Un alto mando de las fuerzas populares iraquíes informa de un ataque estadounidense en contra de su contingente en el territorio sirio.
Falah al-Jazali, miembro del Parlamento de Irak y uno de los comandantes de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi) aseguró que integrantes del grupo Kataib Sayyed Al-Shohada, fueron bombardeados por aviones de la llamada coalición que lidera EEUU.
Según Al-Jazali, cuando acaeció el ataque, las Unidades de Movilización Popular estaban luchando contra los terroristas de Estado Islámico y trataban de hacerse con el control de la zona de Al-Shahma, a 40 kilómetros de la frontera entre Irak y Siria, para impedir la llegada de refuerzos del Estado Islámico desde Siria a Mosul, donde las fuerzas iraquíes luchan para expulsar a la organización terrorista.
Este hecho tiene lugar poco después de que se produjera un ataque similar contra las fuerzas sirias y las iraquíes en la carretera de Al-Tanf, en sur de Siria, cerca de la frontera con Jordania.
Al-Jazali, arremetió contra Washington por apoyar a los terroristas y criticó la falta de transparencia sobre la cantidad de uniformados estadounidenses en Irak, urgiendo a las autoridades competentes a publicar las cifras correctas.
Tanto las autoridades sirias como las iraquíes denuncian la presencia ilegal de militares estadounidenses en su territorio, ya que no creen que estén interesados en combatir al grupo terrorista Estado Islámico.
Siria estima que los estadounidenses desplegados en el sur del país preparan el terreno para imponer una zona de exclusión aérea y colocar a un nuevo gobierno, mientras que las Al-Hashad Al-Shabi y el Gobierno iraquí, critican las muchas víctimas civiles que dejan los ataques estadounidenses.
Ataque de terroristas com apoyo de la OTAN (EEUU) contra base aérea en Líbia mata 180 personas
En la foto un terrorista de Al Qaeda, apoyado por la OTAN (EEUU), conmemora el asesinato de militares libios desarmados.
Cerca de 180 personas, incluidos civiles, murieron en un ataque de las milicias libias leales al gobierno apoyado por la ONU en la base aérea de Brak al Shati, según declaró el portavoz de la oposición.
La emisora BBC informó este viernes que el gobierno de unión nacional libio negó haber ordenado a la milicia aliada el ataque realizado el jueves en la base del sur del país, mantenida por el Ejército Nacional de Libia (LNA), que apoya a la oposición.
Un portavoz del LNA acusó a las fuerzas pro-gobierno de ejecutar sumariamente soldados desarmados. Los terroristas tomaron fotografías con los muertos y se enviaron a diversas redes sociales, que se decía que se trata de un crimen cobarde, apoyado por la OTAN.
"Los soldados volvían de un desfile militar, no estaban armados, la mayoría de ellos fueron ejecutados", dijo el miembro del LNA.
La mayoría presentaba lesiones por golpes de cuchillo.
La mayoría presentaba lesiones por golpes de cuchillo.
El ministro de Defensa del gobierno de unidad nacional y el comandante de la milicia habrían sido suspendidos hasta el final de la investigación del incidente.
Esta es la continuación de la guerra de destrucción de Libia organizada por EEUU, Francia e Inglaterra, para derrocar al líder Muamar Gadafi, para robar petróleo y poner en su lugar un gobierno títere pro-occidente.
Estados Unidos ha atacado una vez más, a las fuerzas armadas sirias
Estados Unidos ha atacado una vez más, de forma descarada, a las fuerzas armadas sirias que se encuentran luchando contra los grupos terroristas que operan en su país.
En esta oportunidad la excusa esgrimida es que su desplazamiento representaba una amenaza para sus fuerzas especiales desplegadas en el sur de Siria, fuerzas que están ahí para “asesorar” precisamente a los grupos armados radicales que combaten contra el gobierno legítimo sirio.
Anteriormente, hace aproximadamente un mes, el ejército estadounidense había atacado una base aérea siria porque presuntamente desde allí habían despegado los aviones que supuestamente realizaron un ataque con armas químicas contra los grupos terroristas, falleciendo en el proceso decenas de civiles; hoy sabemos que aquello fue un montaje realizado por los “cascos blancos” ligados al gobierno inglés.
Estos hechos vislumbran un escenario de una guerra abierta entre Estados Unidos y sus aliados contra el gobierno legítimo sirio y sus aliados.
Un día antes del reciente ataque yankee al ejército sirio, Rusia había ofrecido todo su apoyo al gobierno de Al Assad, prometiendo suministrar todos los medios necesarios para repeler una posible agresión de la coalición liderada por EEUU, pero a pesar de ello, los gringos respondieron con un ataque al día siguiente.
El convoy militar iba precisamente a hacer frente a las tropas invasoras yankees e inglesas y a recuperar una zona rica en petróleo de las garras de los terroristas.
Así mismo, intentaban establecer un corredor entre las fuerzas armadas sirias y el ejército iraquí y sus aliados locales.
Ese fue el gran temor de Washington: la posibilidad que ambos ejércitos unieran fuerzas y acabaran más rápido con el terrorismo wahabita que asola sus respectivos países.
Ya para nadie es un secreto que Estados Unidos, Israel, Turquía y muchos países miembros de la OTAN y de las monarquías del golfo pérsico, apoyan a esos grupos armados, incluyendo el Estado Islámico, que combaten contra los gobiernos legítimos de Damasco y Bagdad.
Y es que precisamente en la zona se pelea por importantes cuestiones económicas; por recursos y tierras que pertenecen a sus legítimos dueños, que son sus habitantes autóctonos, pero que las potencias occidentales desean.
Siria e Iraq se encuentran en la ruta comercial que une Asia, Medio oriente, África y Europa; es por eso que sus tierras son tan importantes geoestratégicamente hablando, pues son la ruta más corta para transportar el petróleo, gas y mercancías entre esas tres regiones; ya sea través de vías férreas, carreteras u oleoductos y gasoductos.
Y eso es lo que está en juego en la actual guerra financiada por occidente y las monarquías del golfo pérsico contra los gobiernos de Irak y Siria.
Y esa es también una de las principales razones de porque Rusia no abandona a Siria; pues para ellos representa un muro de contención a las aspiraciones imperialistas occidentales y juega un papel de contención contra la competencia económica occidental y catarí contra el petróleo y gas ruso.
Así mismo, representa la primera línea de batalla contra el terrorismo wahabita que pretende ocupar el Cáucaso ruso y alcanzar al mismo Moscú.
Es por eso que Vladimir Putin no dudó ni un segundo en derribar los misiles tomahawk que Estados Unidos lanzó contra una base aérea militar siria.
Y así mismo no dudó en ofrecer todo su apoyo a Damasco para combatir las fuerzas invasoras yankees e inglesas que ocupan el sur del país.
Incluso, Rusia anuncio el establecimiento de zonas de exclusión aérea en siria para la coalición liderada por los EEUU; para ello reforzó sus capacidades antiaéreas con nuevos sistemas antimisiles S-300 y S-400, así como el suministro de misiles adicionales para dichos sistemas.
También envió a Siria dos aviones de alerta temprana y control aéreo A-50U; además reforzó sus capacidades de combate aérea con el envío de nuevos cazas SU-30 y SU-35.
Estos acuerdos se lograron con la participación de un miembro de la OTAN y un actor clave en el conflicto sirio, es decir, con Turquía; además de contar también con la participación de Irán.
Es por ello que Turquía ha denunciado los intentos de Daesh de atacar buques rusos; y para evitarlo ha ordenado a su fuerza aérea proteger los buques, y así mismo bombardear las posiciones de los terroristas.
Esa fue la razón de por qué el ejército sirio se lanzó a la caza de los invasores yankees pues confiaban en que las fuerzas aeroespaciales rusas los protegerían; y esa es también la razón de porqué al día siguiente del anuncio del Kremlin, los Estados Unidos decidieron bombardear el convoy militar sirio que se dirigía hacia sus posiciones.
En primer lugar, hacerlo hubiera representado una confrontación directa con Washington, pero sin embargo sí pudo haber enviado sus cazas a intentar impedirlo interceptando los aviones de la coalición y ordenándoles retirarse de la zona, claro que de no haber hecho caso, se hubiera podido haber dado un enfrentamiento entre ellos, y quizá eso fue lo que quiso evitar Rusia.
O quizá los rusos no creyeron qué los yankees llegaran a ese extremo; además, según algunos informes, antes del ataque el Pentágono se puso en contacto con el Kremlin para advertirles del inminente ataque y para conminarlos a retirar sus fuerzas armadas del lugar.
Pero como haya sido, el Kremlin no ha comentado nada al respecto, solo se han limitado a condenar la agresión.
Pero también los rusos pudieron impedir el ataque inutilizando los misiles y las bombas tal como lo hicieron con los tomahawk; claro, eso depende de si utilizaron bombas guiadas por láser o GPS, pero no así si solo utilizaron bombas de caída libre.
Pues no creo se vuelva a repetir un suceso similar, porque Rusia esta vez creo no lo permitirá, aunque eso suponga un enfrentamiento directo con los Estados Unidos y la coalición internacional encabezada por ellos.
Para ello es que Rusia se está preparando con el envío de nuevos aviones caza de superioridad aérea, más aviones de alerta temprana y control aéreo, nuevos sistemas de guerra electrónica y sistemas antiaéreos adicionales.
Claro que de volverse a repetir los hechos, y suponiendo que Rusia esta vez si intervenga tal como lo hizo cuando el derribo de los tomahawk, la mesa estaría servida para una gran guerra regional, que podría terminar en una guerra global y atómica.
Si cuando el derribo de los tomahawk Rusia sólo utilizó medios discretos para su destrucción, es decir, solo utilizó medios electrónicos y armas de energía, como los cañones de pulso electromagnético, esta vez no podrá ser tan discreto y tendrá que enfrentar abiertamente a los Estados Unidos y compañía utilizando para ello todo el arsenal del que dispone.
Solo confiemos en el Creador que las cosas no se salgan de control y todo termine en tragedia para todos.
De dónde saca ISIS las armas? Creo que esto lo respondeMILITARES DE EEUU PIERDEN MISTERIOSAMENTE ARMAS POR VALOR DE 1000 MILLONES DE DÓLARES ¿QUE ACABAN EN MANOS TERRORISTAS?
Un informe del Pentágono en manos de Amnistía Internacional evidencia la desaparición de armas, municiones y equipo militar de EE.UU. que tendría que haber sido entregado al Ejército y las milicias iraquíes.
Una auditoría desclasificada del Departamento de Defensa de EE.UU. muestra que las autoridades estadounidenses desconocen el paradero de armas, municiones y equipo por mil millones de dólares suministrados al Ejército de Irak.
El problema se atribuye a la negligencia de los militares.
Los cálculos fueron realizados en septiembre de 2016 y se han hecho públicos este miércoles de conformidad con la Ley estadounidense de Libertad de Información por solicitud de la ONG Amnistía Internacional.
Los fondos desaparecidos habían sido gastados legalmente a través del Fondo de Entrenamiento y Equipamiento de Irak. La intención fue asistir al Gobierno iraquí a combatir el Estado Islámico, pero se produjo algún desvío y los activos desaparecieron ya en forma de armamento y maquinaria antes de su entrega al destinatario.
Aministia Internacional califica la situación de “preocupante” teniendo en cuenta “el largo historial de fugas de armas estadounidenses que acaban en manos de múltiples grupos armados que cometen atrocidades en Irak”.
No se descarta que el material desaparecido cayera en manos del Estado Islámico, alimentando así las sospechas de connivencia del Pentágono con el grupo terrorista.
Entre las transferencias había decenas de miles de fusiles de asalto valorados en 28 millones de dólares, cientos de proyectiles de mortero y cientos de vehículos blindados Humvee para el Ejército iraquí, las milicias progubernamentales y las kurdas Peshmerga.
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Ejército de EEUU 'perdió' 1.000 millones de dólares en armas y equipos en Oriente Medio
Un documento obtenido por medio de la legislación de transparencia muestra que el Ejército de EEUU no logró mantener registros precisos de más de 1.000 millones de dólares en transferencias de armas y material bélico en Irak y Kuwait, una ONG de derechos humanos informó este miércoles, (24).
"El Ejército de Estados Unidos no pudo acompañar más de 1.000 millones de dólares en armas y otros equipos militares en Irak y Kuwait, de acuerdo con una auditoría del Departamento de Defensa", afirmó en un comunicado a Amnistía Internacional.
El documento obtenido es el informe del Departamento de Defensa de 2016. Según la ONG, "los controles y registros negligentes dentro de la cadena de mando iraquí" permitieron que grupos armados conocidos por crímenes de guerra obtuvieran armas y equipos militares.
La organización apuntó la necesidad de que todos los países que venden armas a Irak deben buscar todas las medidas necesarias para que los equipos no caigan en manos equivocadas.
Sputniknews
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