La conclusión es que las compañías de medios sociales están adoptando un enfoque adverso caso por caso para imponer la prohibición de la incitación al terrorismo en sus plataformas.
La naturaleza del terrorismo islámico en todo el mundo ha cambiado en los últimos años. Junto a los grupos establecidos y organizados, como Hezbollah, Hamas, la Jihad Islámica palestina e incluso ISIS, se ha creado un tipo de terror nuevo y diferente, que se nutre ideológica, espiritual e intelectualmente por estos grupos, sin embargo, no muestra conexión – organizacional u operacionalmente – a ellos.
Este terror se define por lo que llamamos “lobos solitarios”. Estos son individuos cuyos motivos nacionalistas, incitación religiosa o necesidades psicológicas los impulsan a cometer actos de terror sin ser miembros de un grupo o célula organizada. El único aspecto unificador para todos estos lobos solitarios son las redes sociales.
Las redes sociales permiten a cualquier individuo tener su voz y sus opiniones escuchadas para que sus proclamaciones puedan resonar con audiencias de gran alcance.
Desafortunadamente, las libertades existentes en las redes sociales han sido manipuladas por grupos terroristas para crear una amenaza que representa un peligro claro y presente para los ciudadanos de todo el mundo.
Grupos terroristas de todo el mundo han reconocido el potencial de las redes sociales y estas redes se han convertido en un componente esencial, de hecho, un curso de acción sin trabas, al permitir que las redes terroristas globales expandan en gran medida las operaciones de los grupos terroristas y sus seguidores en todo el mundo y afecta a miles de millones de personas en todo el planeta.
Estas operaciones y actividades incluyen la difusión de “mensajes abiertos”, el reclutamiento de nuevos miembros y simpatizantes, pero lo más importante es publicitar y promover la esencia de su movimiento terrorista y las secuelas glorificadas de los ataques que han perpetrado.
En el proceso, los grupos terroristas pueden llegar a un ejército potencial de un millón de posibles soldados sin ninguna conexión directa con ellos.
Así es como nacen los lobos solitarios.
Bajo el pretexto de proteger la libertad de expresión, los conglomerados de las redes sociales no se han enfrentado al desafío de frenar el uso de sus redes y plataformas por parte de entidades terroristas y, en cambio, han hecho la vista gorda ante el creciente y amenazante fenómeno.
Igualmente es dañino, bajo la ilusión de la virtud-señalización y “corrección política” quieren mostrar que no son “racistas” y han estado censurando material que advierte al público sobre estos peligros actuales.
Como resultado directo de varios ataques terroristas de alto perfil y las protestas de las víctimas, junto con un perfil global incrementado por ISIS y acciones legales posteriores en contra de estas compañías, las redes sociales solo han abordado marginalmente el tema de limitar el reclutamiento terrorista y la incitación a sus plataformas.
Tristemente, debe notarse que estos esfuerzos no son lo suficientemente oportunos ni agresivos para detener el uso de estas plataformas para promover el terror, y se derivan únicamente como esfuerzos preventivos para detener la protesta pública y las acciones legales.
Las redes sociales tienen la capacidad y los medios para limitar drásticamente la manipulación de sus servicios por grupos terroristas, pero no ejercen este control.
En cambio, dependen de los usuarios para informar cualquier actividad desagradable.
Las redes sociales siguen permitiendo que los grupos terroristas usen sus servicios abierta y descaradamente para promover sus grupos y sus doctrinas llenas de odio.
Las armas de propaganda de muchas organizaciones terroristas continúan utilizando a las redes sociales, principalmente Facebook, para difundir sus mensajes a audiencias cada vez más grandes.
Las organizaciones y los individuos que son designados como terroristas en las listas de vigilancia de EE. UU. e internacionales pueden abrir flagrantemente las cuentas de las redes sociales aunque prácticamente todas las compañías de medios sociales tienen su sede en los Estados Unidos.
La conclusión es que las compañías de medios sociales están adoptando un enfoque adverso, en caso por caso, para imponer la prohibición de la incitación al terrorismo en sus plataformas.
Más allá de la retórica y las súplicas de acción, las aplicaciones de las redes sociales no han hecho cumplir -y no lo harán- las restricciones de sentido común que prohíben a los grupos terroristas difundir sus mensajes radicales y sus hazañas criminales en línea, y continúan eludiendo su la propia responsabilidad de estos mensajes.
El hecho que las redes sociales no hayan hecho cumplir la prevención del contenido relacionado con el terror en sus sitios es, de hecho, una violación directa de la Ley Antiterrorista y los Estatutos de Suministro de Materiales; el público en general también tiene derecho a que las protecciones de la Ley de Decencia Comunitaria de 1996 cubran contenido en las redes sociales.
Ni que decir de las leyes junto con su posterior aplicación que deben adoptar esta realidad de las comunicaciones de masas y de los medios de comunicación relativamente nueva para obligar a estas plataformas a asumir la responsabilidad total o de lo contrario ser reguladas por el gobierno como si fueran una utilidad, para que esto amenaza a la seguridad de millones de personas en todo el mundo se puede detener.
Cinco preguntas que Zuckerberg no aclara sobre el escándalo de los datos de Facebook
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- marzo 22º, 2018
Mark Zuckerberg pide perdón, se muestra “encantado” de declarar ante el Congreso de EEUU y trata de mitigar el último escándalo sobre el descontrol de datos que existe en el seno de la red social más grande del mundo.
El fundador de Facebook emitió un comunicado a última hora de ayer en el que explicaba qué había pasado y qué cambios planteaba la compañía para evitar más problemas, cinco días después de que saltase el escándalo de dicha filtración a partir de sendas exclusivas de The Guardian y The New York Times.
Esas soluciones pasan por restringir más los datos que se ceden por defecto a terceros para desarrollar aplicaciones y por auditorías obligatorias para averiguar qué uso se hace de esos datos. No obstante, deja sin responder una serie de dudas importantes y razonables:
¿Por qué Facebook no hizo prácticamente nada para comprobar si los datos que manejaba Cambridge Analytica habían sido eliminados en 2015?
El fundador ha contado en su post oficial que eliminaron en 2015 la aplicación del investigador de la Universidad de Cambridge Alexandr Kogan, que había estado recabando desde 2013 información para fines académicos de cerca de 300.000 usuarios y, debido a la configuración de Facebook por aquel entonces, tuvo acceso a datos de decenas de millones de cuentas.
Cuando Facebook se enteró por la prensa británica de que Kogan había proporcionado esos datos a la consultora Cambridge Analytica, pidió a ambas partes que certificaran que habían borrado esos datos.
Según Christopher Wylie, que trabajó en Cambridge Analytica y ha sido quien ha revelado toda esta historia, esa “certificación” es dudosa: “No hicieron absolutamente nada para comprobar que la información había sido borrada.
Sólo me pidieron que rellenase una casilla en una formulario y que lo mandara de vuelta”. Aclarar este aspecto sería vital para recuperar la confianza de los usuarios
¿Existen otros datos, además de los utilizados por Cambridge Analytica, en manos de ésta u otras consultoras o empresas que los usan con una finalidad diferente a la que consintieron los usuarios de la red social?
Según las respuestas del fundador de Facebook, parece que este tipo de prácticas sólo se reconocen si saltan a los titulares, bien gracias a profundas investigaciones periodísticas, bien en virtud de la actividad de los llamados whistleblowers o personas que, desde dentro, denuncian situaciones de este tipo. Naturalmente, nuestros datos sí viajan por ahí, sueltos, por las redes.
El propio Zuckerberg reconoce que antes de los cambios introducidos en la gestión de datos privados de cada perfil en 2014 los desarrolladores de aplicaciones tenían acceso, por ejemplo, a datos no sólo de quien instalase una app sino de su red de “amigos”, sin necesidad de su consentimiento.
Sería bueno que Facebook aclarase este punto con la mayor transparencia posible.
¿Por qué la compañía amenazó en primer lugar con acciones legales a los periodistas que han destapado este escándalo?
Mientras que la primera reacción de Facebook fue ampararse en que no se trata de una “filtración” de datos, la periodista que entrevistó en primer lugar a Christopher Wylie y destapó este caso, Carole Cadwalladr, contaba las amenazas con acciones legales recibidas por la única razón de hacer su trabajo.
If you are watching the Cambridge Analytica story unfold, please please support our journalism. We’ve fought off 3 legal threats from CA & 1 from Facebook. It’s a whole year’s work & we gave it to @Channel4News & @nytimes for the greater good. We need you!https://t.co/xxwntrMfBK pic.twitter.com/hhWfeTLd7r— Carole Cadwalladr (@carolecadwalla) 19 de marzo de 2018
Quizá no sea la mejor manera de afrontar una crisis por parte de la compañía.
¿Cómo va a recuperar el control de los datos que antes de 2014 eran accesibles a terceros desarrolladores?
Zuckerberg ha prometido “investigar todas las apps que han tenido acceso a una gran cantidad de información” anteriormente a esa fecha. Obligarán a los desarrolladores a someterse a “auditorías exhaustivas”.
Pero no ha especificado cómo, ni quién, ni dónde se realizarán (hablamos de una compañía cuyo mercado es global), ni tiene en cuenta que esos datos pueden ser revendidos o trasferidos.
¿Y cómo va a recuperar el control de los datos de los usuarios de la red social que siguen disponibles hasta ahora?
La compañía permitía por defecto hasta ahora trasvasar una serie de datos a terceros desarrolladores, más allá del nombre, foto de perfil y cuenta de correo electrónico solicitada.
Si bien los usuarios tienen la posibilidad de decidir qué datos se ceden a terceros desarrolladores, el acceso a esas herramientas de control puede ser complicado para un gran número de personas que bien desconocen que existe esa opción, bien no la encuentran, o bien no les preocupa.
Ahora estas herramientas serán más accesibles y estarán más visibles, pero ¿qué va a pasar con esos datos que se han cedido sin consentimiento expreso hasta la fecha?
"Encantado" de declarar
Poco después del emitir su comunicado, en una entrevista emitida en la CNN, Zuckerberg se mostró “encantando” de testificar ante el Congreso de EEUU “si es lo correcto”.
En una entrevista con la cadena CNN, el máximo responsable de la red social precisó que la compañía está tratando de enviar al Congreso a la persona que tiene más conocimiento del asunto y "si esa persona soy yo, estaré encantado de hacerlo".
La Cámara de Representantes de EEUU, el Parlamento británico y la Eurocámara han pedido a Zuckerberg que comparezca para que aclare por el escándalo sobre la utilización de datos personales de usuarios de Facebook por la consultora británica Cambridge Analytica, ligada a la campaña del hoy presidente de Estados Unidos, informa EFE.
Incluso la comisaria europea de Justicia, Vera Jourova, de visita en Washington amenazó hoy con una "respuesta más amplia" contra malas prácticas en la gestión y custodia de datos de usuarios.
Protección de datos en Europa: vienen curvas
Jourova recordó que el escenario legal europeo cambiará sustancialmente tras la entrada en vigor el próximo 25 de mayo del Reglamento General de Protección de Datos, que supone una actualización de la normativa de protección de datos, vigente desde 1995.
De acuerdo con esas nuevas normas, si una empresa como Facebook vulnera en Europa las leyes de protección de datos se enfrentará a dos posibles tipos de multas: una que tendrá un techo máximo de hasta 10 millones de euros y otra que ascenderá a 20 millones y estará reservada para las infracciones más graves.
"No puede salir barato engañar o ser descuidado en la Unión Europea", subrayó Jourova, quien aseguró que, tras la entrada en vigor de las nuevas normas, la UE "no dudará en tomar las medidas más fuertes" para proteger la democracia de los países europeos y la privacidad de sus ciudadanos.
¿El fin de Facebook?Usuarios rechazan ampliamente un experimento de la red social
Facebook ha rechazado finalmente la idea de introducir un ‘feed’ de noticias separado en las páginas de sus usuarios. Así lo aseguró la red social en un comunicado de prensa este 1 de marzo.
La prueba de esta iniciativa se estaba llevando a cabo en 6 países: Bolivia, Guatemala, Camboya, Serbia, Eslovaquia y Sri Lanka, a partir de octubre del 2017.
En el marco del proyecto, noticias de familiares y amigos de los usuarios aparecían en una sección separada, mientras las de las páginas públicas se veían en la sección denominada ‘Explore’.
A pesar de que la empresa lanzó el experimento a petición de los usuarios, que afirmaban que querían ver más noticias de sus amigos y familiares, la iniciativa no tuvo éxito, informa RT en español.
“Tener dos secciones de noticias, de hecho, no ayudó a la gente a comunicarse más con sus amigos y familia”, señalaron desde Facebook. Además, los usuarios alegaron que dos secciones de noticias dificultan el acceso a la información importante.
Además, en febrero del 2018, el New York Times reportó que la nueva función estimuló la propagación de noticias falsas en dicha red social en Bolivia.
Este experimento fallido se da en un contexto de crisis para Facebook: la red social más popular del mundo parece perder cada vez más terreno, sobre todo dentro del grupo de los jóvenes, quienes prefieren otras redes sociales como Instagram o Snapchat.
Si bien cabe recordar que Instagram es propiedad de Facebook, el rumbo que tome la red social creada por Mark Zuckerberg es todo un misterio hasta el momento.
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