Plan Marshall con África
Nueva prioridad de la política exterior de la Unión Europea
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- marzo 15º, 2015
Por Peter KORZUN para Strategic Culture. 1/12/2017.
Mientras Occidente señala a Rusia como una fuente de amenazas imaginarias para su seguridad, las amenazas inimaginables ponen en peligro el Viejo Continente. La realidad hace que los europeos tomen medidas urgentes para hacer frente a los retos de seguridad.
Europa quiere un nuevo comienzo con África, un "cinturón de seguridad" dada su creciente relevancia para los intereses europeos.
Antes de que sea demasiado tarde, necesitamos un cambio radical que sitúe al continente africano en el primer plano de la agenda política de la UE ", dijo el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, antes de la 5ª cumbre Unión Africana-UE de dos días de duración, que reunió a 55 líderes de la Unión Africana y 28 líderes de la UE, que comenzó el 29 de noviembre en Abidján.
"Ahora es por necesidad", enfatizó el diplomático.
De hecho, Europa se ve afectada por la migración procedente del continente y abordar las consecuencias no servirá de nada. La UE tiene que abordar el problema desde sus raíces abordando los problemas de África.
Plan Marshall para África: nueva prioridad de la política exterior de la UE
PETER KORZUN | 01.12.2017 | MUNDO / EUROPA, ÁFRICA
Plan Marshall con África: nueva prioridad de la política exterior de la UE
Mientras Occidente señala a Rusia como una fuente de amenaza imaginada para su seguridad, las amenazas inimaginables ponen en peligro al Viejo Continente. La realidad hace que los europeos tomen medidas urgentes para enfrentar los desafíos de seguridad.
Europa quiere un nuevo comienzo con África, un "cinturón de seguridad" dada su creciente relevancia para los intereses europeos.
"Antes de que sea demasiado tarde, necesitamos un cambio radical que coloque al continente africano en la cima de la agenda política de la UE", dijo el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, antes de la V cumbre de dos días de la Unión Africana y la UE, que reúne a 55 países africanos y 28 Líderes de la UE, que comenzaron el 29 de noviembre en Abiyán.
"Ahora es por necesidad", enfatizó el diplomático.
De hecho, Europa se ve afectada por la migración desde el continente y enfrentar las consecuencias no ayudará. La UE necesita abordar el problema en sus raíces al abordar los problemas de África.
Millones de personas huyen de sus países para escapar de la guerra y la pobreza. Más de 1,5 millones de personas de Medio Oriente y África han ingresado a Europa en los últimos dos años y los funcionarios de la UE temen nuevas afluencias e incluso mayores en el futuro.
Hasta 30 millones de africanos pueden venir a Europa en los próximos 10 años, lo que plantea nuevos desafíos de seguridad para el continente.
Para el año 2050, se espera que África albergue una población de 2.500 millones de personas, y esas personas deberían tener la oportunidad de construir futuros en sus propios países.
Es por eso que el tema de la cumbre antes mencionada no es la migración, sino "Invertir en la juventud para un futuro sostenible".
Los esfuerzos de la ONU evidentemente no son suficientes. Las últimas llamadas de la organización para obtener más dinero han coincidido con una serie de amenazas de la administración Trump para reducir sus contribuciones a actividades multilaterales a la mitad o más.
Europa enfrenta una catástrofe humanitaria hacia el sur en un momento en que su principal aliado se está distanciando de algunas de las organizaciones multilaterales que están destinadas a mitigar tales problemas.
No es solo migración.
Apoyar a África responde al interés económico y político de la UE. El continente abre oportunidades genuinas para los negocios europeos.
En 2016, cinco economías africanas se encontraban entre las diez mejores del mundo en términos de crecimiento, con tasas de más del 7%.
África tiene materias primas esenciales para las industrias europeas: el 64% del cobalto mundial, sin el cual no se pueden fabricar baterías para automóviles eléctricos, proviene del Congo; el tántalo, que se usa en paneles solares, proviene de Ruanda; platino, que se utiliza para limitar las emisiones nocivas de los automóviles, proviene de Sudáfrica.
Estas materias primas también son de interés para China, el competidor de la UE.
La UE ya ha establecido fondos multimillonarios para promover el desarrollo económico de África.
El Fondo Europeo y el Fondo Africano de Inversión proporcionan asistencia para el desarrollo económico de la UE a África.
En septiembre, el Parlamento Europeo y el Consejo adoptaron el Fondo Europeo para el Desarrollo Sostenible (EFSD), la pieza central del nuevo Plan de Inversiones Externas de la UE. El 22 de noviembre, Federica Mogherini, jefa de política exterior de la UE, anunció un plan de inversión para África que, según dijo, podría recaudar al menos 44.000 millones de euros en efectivo privado para 2020. El objetivo es controlar los movimientos migratorios en lugar de ser gobernados por ellos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, quiere que África sea una prioridad para la "diplomacia económica" francesa. Según él, las compañías francesas invertirán en África, incluidas las inversiones en capacitación profesional.
La canciller alemana, Angela Merkel, también ha convertido a África en una prioridad de política exterior. El 18 de enero de 2017, Alemania lanzó un llamado Plan Marshall con África.
La propuesta se ha convertido en una característica importante de la presidencia alemana del G20 este año. En 2016, la UE lanzó esquemas similares conocidos como pactos de migración con Mali, Nigeria, Níger, Senegal y Etiopía, como parte de su nuevo "marco de asociación para la migración".
Los gobiernos e instituciones europeos han inyectado fondos en las agencias de la ONU y buscaron cerrar acuerdos con los gobiernos africanos para frenar los flujos migratorios en todo el Sahara.
Sin embargo, persiste la violencia grave desde Nigeria hacia el Sudán, alimentando una crisis humanitaria que amenaza con crear más inestabilidad en las fronteras de Europa.
La UE aumentará sus operaciones relacionadas con la seguridad en el continente.
La UE participa en acuerdos marco de asociación con varios países africanos para frenar el flujo de migrantes.
Ha establecido el Fondo Fiduciario de Emergencia de la UE para África (un programa de ayuda de 2.000 millones de euros destinado a garantizar la cooperación de los países africanos para hacer frente a la migración irregular), que llevó a la firma de acuerdos bilaterales con Níger, Nigeria, Malí, Senegal y Etiopía.
La mayoría de las misiones de paz de la ONU, en las que participan muchos europeos, se encuentran en África.
Las instituciones de la UE tienen ahora una experiencia considerable en el despliegue de misiones de Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD).
Los estados miembros de la UE también albergan una serie de bases militares en el continente.
Las misiones de la Unión Europea están entrenando soldados malíes y somalíes y policías nigerianos, mientras que barcos de bandera de la UE patrullan el Mediterráneo y la costa alrededor del Cuerno de África en busca de traficantes de personas y piratas.
Francia, Alemania, Italia y España tienen botas en el suelo en Djibouti.
La presencia de Francia allí es ahora de alrededor de 1.700 personas.
Alrededor de 3.500 tropas francesas operan en Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger, Gabón y Costa de Marfil.
Las fuerzas francesas y alemanas operan juntas en Níger.
Alemania tiene una base de transporte aéreo en el aeropuerto internacional de Niamey que apoya su creciente contribución de tropas a la misión de paz de la ONU en la vecina Mali.
La fuerza de 10 000 efectivos de la ONU está compuesta por varios contingentes de tropas de varios países occidentales, incluidos los Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Suecia e Italia.
Las tropas británicas están sirviendo con las Naciones Unidas en Sudán del Sur. La influencia de China en África es inmensa. Es un competidor económico hacer que los europeos presten más atención a la eficacia de los proyectos que ofrecerán. La competencia es una buena cosa, ser el impulsor de la eficiencia.
Pero los intereses de seguridad coinciden. China tiene un problema con los fundamentalistas islámicos en la Región Autónoma Uygur de Xinjiang.
Tiene una sed creciente de materias primas y está interesada en la estabilidad política en los países africanos. Esta vez los europeos tendrán que convertir las palabras en hechos.
El Plan Marshall con África será un esfuerzo costoso pero es demasiado importante para dejar de lado. La UE apenas puede permitirse el Plan Marshall en África y la continuación del enfrentamiento con Rusia, al mismo tiempo, tendrá que elegir.
La amenaza proveniente de África es real y visible. La exacerbación del problema en el futuro cercano es inevitable. Para los europeos es una cuestión de supervivencia.
El enfrentamiento con Moscú es bastante artificial. Rusia no es una amenaza inminente como se describe en los medios.
Después de todo, la UE, una poderosa entidad internacional con 28 miembros que representan más del 20% del PIB mundial.
Hay formas de resolver los problemas que agravan la relación entre los miembros de la UE y Rusia.
La UE necesita abordar la crisis de los migrantes.
Este es un tema de suma importancia para Europa, a diferencia de los planes para desplegar batallones de la OTAN en Europa del Este y los países bálticos para desafiar a Rusia y así reducir la seguridad europea.
La UE y Rusia han llevado a cabo operaciones conjuntas en Chad y la República Centroafricana y esfuerzos coordinados para combatir a los piratas somalíes. Rusia se enfrenta a la amenaza terrorista procedente del sur.
También tiene intereses económicos en África y goza de gran influencia entre los estados africanos, incluida la cooperación militar y de seguridad.
Como los europeos, Rusia y la UE tienen intereses más comunes en el campo de la seguridad, mientras que EE. UU. Tiene su propia lista de prioridades de política exterior.
Irán y Corea del Norte son más importantes para Estados Unidos que detener los flujos de migrantes a Europa. Alrededor de 4.5 millones de refugiados han huido de la guerra civil siria.
Estados Unidos ha recibido solo alrededor de 3.000. La elección parece ser clara.
Son los inmigrantes y el terrorismo, no Rusia, los que encabezan la agenda de seguridad de Europa. Sería lógico hacer del Plan Marshall un esfuerzo internacional para unir a aquellos que tienen interés en traer estabilidad a África.
Libia podría y debería ser el primer país africano en ser rescatado por un esfuerzo multinacional.
Solo hay una entrada principal a Europa, y es a través de Libia.
La influencia que Moscú disfruta en ese país lo convierte en un actor importante. Unir esfuerzos para enfrentar la situación en Libia sería un paso lógico para el bien común.
Marshall Plan with Africa: New EU Foreign Policy Priority
While the West is pointing at Russia as a source of imagined menace to its security, unimagined menaces endanger the Old Continent. Reality makes Europeans take urgent steps to meet security challenges.
Europe wants a fresh start with Africa – a “security belt” given its growing relevance to European interests. “Before it’s too late, we need a radical change that puts the African continent on top of the EU’s political agenda,” European Parliament President Antonio Tajani said before the 5th African Union-EU two-day summit, bringing together 55 African Union and 28 EU leaders, which started on November 29 in Abidjan. “Now it is out of necessity,” the diplomat emphasized. Indeed, Europe is hit by migration from the continent and tackling consequences won’t help. The EU needs to address the problem at its roots by addressing Africa’s woes.
Millions of people flee their countries to escape war and poverty. More than 1.5 million people from the Middle East and Africa have entered Europe in the last two years and EU officials fear new and even greater influxes in the future. Up to 30 million Africans may come to Europe within the next 10 years, posing new security challenges to the continent. By 2050, Africa is expected to be home to a population of 2.5 billion people, and those people should be given a chance to build futures in their own countries. That’s why the topic of the abovementioned summit is not migration but “Investing in youth for a sustainable future.”
The UN efforts are evidently not enough. The organization’s latest calls for more money have coincided with a series of threats from the Trump administration to cut its contributions to multilateral activities by half or more. Europe faces a humanitarian catastrophe to its south at a time its major ally is distancing itself from some of the multilateral organizations that are meant to mitigate such problems.
It’s not migration only. Supporting Africa meets EU’s economic and political interest. The continent opens genuine opportunities for European business. In 2016, five African economies were among the top ten in the world in terms of growth, with rates of more than 7%. Africa has critical raw materials essential for European industries: 64% of the world’s cobalt, without which batteries for electric cars cannot be made, comes from Congo; tantalum, which is used in solar panels, comes from Rwanda; platinum, which is used to limit harmful emissions from cars, comes from South Africa. These raw materials are also of interest to China – the EU competitor.
The EU has already set up multi-billion euro funds to promote Africa's economic development. The European Fund and African Investment Facility provide economic development assistance from the EU to Africa. In September, the European Parliament and the Council adopted the European Fund for Sustainable Development (EFSD), the centerpiece of the EU’s new External Investment Plan. On Nov.22, Federica Mogherini, the EU’s foreign policy chief, announced an investment plan for Africa that she said could raise at least €44 billion in private cash by 2020. The aim is to govern migratory movements rather than be governed by them.
French President Emmanuel Macron wants Africa to be a priority for French “economic diplomacy.” According to him, the French companies will invest in Africa, including investments into professional training.
German Chancellor Angela Merkel has also made Africa a foreign policy priority. On Jan. 18, 2017, Germany put forth a so-called Marshall Plan with Africa. The proposal has become a major feature of Germany's G20 presidency this year. In 2016, the EU launched similar schemes known as migration compacts with Mali, Nigeria, Niger, Senegal, and Ethiopia, as part of its new "migration partnership framework".
European governments and institutions have ploughed funds into UN agencies and looked to cut deals with African governments to stem migratory flows across the Sahara. Yet serious violence persists from Nigeria to the Sudan, fueling a humanitarian crisis that threatens to create more instability on Europe’s borders. The EU is to increase its security related operations in the continent.
The EU is engaged in Partnership Framework Agreements with several African countries to stem the flow of migrants. It has set up the EU Emergency Trust Fund for Africa (a €2 billion aid program aimed at securing African countries’ cooperation in tackling irregular migration), leading to the initial signing of bilateral agreements with Niger, Nigeria, Mali, Senegal and Ethiopia.
A majority of UN peacekeeping missions, in which many Europeans are involved, are in Africa. The EU institutions now have considerable experience in deploying Common Security and Defence Policy (CSDP) missions. EU member-states also host a number of military bases on the continent. European Union missions are training Malian and Somali soldiers and Nigerien police officers, while EU-flagged ships patrol the Mediterranean and the coast around the Horn of Africa looking for human traffickers and pirates. France, Germany, Italy, and Spain all have boots on the ground in Djibouti. France’s presence there is now around 1,700 personnel. About 3,500 French troops operate in Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania, and Niger, Gabon and Cote d’Ivoire. The French and German forces operate together in Niger.
Germany has an air transport base at the Niamey international airport that supports its increasing troop contribution to the UN’s peacekeeping mission in neighboring Mali. The 10,000-strong UN force is made up of various contingents of troops from several Western countries, including the Netherlands, Denmark, Norway, Sweden and Italy. British troops are serving with the United Nations in South Sudan.
China’s influence in Africa is immense. It’s an economic competitor to make Europeans pay more attention on the effectiveness of the projects they will offer. Competition is a good thing being the driver of efficiency. But the security interests coincide. China has a problem with Islamic fundamentalists in the Xinjiang Uygur Autonomous Region. It has growing thirst for raw materials and is interested in political stability in African countries.
This time the Europeans will have to convert the words into deeds. The Marshall Plan with Africa will be a costly endeavor but it’s too important to shelve. The EU just can hardly afford the Marshall Plan in Africa and the continuation of confrontation with Russia at the same time, it will have to choose. The threat coming from Africa is real and visible. The exacerbation of the problem in the near future is unavoidable. For Europeans it’s a matter of survival.
The confrontation with Moscow is rather artificial. Russia is not an imminent threat as depicted in the media. After all, the EU, a powerful international entity with 28 members accounting for more than 20% of global GDP. There are ways to solve the problems that aggravate the relationship between EU members and Russia. The EU needs to tackle the migrants’ crisis. This is an issue of paramount importance for Europe, unlike the plans to deploy NATO battalions in Eastern Europe and the Baltics to challenge Russia and, thus, reduce the European security.
The EU and Russia have conducted joint operations in Chad and the Central African Republic and coordinated efforts fighting Somalian pirates. Russia is facing the terrorist threat coming from the south. It also has economic interests in Africa and enjoys significant influence among African states, including military and security cooperation.
As Europeans, Russia and the EU have more common interests in the field of security, while the US has its own list of foreign policy priorities. Iran and North Korea are more important for the United States than stopping migrants’ flows to Europe. Around 4.5 million refugees have fled the Syrian civil war. The US has taken in only around 3,000.
The choice appears to be clear. It’s immigrants and terrorism, not Russia, that top the Europe’s security agenda. It would be logical to make the Marshall Plan an international effort to unite those who have interest in bringing stability to Africa. Libya, a nation in distress, could and should be the first African country to be bailed out by a multinational effort. There is only one major gateway to Europe — and it's through Libya. The clout that Moscow enjoys in that country makes it a major actor. Joining efforts to tackle the situation in Libya would be a logical step to take for common good.
Fuente: Strategic Culture.
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