Máquinas, por Taccola, De ingeneis.
Aunque Menzies reconoce que «es lógico» que sus ideas susciten críticas, afirma con orgullo que «el 99 por ciento de sus lectores apoya sus investigaciones».
—¿Cree usted que Occidente podría asumir algún día la idea de que no fue Colón quien descubrió América, sino los chinos?
—Sé que es difícil, pero espero que ocurra pronto. Colón viajó a América con un mapa chino que describía el Nuevo Continente con precisión. Pero yo no pretendo menospreciar sus logros.
Cristóbal Colón fue un hombre muy inteligente porque supo entender las tablas matemáticas copiadas a los chinos por las cuales se podía calcular la longitud y la latitud.
Los europeos tuvieron el valor de hacer viajes continuos a América y enviar colonos, y los chinos, no.
—En su libro dice que Florencia fue una «tierra fértil», ideal para que en ella florecieran las semillas chinas...
—Florencia disfrutaba de un auge económico espectacular. La ciudad comerciaba con China desde mucho antes de Marco Polo. Sus mercaderes habían hecho grandes fortunas y los Medici financiaban investigaciones en todos los campos: ciencias, artes, armamento... Además, en torno al Papa había un importante grupo intelectual que tuvo mucho que ver.
—Usted duda del papel de Leonardo da Vinci como el gran inventor del Renacimiento.
—Para mí, Leonardo fue el mayor de los genios que jamás ha existido porque fue capaz de simplificar máquinas complejas e ilustrarlas de forma que la gente común pudiera entenderlas.
Pero él no las inventó, sino que copió las ilustraciones que Di Giorgio y Taccola habían copiado previamente de los chinos.
Estos libros se pueden ver en la Biblioteca Medicea Laurenziana de Florencia. Leonardo fue un gran artista, ilustrador, ingeniero, escultor, pintor... pero no un inventor.
—¿Por qué China no se impuso entonces a Occidente?
—Es algo que nos choca a todos, pero hubo varias razones. Cuando las flotas regresaron, China estaba prácticamente en bancarrota.
Los costes de la construcción de los barcos, de la Ciudad Prohibida y de parte de la Gran Muralla fueron enormes.
Los mandarines, que eran confucianos y creían en el retiro interior,suspendieron los viajes al extranjero y ordenaron destruir todos los documentos que registraban la ruta de Zheng He. Se prohibió el intercambio comercial con el extranjero bajo pena de ejecución y todas las ciudades de la costa fueron quemadas para que sus habitantes tuvieran que trasladarse al interior.
La web de Menzies www.1421.tv[/13TEX-NEGRIT]
Aunque faltan las pruebas definitivas que lo corroboren, la hipótesis no ha calado mal entre algunos especialistas. El historiador francés Pierre Gros —una autoridad en Vitruvio—, por ejemplo, piensa que la idea es "sugerente y convincente".
En cualquier caso, este no es el único detalle singular del bello dibujo. Aunque las explicaciones sobre el mismo suelen centrarse en su relación con las proporciones anatómicas citadas por Vitruvio, lo cierto es que el diseño contiene otras interpretaciones más sugerentes.
Es, sin lugar a dudas, uno de los dibujos más reproducidos de todos los tiempos (aparece en camisetas, posters, libros…y prácticamente en cualquier soporte imaginable) y, sin embargo, el Hombre de Vitruviotrazado por Leonardo da Vinci sigue reservándose algunos interrogantes sin responder.
El escritor estadounidense Toby Lester anunciaba la publicación de un nuevo libro —'Da Vinci's ghost' ('El fantasma de Da Vinci')—, en el que se hace eco de una sugerente hipótesis relacionada con el hermoso dibujo del 'Hombre de Vitruvio'.
En su libro —y en un artículo publicado por la revista Smithsonian Magazine, Lester desvelaba un detalle sorprendente:
¿y si Leonardo hubiera copiado su célebre diseño de un dibujante desconocido?
En realidad, la idea no es propia de Lester, sino que se limita a dar a conocer la hipótesis de un arquitecto italiano, Claudio Sgarbi, quien hizo un notable descubrimiento en la década de los años 80.
Fue concretamente en 1986 cuando, durante una visita a la Biblioteca Comunale de Ariostea, en Ferrara, Sgarbi se topó por casualidad con una copia anónima y prácticamente desconocida del famoso tratado de arquitectura ('De Architectura'), escrito por el tratadista romano Marco Vitruvio.
Al ojear sus páginas, Sgarbi se llevó otra sorpresa aún mayor.
En el folio 78 de aquel manuscrito, que databa del siglo XV, aparecía un dibujo sobradamente familiar: la figura de un hombre inscrito en un círculo y un cuadrado.
En un primer momento, el arquitecto italiano pensó que el autor anónimo de aquella copia del texto de Vitruvio simplemente se había limitado a copiar el dibujo del genial Leonardo.
Sin embargo, cuanto más estudiaba el diseño, más dudas surgían en su mente. Y en especial, por un detalle:
el dibujo estaba lleno de correcciones y rectificaciones, algo que no habría sido necesario en el caso de que el ilustrador estuviera copiando a Leonardo.
La siguiente pregunta era inevitable: ¿y si el autor de aquel dibujo había inspirado a Leonardo, y no al revés? Tras años de pesquisas, Sgarbi cree haber identificado al supuesto inspirador del genio florentino: el eruditoGiacomo Andrea, de Ferrara.
Aunque es muy poco lo que se sabe sobre Andrea, los escasos datos parecen bastante reveladores: una de las menciones aparece en el tratado 'Sobre la Divina Proporción', de Luca Pacioli, matemático y amigo de Leonardo.
En sus páginas, Pacioli no solo cita a Andrea como amigo directo de Leonardo, sino que le menciona expresamente como experto en Vitruvio.
Por si fuera poco, el propio Da Vinci, en uno de sus cuadernos, afirma haber cenado con Giacomo Andrea en 1490, fecha en la que suele datarse el dibujo conservado en la Galleria Dell' Accademia de Venecia.
Atando todos los hilos —aunque sin prueba definitiva—, Claudio Sgarbi cree haber llegado a la solución del enigma:
Giacomo Andrea y Leonardo da Vinci compartieron sus ideas sobre los textos de Vitruvio, y colaboraron a la hora de realizar el célebre dibujo.
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