viernes, 23 de marzo de 2018

Mario Vargas Llosa, el monstruo que siempre fuiste

Mario Vargas Llosa, el monstruo que siempre fuiste

Mantiene el escritor Mario Vargas Llosa que “el que haya más de 100 periodistas asesinados en México es en gran parte por culpa de la libertad de prensa, que hoy permite a los periodistas decir cosas que antes no se podían permitir”. Manuel Medina, autor de este artículo, cree que éstas monstruosas declaraciones de Vargas tienen su origen en un extraño accidente sufrido por el inigualable escritor a finales de la década de los 60.(…)
Por Manuel Medina
Debió de haber ocurrido a finales de la década de 1960. Aquel día Mario no se encontraba bien, algo realmente extraño en un hombre que siempre había gozado de una excelente salud. 
Hay días que no se sabe cuál es la razón por la que el organismo humano se desregulariza, pierde la compostura, comportándose de una manera extraña. Eso, al parecer, fue lo que le debió ocurrir a Mario Vargas, en aquella aciaga fecha de un ignoto año de los 60.
     Medio mareado, inseguro, tambaleante, Mario se atrevió a bajar las tortuosas escaleras de la segunda planta de su domicilio. Se trataba, ciertamente, de una operación arriesgada, y que podía ser hasta peligrosa en la preocupante situación en la que se encontraba el autor de “Pantaleón y las visitadoras”. 
La cuestión fue que su repentina indisposición había venido acompañada de un fuerte cólico que convertía en imperativo su desplazamiento hacia el cagadero más próximo, ubicado en la primera planta de aquella cochambrosa vivienda decimonónica.
    Sea porque se le enredaron entre sí sus extremidades inferiores o, simplemente, porque durante el trayecto sufrió un desvanecimiento, lo cierto es que Vargas cayó desde los primeros escalones hasta el último, rebotando peldaño tras peldaño como si de una pelota se tratara.
     La verdad es que Mario tuvo suerte en aquel truculento percance. Pudo perfectamente haber perdido la vida, pero, aparte de un voluminoso chichón en la frente y la pérdida de la conciencia durante unos minutos, pudo salir relativamente airoso de aquel vuelo sin paracaídas.
    Sin embargo, quienes no tuvimos tanta suerte como él fuimos la extensa pléyade de sus lectores, que embobecidos le seguíamos a través de sus libros, entrevistas y declaraciones. 
Poco a poco, a partir de aquel endemoniado accidentede manera casi imperceptible se empezaron a detectar en su comportamiento público extrañas y desconcertantes piruetas.
     Apenas habían transcurrido unas semanas de aquello, cuando se pudo notar cómo Mario comenzaba a enfriar su solidaridad por las causas que siempre había defendido. 
Recuerdo, por ejemplo, unas declaraciones suyas sobre la masacre contra los estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, en México, en las que lo noté distante y desinteresado en relación con aquella tragedia que acabó con la vida de centenares de estudiantes universitarios mexicanos.
       Algún tiempo después, aunque conservando todavía un cierto respeto, Mario comenzó a marcar distancias con su hasta entonces admirada Revolución cubana. Sus viajes a los Estados Unidos, con el pretexto de su pertenencia al Pen Club, comenzaron tener una inusitada frecuencia. 
Y lo que ya terminó por soliviantar mis mosqueos fue la solícita aquiescencia con la que le acogían las más glamorosas revistas norteamericanas, en las que aparecía risueñamente acompañado de distinguidos personajes e inequívocamente ubicados en el campo de la extrema derecha ideológica de los EEUU.
     Pese a sus reiteradas afirmaciones de que no le interesaba en absoluto la política institucional, terminó presentándose a las elecciones presidenciales de su país, Perú. Una osadía que le hizo morder el polvo.
     Ya en esos años Mario estaba dejando de ser Mario Vargas Llosa. Se había transformado en un personaje desconocido, con opiniones que me resultaban imprevisibles. Empecé a verlo como un enemigo hostil y del que era preciso defenderse. Por eso, cuando mucho tiempo después se hizo intimo amigo de José Maria Aznar o se emparejó con la Isabel Presley, ni siquiera me resultó sorprendente. 
Ambos encajaban perfectamente con el personaje. Vargas había empezado a ser, por fin, perfectamente previsible para mí.
    Siempre he tenido la convicción de que aquella extraña caída de la escalera lesionó alguna zona de su cerebro, provocando un mefistofélico cambio en su identidad ideológica y convirtiéndolo, además, en un monstruo humanamente repugnante.
     Aunque nunca lo comenté con nadie, pensé que por alguna desconocida razón el funesto accidente no había afectado a la parte de su cerebro que tenía que ver con la creatividad literaria. Sus libros, sus recreaciones, su capacidad fabuladora no habían perdido un ápice de su valor original. 
Permanecían intactas, vivas. Quienes aun despreciando la nueva faceta de su personalidad han tenido el valor de seguir comprando sus novelas, seguro que coinciden conmigo.
     Vienen todas estas rememoraciones a propósito de las recientes declaraciones que hoy he tenido la oportunidad de leer en la prensa digital. Mario Vargas Llosa declaró que
    “En la época de la dictadura perfecta era una especie de ritual que se llevaba cada cierto año pero que en realidad sabíamos quién era el candidato asignado y que iba a ser elegido, ahora eso no ocurre. Ahora hay una incertidumbre porque hay unas elecciones que son mucho más libres que antes “.
   “Que hay más libertad de prensa en México hoy en día que hace 20 años, sin ninguna duda. Y el que haya 100 periodistas asesinados yo creo que es en gran parte por culpa de la libertad de prensa que hoy día permite a los periodistas decir cosas que antes no se podían permitir.
     Reconozco que estas obscenas y provocadoras declaraciones de Mario no llegaron ni siquiera a irritarme. Me lo podia esperar. Sólo me trajeron a la memoria la catadura del Mr. Hyde que hoy se alberga en tras su abyecta conciencia.
        La verdad es que toda esta construcción de imágenes narrativas  que yo mismo habia construido se inició a partir de aquel desgraciado accidente que me vi obligado a inventar para poder permitirme seguir comprando sus novelas y   encontrarle una explicación racional a cómo un escritor de su valía pudo llegar a convertirse en el  miserable personaje repugnante que es hoy.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro