viernes, 17 de noviembre de 2017

La bofetada de Arabia Saudita al presidente francés Macron

El presidente Emmanuel MacronFoto por: aquí frente al príncipe heredero del trono saudita, Mohamed ben Salman

La bofetada de Arabia Saudita al presidente francés Macron

por Thierry Meyssan, en Red Voltaire

En su precipitado viaje a Riad, para “rescatar” al primer ministro del Líbano, retenido allí con su familia, el presidente francés Emmanuel Macron sufrió una afrenta pública sin precedente. 
La prensa de Francia y de Occidente ha hecho todo lo posible por ocultar parte de lo sucedido, pero la opinión pública árabe ha podido comprobar la pérdida vertiginosa de prestigio y de influencia de Francia en el Medio Oriente.
La renuncia del primer ministro libanés Saad Hariri, desde Riad, y su discurso televisivo anti-persa no han logrado provocar en Líbano el enfrentamiento esperado. 
Peor aún, su eterno adversario, el dirigente chiita Hassan Nasrallah, secretario general del Hezbollah, se dio el lujo de defenderlo, revelando que Hariri estaba preso en Riad y denunciando la injerencia de Arabia Saudita en la vida política libanesa. 
En pocas horas, la comunidad religiosa (sunnita) a la que pertenece Hariri comenzó a preocuparse por su jefe.
Por su parte, el presidente del Líbano, Michel Aoun, que es cristiano, denunció un «secuestro» y rechazó la renuncia, evidentemente forzada, hasta que Hariri venga a Beirut a entregársela personalmente. 
Mientras que algunos líderes de la Corriente del Futuro, el partido de Hariri, afirmaban que su jefe estaba libre y saludable, el conjunto de los libaneses reclamaban en bloque su liberación. 
Todos comprendieron que el breve viaje de Saad Hariri a los Emiratos Árabes Unidos y sus fugaces apariciones no eran más que una cuestión de imagen ya que su familia se halla retenida en el hotel Ritz-Carlton de Riad, junto a cientos de personalidades sauditas arrestadas. 
Todos se dieron cuenta también de que al rechazar la dimisión del primer ministro, el presidente Michel Aoun actuaba como un estadista y conservaba el único medio que pudiera permitir la liberación de Saad Hariri.
Francia es la ex potencia colonial que ocupó el Líbano hasta la Segunda Guerra Mundial y por mucho tiempo ha impuesto su voluntad en ese país, al que actualmente utiliza como una especie de sucursal en el Levante y como paraíso fiscal. 
Personalidades libanesas han estado implicadas en todos los escándalos político-financieros que han sacudido Francia en los 30 últimos años.
Actuando como protector del Líbano, el presidente francés Emmanuel Macron repetía en estos días que era necesario que el primer ministro Saad Hariri regresara a Beirut.
Por un azar de la agenda, el presidente Macron tenía que viajar a Abu Dabi el 9 de noviembre para inaugurar allí el llamado «Louvre de las Arenas», así que no podía dejar pasar la oportunidad de tomar la iniciativa. 
Durante su campaña electoral, este sucesor de «Chirac el Árabe»«Sarkozy el Qatarí» y «Hollande el Saudita» no se cohibió para decir todo lo malo que pensaba de Doha y Riad y, a pesar de no sentir simpatía por ninguna de las monarquías del Golfo, acabó acercándose, por defecto, a los emiratíes. 
Ante lo sucedido con Saad Hariri, el equipo de trabajo del presidente de Francia trataba de organizar una escala de Macron en Riad para traer de allí al primer ministro libanés. Pero el rey Salman de Arabia Saudita se negaba a recibir al francesito.
Desde el punto de vista del Consejo de Cooperación del Golfo (o sea, de todos los países árabes de esa región), Francia fue durante los 7 últimos años un aliado seguro contra Libia y contra Siria. 
Participó militarmente –tanto de manera pública como en secreto– en todos los golpes bajos contra esos dos países y proporcionó el paraguas diplomático así como el discurso justificativo para esas agresiones. 
Pero ahora, ante una Libia donde reina el caos y una Siria que –contradiciendo todos los planes– está ganando la guerra, Francia permanece totalmente confundida e inerte. 
El nuevo inquilino del palacio del Elíseo, Emmanuel Macron, no sabe absolutamente nada sobre esta región del mundo, al extremo que un día expresa reconocimiento a la República Árabe Siria y al día siguiente profiere insultos contra su presidente electo. 
Por otra parte, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos recibieron con extremo desagrado las declaraciones del presidente Macron llamando a la desescalada frente a Qatar. 
Para Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, conociendo los esfuerzos que han iniciado para romper con los yihadistas, resulta inaceptable tolerar el apoyo que Qatar sigue aportándo a los terroristas.
La inauguración del «Louvre de las Arenas» era una buena ocasión para pronunciar un bonito discurso sobre la cultura que nos une, un show que ya venía incluido en el paquete de 1 000 millones de dólares pactado desde hace tiempo entre Francia y los Emiratos. 
Después de haber llenado esa formalidad, el presidente Macron trató de averiguar con el jeque Mohamed ben Zayed lo que estaba sucediendo en la vecina Arabia Saudita y de informarse sobre la suerte de Saad Hariri.
Los emiratíes, se diferencian de los beduinos de Arabia Saudita en que son un pueblo de pescadores. Los beduinos vivieron siglos moviéndose por el desierto mientras que los ancestros de los emiratíes recorrían los mares. 
Debido a esa particularidad, los colonizadores británicos pusieron a los emiratíes bajo la autoridad del llamado Imperio de las Indias o «Raj británico», lo cual implica que no dependían de Londres sino de Delhi. 
Hoy en día, los Emiratos Árabes Unidos han invertido los ingresos provenientes de la venta de su petróleo en la compra de unos 60 puertos en 25 países, entre ellos el puerto de Marsella en Francia, el de Rotterdam en los Países Bajos, así como los de Londres y Southampton en el Reino Unido. 
Eso permite a los servicios secretos emiratíes meter y sacar lo que quieran de esos países, a pesar de los controles de las aduanas locales, servicio que saben vender muy bien a otros Estados. 
Gracias a las sanciones de Estados Unidos contra Irán, el puerto de Dubai se ha convertido de hecho en la puerta de Irán, y los emiratíes perciben dividendos enormes por permitir violar el “embargo” estadounidense. Es por eso que Abu Dabi tiene un interés económico vital en estimular la querella arabo-persa, mientras que los propios Emiratos reclaman las islas de Tonb y de Bu-Mussa, que para ellos se hallan «ocupadas» por Irán.
Para nadie es un secreto que el jeque emiratí Mohamed ben Zayed ejerce gran influencia sobre el príncipe heredero del trono saudita, Mohamed ben Salman, lo cual le permitió comunicarse telefónicamente con él, en presencia del presidente Macron, para gestionarle un encuentro en Riad.
En su viaje de regreso a Francia, el presidente Macron, de 39 años, hizo entonces una escala en Riad, donde el príncipe heredero, de 32 años, lo recibió en el aeropuerto y cenó con él en la propia terminal aérea.
En la noche del 4 al 5 de noviembre, el príncipe heredero Mohamed ben Salman ponía fin al gobierno colegial de la dinastía Saud e instauraba en el reino el poder personal de su padre, el rey Salman. 
Para lograrlo, hizo arrestar o asesinar a todos los líderes de los demás clanes que componen la familia real. Lo mismo hizo con los predicadores e imams vinculados a esos clanes. 
Estamos hablando, en total, de unas 2 400 personalidades. Varios “comunicadores” israelíes presentan ese golpe palaciego como una operación anticorrupción.
En definitiva, el presidente francés viajó a Riad inútilmente. 
No pudo traer de regreso a Saad Hariri, quien –a pesar de su dimisión– sigue siendo el primer ministro libanés en funciones. De hecho, ni siquiera pudo verlo. 
Más grave aún, el príncipe heredero Mohamed ben Salman, diciendo estar consciente de las numerosas y complicadas obligaciones que esperaban al presidente Macron en París, le mostró el camino de regreso a su avión.
El comportamiento saudita parece tan increíblemente grosero que es posible que algunos lectores no perciban la envergadura de la humillación que sufrió Emmanuel Macron. 
Digámoslo de otra manera: el presidente francés no pudo entrevistarse con el rey de Arabia Saudita, quien en estos días concede audiencias incluso a personalidades de segundo plano.
Esta forma de grosería, característica de la diplomacia árabe [1], no es sólo imputable al príncipe heredero saudita sino también al jeque Mohamed ben Zayed, quien sabía perfectamente lo que iba suceder cuando envió al joven presidente de Francia a Riad.
Conclusión: por no haber sabido adaptarse rápidamente al viraje de Arabia Saudita, iniciado después del discurso antiterrorista que el presidente estadounidense Donald Trump pronunció en mayo durante su visita en Riad, y también por tratar de apostar simultáneamente a dos caballos, Francia se ha excluido a sí misma de la región. 
A los emiratíes les agradan el museo del Louvre y las corbetas de la marina de guerra francesa… pero ya no toman en serio a los franceses. Los sauditas no han olvidado lo que el candidato Macron dijo de ellos… ni tampoco lo que dijo el presidente Macron a favor de Qatar, el actual padrino de la Hermandad Musulmana. Así que le dieron a entender no debe meterse en los asuntos del Golfo, ni en las disputas de sucesión de los Saud y menos aún en la querella contra Irán o en los conflictos alrededor del Líbano.
Francia ha perdido su influencia en el Medio Oriente.
Notas
[1] Y, por favor, no vean ustedes esta observación como una expresión de racismo antiárabe, sino sólo como una referencia a la Historia. Nota del Autor.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro