Washington es la capital mundial de la degeneración
Al antiguo director del FBI, Robert Mueller, le encargaron la “investigación” sobre la injerencia de Rusia en las elecciones que llevaron a Trump a la Casa Blanca.
Uno de los testigos de Muller en esa “investigación” era George Nader, un empresario de origen libanés que en 2003 fue condenado por pedófilo. Pagó 100 dólares a un niño para que le hiciera una mamada en el Hotel Hilton de Praga, la capital checa.
La sentencia fue tan benévola, un año de cárcel, que no queda más remedio que sospechar sobre las poderosas influencias de Nader, sobre todo teniendo en cuenta que los jueces reconocieron que entre 1999 y 2002 había ofrecido dinero, móviles y joyas a otros niños a cambio de prestaciones sexuales.
Gracias a sus contactos, hasta ahora Nader siempre ha salido muy airoso de las acusaciones de pedofilia. En Washington en 1985 fue acusado de pornografía infantil, pero le retiraron los cargos.
Al destaparse la pedofilia de Nader, es evidente que para “demostrar” la injerencia de Rusia en las elecciones, a falta de algo mejor, Mueller estaba chantajeando al pedófilo, es decir, el típico estilo policial de las películas de Hollywood para fabricar testigos “ad hoc”, de esos que son capaces de colaborar en el montaje más inverosímil.
Nader ha desempeñado varias misiones oscuras en Oriente Medio. Estuvo en la Torre Trump junto con Steve Bannon y Jared Kushner en una reunión con el príncipe emiratí Mohammed bin Zayed y en otra con él y con Erik Prince, el multimillonario dueño de la empresa de mercanarios Blackwater, en las islas Seychelles.
En esta segunda reunión también estaba presente Kiril Dimitriev, un banquero ruso al que Mueller considera como “próximo” a Putin.
A finales de 2015, el pedófilo organizó otra reunión, no menos oscura, en un yate en el Mar Rojo con varios dirigentes árabes para crear un grupo regional de seis países árabes para sustituir a la Liga Árabe y al Consejo de Cooperación del Golfo.
Allí estaban los elegidos para la gloria, dispuestos a convertirse en los más leales a la Casa Blanca: Mohammed bin Salman por Arabia saudí, el citado Mohammed bin Zayed por Abu Dhabi, Abdel Fattah Al-Sisi por Egipto, el príncipe Salman heredero de Bahrein y el rey Abdallah de Jordania.
Uno de los testigos de Muller en esa “investigación” era George Nader, un empresario de origen libanés que en 2003 fue condenado por pedófilo. Pagó 100 dólares a un niño para que le hiciera una mamada en el Hotel Hilton de Praga, la capital checa.
La sentencia fue tan benévola, un año de cárcel, que no queda más remedio que sospechar sobre las poderosas influencias de Nader, sobre todo teniendo en cuenta que los jueces reconocieron que entre 1999 y 2002 había ofrecido dinero, móviles y joyas a otros niños a cambio de prestaciones sexuales.
Gracias a sus contactos, hasta ahora Nader siempre ha salido muy airoso de las acusaciones de pedofilia. En Washington en 1985 fue acusado de pornografía infantil, pero le retiraron los cargos.
Al destaparse la pedofilia de Nader, es evidente que para “demostrar” la injerencia de Rusia en las elecciones, a falta de algo mejor, Mueller estaba chantajeando al pedófilo, es decir, el típico estilo policial de las películas de Hollywood para fabricar testigos “ad hoc”, de esos que son capaces de colaborar en el montaje más inverosímil.
Nader ha desempeñado varias misiones oscuras en Oriente Medio. Estuvo en la Torre Trump junto con Steve Bannon y Jared Kushner en una reunión con el príncipe emiratí Mohammed bin Zayed y en otra con él y con Erik Prince, el multimillonario dueño de la empresa de mercanarios Blackwater, en las islas Seychelles.
En esta segunda reunión también estaba presente Kiril Dimitriev, un banquero ruso al que Mueller considera como “próximo” a Putin.
A finales de 2015, el pedófilo organizó otra reunión, no menos oscura, en un yate en el Mar Rojo con varios dirigentes árabes para crear un grupo regional de seis países árabes para sustituir a la Liga Árabe y al Consejo de Cooperación del Golfo.
Allí estaban los elegidos para la gloria, dispuestos a convertirse en los más leales a la Casa Blanca: Mohammed bin Salman por Arabia saudí, el citado Mohammed bin Zayed por Abu Dhabi, Abdel Fattah Al-Sisi por Egipto, el príncipe Salman heredero de Bahrein y el rey Abdallah de Jordania.
960 espías extranjeros salen de la Guta oriental evacuados por Estados Unidos y Turquía
Ayer tres helicópteros estadounidenses aterrizaron entre las localidades de Al-Jissi y Kalu, a unos dos kilómetros al sur del municipio de Tal Hamis, cerca de Qamishli.
Según la agencia Sana, los soldados acompañaron a cuatro dirigentes irakíes del Califato Islámico que vivían escondidos en un refugio de la localidad y los llevaron hasta los helicópteros, que empredieron un rumbo desconocido.
El 26 de febrero otros dos helicópteros de Estados Unidos aterrizaron en la zona de Twaimin, al sureste de la ciudad de Al-Shadadi, transportando a un número indeterminado de terroristas del Califato Islámico hasta la base de Sabah Al-Kheir, a 20 kilómetros al sur de Hasaka, que las fuerzas estadounidenses utilizan como centro de entrenamiento de los grupos yihadistas.
Además, Estados Unidos y Turquía han evacuado de la Guta oriental a los yihadista extranjeros que combatían en las filas de Al-Qaeda (Tahrir Al-Sham Hayat) para trasladarlos a Idlib. Muchos de ellos son agentes de la inteligencia militar de ambos países y de otros, como Israel, Arabia saudí, Gran Bretaña, Francia...
El rápido avance del ejército regular en la zona no sólo pone sus vidas en riesgo sino que puede destapar su intervención en la guerra y en la dirección de las organizaciones terroristas.
El centro de mando del Pentágono se apresuró a evacuar a los militantes aliados y a los agentes que operaban para Israel, Jordania y la OTAN en la región.
Aunque el gobierno de Ankara se ha declarado dispuesto a ayudar en la evacuación de los terroristas de Al-Qaeda (Tahrir Al-Sham Hayat) para trasladarlos a Idlib, lo que realmente quiere es salvaguardar a sus fuerzas especiales, que combaten en las filas de los terroristas.
Estados Unidos ha dirigido a Jeysh Al-Islam, Faylaq Al-Rahman y otros grupos terroristas para evacuar a la población hacia zonas más seguras para que los espías extranjeros pudieran salir camuflados de la ratonera.
El servicio de inteligencia turco los está enviando a las base militares que el Pentágono tiene en Al-Tanf y en Rojava.
Desde el 15 de marzo, 960 espías extranjeros ya han sido trasladados a estas bases después de que se permitiera la evacuación de civiles y la entrada de los terroristas y espías.
La inminente caída de los barrios del este de Damasco también ha frustrado los planes de Estados Unidos e Israel para llevar a cabo una ofensiva contra la capital siria y colapsar al gobierno.
La sala de operaciones del Pentágono en la base de Al-Tanf ordenó el cese de las operaciones tras el derrumbe de Al-Nashabiyeh y Al-Mohammadiyeh en los primeros días de la ofensiva de la Guta oriental.
Del mismo modo, el Centcom instó a sus fuerzas a retirarse de los barrios cercanos a Damasco hacia Arabayn, Zamalka y la Duma antes de que la Guta quedara dividida en tres zonas aisladas.
Ahora desde Rojava Estados Unidos planea organizar un ataque en las provincias más al este, entre Homs y Deir Ezzor.
Según la agencia Sana, los soldados acompañaron a cuatro dirigentes irakíes del Califato Islámico que vivían escondidos en un refugio de la localidad y los llevaron hasta los helicópteros, que empredieron un rumbo desconocido.
El 26 de febrero otros dos helicópteros de Estados Unidos aterrizaron en la zona de Twaimin, al sureste de la ciudad de Al-Shadadi, transportando a un número indeterminado de terroristas del Califato Islámico hasta la base de Sabah Al-Kheir, a 20 kilómetros al sur de Hasaka, que las fuerzas estadounidenses utilizan como centro de entrenamiento de los grupos yihadistas.
Además, Estados Unidos y Turquía han evacuado de la Guta oriental a los yihadista extranjeros que combatían en las filas de Al-Qaeda (Tahrir Al-Sham Hayat) para trasladarlos a Idlib. Muchos de ellos son agentes de la inteligencia militar de ambos países y de otros, como Israel, Arabia saudí, Gran Bretaña, Francia...
El rápido avance del ejército regular en la zona no sólo pone sus vidas en riesgo sino que puede destapar su intervención en la guerra y en la dirección de las organizaciones terroristas.
El centro de mando del Pentágono se apresuró a evacuar a los militantes aliados y a los agentes que operaban para Israel, Jordania y la OTAN en la región.
Aunque el gobierno de Ankara se ha declarado dispuesto a ayudar en la evacuación de los terroristas de Al-Qaeda (Tahrir Al-Sham Hayat) para trasladarlos a Idlib, lo que realmente quiere es salvaguardar a sus fuerzas especiales, que combaten en las filas de los terroristas.
Estados Unidos ha dirigido a Jeysh Al-Islam, Faylaq Al-Rahman y otros grupos terroristas para evacuar a la población hacia zonas más seguras para que los espías extranjeros pudieran salir camuflados de la ratonera.
El servicio de inteligencia turco los está enviando a las base militares que el Pentágono tiene en Al-Tanf y en Rojava.
Desde el 15 de marzo, 960 espías extranjeros ya han sido trasladados a estas bases después de que se permitiera la evacuación de civiles y la entrada de los terroristas y espías.
La inminente caída de los barrios del este de Damasco también ha frustrado los planes de Estados Unidos e Israel para llevar a cabo una ofensiva contra la capital siria y colapsar al gobierno.
La sala de operaciones del Pentágono en la base de Al-Tanf ordenó el cese de las operaciones tras el derrumbe de Al-Nashabiyeh y Al-Mohammadiyeh en los primeros días de la ofensiva de la Guta oriental.
Del mismo modo, el Centcom instó a sus fuerzas a retirarse de los barrios cercanos a Damasco hacia Arabayn, Zamalka y la Duma antes de que la Guta quedara dividida en tres zonas aisladas.
Ahora desde Rojava Estados Unidos planea organizar un ataque en las provincias más al este, entre Homs y Deir Ezzor.
Fuente: MOVIMIENTO POLÍTICO DE RESISTENCIA
¿Noticias falsas? “La amenaza es el Estado”. Entrevista con Emmanuel Todd
El mayor productor de “fake news” [“noticias falsas”] no es quien se cree, responde al semanario francés L´Obs el historiador Emmanuel Todd, que se inquieta por las tendencias autoritarias en la cima del poder en declaraciones recogidas por la periodista Marie Lemonnier .
El gobierno francés ha anunciado una ley de fiabilidad y de confianza de la información para luchar contra las “fake news”. ¿Qué piensa usted de ello?
Me siento muy inquieto.
Lo que me sorprende en el periodo actual, cuando se supone que vivimos la apoteosis de la democracia liberal tras el hundimiento de los totalitarismos, es el encogimiento de los espacios de expresión y de la libertad de pensamiento.
La libertad, desde la Edad Media, se ha definido en primer lugar contra la Iglesia y, luego, contra el Estado. Decir que el Estado va a garantizar la libertad de expresión ¡es un oxímoron histórico!
Y me siento particularmente inquieto en el caso de Francia, en tanto que historiador, puesta que se muestra ambivalente en su relación con la libertad: es al mismo tiempo una de las naciones que han construido la democracia liberal, con Inglaterra y los Estados Unidos, y el país del absolutismo de Luis XIV, de Napoleón I y Napoleón III, de Pétain y de la ORTF [Oficina de Radiodifusión-Televisión Francesa, el organismo radiotelevisivo público de Francia entre 1964 y 1974].
Ahora bien, estamos viviendo una desintegración de los partidos y de la representación política. Los grupos culturales e ideológicos antagonistas que garantizaban un pluralismo estructural de la información (el PC, la Iglesia, el socialismo moderado, el gaullismo…) han hecho implosión.
El pluralismo no está, por tanto, garantizado y los medios representan cada vez más una masa indistinta. Se trata típicamente de una clase de situación en la que puede aparecer el Estado como máquina autónoma y colocarse por encima de la sociedad para controlarla.
La amenaza que veo dibujarse no es la de las “fake news” sino la del autoritarismo de Estado y su autonomización en tanto que agente de control de la opinión.
Será tanto más autoritario en el plano de la información en la medida en que se revele impotente en el plano económico: la sociedad está bloqueada, con una tasa de paro que oscila en torno al 10%, y cada vez más fragmentada en grupos que se cierran sobre si mismos (los corsos, los habitantes de Neuillly, lo mismo que los musulmanes).
Las GAFAM [acrónimo que engloba a las cinco grandes de la Red: Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft ], que son ahora vehículos primordiales de información, ¿no representan también un peligro?
Que las GAFAM no paguen los impuestos que deberían, que tengan estrategias monopolistas, sí, desde luego. Pero no creo que estos medios de intercambio entre individuos, por otro lado extraordinarios en lo que respecta a hacer circular la información, sean los poderes ocultos que se nos describe. Lo que digo, por el contrario, es que hay países en los que está controlado el acceso a Internet, como China, un Estado semi o post-totalitario en el que reina la policía.
Llamar la atención sobre las GAFAM es desviar la atención del actor mayor y productor principal de “fake news” en la Historia, que es el Estado. Como estamos en una economía de mercado, los franceses sobreestiman el liberalismo intrínseco de su sociedad y subestiman el poder de desinformación del Estado.
La guerra de Irak comenzó, mira por dónde, por las “fake news” que provenían del Estado norteamericano sobre las armas de destrucción masiva en Irak, con Colin Powell agitando su frasquito ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
El Estado es que tiene el poder financiero, la ventaja de la continuidad, el monopolio de la violencia legítima: si es cierto que hay un productor de “fake news” es el Estado. Y el Estado del propio país, no los estados exteriores.
El principio fundador de la democracia liberal es, en efecto, que si la colectividad ha de garantizar la seguridad del ciudadano, el ciudadano debe estar protegido frente a su propio Estado.
Por ende, las noticias falsas, los delirios y los rumores mentirosos son el nunca acabar de la vida democrática. Y la idea misma de la democracia liberal consiste en apostar por que los hombres no son niños para siempre. Controlar la información es infantilizar al ciudadano.
¿Qué indica una ley sobre “fake news”?
En el fondo, este debate nos hace pensar en clases dirigentes con una gran desesperación intelectual. Como ya no comprenden la realidad que han creado, el comportamiento de los electorados, Trumpo, el Brexit…quieren prohibir.
No contento con disponer del monopolio de la violencia legítima, el Estado querría garantizarse el monopolio de las “fake news”.
célebre historiador, demógrafo, sociólogo y politólogo francés, recientemente jubilado del Instituto Nacional de Estudios Demográficos de París. Entre sus obras más conocidas publicadas en español se encuentran Después del imperio.
Ensayo sobre la descomposición del sistema norteamericano (Foca, Madrid, 2003), Encuentro de civilizaciones, (Foca, Madrid, 2009), y Después de la democracia, (Akal, Madrid, 2010).
Fuente: SIN PERMISO
Me siento muy inquieto.
La libertad, desde la Edad Media, se ha definido en primer lugar contra la Iglesia y, luego, contra el Estado. Decir que el Estado va a garantizar la libertad de expresión ¡es un oxímoron histórico!
Ahora bien, estamos viviendo una desintegración de los partidos y de la representación política. Los grupos culturales e ideológicos antagonistas que garantizaban un pluralismo estructural de la información (el PC, la Iglesia, el socialismo moderado, el gaullismo…) han hecho implosión.
Las GAFAM [acrónimo que engloba a las cinco grandes de la Red: Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft ], que son ahora vehículos primordiales de información, ¿no representan también un peligro?
Que las GAFAM no paguen los impuestos que deberían, que tengan estrategias monopolistas, sí, desde luego. Pero no creo que estos medios de intercambio entre individuos, por otro lado extraordinarios en lo que respecta a hacer circular la información, sean los poderes ocultos que se nos describe. Lo que digo, por el contrario, es que hay países en los que está controlado el acceso a Internet, como China, un Estado semi o post-totalitario en el que reina la policía.
Llamar la atención sobre las GAFAM es desviar la atención del actor mayor y productor principal de “fake news” en la Historia, que es el Estado. Como estamos en una economía de mercado, los franceses sobreestiman el liberalismo intrínseco de su sociedad y subestiman el poder de desinformación del Estado.
El Estado es que tiene el poder financiero, la ventaja de la continuidad, el monopolio de la violencia legítima: si es cierto que hay un productor de “fake news” es el Estado. Y el Estado del propio país, no los estados exteriores.
Por ende, las noticias falsas, los delirios y los rumores mentirosos son el nunca acabar de la vida democrática. Y la idea misma de la democracia liberal consiste en apostar por que los hombres no son niños para siempre. Controlar la información es infantilizar al ciudadano.
¿Qué indica una ley sobre “fake news”?
En el fondo, este debate nos hace pensar en clases dirigentes con una gran desesperación intelectual. Como ya no comprenden la realidad que han creado, el comportamiento de los electorados, Trumpo, el Brexit…quieren prohibir.
célebre historiador, demógrafo, sociólogo y politólogo francés, recientemente jubilado del Instituto Nacional de Estudios Demográficos de París. Entre sus obras más conocidas publicadas en español se encuentran Después del imperio.
Siria: Una historia de avaricia bajo falsas banderas
Mientras la lucha contra el terrorismo en Siria se acerca a su evidente final, algunos parecen haberse concentrado más en el reparto de los 'trofeos' de guerra. La avaricia ha llegado hasta tal punto que se ve en el horizonte un potencial conflicto armado entre dos antiguos aliados: Turquía y EEUU.
Ankara y Washington apoyan bandos opuestos en el norte de Siria. Mientras los turcos apuestan por el Ejército Libre Sirio, compuesto mayoritariamente por árabes y turcomanos, los estadounidenses brindan su apoyo a los kurdos de las Unidades de Protección Popular (YPG), a las que Turquía considera terroristas.
Ambos grupos llevan un conflicto armado en la región siria de Afrín que amenaza con extenderse en dirección a la ciudad de Manbij, donde radican los campos de entrenamientos con especialistas estadounidenses.
"Todos saben que las Fuerzas Armadas de EEUU se encuentran ahí [en Manbij]. Y nosotros tomaremos medidas para evitar conflictos", señaló a la prensa el director de Operaciones para la Prensa del Pentágono, Robert Manning.
Recientemente, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, acusó a EEUU de "suministrar armas a grupos terroristas" en Siria. "Si nosotros somos socios estratégicos, entonces ustedes deberían respetarnos y dejar de engañarnos", agregó el mandatario.
Las autoridades británicas no responden a las cuestiones rusas sobre el estado de Yulia Skripal y Moscú no dispone de datos fiables de lo ocurrido por tanto "es absurdo exigir que Rusia dé explicación alguna", apuntó.
Asistieron a la reunión los embajadores de Brasil, Corea del Norte, Egipto, Indonesia, Irak, Libia, Siria y Sudán, así como representantes de países europeos, árabes, africanos y asiáticos.
El exoficial de inteligencia militar rusa, residente en Reino Unido, y su hija fueron hallados inconscientes el 4 de marzo cerca de un centro comercial en esa ciudad británica.
Ambos continúan en estado crítico y reciben tratamiento por intoxicación con una sustancia de acción neuroparalizante.
No se lo pierda: Rusia vs. Reino Unido: ¿qué país tiene más interés por la verdad sobre el caso Skripal?
Skripal fue reclutado por el servicio secreto británico MI6 cuando servía en las Fuerzas Armadas rusas en los años 1990.
© AFP 2018/ Emmanuel Dunand
El Reino Unido acogió a Skripal y le concedió la ciudadanía británica, según confirmó Scotland Yard.
La semana pasada, la primera ministra británica, Theresa May,responsabilizó a Moscú de lo ocurrido en Salisbury —que calificó de intento de asesinato— y anunció, como represalia, la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países.
Moscú, que rechazó todas las acusaciones por infundadas, exigió en respuesta la salida de 23 empleados de la Embajada británica, además de anunciar el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.
Jesús Maraña *
La globalización ha tenido el “mérito” de uniformar los debates políticos, utilizar los mismos argumentos, mentir sistemáticamente. Las noticias de cualquier parte se parecen muchísimo entre sí. Parece una película que se repite constantemente.
Todo debate público suele ganarlo por goleada quien consigue establecer el qué, el cómo y el dónde de la discusión antes incluso de que esta se inicie.
La historia de la democracia podría resumirse (también) como el pulso entre determinados poderes que intentan imponer sus intereses para dominar al resto y una ciudadanía que va eligiendo opciones para afrontar esa dominación o al menos en la creencia de que logrará así defender sus intereses particulares o colectivos.
Estamos asistiendo en España a una confrontación política y cívica en la que desde el poder se utiliza sin pudor la técnica del engaño para abrir y dominar debates públicos en los que se juega nada menos que el bienestar de la ciudadanía y la calidad democrática. Ya se trate del presente y el futuro de las pensiones o de crímenes y castigos.
Lo escribía Hannah Arendt en uno de los ensayos de Verdad y mentira en política:
“La libertad de opinión es una farsa si la información sobre los hechos no está garantizada y si no se aceptan los hechos mismos como objeto del debate”.
Por ahí empieza el descalabro democrático en el que estamos sumidos, y que no terminó, ni mucho menos, con el finiquito del bipartidismo.
Continuaremos bajando por la pendiente si no logramos desnudar y frenar un despliegue obsceno de fake news, de falseamientos de la realidad que no provienen de bots rusos sino del propio Gobierno, de poderes económico-financieros y de sus terminales mediáticas.
1.- Mentiras acerca de las pensiones
¿Por qué desde hace tantos años todo debate en torno a las pensiones públicas arranca poniendo en duda su sostenibilidad?
¿Por qué desde al menos 1995 (con Pedro Solbes de ministro) se atiza el miedo a la quiebra del sistema y se reclama a la ciudadanía que invierta en fondos privados independientemente de su capacidad de ahorro o de la rentabilidad (mínima) de esos planes?
La discusión pública y la decisión democrática acerca de las pensiones serían muy diferentes si este debate se iniciara desde una premisa muy diferente.
Por ejemplo: las pensiones dignas son un derecho democrático fundamental, y vamos a preservarlas y mejorarlas tomando medidas concretas que preserven y garanticen ese derecho constitucional.
O por ejemplo: ¿Por qué España es el único país de Europa cuyo único criterio para revalorizar las pensiones es el llamado factor de sostenibilidad impuesto a solas por el PP?
Si alguien se molesta en repasar los hechos, los datos contrastables (pinche aquí el dossier de infoLibre sobre pensiones) podrá comprobar las mentiras y medias verdades que venimos escuchando como premisas que condicionan el debate y que siembran el miedo necesario para lograr imponer los planes que interesan ideológica y pragmáticamente a las fuerzas conservadoras y neoliberales.
No es cierto que España tenga un gasto insoportable en pensiones (tres puntos menos del PIB que nuestros vecinos europeos); no es verdad que los pensionistas españoles sean privilegiados, cuando la realidad es que tienen un 30% menos de poder adquisitivo que la media europea; tampoco es cierto, como se empeña Rajoy en proclamar, que la referencia del IPC para la subida de las pensiones “sólo existe en dos países de Europa, que son Bélgica y Hungría”, porque la propia Comisión Europea informa de que son cuatro los países donde el único criterio de indexación es la subida de los precios y son otros 16 países los que manejan el IPC entre otros parámetros (salarios, crecimiento del PIB, etc.) para garantizar el poder adquisitivo de las pensiones; no es verdad que España sea el único país que afronta un “problema” demográfico que consiste en que durante las próximas décadas crecerá el número de jubilados en una mayor proporción que el de cotizantes que sostengan sus pensiones.
¡Dejen ya de analizarlo como “problema” y actúen para que signos de progreso y de mejora de la calidad de vida como una mayor longevidad no se conviertan en un factor negativo y divisivo en la sociedad!
Se trata de voluntad política y de dar la cara de una vez por todas ante la ciudadanía. ¿Creen o no creen ustedes que las pensiones dignas son un derecho?
Si Mariano Rajoy y Albert Rivera son partidarios de cambiar el Pacto de Toledo, incluso la Constitución, y defienden en realidad un sistema mixto de capitalización y reparto, o una variante en la que el Estado sólo garantice una pensión mínima (cada vez más mínima), o un “sálvese quien pueda”… atrévanse a decirlo e inclúyanlo en sus programas electorales.
Lo que Rajoy hizo con gran habilidad táctica este miércoles en el Congreso fue utilizar el miedo desatado y la presión de los jubilados en las calles como herramienta de negociación de los Presupuestos.
Su anuncio de que se elevarán las pensiones mínimas y de viudedad tanto como el IPC o ciertas desgravaciones fiscales (sin concretar) demuestran que su interés prioritario es continuar en el poder y diluir la indignación de los jubilados, pero no abordar cambios en profundidad que pongan fin al debate.
¿Qué disposición sincera al diálogo tiene alguien que empieza por decir que una nueva reforma de las pensiones exige “consenso” pero a continuación proclama que de ninguna forma va a derogar la reforma que decidió en soledad con su mayoría absoluta?
(Una reforma que lo que garantiza es que las pensiones irán recortándose año tras año desde el próximo enero).
2.- El miedo y la prisión permanente
Llamar al consenso marcando líneas rojas es un oxímoron, como lo es el concepto “prisión permanente revisable”.
En el lenguaje empieza siempre el engaño político, y con el lenguaje y unos cuantos datos tergiversados se pulsa esa tecla emocional que conduce a parte de la ciudadanía a conclusiones engañosas.
El PP es especialista en poner zancadillas en las cuestiones de Estado desde la oposición y en exigir después desde el Gobierno al resto del mundo que renuncie a principios democráticos en beneficio de esa supuesta razón de Estado.
Y sigue logrando definir al prójimo como populista al tiempo que practica un evidente “populismo punitivo”.
Algún día se estudiará con rigor por qué el PP decidió en 2015 endurecer la que ya era una de las legislaciones penales más duras de Europa en un país cuyos índices de criminalidad figuran entre los más bajos de la UE y con una población reclusa entre las más numerosas del mundo en proporción a sus habitantes.
(Pinche aquí para conocer la visión de más de cien catedráticos de Derecho Penal y las dudas razonables sobre la constitucionalidad de esa figura).
¿De verdad una cadena pública se guía por un criterio periodístico de interés general cuando decide tal despliegue sobre el crimen de un niño cometido por una persona de su entorno, como ocurre en la mayoría de esos crímenes?
Hace sólo unas semanas que en esta misma página propusimos una reflexión sobre esta invasión de los sucesos en los medios de comunicación. No se trata sólo de la guerra del click, de la batalla por ganar audiencias aunque sea con el uso y abuso del morbo.
Al fondo de todo esto asoma un claro interés político en que la ciudadanía se sienta insegura en uno de los países más seguros del mundo.
La supuesta necesidad de protección refuerza la autoridad del poder ejerciente, bajo cuya capa pueden acogerse nuevas medidas populistas por contradictorias que sean con un sistema de libertades.
Pirómanos y bomberos.
Primero se induce al miedo y luego se dictan normas que tranquilicen. Primero se establece un marco falso y luego se aporta la medicina correspondiente.
El Gobierno ha considerado necesario nombrar una Embajadora en Misión Especial para la Ciberseguridad y contra las Amenazas Híbridas, que podría incluir la lucha contra las fake news o noticias falsas (más bien “falseadas”, como explica el profesor Joaquín Urías).
La mejor defensa contra cualquier intoxicación, bulo o propaganda es el periodismo honesto, el que puede y debe garantizar que la libertad de opinión no es una farsa y que los debates políticos se basan en hechos y no en infundios.
* Jesús Maraña (1961) – periodista español. Ha incursionado tanto en radio como en televisión, destacando su labor como director del diario de ámbito nacional Público hasta su desaparición como diario en papel.
Fuente: www.infolibre.es
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