miércoles, 23 de noviembre de 2016

¿Por qué la izquierda española está en contra de la nacionalización de la industria energética?

¿Por qué la izquierda española está en contra de la nacionalización de la industria energética?

MANUEL MEDINA.
La anciana carecía de  luz en su domicilio. Tenía 81 años y la empresa “Gas Natural” le había cortado el fluido eléctrico por falta de pago. A partir de las cinco de la tarde la mujer debía alumbrarse con velas. Por las noches tanteaba, casi a ciegas, con la torpeza propia de quien ha traspasado la frontera de los ochenta, el camino que separaba la cocina de la cama y  la cama de la cocina. Para ella no había ninguna distracción. Ni tele, ni radio que la ayudaran a sobrellevar entretenida la pesada carga de su vejez. El invierno debía ser una dramática expectativa para esta mujer. Sucedió lo previsible. Se cayó o se quedó dormida. Y los escasos metros de su piso se convirtieron, vertiginosamente, en una enorme antorcha.
Este tipo de sucesos se producen en cualquier punto de la geografía del país, de forma casi cotidiana,  todos estos  “inviernos de la crisis”.
Independientemente de si la  razón circunstancial que provocó el incendio fue o no un descuido de la señora, el desencadenante directo del dramático evento parece muy claro. 
La responsabilidad objetiva de esta muerte,  y de otros centenares  que aparecen enmascaradas cada invierno  como “incendios domesticos fortuitos”, recae sobre las grandes compañías energéticas y el “Consejo de administración” que protege sus intereses: el gobierno del Estado.
A diferencia de lo que sucedió con  la anciana incinerada, para las empresas energéticas españolas la crisis económica no ha existido, ni existe. El pasado año los  eléctricas obtuvieron unos beneficios nada menos que un 18% superiores a los de 2014. Forman parte del sector productivo del Estado español que más suculentos ingresos han logrado. 
En el 2012 se embolsaron más del doble de lo que el mismo año habían obtenido las compañías europeas. En el curso de los nueve últimos meses , el conglomerado eléctrico  de las empresas del Ibex 35 ingresó en caja la astronómica cifra de 27.000.000.000 €.


 SIN ESCRÚPULOS, COMO CORRESPONDE A LA LÓGICA DE LOS GRANDES NEGOCIOS
Alrededor de medio millón de titulares del fluido eléctrico reciben cada año severos ultimátums en forma de avisos. A través de ellos, los poderosos de la energía eléctrica  ponen entre la espada y la pared a varios millones de ciudadanos: o pagas o te dejamos sin electricidad. 
La última opción se convierte en la más habitual, pues quienes se ven empujados hacia esa disyuntiva, en la inmensa mayoría de los casos no tienen trabajo o, como la anciana fallecida, tiene una pensión misérrima que les impide pagar los recibos.
Pero lo más trágico del tema  es que una buena parte de la sociedad española ha terminado por aceptar con absoluta naturalidad  esta inhumana agresión  de los omnipotentes conglomerados eléctricos españoles. 
Se trata de una agresión sin paliativos en contra de los sectores más sensibles de las clases populares, a los que los efectos de una crisis no provocada por ellos han colocado en una situación sin salida: pierden el empleo; como consecuencia no tienen ingresos; se ven imposibilitados para pagar los recibos, condenándoseles a vivir un invierno sin calefacción, sin luz, sin agua, ni comida caliente.
Se trata de una sofisticada crueldad que muestra cuál es la naturaleza del sistema económico bajo el que vivimos. Parece evidente que reivindicar en estos momentos la nacionalización de las multimillonarias empresas eléctricas debería ser algo que al menos los partidos que se reclaman pertenecientes a la “izquierda”,  tendrían que estar demandando y agregando a sus programas económicos. Pero no es así.
“IZQUIERDA” VERSUS NACIONALIZACIÓN
La formación política Podemos, al calor  publicitario del caso, convocó el pasado fin de semana movilizaciones para pedir peras al olmo. La nueva organización política se encuentra en unas circunstancias que la empujan, compulsivamente,  a abanderar una “oposición” que un PSOE maltrecho y mortalmente desvencijado se ve incapaz de protagonizar. Se trata, no obstante, de una simple y circunstancial “bandera de conveniencia”, que no está  avalada por proyectos programáticos transformadores. 
De acuerdo con la práctica política que ha evidenciado en sus pocos años de existencia, solo tratan de aplicar barniz a la fachada del sistema capitalista, embelleciendo su grotesca fachada. Quizá, en el único gesto políticamente honesto de los últimos años, la dirigencia de Podemos en boca de Iglesias  han hecho pública su convicción de que más allá de la socialdemocracia solo se encuentra el abismo.
Justo en esa línea, Podemos mendigó el pasado sábado, con más ruido mediático que movilización efectiva,  que las gigantescas empresas eléctricas españolas “bajaran las tarifas” o que “tuvieran en cuenta”, con medidas paliativas,  la situación  económica de los más pobres. La experiencia histórica demuestra, sin embargo, que esa vía de paliativos es un camino hacia ninguna parte
Tratan de suscitar vanas esperanzas en quienes  desesperadamente desean agarrarse a un “clavo ardiendo”. Pero la realidad es  que lo único que consiguen con ello es retrasar indefinidamente el momento en el que una parte importante de la sociedad  termine asumiendo que sin cambios de raíz el sistema capitalista no  tiene salida.
Podemos reclamó en su efímera jornada de protesta medidas “paliativas” para los usuarios a los que el Ibex 35 ha dejado sin luz, sin calefacción,  sin comida, ni ducha caliente. En otro tiempo, también pidió “clemencia” a la gran Banca para lograr la paralizacion de  los desahucios. 
En la actualidad, los propios Ayuntamientos en los que Podemos  tiene mayoría son  incapaces de parar el tsunami de las órdenes judiciales de desalojo. Ahora sus portavoces ya ni se atreven a denunciarlos, ni mucho menos a aprovechar sus cargos institucionales para lograr la movilización popular. Pero los desahucios bancarios  no solo  continúan produciéndose, sino que en los últimos dos años incrementaron su número y  ritmo. 
Al igual que  los desahucios no están ya dentro del eje de preocupaciones de Podemos, tampoco la nacionalizacion de las electricas figura en su programa. 
Con exquisito cuidado, y atendiendo a los consejos de su plantilla de economistas neokeynesianos, retiraron sigilosamente  del marco de sus reivindicaciones programáticas esta medida. Son  arteramente conscientes de que reclamar hoy nacionalizaciones  podría tener como efecto fulminante el fin de la tolerancia – cuando no de apoyo explicito – de los grandes grupos mediáticos que los promocionan.
LAS RAÍCES HISTÓRICAS DE LA INDUSTRIA ELÉCTRICA ESPAÑOLA
Desde el punto de vista histórico parece oportuno recordar que las empresas eléctricas españolas crecieron pujantes a lo largo de los últimos 50 años. Gozaron durante cuatro décadas  del blindaje con el que la dictadura las protegía, frente a las reivindicaciones salariales de los trabajadores. 
Las grandes familias propietarias, emparentadas a través de la dictadura, se forjaron precisamente cobijadas en los privilegios que prolijamente ésta les otorgaba. 
Toda esa genealogia  de grandes accionistas fue la que hizo posible  no solo la prolongación del franquismo durante decenios, sino también la que urdió en 1978 la operación de la transicion  haciendo posible el restablecimiento  de una monarquia instaurada por el propio dictador, que garantizara la continuidad, sin ruptura, de su dominio politico y económico como clase sobre el resto de la sociedad española.
¿Qué es lo que impide hoy, pues, proceder a la nacionalización de ese complejo de multimillonarios negocios? ¿Cuál es la razón para la que la llamada nueva “izquierda emergente” se niegue a afrontar esta demanda? 
Son  interrogantes que los líderes de los partidos que se autoreclaman pertenecientes a la “izquierda” deberían  estar en condiciones de responder ante la sociedad y ante  sus propios militantes. Posiblemente  las razones para que no lo hagan habrá que encontrarlas también en los mismos espacios en los que un día se  convirtió a Felipe González o a Moral Santín en centuriones del Ibex 35 o de Caja Madrid.
insurgente.org. Tu diario de izquierdas





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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro