Nuestros representantes políticos nos han dado esquinazo, se han pasado al bando de quien nos esclaviza con una economía destructiva de todas las conquistas sociales que nuestros antepasados pelearon por ellas.
Trabaja más y cobra menos, sin embargo la factura de la luz, sin razón que lo justifique, es la más cara de Europa con uno de los salarios más bajos.
La oligarquía está ganando la guerra y está esquilmando, a placer, a un rebaño de ovejas que son incapaces de reaccionar.
Todavía estas a tiempo de reconvertirte en la oveja negra del rebaño o si lo prefieres mejor: en lobo.
El Comité Organizador del Proceso a la Banca ha dejado la piel en llevar adelante este evento, lo hemos hecho lo mejor que hemos podido. El trabajo ha sido agotador y extenuante y nos compensa al apreciar que debemos de haber impresionado a nuestro adversario: la banca y sus banqueros.
Así creemos que lo demuestra la rueda de prensa que el pasado día 22 se anunció por el Comité Organizador en el Ateneo de Madrid.
Así creemos que lo demuestra la rueda de prensa que el pasado día 22 se anunció por el Comité Organizador en el Ateneo de Madrid.
Se enviaron miles de correos a los corresponsales extranjeros, las agencias de noticias, los medios de comunicación escritos, las radios, las televisiones, a los medios digitales, es decir, a todo quisqui viviente del sector.
¿Qué crees que pasó? Pues que no vino nadie, ni tan siquiera algún despistado. Dicen que es noticia cuando un hombre muerde a un perro. Cuando la ciudadanía, harta de tantas cabronadas, muerde a un banco ¿Es noticia? Todavía es más extraordinario.
Tampoco somos tan ingenuos para creer en los Reyes Magos pero teníamos la esperanza que un evento que nadie en este país ha puesto en marcha: un juicio popular contra la banca, sería noticia aunque solo fuera por su excepcionalidad.
Nadie, hasta hoy, lo ha llevado a cabo. Llegar a donde nadie ha llegado, aunque no sea la cumbre del Everest, ¿Es noticia?
Nos han aplicado el Jarabe de Palo que la banca suele recetar contra los disidentes: ostracismo total ya que los medios de comunicación están en sus manos y los que directamente no lo están miran de reojo que nos les quiten el crédito que les permite subsistir.
Esta es la triste realidad y si la ciudadanía pretende subsistir tendrá que buscarse la vida difundiendo urbe et orbe por la red este sensacional evento.
Te toca mover ficha, difunde la web http://procesoalabanca.es
eres el último baluarte que queda: todo lo demás ha desaparecido de la faz de la Tierra.
ATENCIÓN: A través de este enlace podrás ver la sesión inaugural del Proceso a la Banca Española por streaming a las 10h. del sábado 25 de febrero de 2017.
“No había pan para tanto chorizo”
Érase un país hundido en la más infinita corrupción. Todo estaba podrido. Una falsa democracia amparada en una falsa Constitución y soportada por unos gánsteres a los que se llamaba “políticos”.
Por Lucas León Simón*
El presidente del falso Gobierno decía que “la corrupción era una anécdota” y los teletipos de las noticias se reían a plena carcajada.
Decenas de casos de las más variadas corrupciones se descubrían cada día: desde chorizadas urbanísticas de concejales de ayuntamientos de tercera a mafias organizadas en todo el Estado, pasando por Autonomías de distinto color político.
Imperaba la “Ley del 3%”.
Las empresas se adjudicaban contratos públicos “engrasando” previamente a los partidos gobernantes, a los ministros, consejeros, alcaldes o concejales. Cada obra o proyecto tenía sobrecostes espectaculares que doblaban o triplicaban el presupuesto inicial.
Se abrían cuentas en bancos de Suiza, Panamá, Jersey o Delaware por cualquiera: familiares de la Casa Real, cantantes, deportistas, folclóricas, tertulianos y el “coño la Bernarda”.
La evasión fiscal, la elusión de impuestos, el quebranto de la economía pública, era el deporte nacional.
Los ricos pagaban el 6 % del PIB y los pobres el 94 % restante.
La mayoría de impuestos era indirectos y pagaba igual un parado que el presidente del Consejo de Administración de un banco, jubilado millonariamente con una auto-indemnización.
Los Bancos sólo estaban para obtener beneficios, engañaban a los pensionistas de forma “preferente” y si, por casualidad, tenían alguna pérdida, había generosos rescates que pagaban hasta el 30 % de trabajadores que estaban en desempleo crónico.
Una confesión religiosa estaba exenta de cualquier tipo de impuesto, recibía una generosa financiación de las arcas públicas e inmatriculaba como propia cualquier propiedad que pasara volando.
Era la primera propietaria de bienes inmuebles, con diferencia.
Era reaccionaria en lo social, tenebrosa en lo cultural y medieval en lo religioso.
Participa con amplitud de participantes e impunidad casi absoluta en la “multinacional pederasta” y sus obispos, haciendo honor a San Pedro, eran “una piedra”. De dura y pesada.
Los partidos se financiaban así, ilegalmente, desde los tiempos de Maricastaña-Fraga. Acudían dopados a las elecciones que ganaban con el respaldo mayoritario de pucheros, monjas, curas, frailes y retrasados mentales varios.
Los días electorales se llenaban de disminuidos físicos y mentales, arropados por monjitas de su asilo que buscaban su sopa boba.
La Justicia y todas sus administraciones y manifestaciones del poder de la ley, estaban “tomadas” por el poder de la “Cosa nostra”.
Tribunales Constitucionales, Supremos, Audiencias Nacionales, Magistraturas, Fiscalías… estaban al servicio del Poder.
El visible y el oculto.
Condenaban a tres años de cárcel por el robo de una bicicleta y dejaban en libertad sin fianza a los “investigados” y en algún caso, condenados, por media docena de delitos.
Había una “Casta”, super-poderosa, de aforados, políticos activos y cesantes, jueces, militares con o sin graduación que disfrutaba de privilegios, pensiones, coches oficiales y pases gratuitos varios, con derecho de pernada sobre el pueblo llano, esquilmado, estafado o desahuciado a quien todos le habían perdido el respeto.
No había “pan para tanto chorizo”. Era el país del embutido.
Eran amos inmortales del cerdo. Cerdos todos.
Por Lucas León Simón*
¿Qué hacía el BdE mientras nos saqueaban? Pedir medidas contra la clase trabajadora en lugar de hacer su trabajo.pic.twitter.com/4EQ1sX6XxC— Alberto Garzón (@agarzon) 22 de febrero de 2017
La empresa de la infanta Cristina y Urdangarin servía para defraudar
¿A quién pretenden engañar diciendo
que se ha hecho justicia?
- Ver original
- febrero 17º, 2017
Cristina de Borbón, la que dice que no se enteraba de nada, incluso cuando se gastaba el dinero de una asociación para ayudar a los niños con cáncer, ha sido absuelta, y siquiera sin multa, porque la ‘responsabilidad civil subsidiaria’ no lo es. Urdangarin, para el que hasta esta fiscalía tan sumamente timorata pedía 19 años de prisión, se ‘conformará’ con 6 años y tres meses.
Para su socio, para el que esa misma fiscalía defensora a la española pedía 16 años (tres menos que para Urdangarin), 8 años y 6 meses, dos años y tres meses más que para su aristócrata socio ‘conseguidor’.
Jaume Matas para el que se pedía 11 años de prisión en un principio y que más tarde se rebajó a 5 años, condenado finalmente a 3 años y 8 meses, de los que cualquiera apostaría a que no cumplirá ni un solo día.
Y el resto de los encausados, o bien directamente absueltos o bien condenados a penas que no implican prisión.
Lo más irónico, en medio de todo este espectáculo, es que todavía no ha pasado nada ni va a ingresar en prisión nadie, porque la sentencia es recurrible, y deberá manifestarse el Supremo, algún año de estos, con suerte antes de que los condenados no sean demasiado mayores para ser encarcelados, para que dicho ingreso se haga efectivo.
Y esto, esta vergüenza absoluta, nos la quieren vender desde los púlpitos mediáticos como un ejemplo y una prueba de que la justicia, a pesar de su lentitud, funciona y es igual para todos. Se les ha olvidado decir que lo es, sí, pero por la parte de las narices.
Por lo menos no os riáis de nosotros desde los medios. Decid claro que esto es lo que hay, un: “si eres un donnadie te jodes y bailas”, y ya está. Porque esto otro que se está haciendo, esta burla descarada, es muchísimo más insultante.
El Tribunal que juzga el caso Nóos tendrá que devolver a la infanta Cristina más de 300.000 euros. La sentencia que se acaba de conocer condena a la infanta como partícipe a título lucrativo y le solicita el pago de una multa de 265.000 euros.
En 2015, la Audiencia impuso una fianza para la infanta Cristina de 587.413 euros, tras aceptar un recurso contra una petición anterior de mucha más cuantía.
La diferencia de cuantía entre lo que la infanta entregó al juzgado y lo que marca la sentencia define la cantidad a devolver. El abogado de la infanta, Miquel Roca, ha asegurado: “Procede una devolución”.
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