Francia-Argelia: años 60.
L'état, c'est la CIA
(El Estado es la CIA)
Un texto de William Blum.
En un almuerzo en Washington el año anterior, Jacques Soustelle, el antiguo gobernador general de Argelia que había mostrado públicamente su desacuerdo con la política argelina de De Gaulle, conversó con funcionarios de la CIA, entre ellos Richard Bisell, el jefe de operaciones encubiertas.
Según Krief, Soustelle había convencido a los de la Agencia de que Argelia se convertiría en una "base soviética".
Este almuerzo se convirtió en algo así como la cause célebre de las especulaciones acerca del papel de la CIA en el golpe.
El New York Times y otros informaron que había sido ofrecido a Souslelle por la Agencia (15).
Sin embargo, funcionarios norteamericanos insistieron en que el almuerzo había sido organizado por alguien en la Embajada francesa a petición de Soustelle.
El diplomático francés había estado presente todo el tiempo, dijeron, lo cual probaba que no había ninguna oscura conspiración (16).
El porqué la Embajada francesa ofrecería un almuerzo para un enemigo declarado y prominente de De Gaulle, un hombre que había sido expulsado del gabinete dos meses antes por sus simpatías “ultras”, no fue explicado.
Ni tampoco por qué la CIA figuraría entre los invitados, algo tan fuera de lugar en el protocolo de Washington.
En cualquier caso, parece ridículo implicar que ésta fuera la única oportunidad de contacto entre Soustelle y la CIA durante la estancia de aquel en EE.UU., que fue de más de una semana.
Un encuentro clandestino en Madrid también recibió gran atención dentro de la controversia.
Un encuentro clandestino en Madrid también recibió gran atención dentro de la controversia.
Krief da como fecha del mismo el 12 de abril de 1961, y lo describe como una reunión entre .
Se informaba que los norteamericanos se quejaron con irritación de que la política de De Gaulle estaba "paralizando a la OTAN e imposibilitando la defensa de Europa", y aseguraron a los generales que si ellos y sus seguidores tenían éxito, Washington reconocería al nuevo gobierno en Argelia en menos de cuarenta y ocho horas.
Pudiera ser que el Gobierno francés tuviese evidencias de la complicidad de la CIA.
Pudiera ser que el Gobierno francés tuviese evidencias de la complicidad de la CIA.
Pero en el artificioso mundo de la diplomacia internacional, esto no tiene que conducir necesariamente a un pronunciamiento público terminante.
Tal cosa hubiera traído una confrontación abierta entre EE.UU. y Francia, algo que ambas partes tratarían de evitar a toda costa.
Más aun, pondría a los franceses en la obligación de hacer algo al respecto. ¿Y qué podían hacer?
Romper relaciones con EE.UU. no era una opción realista, ni estaban tampoco los franceses en posición de tomar represalias económicas o militares.
Pero los líderes franceses estaban demasiado furiosos para dejar pasar el asunto inadvertido. Así, para completar nuestra hipótesis, recurrieron a la puerta trasera con todos sus inconvenientes.
De manera similar, EE.UU. sabía que los rusos, durante todo un año por lo menos, estuvieron interceptando llamadas telefónicas de funcionarios del Gobierno y el Congreso en EE.UU., pero no lo dieron a conocer públicamente porque no podían eliminar el asunto por vías técnicas (17)y se trataba de un enemigo y no de un aliado.
En 1975, el Chicago Tribune publicó una historia en su primera página que decía en una de sus partes:
No se hacía mención en el testimonio del oficial de la CIA acerca de la participación posible de Lyndon Johnson, aunque era bien conocida la animadversión entre éste y De Gaulle. El dirigente francés estaba firmemente convencido de que EE.UU. estaba detrás del fracaso de su gira por América del Sur en 1964; creía que la CIA había utilizado su red de agentes para evitar que la población acudiese masivamente a recibirlo (20). Hay algunas evidencias que muestran que esto no era exclusivamente paranoia. En 1970 el Dr. Alfred Stepan, profesor de Ciencias Políticas en Yale, testificó ante el Congreso acerca de su experiencia en Sudamérica en 1964 cuando era periodista para The Economist: "Cuando De Gaulle iba a hacer su gira por Latinoamérica, muchos de mis entrevistados [funcionarios de varias embajadas] dijeron que se hallaban bajo presiones muy reales por parte de grupos norteamericanos para no mostrarse muy cálidos hacia De Gaulle, pues considerábamos que Latinoamérica estaba dentro del área de influencia de Estados Unidos" (21).
Tras la aparición de la historia en el Chicago Tribune, el director de la CIA William Colby confirmó que "extranjeros" se habían acercado a la Agencia con un plan para matar a De Gaulle. Colby dijo que la CIA había rechazado la idea, pero no sabía si se había alertado al Gobierno francés al respecto (22). No se definió si el incidente al que Colby hacía referencia era el mismo relatado en el periódico.
Temprano en la mañana del lunes 9 de noviembre de 1970 Charles de Gaulle murió apaciblemente a la edad de 80 años, mientras contemplaba sentado en su sillón un serial sentimental televisivo llamado Nanou.
Notas
(1) Andrew Tully: CIA: The Inside Story. New York, 1962, p. 44.
(2) Allen Dulles: The Craft of Intelligence. New York, 1965, p. 175.
(3) New York Times, 4 de mayo de 1961, p. 10.
(4) Citado en Tully, p. 45, artículo escrito por Crosby Noyes, no se da la fecha de su publicación en el Washington Star.
(5) Citado en Sanche de Gramont: The Secret War. New York, 1963, pp. 29-30.
(6) New York Times, 24 de abril de 1961.
(7) Washington Post, 5 de mayo de 1961, p. A16.
(8) Time, 12 de mayo de 1961, p. 19.
(9) New York Times, 29 de abril de 1961, pp. 1, 3.
(10) Ibíd., 1 de mayo de 1961, p. 28.
(11) Citado en De Gramont, pp. 30-31.
(12) Newsweek, 15 de mayo de 1961, pp. 50-51.
(13) Recogido en Alexander Werth: "The CIA in Algeria", en The Nation, New York, 20 de mayo de 1961, pp. 433-435.
(14) Time, 12 de mayo de 1961, p. 19.
(15) New York Times, 29 de abril de 1961, p. 3.
(16) Ibíd., 2 de mayo de 1961, p. 18.
(17) Ibid., 24 de junio de 1975, p. 11.
(18) Christian Plume y Pierre Démaret: Target: De Gaulle. Londres, 1974,passim.
(19) Chicago Tribune, 15 de junio de 1975, p. 1.
(20) David Wise: The Politics of Lying. New York, 1973, p. 431.
(21) Military Assistance Training. Audiencias ante el Comité de la Cámara sobre Asuntos Exteriores, Subcomité sobre Política de Seguridad Nacional y Desarrollo Científico, octubre y diciembre de 1970, p. 120.
(22) Chicago Tribune, 20 de junio de 1975, p. 6.
El general Maurice Challe, el líder del golpe de estado contra De Gaulle, era un hombre de máxima confianza de EE.UU., ya que había sido comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa central.
"Todos los que lo conocían bien están completamente convencidos de que fue alentado por la CIA para seguir adelante", escribió Claude Krief.
En 1975, el Chicago Tribune publicó una historia en su primera página que decía en una de sus partes:
Líderes del Congreso han sido informados acerca de la participación de la CIA en un complot de disidentes franceses para asesinar al presidente francés Charles de Gaulle. En las últimas dos semanas, un representante de la CIA reveló algunos detalles de la trama [...] Se dice que en algún momento a mediados de los 60 -probablemente en 1965 o 1966— opositores al gobierno de De Gaulle hicieron contacto con la CIA para pedir ayuda en un complot para asesinar al líder francés. No ha quedado claro cuál fue el partido que instigó el contacto [...] Según el oficial de la CIA, se analizó la mejor forma de eliminar a De Gaulle, quien para entonces se había convertido en una espina en el costado de la administración Johnson debido a su expulsión de las bases militares norteamericanas de suelo francés y sus demandas de retirar las fuerzas de Estados Unidos de la guerra en Indochina. De este modo se dice que el plan fue desarrollado tras debates entre el personal de la CIA y los disidentes galos. No hay, sin embargo, evidencias de que el complot avanzó más allá de las conversaciones.
Un asesino a sueldo, armado con un anillo envenenado, debía deslizarse en una multitud de veteranos franceses en una recepción que les sería ofrecida por De Gaulle. El asesino se le presentaría al final de la misma, cuando se suponía que la mano del presidente estaría cansada y tal vez entumecida por cientos de estrechones, lo que impediría a De Gaulle detectar el minúsculo pinchazo con el que se le introducida el veneno en el letal apretón de manos del matón, quien se perdería luego entre los congregados mientras el veneno ser abría paso por las venas del presidente rumbo a su corazón o su cerebro, dependiendo de cuál fuese el tóxico utilizado. No se divulgó con qué rapidez sobrevendría la muerte, si es que eso fue analizado en su momento [...]
En él esbozo presentado a los congresistas no se indicaba cuál habría sido el papel real de la CIA si el complot hubiese tenido éxito. (19)Los disidentes involucrados en el supuesto complot eran oficiales franceses y antiguos residentes en Argelia, quienes se hallaban amargamente resentidos contra De Gaulle por haber "vendido el honor francés" al retirarse de la colonia norteafricana.
No se hacía mención en el testimonio del oficial de la CIA acerca de la participación posible de Lyndon Johnson, aunque era bien conocida la animadversión entre éste y De Gaulle. El dirigente francés estaba firmemente convencido de que EE.UU. estaba detrás del fracaso de su gira por América del Sur en 1964; creía que la CIA había utilizado su red de agentes para evitar que la población acudiese masivamente a recibirlo (20). Hay algunas evidencias que muestran que esto no era exclusivamente paranoia. En 1970 el Dr. Alfred Stepan, profesor de Ciencias Políticas en Yale, testificó ante el Congreso acerca de su experiencia en Sudamérica en 1964 cuando era periodista para The Economist: "Cuando De Gaulle iba a hacer su gira por Latinoamérica, muchos de mis entrevistados [funcionarios de varias embajadas] dijeron que se hallaban bajo presiones muy reales por parte de grupos norteamericanos para no mostrarse muy cálidos hacia De Gaulle, pues considerábamos que Latinoamérica estaba dentro del área de influencia de Estados Unidos" (21).
Tras la aparición de la historia en el Chicago Tribune, el director de la CIA William Colby confirmó que "extranjeros" se habían acercado a la Agencia con un plan para matar a De Gaulle. Colby dijo que la CIA había rechazado la idea, pero no sabía si se había alertado al Gobierno francés al respecto (22). No se definió si el incidente al que Colby hacía referencia era el mismo relatado en el periódico.
Temprano en la mañana del lunes 9 de noviembre de 1970 Charles de Gaulle murió apaciblemente a la edad de 80 años, mientras contemplaba sentado en su sillón un serial sentimental televisivo llamado Nanou.
Notas
(1) Andrew Tully: CIA: The Inside Story. New York, 1962, p. 44.
(2) Allen Dulles: The Craft of Intelligence. New York, 1965, p. 175.
(3) New York Times, 4 de mayo de 1961, p. 10.
(4) Citado en Tully, p. 45, artículo escrito por Crosby Noyes, no se da la fecha de su publicación en el Washington Star.
(5) Citado en Sanche de Gramont: The Secret War. New York, 1963, pp. 29-30.
(6) New York Times, 24 de abril de 1961.
(7) Washington Post, 5 de mayo de 1961, p. A16.
(8) Time, 12 de mayo de 1961, p. 19.
(9) New York Times, 29 de abril de 1961, pp. 1, 3.
(10) Ibíd., 1 de mayo de 1961, p. 28.
(11) Citado en De Gramont, pp. 30-31.
(12) Newsweek, 15 de mayo de 1961, pp. 50-51.
(13) Recogido en Alexander Werth: "The CIA in Algeria", en The Nation, New York, 20 de mayo de 1961, pp. 433-435.
(14) Time, 12 de mayo de 1961, p. 19.
(15) New York Times, 29 de abril de 1961, p. 3.
(16) Ibíd., 2 de mayo de 1961, p. 18.
(17) Ibid., 24 de junio de 1975, p. 11.
(18) Christian Plume y Pierre Démaret: Target: De Gaulle. Londres, 1974,passim.
(19) Chicago Tribune, 15 de junio de 1975, p. 1.
(20) David Wise: The Politics of Lying. New York, 1973, p. 431.
(21) Military Assistance Training. Audiencias ante el Comité de la Cámara sobre Asuntos Exteriores, Subcomité sobre Política de Seguridad Nacional y Desarrollo Científico, octubre y diciembre de 1970, p. 120.
(22) Chicago Tribune, 20 de junio de 1975, p. 6.
Índice del libro
6. Albania 1949-1953: el correcto espía inglés.
7. Europa del Este 1948-1956: operación factor fragmentante.
10. Guatemala 1953-1954. Con el mundo por testigo.
11. Costa Rica. Mediados de los 50. Tratando de derribar a un aliado. Parte I.
12. Siria 1956-l957. Comprando un nuevo gobierno.
13. Medio Oriente 1957-1958. La Doctrina Eisenhower reclama otro patio para Norteamérica.
16. Guayana Británica 1953-l964. La mafia sindical internacional de la CIA.
20. Camboya 1955-1973. El príncipe Sihanouk camina en al cuerda floja de la neutralidad.
21. Laos 1957-1973. L’Armée Clandestine.
22. Haítí 1959-1963. Los marines desembarcan de nuevo.
23. Guatemala 1960. Un buen golpe merece otro.
26. El Congo 1960-1964. El asesinato de Patricio Lumumba.
27. Brasil 1961-1964. Presentando el maravilloso mundo de los Escuadrones de la Muerte.
28. Perú 1960-1965. Fort Bragg se traslada a al selva.
29. República Dominicana 1960-1966. Deshacerse de la democracia para salvarla del comunismo.
32. Ghana 1966. Kwane Nkrumah se sale de la línea.
33. Uruguay 1964-1970. Tortura, tan norteamericana como el pastel de manzana.
36. Bolivia 1964-l975. Tras la huella del Che Guevara en la tierra del coup d´état.
37. Guatemala. 1962 hasta los 80. Una “solución final” menos publicada.
38. Costa Rica 1970-1971. Tratando de derribar a un aliado, parte II.
39. lraq 1972-1975. Las acciones encubiertas no deben ser confundidas con trabajo de misioneros.
40. Australia 1973-1975. Otra elección libre que muerde el polvo.
41. Angola. 1975 hasta los años 80. El juego de póker de las grandes potencias.
42. Zaire 1975-1978. Mobutu y la CIA, un matrimonio hecho en el cielo.
43. Jamaica 1976-1980. El ultimátum de Kissinger.
46. Marruecos 1983. Una jugada sucia con vídeo.
47. Surinam 1982-1984. Una vez más el famoso cubano.
48. Libia 1981-1989. Ronald Reagan encuentra la horma de su zapato.
50. Panamá 1969-1991. Traicionando a nuestro suministrador de drogas.
52. Iraq 1990-1991. El holocausto del desierto.
54. El Salvador 1980-1994. Derechos humanos al estilo de Washington.
55. Haití 1986-1994. ¿Quién me librará de este cura revoltoso?
Notas
Anexo 1. Así es como circula el dinero.
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