lunes, 6 de noviembre de 2017

¿Quiénes son y cómo operan Los Zetas, el cártel más sanguinario de México?

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¿Quiénes son y cómo operan Los Zetas, el cártel más sanguinario de México?

Policías federales resguardan una cárcel de Cancún, en México, tras un altercado entre prisioneros.
En el año 2000, México vivió un momento histórico. 
Los ciudadanos eligieron como presidente de la República a Vicente Fox Quesada, candidato del Partido Acción Nacional (PAN) y entonces máxima autoridad de la división de América Latina de una de las empresas refresqueras más famosas del mundo.
El 2 de julio de aquel año, el triunfo de Fox acaparó los titulares nacionales e internacionales, ya que se trataba del primer contendiente al Ejecutivo Federal que derrotó con un amplio margen de sufragios al Partido Revolucionario Institucional (PRI), la fuerza política con mayor hegemonía en México.
Con la derrota del PRI y la presunta transición democrática del PAN, surgió en el país uno de los grupos más temibles del crimen organizado. Se trataba de Los Zetas, un comando armado que fungía como escolta del Cártel del Golfo, liderado por el narcotraficante Osiel Cárdenas Guillén.
Pero poco importaba la inseguridad o el narcotráfico. 
México estaba de fiesta en el año 2000. 
Fue justo en aquellos años cuando las bandas del crimen organizado comenzaron a expandirse y a adquirir grandes porciones del territorio nacional para sembrar y crear centros de distribución de estupefacientes.
Soldados mexicanos resguardan armas decomisadas a narcotraficantes para ser destruidas en un batallón militar / Henry Romero / Reuters

Los capos de la última letra

De acuerdo con el informe más reciente de la Agencia Antidrogas de EE.UU. (DEA, por sus siglas en inglés), Los Zetas surgieron "como un cártel independiente a principios del año 2010, cuando se independizaron oficialmente del Cártel del Golfo". Sin embargo, hay reportes de que esta organización criminal operaba años atrás.
El investigador mexicano Diego Enrique Osorno asegura en su libro 'La guerra de Los Zetas' que este grupo de sicarios  "tienen  una clara influencia de las pandillas estadounidenses". En cuanto a su aspecto físico, Osorno agrega que "se depilan parte de la ceja, se cortan el pelo como si estuvieran marcados por una cazuela y usan aretes de estrella".
Consultado por RT en Español, el estudioso del narcotráfico en México agregó: "Algunos integrantes de Los Zetas son desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) de México, pero otros más son jóvenes que han encontrado en la violencia y el narcotráfico una posibilidad de ser protagonistas de una sociedad que les ha cerrado las puertas".
RT cuestionó al también periodista acerca de las áreas de control que actualmente poseen Los Zetas. 

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Osorno respondió: "Los capos de la última letra eligieron el estado de Nuevo León para establecer su centro de mando, ya que este es uno de los corredores de la droga más disputados por los cárteles, debido a su cercanía con EE.UU., el mayor consumidor de enervantes en el mundo".
Un policía mexicano custodia paquetes de marihuana atribuida al Cártel de Sinaloa, en la ciudad de Tijuana / Jorge Duenes / Reuters

Violencia desmedida

En entrevista con RT, Ricardo Ravelo, autor del libro 'Zetas, la franquicia criminal', aseguró que "desde el año 2007 hasta el 2012, los narcotraficantes Heriberto Lazcano, alias 'El Lazca', y Miguel Ángel Treviño Morales, mejor conocido como 'El Z-40' posicionaron dicha organización como el cártel más sanguinario de América Latina".
El especialista en temas de seguridad añadió que "tras la caída de Osiel Cárdenas Guillén en 2003 Los Zetas se agruparon para tener el mayor control de los estados mexicanos de Nuevo León, Zacatecas, Coahuila, Morelos, Hidalgo, estado de México y Ciudad de México".

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Según contó Ravelo a RT, "tras su separación con el Cártel del Golfo, Los Zetas comenzaron a reclutar a exmilitares, con quienes impusieron un baño de violencia en México, el cual consistía en el entierro de rivales, decapitaciones, amenazas de muerte lanzadas a los círculos del poder político, hasta lograr su hegemonía para convertirse en una rentable franquicia criminal".
En el libro 'Dying for the truth' ('Muriendo por la verdad'), escrito por los reporteros que fundaron 'El blog del narco', aparecen diversas instantáneas explicando cómo Los Zetas y otras organizaciones criminales impusieron su poder a través del terror y con la ayuda de jóvenes sicarios mexicanos.
En la misma publicación aseguran que, "a pesar de los esfuerzos del Gobierno de México, los golpes contra el crimen organizado han sido selectivos", argumentando que la incesante ola de violencia "provocó el surgimiento de grupos tan poderosos como Los Zetas y la Familia Michoacana", quienes dejaron un saldo de más de 70.000 muertos del 2006 al 2011, años en que el cártel de la última letra alcanzó su apogeo.
La Marina de México realiza guardia mientras incineran cocaína en la Base Naval de Huatulco, en Oaxaca / Eliana Aponte / Reuters

Un cártel en declive

Un informe de la DEA asegura que, luego de la captura de sus líderes, así como "la presión de los cárteles rivales, la aplicación de la ley mexicana y los conflictos internos", Los Zetas han perdido fuerza y terreno en el contrabando de drogas en México y EE.UU.
Asimismo, el informe añade que actualmente "Los Zetas están divididos en dos células rivales: el Cártel del Noreste, que representa una forma renombrada de los principales zetas; y Los Zetas de la Vieja Escuela, un grupo disidente".
¿Dónde está 'El Mayo' Zambada, el narcotraficante mexicano que comanda el Cártel de Sinaloa?
La dependencia de seguridad estadounidense también aseguró que ambas escisiones de Los Zetas transportan ilegalmente la mayoría de su mercancía a través del área fronteriza de Texas, en EE.UU, con una base o centro de mando en Nuevo Laredo, México".
De acuerdo con la DEA, Los Zetas bajo el liderazgo de Juan Gerardo Treviño Chávez, mejor conocido como 'El Huevo', trafican cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana desde México a través de centros de distribución en Laredo, Dallas, Nueva Orleans y Atlanta, en EE.UU.
José Luis Montenegro

Durante seis años, Los Zetas convirtieron a Coahuila en un infierno.

México: la historia secreta de cómo Los Zetas convirtieron a Coahuila en un infierno

Reclutamiento forzado de adolescentes para convertirlos en sicarios. Pueblos arrasados por completo. Cientos de personas incineradas.
Es el camino que, durante al menos seis años, el cartel de narcotráfico de Los Zetas siguió para controlar la vida de cientos de miles de personas en Coahuila, en el noroeste de México.

En tres juicios realizados en tribunales de Texas, Estados Unidos, exintegrantes de la organización revelaron detalles de masacres, sobornos a policías, alcaldes y funcionarios de dos gobiernos estatales.

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Los Zetas, señalaron los testigos, controlaron varias cárceles del estado e incluso en una de ellas, la de Piedras Negras, incineraron a por lo menos 150 adversarios.
Entre 2007 y 2013, en Coahuila hubo asesinatos atroces. Cientos de personas fueron despojadas de sus propiedades. 
Un número desconocido de adolescentes fueron forzados a convertirse en sicarios y más de 1.600 personas desaparecieron.
El resultado: una de las peores épocas de violencia de su historia. Las consecuencias aún siguen vivas.
“Fue un infierno pero todavía lo padecemos día a día, noche a noche”, le dice a BBC Mundo María Elena Salazar, de la organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (FUUNDEC).
Hace ocho años desapareció su hijo Hugo Marcelino González en Torreón, la ciudad más próspera de Coahuila. 
Desde entonces no hay noticias de su paradero. Fue una de las víctimas de la invasión que Los Zetas emprendían en el estado. 
“Mi hijo desapareció justo en ese tiempo, durante esa ola de violencia”, recuerda.

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Información clave

La construcción del infierno en ese estado mexicano que revelan los testimonios en los tribunales texanas, se reúne en el informe “Control…. Sobre Todo el Estado de Coahuila” presentado este lunes en Ciudad de México.
Fue realizado por la Clínica de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas, en colaboración con el Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios de Coahuila.
El documento analiza los juicios contra exintegrantes de Los Zetas en las cortes de Austin, San Antonio y Del Río, Texas. 
Los procesos se realizaron entre 2013 y 2016. 
A los detenidos se les acusó de asesinato, conspiración para importar drogas y armas, así como de lavado de dinero.

AFP
Los interrogatorios permitieron conocer la forma como el cartel, uno de los más violentos de América Latina, estableció un control casi total en varias regiones del estado.


Todos los acusados recibieron sentencia. 
Pero lo más valioso, dice el informe, es que los interrogatorios permitieron conocer la forma cómo el cartel, uno de los más violentos de América Latina, estableció un control casi total en varias regiones del estado.
Y un dato poco conocido: en los juicios surgieron datos sobre personas desaparecidas, algunas incluso desde hace varios años.
Es información que puede ayudar a resolver muchos casos, le dice a BBC Mundo Ariel Dulitzky, director de la Clínica de Derechos Humanos.
“El gobierno de Estados Unidos tiene información que debería compartir al gobierno mexicano y a organismos independientes de la sociedad civil”, subraya. “Permitirían esclarecer violaciones a derechos humanos”, especialmente casos de personas desaparecidas.

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Policías cómplices

El mayor control de Los Zetas se realizó en municipios vecinos a la frontera con Estados Unidos. 
Y para conseguirlo, refieren los testigos en los juicios, compraron el apoyo de las policías municipales, del gobierno estatal y algunas del orden federal.
Un ejemplo del control territorial que consiguieron fue la cacería de un excolaborador identificado como “El Tucán”, a quien acusaron de colaborar con la Secretaría de Marina.
A mediados de 2012, señala el testigo Saúl Fernández en el juicio realizado en San Antonio, el cartel estableció retenes en cada calle de Piedras Negras, y revisaron a todas las personas que entraban o salían de la ciudad.
Y todo en presencia de la policía local. Cuando se preguntó Fernández que hicieron los agentes, Fernández respondió: “Bueno, actuaban como que no estaba pasando nada”.
También establecieron una red privada de comunicaciones, con cientos de antenas retransmisoras en edificios, locales comerciales o en los cerros cercanos.
A los únicos a quienes temía el cartel era a los marinos, señala el testimonio. Y para evadirlos los jefes del grupo utilizaban helicópteros oficiales, asegura el testigo Rodrigo Uribe Tapia en el juicio de San Antonio.
Además de la colaboración policíaca el grupo consiguió el apoyo de políticos locales, e incluso a algunos les financiaron sus campañas electorales.

Los restos de las víctimas generalmente eran incinerados o deshechos en ácido. Los Zetas llaman a este método “cocinar”. 
(AFP)


A cambio de este apoyo Los Zetas obtenían protección policíaca, pero también contratos para obras públicas, no sólo en municipios o el estado sino con empresas federales como Pemex o la Comisión Federal de Electricidad.
Algunos se asignaron a la empresa ADT Petroservicios encabezada por Francisco Colorado Cesa, “Pancho”, quien fue sentenciado en uno de los juicios de Texas. 
Pero también crearon decenas de negocios, e incluso los testimonios refieren que controlaron centros comerciales enteros en Piedras Negras.
Esos lugares se utilizaron como casas de seguridad o sitios para intercambiar dinero, drogas y armas. 
Otro refugio para los miembros del cartel fueron las prisiones que en algunos casos, como la cárcel de Piedras Negras, se utilizaron sólo como dormitorios.
Po ejemplo, el testigo Uribe cuenta que, durante el día, miembros de Los Zetas que eran reclusos podían salir y entrar de la cárcel sin problemas.

Hachas para asesinar

Pero además de la colaboración de autoridades, la manera más efectiva de controlar parte de Coahuila fue el terror. 
El caso más conocido fue el asesinato de 300 personas en el pueblo de Allende, entre marzo y abril de 2011. Muchas de las víctimas fueron incineradas en el lugar.
Fue una serie de ataques en venganza porque algunos exintegrantes del cartel empezaron a colaborar con el gobierno de Estados Unidos. De la masacre nada se supo durante varios años, y aún ahora no se conoce por completo lo que sucedió.
“Muchas muertes. (Los Zetas) incluso comenzaron a matar a familiares en Allende, y Piedras Negras, y Músquiz y Sabinas. También me querían matar a mí”, declaró el testigo Héctor Moreno.

AFP/YURI CORTEZ

Los Zetas ya no mantienen un control total de Coahuila como el que se documentó en los juicios en Texas. 

El cartel es uno de los más afectados por el combate de las autoridades. Prácticamente todos sus fundadores, exmilitares de élite, murieron o están detenidos.


La forma como asesinaban a sus víctimas era atroz, señalan los testigos. A varios los desmembraron vivos con un hacha, el primer golpe en una de las rodillas.
Muchas veces las personas asesinadas eran inocentes. Eran sentenciadas a muerte por la simple sospecha de que colaboraban con los rivales o las autoridades.
Eso ocurrió con cuatro niños que vendían periódicos en Piedras Negras. El responsable de la masacre fue Marciano Millán Vázquez, conocido como “Chano” y uno de los principales jefes del cartel en la región.
Los restos de las víctimas generalmente eran incinerados o deshechos en ácido. Los Zetas llaman a este método “cocinar”.

“Es muy triste, muy triste”

Los Zetas ya no mantienen un control total de Coahuila como el que se documentó en los juicios en Texas. 
El cartel es uno de los más afectados por el combate de las autoridades. Prácticamente todos sus fundadores, exmilitares de élite, murieron o están detenidos.
La organización solo tiene presencia en una parte de Tamaulipas, Coahuila, Veracruz y Tabasco. Antes controlaban el tráfico de drogas, secuestros de migrantes y extorsión a empresarios en diez de los 32 estados de México.
Pero la huella que dejaron en su cuartel general, la zona norte de Coahuila, no se borra. Sobre todo para las familias de personas desaparecidas.
“Es muy triste, muy triste y doloroso para nosotros”, dice Salazar, “no se valen las respuestas que tenemos, lo que nosotros pedimos y exigimos es que busquen vidas. No son cosas, no son objetos. Son miles de vidas”.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro