miércoles, 23 de noviembre de 2016

La élite promueve la guerra mientras la opinión pública estadounidense se opone al militarismo

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La élite promueve la guerra mientras la opinión pública estadounidense se opone al militarismo

El complot entre los dos partidos pro-guerra limita la posibilidad de elegir y causa la abstención o el voto por "el mal menor".
Introducción
Al atacar al electorado de EEUU como cómplices y facilitadores de las guerras o, en el mejor de los casos, desestimarlos como gente ignorante que sigue el rebaño encabezado por las élites políticas, se está parcializando la realidad. Las encuestas de opinión pública, incluso las que tienen un fuerte sesgo de centro-derecha, describen una ciudadanía opuesta al militarismo y a las guerras, pasadas y presentes.
Tanto la derecha como la izquierda no comprendieron la contradicción que define la vida política de EEUU: Principalmente la profunda brecha entre el público y la élite de Washington en cuestiones de guerra y paz dentro del proceso electoral que avanza constantemente hacia un mayor militarismo.
Este es un análisis de recientes encuestas de opinión sobre el resultado de las últimas elecciones. El ensayo concluye con un comentario sobre las contradicciones más enraizadas y propone diversas maneras posibles de resolución de estas contradicciones.
Método
Una de las principales encuestas de opinión pública, patrocinada por el Instituto Charles Koch y el Centro por el Interés Nacional y realizada por Survey Sampling International, entrevistó a una muestra de mil personas.
Los resultados: Guerra o Paz
Más de la mitad del público estadounidense se opone a un incremento del rol militar de EEUU en el exterior, mientras que solo el 25% apoya la expansión militar.
El público ha expresado su desilusión con la política exterior de Obama, especialmente sus nuevos compromisos militares en el Medio Oriente, los que han sido fuertemente promovidos por Israel y los representantes sionistas en EEUU
El público estadounidense muestra una sólida memoria histórica con respecto a las debacles militares promovidas por los presidentes Bush y Obama. Más de la mitad de la población (51%) cree que EEUU es menos seguro en los últimos 15 años (2001-2015), mientras que un octavo (13%) se siente más seguro.
En el presente periodo, más de la mitad del público se opone al despliegue de tropas en Siria y Yemen, y solo un 10% apoya continuar respaldando al Reino de Arabia Saudita.
Con respecto a las guerras específicas de EEUU, más de la mitad cree que la invasión de Irak ordenada por Bush disminuyó la seguridad en EEUU, mientras que solo el 25% cree que esta ni aumentó ni disminuyó. Hubo respuestas similares con respecto a Afganistán: 42% cree que la Guerra de Afganistán aumentó la inseguridad y alrededor de un tercio (34%) cree que no afectó la seguridad interna de EEUU
En términos de perspectivas para el futuro, tres cuartos (75%) del público estadounidense quiere que el próximo presidente se enfoque menos en operaciones militares en el extranjero o se sienten inseguros ante el tema. Solo el 37% apoya un incremento de gastos militares.
Los medios masivos y los poderosos financistas de la candidata Demócrata a la presidencia están enfocados en demonizar a Rusia y China como "las mayores amenazas de nuestro tiempo". En contraste, casi dos tercios (63,4%) de los estadounidenses cree que la mayor amenaza proviene del terrorismo extranjero y local. Solo un 18% considera a Rusia y China como las mayores amenazas de seguridad.
Con respecto al Pentágono, 56% quiere reducir o congelar el actual gasto militar, mientras que solo el 37% quiere aumentarlo.
Guerra y Paz: La élite política
Contrario a lo que cree la mayoría del público, los últimos cuatro presidentes de EEUU, desde los 90 han incrementado el presupuesto militar, enviando cientos de miles de soldados a librar guerras en tres países del Medio Oriente, mientras promovían guerras civiles sangrientas en tres países del Norte de África y dos países europeos. A pesar de que las mayorías creen que las invasiones de Afganistán e Irak han aumentado las amenazas de seguridad nacional, Obama mantuvo tropas en tierra, mar y aire, al igual que operaciones con drones en esos países. A pesar de que solo un 10% aprueba sus políticas militares, el régimen de Obama ha enviado armas, asesores y Fuerzas Especiales para apoyar la invasión del diminuto Yemen por parte de las fuerzas sauditas dictatoriales.
Obama y la candidata demócrata a la presidencia, Hillary Clinton han impulsado una política de cerco en contra de Rusia y han demonizado al presidente Putin rotulándolo como la mayor amenaza para EEUU, en contraste con lo que piensa la opinión mayoritaria en el país, que considera la amenaza de terrorismo islámico como cinco veces más grave.
Mientras que la élite política y los candidatos presidenciales prometen expandir la cantidad de tropas en el exterior y aumentar el gasto militar, más de tres cuartos del público estadounidense se opone o no está seguro sobre la expansión del militarismo de EEUU
Mientras que la candidata Clinton hizo campaña por el despliegue de naves de la Fuerza Aérea y misiles de EEUU para patrullar "la zona de exclusión aérea" en Siria, incluso derribando aviones de Siria y de Rusia, la mayoría (51%) del público estadounidense se opuso a ello.
Con respecto a las leyes, cuatro quintos (80%) del público cree que el Presidente debe contar con el apoyo del Congreso para incrementar la presencia militar en el extranjero. Sin embargo, los presidentes de ambos partidos, Bush y Obama iniciaron guerras sin la aprobación del Congreso, creando un precedente que el nuevo presidente probablemente aprovechará.
Análisis y perspectivas
En todos los temas principales de política exterior relacionados con guerras en el extranjero, la élite política es mucho más beligerante que el público de EEUU La élite es extremadamente más propensa a iniciar guerras que con el tiempo constituirán amenazas a la seguridad interna, y a no respetar las previsiones constitucionales sobre declaraciones de guerra. La élite está comprometida a incrementar el gasto militar, incluso al riesgo de desfinanciar programas sociales esenciales.
La élite política es más propensa a intervenir en guerras en el Medio Oriente, sin apoyo interno y a pesar de la oposición a la guerra expresada por las mayorías populares. Sin ninguna duda, los ejecutivos del complejo militar-industrial oligárquico, del poder pro-Israel y de los medios corporativos masivos tienen mucha más influencia que el público pro-democrático.
El futuro presagia una continuación del militarismo de la élite política, un incremento de las amenazas a las seguridad interna y menos representación de la voluntad popular.
Algunas hipótesis sobre la contradicción entre opinión popular y resultados electorales
Hay claramente una brecha sustancial entre la mayoría de estadounidenses y la élite política con respecto al rol militar en guerras en el extranjero, el debilitamiento de las prerrogativas constitucionales, la demonización de Rusia, el despliegue de fuerzas armadas estadounidenses en Siria y un incremento en la intervención en las guerras de Medio Oriente para beneficiar a Israel.
Sin embargo es también un hecho que el electorado estadounidense continúa votando por los dos partidos políticos principales que continuamente han apoyado guerras, formado alianzas con estados beligerantes del Medio Oriente, especialmente Arabia Saudita e Israel, y agresivamente sancionando a Rusia como la mayor amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
Algunas hipótesis sobre esta contradicción que merecen ser analizadas:
1. Cerca del 50% de los votantes se abstienen de votar en las elecciones presidenciales y legislativas. Entre ellos se incluyen muchos del sector mayoritario que se opone a la expansión militar en el extranjero. De hecho, el partido de la guerra "ganador" proclama su victoria con menos del 25% de los votos, y lo considera como un mandato para librar más guerras.
2. El hecho que los medios de comunicación masivos apoyan fervorosamente a uno de los dos partidos de la guerra influye probablemente sobre la parte del electorado que participa en las elecciones. Sin embargo, los críticos han exagerado la influencia de los medios masivos y son incapaces de explicar por qué la mayoría del público estadounidense está en desacuerdo con la guerra y se opone a la propaganda militarista.
3. Muchos estadounidenses, si bien se oponen al militarismo, votan por el "mal menor" entre los dos partidos pro-guerra. Quizás creen que hay diferentes niveles de posturas pro-guerra, y eligen la menos estridente.
4. Los estadounidenses, que se oponen al militarismo de manera coherente, pueden decidir dar su voto a políticos militaristas por otras razones, independientes de las guerras en el extranjero. Por ejemplo, pueden votar por un político militarista que les garantice el financiamiento de programas locales de infraestructura o subsidios para proteger actividades agro-ganaderas o que prometa creación de puestos de trabajo, reducción de la deuda pública o se oponga a candidatos corruptos.
5. Los estadounidenses, que se oponen al militarismo de manera coherente, pueden ser engañados por las declaraciones de un candidato presidencial demagogo de uno de los dos partidos pro-guerra, cuyas promesas de paz serán -una vez elegido- reemplazadas por un incremento de las guerras.
6. De igual manera, el énfasis en las "políticas de identidad" pueden resultar engañosas para los votantes anti-guerra, impulsándolos a votar por un militarista comprobado que levante estandartes de raza, etnicidad, género, preferencias sexuales o lealtades a estados extranjeros.
7. Los partidos pro-guerra trabajan juntos para impedir que los partidos anti-guerra puedan acceder a los medios masivos, evitando especialmente su participación en debates electorales nacionales vistos por decenas de millones de votantes. Los partidos por la guerra complotan para establecer restricciones severas contra la participación de los partidos anti-militaristas en las elecciones nacionales, excluyendo del voto a ciudadanos con un récord policial por actividades no violentas o impidiendo que voten personas que ya han cumplido su sentencia. Excluyen a los ciudadanos pobres que no tienen un documento de identificación con foto, limitan acceso al transporte hacia los sitios de votación, restringen la cantidad de sitios de votación en barrios pobres o de minorías y niegan permiso para votar a los trabajadores. A diferencia de otros países, las elecciones de EEUU tienen lugar un día laboral y muchos trabajadores no pueden concurrir a votar.
En otras palabras, el proceso electoral está amañado, conlleva un "voto forzado" y abstención: el complot entre los dos partidos pro-guerra limita la posibilidad de elegir y causa la abstención o el voto por "el mal menor" entre los dos partidos pro-guerra.
Las contradicciones entre los deseos de las mayorías anti-militaristas y los votos por la élite pro-guerra solo se podrían resolver si hubiera elecciones abiertas y democráticas, si los partidos anti-militaristas tuvieran igualdad de derechos para registrarse, participar y debatir en los medios masivos y si el financiamiento de las campañas fuera equitativo.
Fuente: La Haine

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro