El gobierno alemán aprobó este miércoles un controvertido proyecto de ley que facilita la expulsión de migrantes cuyas solicitudes de asilo fueron denegadas.
El texto prevé acelerar los envíos a sus países de origen de aquellos peticionarios de asilo rechazados, como era el caso del tunecino que atacó con un camión contra un mercado navideño en esta capital y dejó 12 muertos.
Con esta reforma el ejecutivo germano incluye medidas más duras contra potenciales terroristas extranjeros y permite el acceso por parte de las autoridades a los teléfonos celulares y computadoras de ciertos demandantes de asilo, en aras de poder confirmar su identidad.
El nuevo proyecto de ley también prevé la detención para su devolución de migrantes que representan una amenaza a la seguridad nacional, y contempla la introducción de tobilleras electrónicas para una mejor vigilancia de sospechosos.
Alemania deportó un récord de 80 mil migrantes en 2016, cifra que aumentará este año, según afirmó Peter Altmaier, jefe de la Cancillería Federal.
Altmaier dijo el pasado domingo al diario Bild am Sonntag que casi la mitad de las 700 mil peticiones de asilo presentadas el año pasado fueron rechazadas.
‘Enviaremos a estas personas a casa rápidamente porque si no lo hacemos dañará nuestra credibilidad como un estado basado en el Imperio de la ley’, apuntó.
De acuerdo con medios periodísticos locales, las medidas, que aún requieren la aprobación del parlamento alemán, son un intento del Gobierno de apaciguar las críticas a su política de puertas abiertas hacia los migrantes, y recuperar a los votantes conservadores antes de los comicios generales de septiembre.
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Alemania batió récord de deportaciones en 2016
Alemania deportó un récord de 80.000 migrantes, cuyas solicitudes de asilo les fue denegada en 2016, y esa cifra aumentará este año, según afirmó este domingo un funcionario del Gobierno.
Peter Altmaier, jefe de la Cancillería Federal de Alemania, dijo al diario Bild am Sonntag que casi la mitad de las 700.000 peticiones de asilo presentadas el año pasado fueron rechazadas, lo que significa que se espera otro récord en deportaciones este año.
“Enviaremos a estas personas a casa rápidamente porque si no lo hacemos dañará nuestra credibilidad como un estado basado en el Imperio de la ley”, afirmó Altmaier en un intento por recuperar a los votantes conservadores antes de los comicios generales de septiembre.
Miembros de la Unión Democristiana (CDU), el partido de la canciller federal Ángela Merkel, presionan para acelerar el retorno voluntario de migrantes rechazados, con el objetivo de aplacar a conservadores descontentos con la política migratoria del Gobierno.
Las fricciones con la Unión Social Demócrata (USC), el ala bávara de la CDU, se intensificaron desde que Merkel abrió las fronteras en 2015 a unos 890 mil migrantes que en su mayoría huían de la guerra y el hambre imperantes en países de Oriente Medio, Asia y África.
La USC exige que se limite el número de solicitantes de asilo a 200 mil por año. Merkel rechaza esa demanda, mientras las dos partes pierden en intención de voto en el país como resultado de sus disputas antes de las elecciones.
Un sondeo publicado este domingo por el diario Bild am Sonntag revela que el Partido Socialdemócrata alemán, socio menor de la coalición gobernante de Merkel, aventaja a la CDU por primera vez desde 2006.
PL | AFP | DPA
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