Al-Qaeda gana su primer Oscar
El evento más importante de la industria cultural gringa (la gala de los Oscar) premió la historia de los Cascos Blancos sirios (The White Helmets en inglés) como mejor cortometraje documental.
El cortodocumental premiado por Hollywood fue producido por Netflix y realizado por el director Orlando Von Einsiedel. La misma pieza audiovisual fue utilizada para promover la nominación de los Cascos Sirios al premio Nobel de La Paz el año pasado.
Esta ONG de supuestos rescatistas en zonas del conflicto sirio fue fundada en 2013 en Turquía por James Le Mesurier, ex alto oficial británico y alto representante de la ONU durante las guerras de Bosnia y Kosovo.
Le Mesurier, además, formó parte de las contratistas militares Olive Security y Good Harbour International.
La primera está relacionada con Blackwater (hoy Academi), famosa por sus masacres contra la población civil en Irak.
La segunda fue dirigida por Richard Clark, ex asesor de seguridad de George W. Bush.
Pero más allá del prontuario de su creador, un dato quiebra el mito de que son "un grupo de personas humildes y altamente comprometidas, que están entre los más dulces y más amables que hayan encontrado alguna vez", como dijo el director del cortometraje:
uno de sus principales dirigentes, Raed Al-Saleh, se le prohibió la entrada a los Estados Unidos por suponer un riesgo para la seguridad del país, según explicara el portavoz del Departamento de Estado Mike Tonner en su momento.
Fue devuelto a Estambul cuando intentó ingresar a los Estados Unidos.
Lo mismo le sucedió a Khaled Khatib, fotógrafo del grupo, cuando este domingo quiso estar presente en la ceremonia de los Oscars. Esta vez, el Departamento de Seguridad Nacional argumentó que la prohibición de entrada se basaba en la "información negativa" que habían hallado sobre su persona.
Así no es de extrañar que Estados Unidos tenga sus reparos a la hora de permitir la entrada a personas vinculadas a grupo terroristas en Siria.
Lo mismo le sucedió a Khaled Khatib, fotógrafo del grupo, cuando este domingo quiso estar presente en la ceremonia de los Oscars. Esta vez, el Departamento de Seguridad Nacional argumentó que la prohibición de entrada se basaba en la "información negativa" que habían hallado sobre su persona.
Así no es de extrañar que Estados Unidos tenga sus reparos a la hora de permitir la entrada a personas vinculadas a grupo terroristas en Siria.
Ni que, junto a Gran Bretaña, financie al grupo para realizar propaganda contra el Estado Sirio con el fin de criminalizarlo. Ya que esta conducta contradictoria es normal en el comportamiento bipolar de Washington.
Sin embargo, estos mal llamados rescatistas no hacen esfuerzo en ocultarsu simpatía por Jabhat Fateh al-Sham (el nombre de Al-Qaeda en Siria).
Sin embargo, estos mal llamados rescatistas no hacen esfuerzo en ocultarsu simpatía por Jabhat Fateh al-Sham (el nombre de Al-Qaeda en Siria).
Tampoco ocultan sus festejos cuando esta organización terrorista o el Estado Islámico toma una ciudad, llegando al extremo de participar en ejecuciones perpetradas por los yijadistas armados, como se aprecia en la siguiente secuencia de fotos:
A tal punto llega su involucramiento dentro del conflicto a favor del terrorismo, que muestran a soldados sirios asesinados como trofeos de guerra:
A tal punto llega su involucramiento dentro del conflicto a favor del terrorismo, que muestran a soldados sirios asesinados como trofeos de guerra:
Los Cascos Blancos, además, participaron en la puesta en escena del rescate del niño sirio Omran Daqneesh en septiembre de 2016, quien fue utilizado para una operación de propaganda viral para manipular a la opinión pública sobre supuestos bombardeos contra la población civil siria comandados por Rusia y Bashar Al-Assad, en una clara muestra de morbosidad publicitaria.
El portal Moon Of Alabama, y dos sendas investigaciones de Misión Verdad, han revelado cómo esta ONG realiza puestas en escena y fabrica falsos positivos sobre supuestas violaciones de derechos humanos del ejército sirio y sus aliados para favorecer a Al-Qaeda y otras organizaciones terroristas.
Los Cascos Blancos actúan en zonas tomadas por los "rebeldes moderados" y los militantes de Al-Qaeda, demostrando para quién trabajan al final de cuentas.
Los Cascos Blancos actúan en zonas tomadas por los "rebeldes moderados" y los militantes de Al-Qaeda, demostrando para quién trabajan al final de cuentas.
Sus rescates orquestados y previamente preparados cumplen también una función militar estratégica: sensibilizar a la opinión pública para que se detengan los bombardeos del ejército sirio y sus aliados y así Al-Qaeda pueda replegarse y protegerse de bajas en el terreno.
Son su oficina de prensa y cuartel de propaganda.
Su premiación en los Oscar es un espaldarazo de la élite financiera (y su aparato de publicidad política, Hollywood) al terrorismo en Siria. Impulsan su imagen, lo relegitiman ante la opinión pública e intentan blindar la credibilidad de esta ONG vital para generar propaganda humanitaria anti-siria y anti-rusa en un momento clave del conflicto. Más que un premio de consolación es un apoyo frontal a los asesinos de la nación siria, un llamado a que la guerra continue.
Su premiación en los Oscar es un espaldarazo de la élite financiera (y su aparato de publicidad política, Hollywood) al terrorismo en Siria. Impulsan su imagen, lo relegitiman ante la opinión pública e intentan blindar la credibilidad de esta ONG vital para generar propaganda humanitaria anti-siria y anti-rusa en un momento clave del conflicto. Más que un premio de consolación es un apoyo frontal a los asesinos de la nación siria, un llamado a que la guerra continue.
Polémica en los Oscar
Premian al documental
sobre los criticados Cascos Blancos en Siria
La Academia de las Artes y de las Ciencias Cinematográficas de EE.UU. ha otorgado el Oscar al mejor corto documental a la película 'White Helmets' sobre la organización de rescatistas voluntarios en Siria.
La descripción del documental en la página web de los Oscar reza que los 'Cascos Blancos' son "voluntarios civiles neutrales" que ya han salvado 60.000 vidas en Siria desde el 2013.
Incluso dentro de EE.UU. los Cascos Blancos aparentemente despiertan sospechas.
En abril del año pasado uno de los dirigentes de la organización, Raed Saleh, no pudo entrar en EE.UU. procedente de Turquía para recibir un premio humanitario.
La historia se repitió este mes, cuando uno de los autores de la película 'White Helmets', Khaled Khateeb, no pudo asisitir a los Oscar porque el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. le bloqueó el acceso al país, informó AP.
La organización de los Cascos Blancos, que luego adoptó el nombre de Defensa Civil Siria, fue creada a finales de 2012 y principios de 2013 por James Le Mesurier, exoficial del Ejército británico que empezó a entrenar a los primeros 'defensores civiles' en Turquía.
Actúan en los territorios controladas por la oposición armada, sobre todo el Frente Al Nusra, vinculado con Al Qaeda.
Afirman que "salvan gente de las dos partes del conflicto", pero, al parecer, esto no afecta a los leales al Gobierno sirio.
Por ejemplo, en este video varios cascos blancos se entremezclan con miembros de la banda armada que captura a un "cerdo de Assad".
Escenifican con maestría videos de rescates.
Los Cascos Blancos reciben donaciones millonarias de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que asegura haberles asistido con más de 23 millones de dólares, así como de Gobiernos de países como Reino Unido, Dinamarca y Japón, y de organizaciones vinculadas con el magnate George Soros, según medios
.La organización viene siendo una de las principales fuentes de todo tipo de acusaciones contra Rusia, incluidas matanzas de niños en bombardeos.
Cascos Blancos en los Oscar, la propaganda negra contra Siria
El documental de esta ONG, financiada por EE.UU. y Gran Bretaña, se centra en producir imágenes de las supuestas consecuencias de los bombardeos rusos y sirios en las zonas controladas por los "rebeldes moderados".
El documental titulado "The White Helmets" (Los Cascos Blancos), dirigido por Orlando von Einsiedel y producido por Netflix es uno de los cinco candidatos al Óscar al mejor cortometraje documental.
Los Cascos Blancos se hacen llamar como un grupo de rescatistas, que surgió en 2013 en Turquía por James Le Mesurier, ex alto oficial británico y alto representante de la ONU en lugares en guerra como Bosnia y Kosovo.
Cuenta con tres mil voluntarios y opera en las zonas bajo control de grupos mercenarios que buscan derrocar al gobierno de Bashar Al Assad.
El grupo de rescatistas se hizo famoso mundialmente por sus videos en las redes sociales ayudando a las víctimas de la guerra, en especial en operaciones de salvamento de niños.
Esta organización se presenta como neutral y apolítica pero está justo en uno de los bandos en el conflicto sirio, el de los fundamentalistas islámicos y las potencias que pretenden perpetuar la guerra en Siria.
Defensa Civil Siria recibe financiamiento de Gran Bretaña y Estados Unidos, principalmente, y mantiene una constante campaña a favor de detener los bombardeos en Alepo para beneficiar al Frente Al-Nusra, ahora renombrado Fateh Al-Sham como parte de una maniobra pública para desvincularse de Al-Qaeda y sus aliados.
Le Mesurier tiene también en su prontuario haber sido parte de la contratista militar Olive Security y Good Harbour International, la primera relacionada con Blackwater, famosa por sus matanzas en Irak, y la segunda dirigida por Richard Clark, ex asesor de seguridad de George Bush.
Mientras los medios corporativos y la industria cinematográfica intentan mostrar la inocencia de estos "Cascos Blancos", la verdad es que actúan en zonas controladas por el Frente Al-Nusra y el autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe).
Hay imágenes en internet de estos "Cascos Blancos" festejando la conquista del Frente Al-Nusra y de distintos grupos yihadistas sobre ciudades sirias y participan como facilitadores en ejecuciones de estos grupos, así como sus fotografías mostrando los cuerpos de soldados sirios en calidad de trofeos de guerra.
Difícilmente se le pueda dar un tono neutral e inocente a la viralización de la foto del niño Omran Daqneesh, uno de los casos más evidentes sobre esta función.
La agencia encargada de tomar las imágenes del niño cubierto de polvo fue el "Aleppo Media Center", un equipo de prensa de "rebeldes moderados" del que se nutre como fuente el grueso de las agencias de noticias internacionales.
Sin embargo, la puesta en escena del niño recuerda precisamente al de los rescatistas que "salvaron" a Omran Daqneesh de los escombros de Qaterji para llevarlo a un hospital sano y salvo.
Nos hicieron creer que el niño habría sido víctima de un bombardeo ruso en el barrio de Qaterji de Alepo, controlado por los "rebeldes".
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