Con nombres y apellidos:
quiénes son los poderes mediáticos y económicos que denuncia Pedro Sánchez?
Por Roger Pala /El critic
La entrevista a Sánchez ha sido una autopsia en vivo y en directo de las relaciones más truculentas entre la política y el poder mediático y económico .
La entrevista de Jordi Évole a Pedro Sánchez ha dejado medio país en estado de shock. El hasta hace poco secretario general del PSOE ha cargado duramente contra los poderes mediáticos y económicos, a quien acusó de ejercer presiones para que el PSOE se negara a llegar a ningún acuerdo con Podemos, ERC y CDC para facilitar un gobierno alternativo al de Mariano Rajoy .
Sánchez ha acusado de todo ello directamente en el diario ‘El País’ ya sectores empresariales y financieros, de los que no ha dado nombres a excepción del de César Alierta , hasta hace poco presidente de Telefónica.
La entrevista a Sánchez ha sido una autopsia en vivo y en directo de las relaciones más truculentas entre la política y el poder mediático y económico .
Quiénes son, sin embargo, estos poderes financieros y económicos que mueven los hilos de la política española? En qué despachos se ha decidido que Rajoy fuera presidente cuando, al parecer, Sánchez habría estado dispuesto a explorar una alternativa que contemplara el apoyo de ERC y Convergencia?
Quien remueve las cerezas en el diario El País?
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¿Quiénes son los principales accionistas de El País, propiedad del Grupo Prisa? Poder financiero al alza. #PedroSanchezEnSalvados
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En estos momentos el principal accionista de El País es el fondo de inversión Amber Capital, que el pasado julio amplió su participación en el capital social del grupo hasta controlar el 18,887% de las acciones.
De esta manera, el conglomerado de Joseph Oughourlian ha convertido en el principal accionista del grupo, posición que hasta ahora ocupaba la sociedad Rucandio, de la familia Polanco , con el 17,52%.
La familia Polanco había sido la propietaria histórica del diario ‘El País’ (hasta 2009 había llegado a poseer el 70% de las acciones ) pero con el paso de los años ha visto como su participación en la empresa iba reduciéndola debido a la entrada de la banca en el accionariado del grupo.
¿Cuáles son los bancos mejor representados en el accionariado de El País?
El primero de la lista es el HSBC, con un 7,46% del total de derechos de voto, seguido del Santander, con un 4,19%, y La Caixa, con un 3,83% .
(Los datos son del informe corporativo de 2015 y pueden haberse modificado en parte en los últimos meses).
El banco británico HSBC es la tercera entidad bancaria más grande del mundo, y ha sido salpicada en los últimos tiempos por varios escándalos de presunta corrupción.
Lo más grave es el denominado Swissleaks , que destapó el año 2015 el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación gracias a la denominada ‘lista Falciani’.
Además, en 2012, Estados Unidos condenó el banco por blanqueo de 881 millones de dólares procedentes del narcotráfico.
Otro nombre que figuraba en la lista Falciani es el de Emilio Botín , presidente del Santander, muere en septiembre de 2014 a los 79 años.
En su obituario y en una recordada portada, ‘El País’ bautizarlo como “el hombre que revolucionó la banca española”.
Poco antes, la Audiencia Nacional había archivado la causa por fraude por el que se le estaba investigando, ya que Botín regularizó su situación con Hacienda después de que se le acusara de tener comes en Suiza.
El caso tenía su origen en un listado de más de 6.000 españoles con cuentas en el HSBC suizo. Botín no sólo habría tenido una fortuna en Suiza, sino que habría empleado sociedades opacas para mover dinero en las Islas Vírgenes y Panamá.
En el ámbito de la banca, además de La Caixa, también participa en el accionariado de PRISA la banca francesa Societe Generale, el portugués BNP Paribas o el alemán Deutsche Bank.
Alierta,
el hombre que Aznar colocó en Telefónica
Pedro Sánchez mencionó ayer un único nombre al ser preguntado por Évole sobre las personalidades del poder económico y financiero que habían presionado al PSOE para investir Rajoy:
César Alierta , el hasta hace pocos meses todopoderoso presidente de Telefónica.
Se da el caso de que Telefónica ostenta también el 4,5% del derecho de voto de los accionistas de PRISA.
Alierta llegó a Telefónica en 2000, con la empresa apenas privatizada y de la mano de José María Aznar .
Como bien explica esta noticia de “El País ‘, su nombramiento fue pactado entre el gobierno del PP y los accionistas de referencia del momento en Telefónica: el BBVA y La Caixa.
El capital de PRISA está disperso por todo el mundo.
Otro accionista relevante es International Media Group, un grupo de empresas con intereses en construcción, minería, industria y servicios con sede en Gataro y propiedad del sultán Ghanim Al Hodaifi Al Kuwari.
La empresa gestionaba a finales de 2015 un 8,17% de los derechos de voto.
La empresa mexicana Grupo Herradura Occidente ostentaba también el 8,04%.
El gran tabú de la política española
Las declaraciones de Pedro Sánchez tienen gran valor, pero llegan tarde.
Habrían servido de mucho más si se hubieran producido durante el periodo de interinidad político español que ha ido del 20 de diciembre de 2015 al 30 de octubre de 2016.
Durante todo este periodo, Sánchez se negó para activar y por pasiva a explorar la alianza con el independentismo catalán que habría permitido desbloquear la situación hacia la izquierda.
Este ha sido y es el gran tabú de la política española: la alternativa a Rajoy no pasaba sólo por un pacto entre PSOE y Podemos, sino que necesariamente incorporaba el independentismo .
Ayer Pedro Sánchez reconoció Cataluña como una nación, cuando hace pocos meses decía lo contrario . También dijo que la situación de Cataluña debía solucionar votando … una reforma de la Constitución.
La alternativa a Rajoy tenía un nombre: referéndum catalán .
Pedro Sánchez no ha tenido ninguna intención de explorar esta opción durante el último año, y no hay ninguna garantía de que la tenga en el hipotético caso en que, de presentarse a unas nuevas primarias del PSOE, consiga ganarlas.
El resultado de esto es una derecha española reforzada al gobierno . Y será difícil que la izquierda española pueda ofrecer una alternativa mientras no se desencalle la cuestión catalana.
El panorama político tras el último ciclo electoral nos deja una evidencia: el viejo mundo no ha terminado de morir, mientras el nuevo mundo no ha terminado de nacer. Más Rajoy. Es la hora de los monstruos.
CON USTEDES, LA GRAN COALICIÓN INVISIBLE
El Gobierno en la sombra del Ibex35
Una minoría selecta de los 417 consejeros de las principales corporaciones conforma el poder real: sus empresas empiezan a pesar más que el Estado, y a asumir paulatinamente sus competencias
RUBÉN JUSTE DE ANCOS / JOSÉ LUIS MARÍN (INFOGRAFÍA)
MADRID | 2 DE NOVIEMBRE DE 2016
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CTXT ha acreditado a cuatro periodistas --Raquel Agüeros, Esteban Ordóñez, Willy Veleta y Rubén Juste-- en los juicios Gürtel y Black. ¿Nos ayudas a financiar este despliegue?
CTXT ha acreditado a cuatro periodistas --Raquel Agüeros, Esteban Ordóñez, Willy Veleta y Rubén Juste-- en los juicios Gürtel y Black. ¿Nos ayudas a financiar este despliegue?
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Joaquín Costa escribió en 1903 que “lo que las mayorías hacen con el voto, las minorías lo hacen con la obstrucción”.
Antes de las elecciones de junio de 2016, Juan Miguel Villar Mir -- el empresario y ex político que triplicó su fortuna durante la crisis– advirtió de forma apocalíptica: “Lo importante de verdad es que no se nos dé la presencia de Podemos, porque eso desajustaría la economía”.
A continuación concretó los pormenores de su propuesta: “Hace falta que los dos grandes partidos estén para aprobar los acuerdos fundamentales que hay que hacer”.
En aquellas mismas fechas, un manifiesto de expolíticos e intelectuales vinculados al PSOE, PP y Ciudadanos pedía evitar las terceras elecciones y urgía a formar “un Ejecutivo que cuente con el respaldo parlamentario suficiente para impulsar la estabilidad económica en el marco de nuestros compromisos europeos; para adoptar medidas sociales correctoras de las crecientes desigualdades; y para emprender una reforma constitucional que aborde, entre otras cuestiones, la mejora de la articulación territorial”.
En septiembre, tras la fallida investidura de Mariano Rajoy, se sucedieron semanas muy tensas.
El PP chantajeó al PSOE con elecciones en Navidad, y el golpe palaciego que comenzó con los quejidos de Felipe González y acabó con Pedro Sánchez muerto antes de intentar formar una mayoría alternativa provocó un efecto dominó de consecuencias aún desconocidas.
La formación de una gestora en el PSOE impuso, por imperativo, la abstención del Grupo Parlamentario Socialista en la investidura de Rajoy. Poco después, la Gestora comunicaba las sanciones contra los diputados que votaron no al candidato popular.
El 26 de octubre, durante la primera sesión de investidura, Rajoy prometió estar dispuesto a afrontar los retos de la nueva legislatura: “Si hemos de aceptar sacrificios, lo haremos con orgullo por el bien de España”.
Eran las palabras del nuevo presidente del Gobierno, arropado por Ciudadanos y bendecido, en segunda ronda, por la abstención de un PSOE desgarrado.
Sin embargo, ese ‘por el bien de España’ echó a temblar solo un día después de la reelección. Pedro Sánchez, en la entrevista que concedió a Jordi Évole en Salvados, confirmó las presiones económicas y mediáticas que había recibido para no formar un gobierno de cambio, y señaló directamente al diario El País, a Telefónica y su expresidente, César Alierta, entre los impulsores del movimiento contra Sánchez y su pretensión --nunca explicitada-- de formar una coalición de izquierdas.
EL DARDO DEL EXSECRETARIO GENERAL DEL PSOE APUNTA A LAS EMPRESAS DEL IBEX35, CUYA CAPITALIZACIÓN ALCANZA EL 50% DEL PIB
El dardo del exsecretario general del PSOE apunta a las empresas del Ibex35, cuya capitalización alcanza el 50% del PIB –más de 500.000 millones de euros–, y que están dirigidas por 417 consejeros, 67 personas más de las que se sientan en el Congreso de los Diputados.
Estas personas controlan e influyen en empresas que operan en todos los sectores: banca, telecomunicaciones, educación, salud, alimentación, transporte. Un Estado paralelo y privado, o semiprivado, con un apellido propio: sociedad anónima. Entre ellos, destaca una minoría selecta que se sienta en varios consejos y, entre estos, algunos pueden presumir, además, de mantener privilegiadas relaciones con el Estado.
Se trata de un mundo eminentemente machista, que no conoce el significado de la expresión igualdad (tampoco de género).
La presencia de mujeres es casi testimonial: en 2016 hay solo 74 mujeres entre 417 consejeros, 16 menos que en 2015; las ejecutivas han visto reducida su participación desde un 19,6% a un 17,7%.
Estos hombres y mujeres serán la sombra del próximo Gobierno, o mejor el próximo gobierno del Ibex en la sombra: adalides de empresas que cada vez empiezan a pesar más que el Estado.
En el camino están los 5.000 millones de recortes que el Gobierno de Rajoy viene anunciando desde hace tiempo y que irán a parar a mejor lugar, como los 2.000 millones de la Obra Social de las cajas, que se transfirieron a los bancos que las adquirieron y a sus accionistas.
ESTOS HOMBRES Y MUJERES SERÁN LA SOMBRA DEL PRÓXIMO GOBIERNO, O MEJOR EL PRÓXIMO GOBIERNO DEL IBEX EN LA SOMBRA
Los gobernantes conocen el principio de conservación según el cual “la materia ni se crea ni se destruye, se transforma”, mejorado de la mano de Joan Mach –precursor histórico del gobierno en la sombra–, que añadió: “El dinero no se destruye, sólo cambia de manos”.
Con ustedes, la élite del Ibex35 y, siguiendo el murmullo popular, los ministros de facto del país.
Primer ministro. Javier Echenique Landiribar
Nacido en Pamplona, este antiguo directivo del BBVA y presidente del Banco Guipuzcoano es actualmente el gran vertebrador de empresas en el Ibex35, asentado en las poltronas de hasta cuatro de sus sociedades: Sabadell, ACS, Repsol y Telefónica; estas dos últimas, con pasado de titularidad pública.
De él dicen que le encanta el deporte, pues practica el esquí, el montañismo y el golf, además de ser corredor aficionado habitual. Su característica principal es la discreción.
Sus únicas declaraciones datan de 2013, en las cuales decía que “el guirigay político que tenemos es un desastre”, y recordaba a futuros navegantes que “no hay solución fuera de Europa y del euro, pero tiene que ser en una Europa ágil y competitiva”.
Echenique es, de facto, el sustituto del antiguo patriarca del Ibex, Isidro Fainé, quien ha tenido que ceder ante las directivas de la ley de Cajas y retirarse de La Caixa y de varios consejos, aunque ha acabado en otro Ibex35: Gas Natural.
Portavoz y ministro de infraestructuras: Juan Miguel Villar Mir
Doctor y académico con una extensa trayectoria empresarial, el octogenario millonario se apartó de la presidencia de OHL en agosto, como ejemplo de que la vieja guardia sí se retira, pero sólo un poco, al estilo de Felipe González.
Ha abandonado la presidencia en favor de su hijo Miguel Villar-Mir, pero se mantiene en los consejos del Santander y Abertis.
Mantiene sus posiciones como empresario, pero no puede ocultar su cercanía al poder político, que mantiene desde su presencia en el primer Gobierno preconstitucional del rey Juan Carlos, como ministro de Hacienda y vicepresidente, así como alto cargo del Ministerio de Obras Públicas.
Sus escarceos con la política incluyen su presencia en los papeles de Bárcenas,con aportaciones atribuidas a la caja negra del PP entre 2002 y 2009.
Durante ese periodo, un tercio de la facturación de su constructora, OHL, provino de adjudicaciones de Comunidades gobernadas por el PP.
La crisis no ha hecho mella en su patrimonio, y puede presumir de haber triplicado su fortuna durante la crisis.
Ministro de Industria y Trabajo: Pablo Isla
Presidente de Inditex y Telefónica. Presume de ser hombre discreto, como el patrón al que gestiona sus negocios.
Sucesor de Amancio Ortega, pocos saben que sus primeros pinitos en el mundo empresarial se dieron con la privatización de Telefónica.
Abogado del Estado a los 24 años, con 32 fue nombrado por Rodrigo Rato director general de Patrimonio, lo que significaba ser el máximo responsable de Tabacalera y Telefónica en el Estado durante sus privatizaciones.
En 2000, pasó a ser presidente de Tabacalera privatizada, renombrada como Altadis, y se mantuvo hasta 2005, cuando fue fichado por Amancio Ortega y ascendió a CEO y vicepresidente.
Desde 2002 es consejero de Telefónica. Fue el empresario mejor pagado del Ibex35 en 2015, con 12,17 millones de euros, además de controlar la caja más saneada del grupo de empresas –5.300 millones a cierre del año fiscal de 2015–.
Ese año, la revista Harvard Business Review clasificó a Isla como número tres en la lista de los mejores ejecutivos del mundo.
A pesar de ser nombrado por Rato, el ejecutivo prefiere marcar las distancias con aquella época. Su responsabilidad no es menor en dos de las mayores empresas españolas en términos de trabajadores: en Telefónica, 130.000 empleados; en Inditex, 100.000 empleos entre directos e indirectos.
Tras las revelaciones sobre las condiciones laborales de sus suministradores asiáticos, tras hechos como el incendio del edificio de Savar en 2013 en el que murieron 1.117 personas, en mayo de 2016 Pablo Isla firmó un contrato con el sindicato con sede en Ginebra Industrial Global, para “promover los derechos de los trabajadores, la libertad de sindicación y la negociación colectiva en sus fábricas proveedoras”.
Ministra de Competitividad: Baronesa Kingsmill
Compañera de Pablo Isla, es consejera de Inditex y de IAG, parlamentaria en la Cámara de los Comunes y miembro vitalicio de la Cámara de los Lores.
Lady Kingdmill forma parte del Partido Laborista y fue presidenta de la Comisión de Monopolios y Fusiones de la Cámara de los Lores hasta 2003. Ha vivido desde dentro y desde el Estado el mayor proceso de fusión entre dos aerolíneas: Iberia y British Airways –que controlaban América del norte y del sur–, y que dió como resultado la absorción de la aerolínea española, que acabaría convertida en filial de la británica. Todo ello tras haberse construido la terminal T4 de Madrid (6.200 millones de euros), que se puso en marcha con miras al aumento de rutas y vuelos de Iberia.
Después de la reestructuración –desde 2004, Iberia no contrata pilotos– y de varios ERE que afectaron a 5.000 personas, la compañía planea un ERE voluntario para 1.000 empleados más este año.
Una política de recortes que Willie Walsh (actual CEO de IAG) ha catalogado como “un poco cruel pero necesaria”. La plantilla y la renovación de la flota quedan subordinadas ahora a sus cuentas de resultados. Sin embargo, hoy en día no queda ningún accionista español en el grupo después de la salida de Bankia y El Corte Inglés.
De ahí que Walsh no tenga razones para sentir especial inclinación por el territorio patrio y la vieja línea aérea de bandera: “El holding no tiene reservado ningún derecho especial de pertenencia al accionariado por el hecho de ser español o británico”, dijo en una entrevista a El Mundo.
Ministra de Poder Popular: Isabel Tocino.
Doctora en Derecho. Se sienta en los consejos de administración del Banco Santander y de Enagás, antes pública.
Dos empresas del Ibex35 con sede en España, pero cuyo capital es mayoritariamente extranjero: en el caso de Enagás, su principal accionista es Bank of America; en el del Banco Santander es Chase Nominees, subsidiaria de JP Morgan.
Fue mano derecha de Manuel Fraga, ostentó una de las seis vicepresidencias del recién bautizado Partido Popular de 1989, y consiguió escaño en el Congreso ese mismo año.
Formó también parte de la ejecutiva nacional del PP en 1993 y sólo tres años después, en el primer Gobierno de Aznar, fue investida ministra de Medio Ambiente. Su estancia en la cartera coincide con los años en los que su Ministerio presuntamente arregló concursos para empresas implicadas en la trama Gürtel, según afirmó Francisco Correa en sede judicial.
También fue consejera de la empresa Diagonal Gest, que se llevó el contrato para tramitar la venta del parque de vivienda social de la Comunidad de Madrid en 2012. 9.100 pisos, de los que solo se comercializaron 234 inmuebles.
La empresa de Tocino cobró casi 390.000 euros en esta operación.
Ministra de Privatizaciones: Eva Castillo
Al igual que Isabel Tocino, es una de las pocas mujeres que se sientan en los consejos de administración del Ibex35.
Su trayectoria en banca de inversión abarca desde Merrill Lynch, a la que llegó en 1997 tras pasar cinco años en Goldman Sachs y otros cinco años en Beta Capital, cuando esta firma de valores estaba presidida por César Alierta, expresidente de Telefónica.
En 2008 volvió con Alierta a Telefónica, donde se convirtió en la primera mujer en sentarse el Consejo de Administración de esa empresa.
Fue presidenta de Telefónica Europa hasta 2014 y, en el momento del cese, recibió una indemnización de 2,4 millones de euros.
Entró en Bankia en 2012, tras la intervención del banco y la defenestración del Consejo presidido por Rodrigo Rato.
Según el Informe Anual de Gobierno Corporativo de 2015 de Bankia, su presencia tanto en el Consejo de Administración de la banca como en el de Telefónica no supondrá perjuicio en los acuerdos de financiación y de prestación de servicios entre ambas compañías.
Telefónica tiene una de las deudas más abultadas de Europa –49.921 millones de euros–. Eva Castillo tendrá que afrontar la previsible fusión de Bankia con BMN y su privatización, fomentadas desde el Ministerio de Economía.
Serán útiles sus relaciones con la banca de inversión, accionistas de referencia en BBVA y Santander, además de accionistas en Telefónica. Otro frente será el de los despidos, anunciados en el sector, y que en Bankia se han cobrado 5.000 trabajadores hasta la fecha.
Ministro de Información, Política Social y Universidades: Rodrigo Echenique Gordillo.
Abogado del Estado y consejero en Inditex y Santander, fue secretario general de Correos y Telecomunicaciones en 1976.
Ese mismo año, con Manuel Fraga como Ministro del Interior el cual autorizó la publicación de El País. En 1984 pasa al Banco Santander y en 1988 es nombrado consejero delegado de la entidad.
En 2001 fue nombrado presidente de Vallehermoso, la inmobiliaria del banco que posteriormente fue vendida a Sacyr.
Entre 2014 y 2015 fue presidente del grupo de comunicación Vocento, que edita ABC y El Correo, entre otros.
Es consejero de Universia holding S.L, sociedad del Banco Santander que presume de ser “la mayor red de cooperación universitaria centrada en Iberoamérica, que promueve el cambio y la innovación a través de una plataforma de productos y servicios para la comunidad universitaria y las empresas”.
Junto con Telefónica fundó en 2013 Miríada X, una “plataforma de formación online que aspira a liderar este campo en el ámbito del castellano”.
Dentro de Universia está la Fundación Universia, dedicada a la cooperación universitaria y que desde 2012 está autorizada como “agencia de colocación”, para “gestionar ofertas de trabajo y solicitudes de empleo de todo el territorio español".
Además, ofrece a las entidades públicas o privadas autorizadas la posibilidad de desarrollar actuaciones relacionadas con la búsqueda de empleo, tales como orientación e información profesional, y con la selección de personal.
La fundación, entre otros proyectos, ha destinado, desde 2007, 1,2 millones de euros en becas para estudiantes discapacitados.
Cuentan también con la Liga Santander, y con la Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, que ofrece libre acceso a más de 550 portales web y 200.000 registros bibliográficos.
Quizá para compensar esta labor social, que deviene en importantes descuentos fiscales, Santander abrió 559 sociedades pantalla en Bahamas entre 1990 y 2015, según informó El Confidencial.
El abogado del Estado, que empezó como asesor jurídico, ha vivido momentos difíciles de la familia Botín, desde la imputación de Emilio Botín por 38 delitos fiscales y falsedad documental a finales de los años ochenta –resuelta por la aplicación de la famosa doctrina del Supremo–, hasta la emisión de los Valores Santander (las preferentes del Grupo) y la falta de garantías reales de algunos de sus productos, como la cuenta 1|2|3.
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Nota sobre el mapa interactivo:
La visualización muestra las conexiones que generan en las empresas del Ibex35 las personas con representación en dos o más consejos de administración:
-En verde, aquellas personas con carrera política –pasada o presente–.
-En amarillo, el resto de personas con presencia en dos o más consejos de administración.
-Fuente: CNMV y páginas web de las empresas.
AUTOR
Rubén Juste de Ancos
Doctor en Sociología.- Amante del periodismo de Marx e Ida Tarbell. Esta decía que "no hay medicina más efectiva para llegar a los sentimientos de un público fervoroso que las figuras".
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José María Aznar CTXTVicente Aleixandre nos advertía: “No confundáis sus plumas, sus alisadas plumas, con el torso de una paloma. No penséis en el pujante acero del águila. Por el cielo las garras poderosas detienen el sol”.
Hoy se acercan viejos fantasmas restauradores,maquilladores de la élite dirigente en diferentes periodos de la historia de España, aún activos gracias a los partidos emergentes y su necesidad de acercarse a su par ideológico. El empate técnico que dibujó el 20D y la consiguiente necesidad de generar alianzas ha hecho que todos participen en un juego de limpieza semántica del otro, de redefinición de los límites amigo-enemigo, reemplazando la crítica estructural del adversario (como expresión de unos intereses, como partido de clase, definido por una trayectoria histórica), por categorías líquidas político-partidarias (los partidos son sus líderes y sus votantes y, por tanto, susceptibles de cambios).
Esto refleja el predominio de una forma cinematográfica y épica de leer las negociaciones y sus aristas (Pablo el villano, Pedro el inocente, Rajoy el inconsciente), propia de series como Juego de tronos o House of cards. Como consecuencia, el conflicto político queda circunscrito a una pugna parlamentaria entre líderes, evitando ver su origen más allá de esta.
Como herramienta pedagógica, quizá sería bueno rescatar la serie televisiva producida por Martin Scorsese, Boardwalk Empire, para interpretar la situación actual. En ella se retrata la vida del tesorero de la próspera Atlantic City (Steve Buscemi) a inicios del siglo XX, un cargo público (menor) dedicado a gestionar las arcas de la ciudad.
No obstante, detrás de su pretendida función, se manifiesta su rol como articulador de los negocios de la urbe. Como tal, recibe una renta de los negocios del lugar, promociona a aquellos que le han apoyado durante la campaña electoral, y hunde a aquellos que osan enfrentarse a él. Su posición viene facilitada por un hecho: él construyó aquel lugar y fue quien puso a cada uno de los que ocupan un puesto de importancia. Sin embargo, su poder se tuerce con la aprobación de la ley seca y la entrada de nuevos competidores.
Es la política vista desde el conflicto entre clases pudientes, y las transformaciones sociales que originaron dicho conflicto.
Siguiendo esta lectura, la política en España parece rodar hoy por similares derroteros. La corrupción estructural y las tres crisis sistémicas (del régimen político, del modelo financiero/económico, y del bloque mediático y propagandístico) que la acompañan así lo indican: en los últimos 25 años, la política (desde la monarquía hasta las pequeñas instituciones locales) ha servido para mediar y medrar entre empresarios necesitados de contratos, facilitando adjudicaciones, licencias, recalificaciones, favores, fusiones, tanto dentro como fuera del país.
Si apuntamos a la acumulación primigenia que ha resultado en esta capacidad intermediaria, veremos cómo los diferentes gobiernos de turno han facilitado durante décadas que gigantescos recursos (financieros, materiales, humanos) fueran desviados desde el Estado a determinadas manos.
Un ejemplo del peso de este capital transferido a manos privadas es que la capitalización de las seis empresas públicas que cotizaban en el Ibex35 en los años 90 (Fecsa, Repsol, Telefónica, Sevillana, Tabacalera y Endesa) suponía entonces casi el 40% de la capitalización del índice bursátil (38,14%); es decir, una sexta parte de las empresas concentraba más de un tercio de la capitalización del índice. Hoy, estas empresas siguen siendo fundamentales en el reparto de poder del Ibex. Pero la crisis ha movido las fichas y el poder se ha troceado entre distintas facciones.
Oligarquía política
Este capitalismo español concentrado ha ayudado a que los partidos y sus líderes se sitúen en una posición privilegiada dentro del poder económico, cual oligarquía perestroikiana, hasta ser un reflejo del mismo, ocupando así sus más altas posiciones. Los gobiernos de nuestra historia democrática y predemocrática se abrazan en el Ibex35, en un imparable juego de puertas giratorias.
En el Grupo Santander están UCD, el PSOE y el PP: el actual vicepresidente, Matías Rodríguez Inciarte, fue ministro de la Presidencia con UCD; el consejero Guillermo de la Dehesa fue secretario de Estado de Economía y arquitecto de las privatizaciones en los 80 con el PSOE; Isabel Tocino, ministra de Medio Ambiente con el PP, también es consejera.
En Gas Natural, nuestro presidente más longevo (14 años), Felipe González, fue consejero hasta el año pasado; retrocediendo al Ibex de los años 90, encontramos a otro expresidente, Leopoldo Calvo Sotelo, como consejero de Ferrovial; y en otra gran constructora, OHL, se unen pasado y presente: su actual presidente y propietario, Juan Miguel Villar Mir, remite a la Transición --fue vicepresidente y ministro de Economía del primer Gobierno del Rey (1975)--; su actual CEO, peso pesado en los dos Gabinetes de Aznar, es Josep Piqué, ex ministro de Exteriores, Industria, Ciencia y ex portavoz del gobierno.
Los políticos que acaban en el Ibex no son sujetos aislados,sino que tienen una singularidad y una unidad específica como grupo, lo que les constituye como un bloque de poder 'económico': se extienden por 29 de las 35 empresas del Ibex35 actual. Forman así parte de un grupo de presión muy relevante, pues el simple estornudo de estas empresas asusta a toda la economía: su cotización es una muestra de salud interna y muchas de ellas entran, por su riesgo sistémico, en la lista de las 'entidades susceptibles de rescate', las denominadas “too big to fail”.
Ese grupo de políticos/empresarios forma, junto a los empresarios puros, una clase pacíficamente desunida dentro del Ibex35, en el que hoy se cruzan alianzas y enfrentamientos y se desarrolla la pugna por conseguir la posición dominante en la economía. Hay mucho en juego. En un país vigilado muy de cerca por la Troika y más endeudado que nunca (casi el 100% del PIB), la capitalización de las 35 empresas del principal índice bursátil equivale a la mitad del Producto Interior Bruto español: 547.785 millones, aportando 18.173 millones (en 2014) a las arcas del Estado por impuestos de sociedades (un 40,5% de los 44.823 millones que se recaudaban al inicio de la crisis, en 2007, según un informe de CC.OO).
Durante dos largas décadas todo fue bien para las grandes empresas del Ibex y su imperio: la unidad del bloque estaba garantizada por el Estado y por las cajas de ahorro, es decir, por consejeros políticos y el riego de capital de las cajas y el Estado. Durante este tiempo, se repartieron el poder PP y PSOE,apoyándose en cajas de ahorros y en el control de la SEPI (el grupo industrial estatal, antes conocido como INI y INH) según el gobierno de turno. Pero la larga recesión y las medidas impuestas por Europa torcieron este equilibrio.
Reparto PSOE-PP
El reparto vigente en 2010 daba a los tecnócratas del PSOE influencia en un área del Ibex35 que incluía a las antiguas empresas públicas (Telefónica, Repsol, Endesa), las participadas por el Estado (Red Eléctrica o Enagás) y el Banco Santander, al cual benefició en los años 90 (concurso mediante) con la adjudicación de un Banesto expropiado, convirtiendo así el banco de la familia Botín en la mayor entidad financiera del país.
Los mandarines del PP, por el contrario, se habían ido extendiendo por múltiples sectores, constituyendo un holding de eléctricas, seguros, tecnológicas y alimentación, a partir de su control de Caja Madrid y Bancaja. Ambas cajas, controladas por el exvicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato y por José Luis Olivas (expresidente de la Generalitat Valenciana con el PP), y finalmente fusionadas en Bankia, disfrutaban en 2010, ya bien entrada la crisis económica, de una posición oligopólica en el Ibex35, con la participación en un total de ocho sociedades del índice (Indra, Iberia, Mapfre, Iberdrola, Ebro Foods, Enagás y BME), siendo dominantes en las tres primeras, e indirectamente, controlando un área mucho más amplia, a través de las participaciones de sus participadas. Sólo había un accionista con un poder similar en el Ibex35 en 2010: La Caixa (con seis participadas).
Ni siquiera el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapaterofue un problema para el poderío del PP/Ibex. El presidente socialista dio el visto bueno, aunque no fuera de su agrado, a la fusión de Bancaja y Caja Madrid en diciembre de 2010, las dos cajas madres del gran proyecto económico del PP y sus empresarios afines: Valencia y Madrid.
En Valencia, Bancaja siempre fue un fiel aliado para financiar el imperio del PP: fútbol, construcción, arte y espectáculos. Un ejemplo: la caja compró suelo –sin valor según el juez Andreu-- por valor de 86 millones a Enrique Ortiz, amigo de la alcaldesa alicantina Sonia Castelló y de Aurelio Izquierdo, director general de Bancaja, con el que compartía juergas en prostíbulos y yates. La caja se sumaba así al apoyo de la CAM, que había llegado a financiar con 150 millones al constructor. También insufló oxígeno a proyectos faraónicos, como Terra Mítica (200 millones junto a la CAM) o la Ciudad de la Luz (que costó una cifra similar y que estos días sale, por segunda vez, a subasta pública). La incursión de Bancaja en el fútbol no fue menor: colaboró como si no hubiera un mañana en la financiación del Valencia C.F., con el cual tenía en 2008 una deuda de 308 millones.
En el imperio levantino no se ponía el sol: la caja hizo inversiones hasta en el Caribe, en la sociedad Grand Coral, que operaba en México, con préstamos y compra de acciones por valor de 100 millones. A partir de maniobras fraudulentas de ampliación de capital, los socios alicantinos Juan Ferrí y José Baldó (dueños del 35% de Grand Coral) se embolsaron 47,4 millones de la caja, según un informe de Bankia. El presidente de Bancaja y posterior vicepresidente de Bankia, José Luis Olivas, está hoy imputado por estafa y malversación. Como medida de gracia, el juez Juan Pablo González le ha concedido el desbloqueo de 3.500 euros al mes.
Blesa, Aznar y compañía
En Madrid, la caja controlada por Miguel Blesa, el viejo amigo de José María Aznar, tuvo una actuación similar, aunque, dado su tamaño, el brazo financiero de la casa ayudaba a círculos empresariales más exclusivos. Ahí quedan los créditos a múltiples empresarios, algunos de ellos encarcelados hoy. Por ejemplo, a Díaz Ferrán, consejero en Bankia (131 millones, de los que el 15% ha quedado impagado); al exvicepresidente de la CEOE y también consejero en Bankia, Arturo Fernández (2 millones), o a los todopoderosos Florentino Pérez (620 millones, aún sin cuantificar los que proceden de Bankia), Esther Koplowitz (1.000 millones en créditos junto al BBVA, cuyo pago ha sido pospuesto a 2018), Villar Mir (344 millones al 0% de interés, concedidos mientras López Madrid, su yerno, era consejero) o al dueño de la quebrada Martinsa Fadesa, Fernando Martín (1.000 millones para la compra de Fadesa a Manuel Jové, autorizados por el responsable de créditos a empresas Carlos Vela, quien después pasó a ser CEO del grupo constructor).
Pero Caja Madrid no es sólo la gran acreedora de las fortunas del ladrillazo español. Su política como brazo financiero de proyectos de envergadura le llevó a igualar a su amiga valenciana, financiando un parque temático para Madrid, el Parque Warner, al cual concedió un crédito de 211 millones. O el fichaje de Cristiano Ronaldo (76,5 millones). O dando crédito a mansalva a medios de comunicación. Su radio de acción no sólo abarcaba la tierra patria. Su política de compras le llevó muy cerca de Bancaja, a Florida, donde se hizo con el City National Bank of Florida, por 1.134 millones, que finalmente fue vendido en 2013 por 683 millones, casi la mitad de lo que costó. Esta fue una operación investigada por el juez Elpidio Silva, que le supuso ser apartado de la carrera judicial.
El destino quiso que la unión en 2010 del imperio del PP en Valencia (Bancaja) y Madrid (Caja Madrid) se hiciera con la bendición del PSOE. No sólo dio su visto bueno en esta ocasión, sino que posteriormente, Elena Salgado (ministra de Economía, hoy en Enel) permitió su salida a Bolsa en mayo de 2011, en un proceso para el cual las cuentas fueron “maquilladas”, en palabras de los peritos del Banco de España al servicio de la Audiencia Nacional y del juez Andreu. Veredicto que no comparten el FROB y la CNMV, esta última investigada por la Audiencia Nacional por una presunta trama de cobros por la cual se pudo beneficiar a, entre otras, Bankia, en su salida a Bolsa. Están siendo investigados los responsables del presunto regulador desde la etapa de Zapatero: Manuel Conthe (hoy en Acerinox y participante en muchos de los actos de Ciudadanos), Julio Segura Sánchez (en el cargo durante la salida a Bolsa), y Elvira Rodríguez (actualmente en funciones).
El verdadero problema llegó con el rescate a Bankia. La casa Aznar había depositado ahí todas sus esperanzas de control y poder: ahí estaban todos los proyectos apadrinados durante tres lustros por el Partido Popular, y todos sus compañeros de viaje, empresarios, conseguidores y capitalistas, unos renombrados y otros menos conocidos. Ahí estaban los créditos concedidos a dedo, pero también las participaciones en empresas que permitían al Partido Popular mantener un gran poder intermediario dentro del Ibex35. Todos los indicios apuntan hoy a que Caja Madrid sirvió de tabla de salvación para el poder económico cuando llegó la crisis.
Pero dos años después, años de Púnica y Taula, todo se torció. Las pérdidas reales que anunció Bankia en diciembre de 2012, próximas a los 20.000 millones, quedaban fuera del alcance del FROB, así que el Gobierno Rajoy tuvo que acudir a un crédito concedido por el MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad). La aprobación del préstamo, que incluye tres tramos hasta llegar a los 100.000 millones (el 10% de la deuda pública actual), la realizó Mariano Rajoy en el momento de mayor especulación sobre la prima de riesgo, que había llegado a los 610 puntos en agosto de 2012.
Llegan los americanos
Ya en diciembre, con el rescate debajo del brazo, el Gobierno firma las condiciones incluidas en el memorando de entendimiento. Su aplicación implicaba limitar el control de las cajas de ahorros sobre las empresas en las que participaban (se reduce a cuatro), transformarlas todas en bancos (y a las fundaciones en tenedoras de acciones), y evitar la participación de políticos en ellas. Era el programa perfecto para limitar el poder de las cajas y facilitar la entrada de un nuevo competidor en el quebrantado pastel económico: los fondos y los bancos custodio estadounidenses.
Este hecho supuso un duro golpe para Aznar. Al aplicar esas condiciones a Bankia, Rajoy, su sucesor designado, le había robado el muñeco con el que había dominado el Ibex35. Rajoy defenestró a la cúpula de Bankia, retiró a Rato e impuso un consejo de administración dominado por un ex del BBVA, Ignacio Goirigolzarri. Indirectamente, con esa acción puso toda clase de información no solo en manos de la Troika sino también en manos de los competidores, los fondos de inversión que controlan el BBVA. Los mismos que hoy han logrado poner en su órbita de control a Bankia. Presionado por Alemania, Draghi y el FMI, el Gobierno de Rajoy se desprenderá unos meses después del holding Bankia: el 12% de IAG (junio de 2013), el 20,14% de Indra (agosto de 2013), el 4,94% de Iberdrola (abril de 2014), el 19,07% de Metrovacesa (diciembre del 2014), y la joya de la corona, el 15% de Mapfre (septiembre de 2014).
Sin mover una ceja, y quizá sin proponérselo, Rajoy había ganado la partida a su expatrón y a su gran enemiga,Esperanza Aguirre. Aznar y la presidenta del PP madrileño se quedaron de repente sin su inmenso poder de intermediación, si bien es cierto que el cerebro de la operación todavía podía recurrir a sus delfines, Francisco González (BBVA), Pablo Isla (Inditex) y César Alierta (Telefónica), a los cuales colocó en puestos clave durante su mandato. Pero nada era lo mismo, pues sin dominar el aparato de créditos, favores y participaciones, ya no tenía poder económico sobre ellos.
Aznar respondió a la situación creando el Instituto Atlántico de Gobierno, en el cual reunió a sus otrora beneficiados y benefactores. En el consejo directivo del instituto que preside figuran numerosas autoridades “amigas” de empresas del Ibex35: Alierta (Telefónica), Borja Prado (Endesa), Josep Piqué (OHL), Javier Monzón (Indra), Javier Benjumea (Abengoa), Antonio Brufau (Repsol), María Dolores Dancausa (Bankinter) o Antonio Huertas (Mapfre).
Como consecuencia de la intervención de Bankia, la influencia del PP sobre el Ibex quedó en manos de Rajoy, quien a través de la SEPI controla (en funciones) Ebro Foods, Enagás, Indra y Red Eléctrica; y, a través del FROB, también Bankia y otras entidades financieras rescatadas, como Banco Mare Nostrum o Banco CEISS.
La consecuencia más inmediata de este cambio de cromos es que, si el PP no lograra acceder al Gobierno en las sesiones de investidura o elecciones venideras, quedará sin ninguna capacidad de control sobre un buen número de sociedades del Ibex35.
Y no sólo eso, sino que quien controle la galaxia Bankia controlará un sinfín de créditos que sostienen todavía a muchas de las grandes fortunas y empresas que van en dirección a la quiebra y cuya subsistencia depende del gran respirador artificial.
En el nuevo Ibex35 post Bankia, la partida ha pasado de ser un juego de dos (La Caixa y Caja Madrid como accionistas de múltiples empresas) a una que incluye a tres actores: un PP que se aferra a la SEPI y el FROB para no perder el control de lo que fue su imperio; un sector mayoritario, vinculado a las antiguas empresas públicas o concertadas (Telefónica, Repsol, Iberia, Endesa), hoy en la órbita del Santander, BBVA y los fondos de inversión (Chase Nominees, Bank of New York Mellon, State Street Bank), y en particular de Blackrock; y por último, un tercer sector de empresas, el único articulado por una entidad de capital nacional: La Caixa.
Blackrock, el actor emergente
El nuevo actor emergente, Blackrock, ha ganado terreno con la crisis y tiene hoy repartidos 12.000 millones por empresas del Ibex35. Su ascenso ha sido meteórico. En 2010 solo tenía participaciones en dos empresas (Telefónica y Gamesa); en 2013 tenía participación en doce sociedades del Ibex35, y en 2016 han pasado a ser 19. Sus principales referentes en España son el BBVA y el Santander, los cuales han tenido tradicionalmente bancos custodio como accionistas de referencia (State Street Bank y New York Mellon, y Chase Nominees, entre otros). Los bancos fueron los precursores de la invasión fondista, con Telefónica, la primera empresa del Ibex35 que introdujo a Blackrock como accionista.
El candidato Pedro Sánchez ha tenido varias ocasiones para conocerles. En junio de 2015, fue invitado a una reunión del Club Bilderberg (junto a Ana Patricia Botín y Juan Luis Cebrián) en la que estaba el vicepresidente de Blacrock, Philipp Hildebrand, aunque finalmente el líder socialista no acudió. No obstante, según la agenda del PSOE, dos meses después, el secretario de economía del PSOE, Manuel de la Rocha, se reunió con Jim Barry, responsable de Infraestructura de Blackrock, en Ferraz. Su presidente, Larry Fink, un asiduo al foro de Davos, es autor de varias frases memorables. Una afirma: “Hay que educar a la población [en Europa] para que vote al líder correcto que tome las medidas correctas”. En otra aconsejaba esperar el momento oportuno, cuando suceden fuertes caídas y hay pánico en las bolsas, para comprar acciones: “Antes de comprar hay que ver sangre en las calles”.
En una entrevista concedida a El País durante una visita a España en junio del año pasado, Fink advertía: “Quien gobierne en España (…) debe de ser responsable de los compromisos adquiridos, que son compromisos de Estado y no de un gobierno concreto”.
Blackrock es la mayor gestora de fondos del mundo: maneja una cartera de 4,2 billones de euros, cuatro veces el PIB español.
Galaxia Fainé
Otro de los actores poderosos del actual Ibex35 es Caixabank (La Caixa), el holding catalán comandado por el pío y opusdeísta Isidro Fainé. Es la única gran caja que no tiene participación del FROB, al igual que otras cajas menores reconvertidas, como Ibercaja, Kutxabank, Liberbank y Unicaja, cuyo accionista de referencia es la fundación. Fainé suele ser discreto con sus preferencias, y le cuesta entrar en el juego de apariencias y amistades madrileño, pero no ha podido ocultar su preferencia por un gobierno estable: “Si se hace un gobierno estable habrá inversiones”, dijo en la presentación de resultados de La Caixa en enero de este año.
Cabe recordar que Fainé conoce bien las virtudes y las debilidades de Albert Rivera porque fue su jefe (supremo) en La Caixa, y que fue el único patrón del Ibex (junto a Josep Oliú, del Sabadell, o Salvador Alemany, de Abertis) que no acudió en octubre, dos meses antes de las elecciones, a la reunión organizada por el lobby del Ibex35, Puente Aéreo, con el candidato de Ciudadanos. Fainé sabe lo importante que es 2016, con una agenda de fusiones recomendadas por la Unión Europea, que acercan a La Caixa al Banco Popular o Ibercaja.
Todos en el Ibex se juegan mucho con el próximo Gobierno, pues de él dependerá inclinar hacia un lado u otro la balanza de poder entre las tres galaxias dominantes (SEPI, Caixa, Blackrock). Se podría hacer una hipotética lectura de los bandos del Ibex35 y de sus preferencias políticas, aunque evidentemente nunca sería una correlación perfecta. Pero lo que se puede afirmar es que el núcleo de las grandes empresas españolas se ha dividido en tres zonas de influencia que coinciden con los tres partidos que hoy se postulan (entre trucos, silencios y teatro) para formar la gran coalición. También, que hay en curso un clima social y un choque de trenes entre las clases pudientes que amenaza con llevarse todo lo que fue –y también lo que puede llegar a ser– el PP, y que de ello depende que este siga controlando los resortes del Estado y su gran caja fuerte, todavía en manos de Bankia-FROB.
Por otro lado, sorprende el mutismo en las negociaciones sobre el futuro de Bankia y otras entidades intervenidas por el FROB, ante la anunciada nueva fase de concentración del sector bancario.
Y por último, parece evidente que los grandes capitales del Ibex35 y sus gestores, ante la situación de parálisis política, no pueden dejar que sus padrinos se enfrenten –o peor, que opten por peligrosos derroteros–. De ahí su esfuerzo por mediar en su reconciliación, y su mal disimulado interés en apartar como sea a Podemos de un hipotético Gobierno de coalición.
Cada cual puede sacar sus propias conclusiones. Pero que nadie se equivoque: las negociaciones por la investidura de 2016tienen detrás una agenda que no vemos. Y en la portada de esa agenda pone IBEX. Aunque el mundo cambia muy deprisa y, como sugería Aleixandre, cabe la posibilidad de que esas cuatro letras y dos números sean solo las marionetas (las plumas alisadas) de unos titiriteros más grandes, cuyo rostro y nombre apenas distinguimos...
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