sábado, 17 de junio de 2017

SOMALIA: Los MUERTOS que ya no cuentan CUENTAN en la Vergonzosa Guerra No Declarada entre Occidente y el ISLAM

SOMALIA: LOS MUERTOS QUE YA NO CUENTAN

Ya son tantos, los ataques y muertos que se producen en Somalia, que han dejado de ser noticia. 
Somalia, el Estado fallido por antonomasia, como un extraño efecto climático, geográfico o histórico terminará desapareciendo por completo de los medios.  
Sus muertos por la violencia fundamentalista, o por las hambrunas hijas de las sequías y las guerras, son tantos que ya no cuentan, ni a la hora de las noticias, ni a la hora de la piedad.
Un nuevo ataque, esta vez con 31 muertos, se acaba de producir en Mogadiscio la capital del país, durante las últimas horas de este miércoles; prácticamente en el momento de romperse el ayuno de Ramadán, un atacante suicida del grupo al-Shabbab, estrelló un vehículo cargado de explosivos contra el restaurante y club nocturno Posh Treats, el único sitio de la ciudad que funciona como discoteca.
 Tras la explosión, como es habitual en los ataques de al-Shabbab, hombres armados con fusiles Kalashanikov,   abrieron fuego contra los sobrevivientes del primer impacto.
Mientras otro grupo de la banda fundamentalista, ya había tomado el local del restaurante Pizza House, frente a la discoteca haciéndose de varios de sus clientes como rehenes.
La rápida intervención de la policía generó un enfrentamiento que se extendió por varias horas en plena noche. 
Por la mañana se pudo saber que fueron cinco los terroristas muertos, sin que se reportaran otras víctimas entre rehenes y policías.
Este ataque, junto al producido el pasado jueves 8 de junio contra el campamento militar de Af-Urur, donde hubo otros 70 muertos, se inscribe en la campaña de atentados que al-Shabbab suele producir cada año durante el mes sagrado de Ramadán.
Por lo menos cien fueron los muertos de esta semana que se han reportado, un número despreciable para Irak o Siria, pero pasmoso para cualquier país europeo, que todavía insiste que sus víctimas cuentan mucho más que las de cualquier otra guerra en el mundo. Porque Europa, sin que se sepa, está en guerra, en una guerra que sus gobiernos han declarado, y sus pueblos, a cuenta gotas, están sufriendo y seguirán sufriendo.
Sería bueno saber cuántos europeos, cuántos británicos y cuántos londinenses aterrorizados, se habrán preguntado, mientras veían las dantescas escenas del incendio de la Torre Grefell, que hasta ahora produjo 12 muertos y unos sesenta heridos, si los terroristas habían encontrado una nueva manera de atacar. 
La toma del campamento de Af- Urur, una localidad cercana a las serranías de Galgala, en la región semiautónoma Puntlandia, a unos 100 kilómetros de la norteña ciudad y principal puerto somalí de Bossaso, pasó desapercibida, aunque se produjeron 70 muertos.  
Trump calificó a Somalia como “zona de hostilidades activas”, lo que permitirá a los estrategas del Pentágono mayor autoridad para disponer ataques aéreos y ampliar el abanico de objetivo, reduciendo las restricciones de la fuerza aérea para prevenir bajas civiles. 
Además de permitir, por primera vez desde 1994, que Estados Unidos despliegue un contingente de 500 militares para entrenar y equipar a los hombres de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM)  unos 22 mil efectivos de Uganda, Burundi, Malawi, Nigeria y Kenia, que desde el 2007 combaten a la milicia integrista, a la cual las fuerzas de la AMISON  obligaron a retirarse de la capital Mogadiscio y algunas otras ciudades del interior del país a un altísimo número de bajas, en agosto de 2011.
A principio de abril una decena de soldados de la 101ª división aérea de la base militar de Fort Campbell, en Kentucky, habían llegado a Somalia por pedido del nuevo presidente somalí Mohamed Abdullahi Farmaj, quien asumió en febrero último.
Durante años las acciones de al-Shabaab, estuvieron circunscritas al centro y sur del país, pero los ataques se han producido también dentro de territorio keniata como la de 2013, contra el centro comercial Westgateen Nairobi en el que asesinó a 67 personas, o el de abril de 2015 en la universidad de Garissa (en norte de Kenia), donde ejecutó a 148 estudiantes. 
Además ha atacado bases militares, pequeños pueblos y trasportes civiles en el interior de Kenia.
A partir de 2015, al-Shabaab, volvió a producir frecuentes y sangrientos atentados en Mogadiscio principalmente contra hoteles internacionales y edificios oficiales.
El último gran ataque en la capital se produjo el 7 de abril pasado contra la columna de vehículos que escoltaban al entonces recién designado jefe del ejército,  el general Mohamed Ahmed Jimale, quien resultó ileso, pero murieron 15 hombres de su guardia.
En enero pasado al-Shabaab asesinó a decenas de soldados kenianos de la base de Kulbiyow, en la frontera entre Kenia y Somalia, a más de 1500 kilómetros del ataque del jueves, lo que habla expresamente de la capacidad táctica de despliegue de la organización wahabita ya que se produjo en el norte del país, un frente desactivado desde hace años, a casi mil kilómetros de la capital y a 1500 km de la frontera sur, donde se entiende al-Shabaab cuenta con áreas de seguridad.
No menos de 150 muyahidines había participado en el ataque contra la base de Af- Urur
El asalto, se produjo durante las primeras horas de la mañana, provocó 70 muertos y cerca de cuarenta heridos. Según algunos sobrevivientes, los terroristas ingresaron al campamento desde tres puntos diferentes, vistiendo uniformes muy similares al de los militares al grito de Allah akbar (Alá es grande), disparado con fusiles ligeros contra los soldados de la guarnición. 
Los testigos mencionan que algunos de los atacantes vestían chalecos explosivos, lo que produjo la desbanda entre la tropa local. 
Las bajas no solo son militares, sino también algunos civiles, entre ellas tres mujeres que cocinaban para la tropa del campamento Af-Urur, las que fueron decapitadas. 
Af Urur ha sido tomado reiteradas veces en años anteriores por la guerrilla integrista pero desde 2009 no se registraba un ataque semejante en el norte del país.
Al-Shabaab mantuvo la base conquistada durante varias horas y recién se retiraron cuando los refuerzos del ejército comenzaron a llegar a la zona, llevándose una gran cantidad de armas, municiones e insumos sanitarios, además de una docena de vehículos militares.
Las muertes que vendrán
La embestida de al-Shabaab no sorprende tanto por su violencia o despliegue cuanto por el lugar donde se ha dado, ya que los terroristas no operan desde hace años en las dos regiones pretendidamente autónomas de Puntlandia y Somaliland.
Ambas regiones, aunque no son reconocidas por ninguna organización internacional, se administran con independencia del poder central en Mogadiscio, y son la clara expresión de la disolución del país en guerra civil incesante desde 1991.
Al-Shabaab un desprendimiento en 2007 de la Unión de Tribunales Islámicos (UTI) recluta milicianos incluso en los barrios cristianos más pobres de Nairobi, a los que se les ofrece una paga mensual superior a la de cualquier trabajo medio, además de entrenamiento, armamento y una conversión rápida al Islam. Esta banda integrista, como en muchos otros países, también se ha convertido en una rápida salida del desempleo.
Tanto el Daesh, como al-Qaeda, han llamado a sus seguidores a realizar ataques y atentados durante Ramadán, el mes sagrado del Islam, por lo que este ataque,  junto a la seguidilla de atentados producidos en estas últimas semanas,  puede ser atribuido a este pedido, aunque en el caso de Somalia, no habría que descartar de ninguna manera, tal cual pasa también en Marawi (Filipinas),  la posibilidad de haber recibido refuerzos provenientes de Irak y Siria, frentes que están siendo duramente castigados por los diferentes núcleos militares que los combaten particularmente en Mosul (Irak) y Rakka (Siria).
El nuevo presidente somalí Mohamed Abdullahi Farmajo, tras el ataque del jueves, confirmó que fuerzas de la UMISOM, junto al ejercito de su país, y se entiende que la aviación norteamericana, atacaron este último domingo la base de Tora-torow, un centro de entrenamiento terrorista en la región meridional de Lower Shabelle. 
El ataque aéreo fue la conclusión de una operación terrestre encarada por los somalíes y los hombres de la alianza africana.   
Las acciones desafiantes del terrorismo fundamentalista que se registra en todos los países donde actúa, puede ser un indicativo de su agotamiento, incluso la crisis entre Arabia Saudita y Qatar, puede ser una muestra de ese cansancio, pero no cabe duda que si bien en algunos lugares puedan estar replegándose y parecer agotados, las virulencias de sus ataques se prolongarán por mucho tiempo, particularmente en países donde los muertos son tantos, pero suman poco y donde ya nadie los llora.   
Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. 

“AL-SHABAAB” DESAFÍA A TRUMP

Por Guadi Calvo.
El ataque del último jueves contra el campamento de Af-Urur, cerca de las serranías de Galgala, en la región semiautónoma Puntlandia, a unos 100 kilómetros de la norteña ciudad y principal puerto somalí de Bossaso, por parte de la milicia fundamentalista Harakat al-šabāb a-muŷahidīn(Movimiento de Jóvenes muyahidines) o simplemente al -Shabaab,  el único de los pocos grupos integristas que todavía no ha jurado fidelidad al Daesh y que continua bajo la órbita de al-Qaeda, tiene básicamente una lectura: 
desafiar abiertamente al presidente norteamericano Donald Trump y sus primeras disposiciones del respecto al terrorismo en Somalia.
Trump calificó a Somalia como “zona de hostilidades activas”, lo que permite a los estrategas del Pentágono mayor autoridad para disponer ataques aéreos y ampliar el abanico de objetivo, reduciendo las restricciones de la fuerza aérea para prevenir bajas civiles.
Además de permitir, por primera vez desde 1994, que tropas norteamericanas despliegue un contingente de 500 militares para entrenar y equipar a los hombres de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) unos 22 mil efectivos de Uganda, Burundi, Malawi, Nigeria y Kenia, que desde el 2007 combaten a la guerrilla integrista a quien las fuerzas de la AMISON obligaron a retirarse de la capital Mogadiscio y algunas otras ciudades del interior del país a un altísimo número de bajas, en agosto de 2011.
A principio de abril una decena de soldados de la 101ª división aérea de la base militar de Fort Campbell, en Kentucky, habían llegado a Somalia por pedido del nuevo presidente somalí Mohamed Abdullahi Farmaj, quien asumió en febrero último.
Durante años las acciones de al-Shabaab estuvieron circunscriptas al centro y sur del país, produciendo incluso ataques dentro de territorio keniata como los de 2013, contra el centro comercial Westgate en Nairobi en el que asesinó a 67 personas o el de abril de 2015 en la universidad de Garissa (en norte de Kenia), donde ejecutó a 148 estudiantes. Además de haber atacado bases militares, pequeños pueblos y transportes civiles en el interior de Kenia.
A partir de 2015, al-Shabaab volvió a producir frecuentes y sangrientos atentados en Mogadiscio principalmente contra hoteles internacionales y edificios oficiales.
El último gran ataque en la capital se produjo el 7 de abril pasado contra la columna de vehículos que escoltaban al entonces recién designado jefe del ejército el general, Mohamed Ahmed Jimale, que a pesar de resultar ileso, el ataque produjo 15 hombres de la guardia de Jimale muertos.
En enero pasado al-Shabaab asesinó decenas de soldados kenianos en un ataque contra la base de Kulbiyow, en la frontera entre Kenia y Somalia, a más de 1500 kilómetros del ataque del jueves, lo que habla expresamente de la capacidad táctica de despliegue de la organización wahabita ya que se produjo en el norte del país, un frente desactivado desde hace años, a casi mil kilómetros de la capital y a los 1500 de la frontera sur, donde se entiende al-Shabaab cuenta con áreas de seguridad.
No menos de 150 muyahidines participaron de ataque que se produjo a horas de la mañana, causando al ejército somalí unos 60 muertos y cerca de cuarenta heridos. 
Según algunos sobrevivientes, los terroristas ingresaron al campamento desde tres puntos diferentes, vistiendo uniforme muy similar al de los militares al grito de Allah akbar (Alá es grande), disparado con fusiles ligeros contra los soldados de la guarnición. 
Los testigos mencionan que algunos de los atacantes vestían chalecos explosivos, lo que produjo la desbanda entre la tropa local. Las bajas no solo son militares, sino también algunos civiles, incluso tres mujeres que cocinaban para la tropa del campamento Af-Urur, las que fueron decapitadas. 
Af Urur ha sido tomado reiteradas veces en años anteriores por la guerrilla integrista pero desde 2009 que no se registraba un ataque semejante en el norte del país.
Al-Shabaab mantuvo la base conquistada durante varias horas y recién se retiraron, cuando los refuerzos del ejército comenzaron a llegar a la zona, llevándose una gran cantidad de armas, municiónese e insumos sanitarios, además de una docena de vehículos militares.
Todos los frentes, un frente
La embestida de al-Shabaab, no sorprende ni por su violencia, ni por el despliegue, aunque si por donde se ha dado, ya que los terroristas no operan desde hace años en las dos regiones pretendidamente autónomas, Puntlandia y Somaliland.
Ambas regiones, aunque no son reconocidas por ninguna organización internacional, se administran con independencia del poder central en Mogadiscio, y son la clara expresión de la disolución del país en guerra civil incesante desde 1991.
Al-Shabaab, un desprendimiento en 2007 de la Unión de Tribunales Islámicos (UTI), recluta milicianos incluso en los barrios cristianos más pobres de Nairobi, a los que se les ofrece una paga mensual superior a la de cualquier trabajo medio, entrenamiento, armamento y una conversión rápida al Islam. Esta banda integrista, como en otros muchos países, también se han convertido en una rápida salida del desempleo.
Tanto el Daesh, como al-Qaeda, han llamado a sus seguidores a realizar ataques y atentados durante el Ramadán, el mes sagrado del islam, por lo que este ataque junto a la seguidilla de atentados producidos en estas últimas semanas pueden ser atribuidos a este pedido, 
aunque en el caso de Somalia, no habría que descartar de ninguna manera, tal cual pasa también en Marawi (Filipinas), la posibilidad de haber recibido refuerzos provenientes de Irak y Siria, frentes que están siendo duramente castigados por los diferentes núcleos militares que los combaten particularmente en Mosul (Irak) y Rakka (Siria).
El nuevo presidente somalí, Mohamed Abdullahi Farmajo, tras el ataque del jueves confirmó que fuerzas de la UMISOM, junto al ejercito de su país, y se entiende que la aviación norteamericana, atacaron este último domingo la base de Tora-torow, un centro de entrenamiento terrorista en la región meridional de Lower Shabelle
El ataque aéreo fue la conclusión de una operación terrestre encarada por los somalíes y los hombres de la alianza africana.
Las acciones desafiantes del terrorismo fundamentalista que se registra en todos los países donde actúa puede ser un indicativo de su agotamiento, incluso la crisis entre Arabia Saudita y Qatar puede ser muestra de ese cansancio, pero no cabe d
uda que si bien en algunos lugares puedan estar replegándose y parecer agotados, las virulencias de sus ataques se prolongarán por mucho tiempo, generando más víctimas y más terror en Europa, África y Asía, desafiando como lo hace al-Shabaaben Somalia sin ningún temor a Donald Trump.
Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro