En España, casi 13 millones de personas viven en riesgo de pobreza y exclusión social. Suponen el 28% de la población y perciben menos de 684 euros al mes.
Pero trabajar no garantiza salir del colectivo que mide la tasa AROPE, el indicador europeo para el riesgo de pobreza y exclusión: el 14% de los trabajadores españoles roza la pobreza a pesar de tener un empleo.
Estos días de lucha por la revalorización de las pensiones hemos recordado que uno de cada tres pensionistas cobra una renta inferior al umbral de la pobreza, en un país cuyas pensiones máximas están entre las más elevadas de Europa.
Sin embargo, no tener empleo o ser pensionista no son los únicos factores de riesgo para afrontar pobreza a pesar de trabajar o percibir una renta.
A tenor de las cifras que recopila Eurostat, hasta el 30% de las personas con sueldos más bajos en España (entendidos como retribuciones inferiores a dos tercios del salario medio por hora del país) son menores de 30 años.
En 2017, el 16,7% de los jóvenes que trabajan en las economías emergentes y en desarrollo vivían por debajo del umbral “de extrema pobreza de 1,9 dólares americanos por día”, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El porcentaje es del 10,6% para el total de la población.
En el caso de España, los jóvenes trabajadores con rentas inferiores al umbral de pobreza escala hasta el 20%. Junto a Grecia, España representa el mayor escalón entre los sueldos de los jóvenes y los adultos en la Unión Europea.
Otro dato: en una pregunta parlamentaria, el Gobierno aportó datos del INE que reflejaban que más del 29% de los autónomos jóvenes de muestro país reciben ingresos que les dejan bajo el umbral de la pobreza. Hay más de 850.000 autónomos jóvenes y casi un tercio de ellos recibe menos del 60% del ingreso medio anual del país.
Por otro lado, el último informe sobre la emancipación juvenil en España que elabora el INJUVE constató que la tasa de trabajadores de entre 18 y 24 años se triplicó con la crisis, pasando del 7% en 2007 al 21% de 2014.
Según los últimos datos de la encuesta salarial del INE (para 2015), el sueldo medio de los menores de 25 años cayó un 15% desde 2008. El de los jóvenes entre 25 y 34 años disminuyó un 5%. Mientras, el sueldo medio del conjunto de los trabajadores aumentó un 5,5% en esos siete años, principalmente por el tirón de los mayores de 55 y su mayor representatividad de éstos en el mercado laboral que al inicio de la crisis.
Sin embargo, desglosando aún más los salarios medios anuales por edad, los datos para los menores de 20 años no dejan lugar a dudas sobre el impacto del empleo 'basura' entre los más jóvenes de entre los jóvenes: sus sueldos medios se desplomaron un 25%.
La normalización de la miseria a la luz de una estadística
Ayer leí que el 38.8% de los jubilados murcianos cobra MENOS de 585 euros al mes
Los ancianos, junto con los niños,se integran en la porción más vulnerable de la sociedad. Su edad les impide ganarse la vida, y dependen de la ayuda de terceros para vivir con dignidad.
En el caso de los ancianos, además deben soportar importantes gastos adicionales derivados de su estado físico, tales como medicamentos y tratamientos médicos.
El dato de que casi un 40% de los ancianos viven en la MISERIA en UNO DE LOS QUINCE PAÍSES CON MÁS MILLONARIOS DEL MUNDOdebería provocar un estallido social.
Es en este punto donde se percibe en toda su crudeza el masivo lavado de cerebro que desde el Gobierno y sus satélites pretende hacérsenos.
Un lavado de cerebro que, como los once principios de la propaganda de Goebbels, se basa en repetir una serie de máximas a través de los altavoces gubernamentales, a la vez que se implementan con puño de hierro en la calle.
Éstas son dichas máximas:
-Mileurista: eres un triunfador que no debe preocuparse por los perdedores que no alcanzan tu umbral de bienestar.
Es más, representan una amenaza para ti porque, si nos obligas a ayudarles, tendremos que subirte los impuestos y saldrás perjudicado.
Tú, que con tu esfuerzo te has ganado tu parcela de paraíso, deberás renunciar a ella en beneficio de vagos e inútiles.
-Nos gustaría ayudar a los perdedores (aunque no tenemos ninguna obligación de hacerlo) pero no hay dinero para ello.
Los demagogos que nos acusan de salvar bancos y autopistas en lugar de personas, olvidan que un pensionista no genera riqueza, mientras que los bancos multiplicarán por mil el dinero que usemos para rescatarles. Quién se quede con ese dinero, es otra historia. Lo único importante es crear riqueza.
Lo de menos es quién se la quede. De todas formas, es obvio que si creamos trillones de euros en riqueza, algunos miles de euros caerán sobre la clase media. Es todo lo más a lo que podéis aspirar. Todo el mundo sabe que, para que el trabajador obtenga 1 euro, el empresario debe ganar previamente 1000.
-Exprime tu parcela de tiempo libre para olvidar las frustraciones.
Un día a la semana (o como mucho dos) es suficiente para que te quites de la cabeza esos pensamientos negativos sobre horas extras no pagadas, plazos de la hipoteca que se te echan encima, gritos de tu jefe o preocupación porque tus padres no pueden pagarse la luz y tu sueldo de 900 euros te impide ayudarles.
Bebe (mientras el lunes estés sobrio para seguir trabajando), baila compulsivamente en la discoteca, grita como un poseso en el fútbol o regocíjate contemplando en tu televisor cómo hemos desactivado el complot separatista contra la sagrada unidad de España. La vida es demasiado corta como para desperdiciarla pensando en tristezas (y más teniendo en cuenta que tu tiempo de descanso es limitado).
-No podéis pedirnos que redistribuyamos la riqueza persiguiendo el fraude fiscal o subiendo los impuestos a las rentas altas. Eso haría que huyesen.
No importa que en la mayoría de países europeos la presión fiscal a los más ricos sea muy superior a la de España, ni que el fraude fiscal sea mucho más bajo porque se invierte en crear plazas de inspector de hacienda. Son otras culturas.
Además, si nos ponemos duros con la persecución del fraude fiscal, a lo mejor acabamos pillando al autónomo que defrauda 200 euros al mes por no declarar servicios.
Y eso no nos gustaría.
-No podéis usar como argumento para pedir subidas de salario y pensiones, que los diputados experimentemos subidas salariales muy por encima del IPC todos los años, ni que nuestro régimen retributivo sea éste www.meneame.net/m/actualidad/salario-minimo-mensual-735-90e
Nosotros damos la vida por España (incluso si nuestras iniciativas parlamentarias a lo largo de una legislatura son cero) y nos merecemos un salario acorde con esa responsabilidad. Nuestro trabajo no puede compararse con el de un camarero que trabaja 60 horas semanales en el bar, ni con el de un albañil que carga sacos de cemento hasta quedarse inválido a los 50 años por una hernia aguda.
Ellos son prescindibles, hay muchos de su clase...pero nosotros somos esenciales. Y no querréis que, preocupados por nuestra situación económica, olvidemos apretar el botón de nuestros escaños en alguna votación. El resultado sería terrible para España.
-Desactivar el complot separatista o deslumbrar al mundo con la esbelta figura de Letizia, son misiones que requieren una gran inversión pública. Así que no oses alegar el dinero que has cotizado durante tu vida para reclamar una subida de pensión. Todo se ha invertido en lo primordial y, lo que ha sobrado, se ha dedicado a lo secundario. Como debe ser.
-La recuperación del país exige que demos una imagen de estabilidad y prosperidad. Los enemigos de la patria mancillan esa imagen y ahuyentan la inversión con sus protestas y campañas negativas sobre la imagen de España.
En lugar de promocionar nuestras playas y rascacielos, muestran imágenes de la población improductiva y parasitaria, y nos exigen que hagamos algo por ellos.
Los inversores extranjeros no disfrutan con esas imágenes.
Por eso, buscando el bien común, nos vemos obligados a aplicar la Ley Mordaza para desactivar a esos malos españoles que no reman en la dirección del crecimiento.
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