jueves, 15 de junio de 2017

Martin Shkreli, la escoria capitalista más avariciosa y criminal del mundo

Martin Shkreli

Martin Shkreli, la escoria capitalista más avariciosa y criminal del mundo


¿Quién sería capaz de comprar la patente de un medicamento irre­emplazable para salvar la vida de enfermos de cáncer y sida y multiplicaría su precio de los 13,50 euros por pastilla a los 750?

¿Quién repetiría la misma operación con otras medicinas de enfermedades raras que salvan vidas en el tercer mundo?

¿Quién, con la inmensa fortuna así amasada gracias a su empresa Turing Pharmaceuticals, se compraría una máquina Enigma de encriptación de las que usó Hitler y descifró Alan Turing?

¿Y quién diría con desprecio al ser preguntado por todas esas operaciones: “Son legales: se llama capitalismo”?

¿Y quién tendría razón –me temo– al responder así y obligaría a replantear todo el sistema de investigación farmacéutica?
Martin Shkreli es su nombre y con sólo 33 años se ha convertido en el empresario más odiado para media América. 

Y para Hillary Clinton, quien, durante su fracasada campaña, convirtió a Shkreli en el símbolo de la avaricia sin alma ni límites que distorsiona el libre mercado.

Y al propio Shkreli no parece incomodarle su papel de villano sin escrúpulos.

De hecho, se siente orgulloso de la operación con la que multiplicó un 5.000% el precio del Daraprim, un tratamiento incluido en la lista de “medicamentos esenciales” por la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Sin esta droga, quienes sufren daños en su sistema inmunitario, como la toxoplasmosis, pueden padecer ceguera, infecciones, malformaciones al nacer de una madre afectada o, simplemente, la muerte. 

Al ser preguntado al respecto, el emprendedor argumenta sin empacho: “La cuestión no es si esto es ético; o cuánto pagué por la patente; la cuestión es cuándo fue inventado. Y la respuesta es que debería ser incluso más caro”.

Y técnica y legalmente –sin duda no éticamente– el empresario no está errando. La actual legislación americana le permite estas maniobras.

Pero, ¿por qué el libre mercado no responde, apuntarían los economistas clásicos, creando otro medicamento que sea menos irracionalmente caro?

Pues también los clásicos responderían que porque el libre mercado en este caso no lo es tanto, puesto que la autoridad farmacológica, la Federal Drug Administration, obliga a los nuevos medicamentos, que podrían competir a precio razonable con la avaricia de Shkreli, a superar un largo periodo de duras pruebas.

Mientras los legisladores discuten, el filibustero farmacológico sigue forrándose tras haber detectado la incoherencia del sistema para aprovecharse de ellas. Ha impedido con cinismo indignante a otras farmacéuticas acceder a las pruebas médicas controlando todos sus canales de distribución.

Y ha iniciado otras maniobras para hacerse con otras patentes de medicinas que curan enfermedades mortales. 

Es un tipo listo –así se autodefine– y quiere repetir el plan no menos “ingenioso” de multiplicar su precio. “Cuando Rockefeller controlaba el precio del petróleo –se justifica– y lo multiplicaba tampoco estaba haciendo nada ilegal”.

Tras inflamar las iras de los perdedores con Hillary Clinton, Shkreli se ha declarado ferviente admirador de Trump y ha coqueteado con los alt-right (derecha alternativa), que defienden el supremacismo blanco sin tapujos al tiempo que se colocan en la nueva administración.

Y la bolsa le ha dado la razón al premiar a los valores farmacéuticos que estaban siendo penalizados en los últimos meses ante la promesa de Clinton de racionalizar la industria e impedir abusos como los de Shkreli.

La personalidad del magnate más odiado de América no le ha ayudado a hacer más digerible su avaricia. 

Combina una cortesía decimonónica con una exhibición de frases ingeniosas e hirientes que son celebradas por sus seguidores –sí, los tiene y a miles– en las redes.

Estilizado, de una palidez transilvana, se permite incluso destellos de ternura, como cuando en una visita a Disneylandia, tras pasear con Mickey Mouse, comentó el coste de la entrada: 

“De 3,50 $ en 1971 a 105 $ hoy: ¡Eso sí que es hinchar los precios!”

Sus maniobras de mercado resultan literalmente letales para los enfermos pobres, entre los que se hubieran encontrado antaño sus padres y él mismo. 

Su madre fregaba lavabos y su padre era portero en una finca donde también mantenía limpia la escalera. Inmigrantes albaneses, aún hoy no hablan bien inglés, que invirtieron sus ahorros en dar una educación universitaria a su hijo.

Y el wunderkind de las patentes farmacológicas proclama hoy que sus padres están orgullosos de él, “porque soy como Robin Hood: investigo enfermedades que no importan a nadie”.

Como en otros grandes villanos, el único punto débil de Shkreli está en su virtud: para unos su sana ambición, para otros su rapaz avaricia. Media América festejó el lluvioso día de diciembre pasado en que el FBI le detuvo en su casa bajo la acusación de dirigir un fraude piramidal “a lo Ponzi” para estafar a sus inversores once millones de dólares. 

De momento, el empresario disfruta de libertad bajo fianza y tacha el proceso de ”montaje político”. 

Pero, por si acaso, ya ha sido celebrado por la otra media América, la de sus seguidores: “Sé de buena fuente que los reclusos –ha publicado– son mis fans”.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro