxito”, genera y justifica mucho más dolor que las bandas fascistas, pero es más difícil identificarlo.
Era echar por la borda medio siglo de lucha contra la inhumanidad de los campos de concentración, del colaboracionismo, del exterminio y el genocidio. 
Pero ese gesto de tantas francesas y franceses que han ido a votar a Macron con el alma rota, tiene que servir para lograr desenmascarar a ese nuevo enemigo de la gente. 
Porque Macron son las privatizaciones, los recortes, la pobreza y la angustia de los ancianos, la venta de armas a países en conflicto, el apoyo a las guerras en Siria o Irak, el sostén de dictaduras en África, el aliento a la guerra civil en Venezuela, la banlieu de las grandes ciudades francesas donde el Estado ya no existe, el fin de las universidades públicas, el reinado incuestionado del capital financiero y el mantenimiento de una Europa al servicio de los mercaderes. 
La patronal francesa tiene a Macron para seguir apuntalando el nuevo contrato social sin derechos, y sigue teniendo el plan B de Le Pen. 
Por eso, desde este mismo lunes, toca desenmascarar a Macron. 
Porque, de lo contrario, el Plan B se activará más temprano que tarde y cogerá desprevenida a la Francia demócrata. Ponerlos en el mismo saco es inadmisible para mucha gente. 
Y la apuesta meridiana de Le Pen por el odio de raza la convierte, incuestionablemente, en enemiga de cualquier demócrata. Ya hemos arreglado cuentas con Le Pen. 
Ahora, para que no siga recibiendo apoyos, vamos a arreglar cuentas Macron y su defensa del neoliberalismo. Vamos a arreglar cuentas con ese, en palabras de Boaventura de Sousa Santos, “fascismo social” que envuelto en ropajes democráticos prepara el camino para la violencia, la exclusion y la guerra.
Nunca una derrota fue tan necesaria ni una victoria tan amarga. Ojalá este dolor sirva para que Francia sepa reinventar su revolución francesa, su Comuna de París, su resistencia y, como ocurrió con La 9 y la División de LeClerc, entremos juntos a liberar nuestros países de los enemigos de ayer ahora que ya sabemos que obedecen órdenes de los mismos amos.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro