lunes, 22 de agosto de 2016

Crónicas desde Palestina: Al Quds y la política de ocupación sionista

Crónicas desde Palestina: 

Al Quds y la política de ocupación sionista


Por Pablo Jofré / Resumen Latinoamericano
Ramallah ha tenido, luego de la segunda Intifada un auge inmobiliario catalizado por la llegada de miles de palestinos desde ciudades y pueblos de la Cisjordania ocupada. 
Hombres y mujeres, familias sin posibilidades en sus tierras y que vienen a Ramallah a ganar su sustento, estudiar y desarrollar sus actividades cotidianas pues sus aldeas y […]

Crónicas-de-Palestina
Ramallah ha tenido, luego de la segunda Intifada un auge inmobiliario catalizado por la llegada de miles de palestinos desde ciudades y pueblos de la Cisjordania ocupada. 
Hombres y mujeres, familias sin posibilidades en sus tierras y que vienen a Ramallah a ganar su sustento, estudiar y desarrollar sus actividades cotidianas pues sus aldeas y pueblos han sido usurpados, sus comercios cerrados, su forma de vida alterada.
 En Ramallah, Monte de Allah en Árabe , 15 kilómetros al norte de Al Quds – Jerusalén – radica la sede provisional del gobierno de la Autoridad Nacional Palestina – ANP –  gran parte de sus oficinas administrativas y el aparato burocrático que sustenta esta organización. 

Una ciudad, que junto a los pueblos vecinos de Beituniya y al Bireh conforman el área metropolitana de Ramallah, rodeada por 76 kilómetros de muro, con 11 check points, que controlan las entradas y salidas de esta capital devenida en un enorme ghetto a pesar de las luces y cierto aire cosmopolita. 

Desde Ramallah se divisa hacia el sur, con los campos surcados de muros y asentamientos de colonos judíos, la ciudad de Al Quds y la enorme carga simbólica que ella entraña, de la cual nos detendremos latamente a analizar.

Ramallah ha tenido, luego de la segunda Intifada un auge inmobiliario catalizado por la llegada de miles de palestinos desde ciudades y pueblos de la Cisjordania ocupada. 
Hombres y mujeres, familias sin posibilidades en sus tierras y que vienen a Ramallah a ganar su sustento, estudiar y desarrollar sus actividades cotidianas pues sus aldeas y pueblos han sido usurpados, sus comercios cerrados, su forma de vida alterada. 
Se suma a lo mencionado respecto a Ramallah el flujo de ayuda internacional y de países donantes, que representa  un arma de doble filo a la hora del análisis comparado entre esta ciudad y el resto de los territorios ocupados. 
Ramallah y así lo pude comprobar a lo largo de este viaje, es distinta a las otras ciudades cisjordanas sometidas a la ocupación. 
Esto se explica, igualmente, por la presencia de la numerosa burocracia de la Autoridad Nacional Palestina, el trabajo de múltiples Organizaciones No Gubernamentales – ONGs -con sus funcionarios venidos de todos los rincones del mundo, concretando una diversidad de nacionalidades. 
Ello, unido a las sedes diplomáticas de gran parte de los países que reconocen al Estado palestino le dan a Ramallah lo mencionado respecto a cierto aire cosmopolita.
Esta capital provisional tiene en su seno, no sólo hoteles, centros de eventos, actividades culturales – como fue el caso del Festival de música Palestina celebrada simultáneamente en varias ciudades Cisjordanas e incluso Gaza y donde tuve la oportunidad w escuchar a 47 Soul, un fantástico grupo musical, fiel representante de la cultura Palestina. 
Ramallah posee también  calles abarrotadas, un comercio pujante y una amplísima circulación vehicular, como también la realidad de toda Palestina: en sus alrededores la constatación que la ocupación de la entidad sionista es una realidad muy presente. 
Campos de refugiados como Qalandia – donde fui testigo de la demolición de diez viviendas palestinas por parte de las fuerza de ocupación – destruidas hasta los cimientos por el simple hecho de ser construidas cerca del Muro de la Vergüenza. 
Campos de refugiados como Qaddura, Al Jalazun, Al Amari,  Silwad, son parte de los 58 campamentos de refugiados palestinos reconocidos en Cisjordania, la Franja de Gaza, Jerusalén Este, Jordania, Líbano y Siria por la Agencia de la ONU Para los Refugiados Palestinos – UNRWA – Un millón y medio de seres humanos soñando con volver a las tierras de las cuales fueron expulsados desde el año 1948 a la fecha, en una Nakba que golpea sus vida diariamente. 
Según la Oficina Central de Estadísticas de Palestina el 31% de los refugiados palestinos en la ocupada Cisjordania y la Franja de Gaza vive por debajo del umbral de la pobreza.

Camino a Al Quds

Salir de Ramallah y recorrer 15 kilómetros hasta Al Quds – La Santa en idioma Árabe –  en un viaje que no debería durar más de media hora – si efectivamente lo hiciéramos por las protegidas y modernas carreteras para uso exclusivo de los israelitas, que tienen comunicación directa entre sus asentamientos y Al Quds – pero, el tránsito por carreteras autorizadas para la circulación de los  palestinos, los check point fijos y móviles dificultan el establecer un horario definido para llegar y retornar. 
Avanzar hacia Al Quds es visualizar con claridad la política de asentamientos israelitas en una zona en la cual, supuestamente, está prohibido establecer colonias. 
Viajar a Al Quds es darse cuenta que a pesar de sus excusas, pretextos y manipulación, Israel es la entidad que mediante la represión y el crimen, intenta mantener el dominio sobre terrenos que no le pertenecen, sobre tierras valiosas para distintas creencias y sin embargo sometidas a una ideología totalitaria y excluyente como la sionista.
Es también constatar cómo, el muro de la constatar cómo el Muro de la Vergüenza – barrera de separación según el lenguaje militar israelí – secciona las aldeas y los campos de cultivos palestinos, se adentra en Cisjordania, arrasa con olivos centenarios, cerca las ciudades palestinas y ejerce una presión insoportable y brutal para una población cansada ya de tanto ejercicio del poder criminal sin que se visualice cambio alguno en la manera que la entidad sionista ha decidido llevar adelante la ocupación de los Territorios Palestinos destrozando día a día la vida de millones de seres humanos, sumergidos en el marasmo de una política que hace recordar la política nacional socialista respecto al pueblo judío, gitanos aquellos países ocupados por las tropas del Tercer Reich. Un símil tan trágico como surrealista.
Camino a Al Quds, la idea de los dos Estados cae por su propio peso. Israel decidió que Palestina no tiene derecho a existir y ha ido creando bantustanes, aislados unos de otros, segregados y sometidos a la ocupación civil y militar de la entidad sionista, decidida a expulsar a los palestinos o al menos confinarlos como ganado. Y menciono el concepto de ganado pues, despectivamente,  los sionistas denominan así al pueblo palestino en una expresión de desprecio absoluto por el otro, al no considerarlos seres humanos.
Para aquel lector que piense que este es un invento antisionista, destinado a socavar las bases de la “única democracia de Oriente Medio” me remito a las palabras del “Premio Nobel de la Paz”  y ex Primer Ministro Israelí Menagen Begin, quien el año 1978 en un discurso dado ante la Knesset señaló “Nuestra raza es la raza maestra. Nosotros somos dioses sobre este planeta. Somos tan diferentes de las razas inferiores como ellos lo son de los insectos. 
De hecho, comparadas con nuestra raza, las otras son bestias, ganado a lo sumo. Las demás razas son consideradas como excremento humano. 
Nuestro destino es gobernar sobre las razas inferiores. Nuestro reino terrenal será gobernado con vara de hierro por nuestro líder. Las masas lamerán nuestros pies y nos servirán como nuestros esclavos”.
Al Quds y lo que ella representa es la expresión más clara de la absoluta falta de respeto de Israel por la vida del pueblo palestina, las leyes internacionales o cualquier acción o decisión que implique devolver los territorios usurpados a sus legítimos dueños. 
Al Quds, así como Al Jalil, Bethlehem, Nablus, Tulkarem, Jericó entre otras son la prueba clara que Israel y lo que tras la guerra del año 1967 se consideraban “territorios administrados” han pasado, en virtud de su ideología racista, a ser territorios ocupados por una potencia colonial represiva y criminal, en cuyo ideario la ciudad de Al Quds adquiere ribetes mitológicos, considerándola parte única e indivisible de su falsaria idea que les ha sido otorgada por gracia divina. 
Es esto lo que genera la crónica política de usurpación de los barrios de Jerusalén Este a pesar de las denuncias internacionales y los llamados a cesar la construcción de asentamientos de colonos, ya sea en la parte este de la ciudad, tras la línea verde o en las zonas adyacentes, conformando un anillo de dominio y fragmentación, destinado a impedir – si en el futuro así se da – la devolución de todos aquellos territorios expoliados al pueblo palestino.
Rodean a Al Quds Este  una serie de asentamientos como el de East Talpiot,  Pisgat Ze’ev, Gilo, Neve Yaakov, además de la siempre creciente Colonia de Maa´ ale adumin. 
Sumemos a la conducta usurpadora, política establecida desde los más altos cargos del gobierno sionista,  a aquellos colonos más radicales, que ingresan por la fuerza a los barrios palestinos de Al Quds Este como  Silwan, Shuafat, Bein Hanina,  Wadi Hilwe Haman al Ain, Al Bustan generando una situación de ocupación  de hecho que suele ir acompañada de la irrupción de fuerzas militares, para proteger a esos grupos extremistas israelíes.
Colonos, que gracias a financiamiento del Estado sionista que subsidia la construcción de viviendas, la educación y las asistencia social, se asientan en estos barrios, a contrapelo de toda legislación internacional, que a estas alturas resulta simplemente un chiste el hacer llamados de respeto al derecho internacional. Israel no entenderá otra línea de acción que no sea la fuerza conjunta del pueblo palestino, acompañado del Boicot, las sanciones y la desinversión, que implique cercarlos, tal como se hizo con el régimen del apartheid en Sudáfrica. Y hablo, simplemente, de acciones no violentas, aunque no se puede descartar cuando las condiciones así lo permitan una política de mayor presión, donde actores regionales de importancia y un cambio en la correlación de fuerzas permita acorralar al régimen sionista.
Resulta indignante ser testigo de la acción de los fundamentalistas judíos quienes planificadamente ingresan a una casa palestina en el barrio Viejo de Al Quds, izan su bandera  en clara y abierta provocación, ojalá con resultados de enfrentamientos con la población palestina, para que inmediatamente ingrese el ejercito, cierre el lugar y lo declare como exclusivo para judíos., bloqueando calles, accesos, cerrando comercios e impidiendo la libre circulación. 
Todo ello, como parte de una estrategia planificada detalladamente, un plan mayor: la judaización de al Quds. 
Plan, que en este primer semestre del año 2016 implicó ver avanzar a pasos agigantados la concreción y expansión de un Barrio Judío al suroeste de la Explanada de las Mezquitas.
La explanada de las mezquitas, donde se ubica la cúpula de la Roca y la Mezquita al Aqsa. Lugares sagrados del islam, centro de disputa y donde aquellos que creen y expresan su fe se sobrecogen ante una historia que se remonta a mil cuatrocientos cincuenta años del Islam. 
Un Al Quds cuna, además, del cristianismo con su Santo Sepulcro y la vía dolorosa, que también sufre las restricciones de las autoridades militares israelíes, que  han incrementado las prohibiciones e incluso las excavaciones bajo la explanada que se extienden desde el Convento de las Hermanas de Sion hasta el barrio palestino de Silwa. 
Esto, a pesar de las protestas palestinas y la condena de organismos como la UNESCO que ha solicitado suspender estas excavaciones que ponen en peligro este recinto sagrado para cientos de millones de musulmanes y que expresan esa repulsión del sionismo frente a todo aquello que no sea parte de su cultura de la exclusión.
Al Quds se ubica en lo que se conoce como la Zona C, que corresponde al 60% del total del territorio de la Cisjordania y por tanto sujeto al arbitrio de la potencia ocupante. 
Un territorio el de Al Quds donde residen 300 mil palestinos cuya forma y estilo de vida se ve impactado por la ocupación israelí, que bajo la conducta de no ver, no escuchar y menos oír, por parte de las potencias occidentales y ex países árabes aliados de Palestina, se encaminan a incrementar el proceso de expulsión del pueblo palestino. 
Zona C que no está disponibles para el desarrollo económico de Palestina generando un daño enorme, en el presente y lógicamente para el futuro de millones de habitantes de los territorios ocupados.
Según datos entregados por el Banco Mundial este año 2016, en un informe entregado por este organismo internacional, sobre el costo que implica para Palestina el no poder usar estos terrenos para la agricultura, la industria, los servicios o el desarrollo turístico significa la imposibilidad de acceder a cerca de 4 mil millones de dólares anuales. 
Una cifra gigantesca para quien depende, en gran medida de los aportes de donantes internacionales. Al visitar los rincones de esta tierra hermosa es posible darse cuenta de las enormes potencialidades que este pueblo podría concretar, la posibilidad de dotar de mejores perspectivas de vida a un pueblo educado, culto, amable, que en cada oportunidad abre sus corazones al visitante.
Más  allá de números, la realidad de una ocupación que niega el acceso a los palestinos a los sitios sagrados de Al Quds, que limita su desarrollo económico, la ocupación y la violación a los derechos humanos de la población palestina en Al Quds se expresa en la visita efectuada a la familia del niño Mohammad Abu Khdeir, quien el día 2 de julio del año 2014, frente a su hogar, ubicado unas pocas decenas de metros de la ciudad vieja, en Jerusalén Este, fue secuestrado por un grupo de seis colonos judíos y llevado a la colonia de Givat Shaul donde fue asesinado brutalmente. 
Los resultados de la autopsia practicada a Mohammadd mostraron que el pequeño fue obligado a beber gasolina, golpeado y quemado vivo. Sus captores y asesinos fueron identificados por cámaras de vigilancia, que sirvió como prueba para llevar a juicio a estos extremistas, que luego de dos años recién este año 2016 logró obtener una condena a tres de los asesinos. 
Sin embargo, las organizaciones defensoras de derechos humanos y la propia familia de Mohammad temen que muy pronto los tres colonos y en especial el autor principal del hecho – considerado un héroe por su grupo de colonos tan extremistas como set – sean liberados y sumergidos en algún asentamiento donde nadie podría saber que está.
Tuve la oportunidad de conversar con la familia de Mohammad Abu Khdeid y resultó  un bálsamo de dignidad, enormemente aleccionador saber que más allá de la enorme pérdida de su hijo, esta familia no pierde la fuerza y entereza respecto a legitimad y justicia de la  lucha del pueblo palestino por lograr su definitiva autodeterminación. 
Una familia dotada de una valentía inigualable, pues en medio del horror son capaces de pensar como sociedad palestina, abrigar esperanzas que en su tierra cesará la ocupación pero, sobre todo, que algo de justicia habrá para condenar a todos aquellos autores materiales e intelectuales de los miles de crímenes sobre el pueblo palestino.
Al salir de Al Quds y mirar, desde el Monte de los Olivos, las bellas  murallas de la ciudad vieja, a belleza de una tierra milenaria, la majestuosidad de la Explanada de Al Aqsa. 
Al salir de Al Quds luego de conocer en terreno la política de usurpación, las colonias que rodean soberbias y prepotentes la ciudad, la conducta atentatoria sobre los derechos de miles de palestinos que habitan en la parte  Este de Jerusalén es posible dimensionar que la reivindicación del pueblo palestino por vivir en su suelo, por considerar a Jerusalén como su capital legítima, más allá de la provisionalidad de Ramallah, es de una enorme potencia. 
Un objetivo como sociedad, que no será acallado ni coartado  por más crímenes que se sigan cometiendo contra el pueblo palestino. Salí de Al Quds convencido, que más temprano que tarde los ocupantes deberán tomar su prepotencia, sus bártulos y sueños de grandeza, porque la ignominia y el crimen deben ser, si o si, castigados.
Tomado de  RADIOUCHILE visto en KAOSENLARED.NET

CRÓNICAS DESDE PALESTINA: 

DE DULCE Y AGRAZ

19/08/2016

Recorrer Palestina en general y la Ribera Occidental -West Bank - en lo específico deja en el visitante una impresión de una inquietante normalidad.

Esto, pues el palestino vive el día a día, trabaja, atiende sus quehaceres, hace vida social pero, todo ello, en un entorno inquietante, virulento, de una paz aparente que puede estallar en mil pedazos cuando menos se espera. Un ambiente de situaciones invisibles, que sólo se develan cuando ya han sido ejecutadas con efectos devastadores,

La visita y el recorrido en Al Jalil -Hebrón - dejó una sensación de impotencia difícil de soslayar. La ocupación militar, la violencia diaria ejercida por un grupo de colonos extremistas en esa ciudad de la Ribera Occidental, contra los habitantes palestinos; no vislumbra perspectivas halagüeñas para un proceso de paz interrumpido, que ha resultado estéril y que sólo ha servido para que el régimen israelí, día a día intensifique y amplíe los asentamientos violatorios del derecho internacional en los territorios palestinos ocupados.

La jornada que se avecinaba tras Al Jalil tuvo de dulce y agraz, como la vida misma, ni más ni menos. Dulce como un dátil palestino del Valle Al Aghwar -Valle del Jordán- al visitar, conversar, discutir y aprender de la juventud palestina en una de las Universidades cercanas a Ramallah: Birzeit, donde pudimos constatar las difíciles condiciones en que 10 mil estudiantes palestinos deben llevar adelante sus estudios pero sin perder la claridad de objetivos respecto a la importancia de prepararse y perfeccionarse para el desarrollo de su país. Como dulce es también apreciar la responsabilidad social de empresario como Bassam Khoury quien través de su empresa Pharmacare PLC es capaz de romper el círculo de presiones y bloqueos que Israel genera en el pueblo palestino. Una farmacéutica que investiga, produce y vende medicamentos de una amplia gama y en especial, a la Unión Europea, fármacos para la lucha contra el cáncer.

Y de agraz pues esa misma noche, cuando los habitantes del lugar ya dormían en sus hogares, tropas israelíes a unos cuantos cientos de metros del lugar en el cual alojábamos irrumpieron en la localidad de Qalandia -donde se ubica uno de los campamentos de refugiados palestinos- y a punta de buldóceres y maquinaria pesada demolieron, hasta los cimientos, seis viviendas palestinas, bajo el pretexto que se encontraban en una zona militar protegida a pocos metros del Muro de la Vergüenza. 
Piedra sobre piedra diez familias palestinas vieron destruidos años de esfuerzo tras la barbarie de un ejército ocupante y su práctica violatoria de los derechos humanos. Lo que se une a la labor de complicidad de ciertos funcionarios internacionales más proclives a servir al ocupante que las víctimas de la ocupación.

Estudiar Bajo la Ocupación

La Universidad Birzeit se ubica a 10 kilómetros al norte de Ramallah, en el pueblo homónimo. Establecida inicialmente como una escuela el año 1924 gracias a la labor de la familia Nasir, pionera en materias educativas. 
Tres décadas más tarde se comenzaron a impartir cursos superiores en artes y ciencias, que el año 1961 se ampliaron a dos años lo que permitió otorgar títulos asociados, que permitieron a los estudiantes de esa zona del país trasladarse a otras universidades, del mundo árabe principalmente, para completar sus estudios de licenciatura. 
El año 1967 marcaría a fuego el desarrollo de Birzeit pues tanto el West Bank -la Ribera Occidental- como la Franja de Gaza caerían bajo la ocupación israelí lo que implicó una serie de restricciones, principalmente de viajes, para los residentes de la zona y de aquellos que venían de otras áreas a estudiar.

Este entorno obligó a Birzeit a enfocarse más en otorgar una educación superior en todo su nivel, que permitiera a la juventud de la región estudiar cerca de sus hogares. 
El año 1972 Birzeit comenzó un programa de formación d cuatro años que llevaba a una licenciatura en artes y ciencias. 
El año 1975 Birzeit adopta, oficialmente el nombre de Universidad convirtiéndose en la primera Universidad árabe establecida en Palestina. 
Una Universidad que no sería ajena a la represión ejercida sobre el conjunto del pueblo palestino, que implicó cierres temporales, el exilio durante 20 años, a partir de 1974 del presidente de la universidad el Dr. Hanna Nasir. El cierre total de la Universidad entre el 8 de enero del año 1988 y el 29 de abril del año 1992 -período de la primera Intifad- etapa en la cual a pesar de la enorme coerción ejercida por las tropas ocupantes, los estudiantes continuaron preparándose en pequeños grupos de estudio.

En la actualidad la Universidad de Birzeit cuenta con 900 docentes altamente cualificados, 10.100 alumnos, de los cuales el 64% son mujeres procedentes de todas las regiones de la Cisjordania lamentando la ausencia de alumnos de la Franja de Gaza impedidos de salir de la "prisión a cielo abierto más grande del mundo" por determinación de las fuerzas ocupantes y que constituían cerca del 25% de la matrícula total. 
Este año 2016 sólo se cuenta con 40 estudiantes extranjeros, que cursan estudios que no pueden superar los tres meses, que es el máximo permitido por las fuerzas ocupantes. Aparte de las ocho facultades tiene 12 institutos para estudios ejemplo: derechos de la mujer. Los convenios son netamente académicos, como parte de una política de romper el aislamiento.

El financiamiento de esta universidad depende del pago de los estudiantes. 
Los alumnos pagan el equivalente a 250 dólares mensuales para estudiar en sus ocho facultades y 12 institutos para diversos estudios, por ejemplo: derechos de la Mujer. Los aportes privados -palestinos de la diáspora- han significado dotarse de modernos edificios donde se ubican las distintas facultades, que se signan con el nombre del respectivo mecenas. 
Las autoridades de este centro de estudios han resaltado que los profesores y estudiantes están firmemente comprometidos con los principios de libertad académica -que no es ajeno en lo absoluto con los principios de luchar por una sociedad libre- y el objetivo es preparar a las futuras generaciones de líderes palestinos, de cuadros profesionales y técnicos haciendo hincapié en la conciencia social y el compromiso nacional.

Palabras que escuchamos directamente de los estudiantes y de sus dirigentes quienes se mostraron vivamente interesados en conocer también como eran los procesos de estudio y elección en los países de donde proveíamos. 
Y hablaban de elección pues una de las críticas fundamentales que esos jóvenes hacían hacia sus líderes políticos tienen dos líneas principales: primero, la forma en que se han enfrentado las reivindicaciones del pueblo palestino a partir del fracaso de los Acuerdos de Oslo y haciendo hincapié, en segundo lugar en la ausencia de elecciones en los últimos diez años y la necesidad de un recambio generacional y de nombres para encauzar el proceso de lucha palestino. 
No es casual que la gran parte del Consejo de Estudiantes sea presidido por militantes de Hamas, en desmedro de los representantes de Al Fatah, replicando en ello lo que sucede en gran parte de las 8 universidades que existen en Cisjordania y las tres que siguen resistiendo en su funcionamiento en la Franja de Gaza.

Para Ahmed Alayesh Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Birzeit, militante de Hamas y que triunfo con más del 50% explica esta victoria, partir de la desazón de los jóvenes que no se ven representados por la burocracia de Al Fattah, las acusaciones de corrupción y sobe todo el letargo frente a los acuerdos internacionales violados una y otra vez por Israel. 
El espíritu palestino de rebeldía, para Alayesh, se expresa en el ejemplo de Gaza y no en la claudicación percibida en las actuales autoridades de los territorios ocupados en Cisjordania, que en una década han sido incapaces de llevar adelante elecciones "aquí en Birzeit les estamos demostrando, sostiene Alayesh, que puede existir la democracia a pesar de vivir bajo una ocupación de las características a las que nos somete el sionismo". Nos fuimos de Birzeit constatando que el pueblo palestino tiene futuro en estos jóvenes, cultos, inquietos, luchadores, amables y donde entristece e indigna la falta de perspectivas en el actual estado de cosas donde se incrementa la presencia israelí mientras se sigue retrocediendo, en materia de enfrentar a la entidad sionista.

Salud desde Tierras Palestinas

En tiempos de oscuridad y crimen la creatividad de los pueblos suele ampliarse. No es la excepción el pueblo palestino, que ofrece al mundo, tanto en los territorios ocupados como en la diáspora lo más granado de sus siglos de cultura e inteligencia. 
Tras la visita a Birzeit y acompañado del Edil del Municipio de Recoleta en Santiago de Chile, Daniel Jadue ? cuyos abuelos se radicaron en Chile a principios de la década del 20 del siglo XX ? visitamos un Centro de investigación y producción de fármacos Pharmacare PLC, establecida en Ramallah el año 1985.

Allí, junto al creador y quien impulsa este trabajo, el Sr. Bassam Khoury - ex Ministro de Economía de la Autoridad Nacional Palestina - hablamos sobre su empresa - fundada por su padre, un pionero farmacéutico Subhi Khoury, el año 1985 - sus problemas y sus grandes proyectos. Incluso la posibilidad que estos medicamentos de calidad - sobre todo los de lucha contra el Cáncer - lleguen a bajo costo a la Municipalidad que dirige Jadue, a través de lo que se conoce como Farmacias Populares.

Pharmacare es una empresa Palestina que con esfuerzo y mucha inteligencia desarrolla productos farmacológicos y los exporta incluso a la Unión Europea. Parte de su trabajo ha tenido que trasladarlo a Malta pues el bloqueo y las trabas israelíes a este trabajo implican buscar alternativas. 
Todo un ejemplo de innovación y creación bajo la ocupación sionista. 
La misión, dada a conocer por el Sr. Khoury signa que Pharmacare PLC se ha propuesto participar, activamente, en la prestación de productos farmacéuticos para cubrir las necesidades del país, en lo que se refiere a medicamentos esenciales y complementarios con el fin de lograr la seguridad farmacológica para el pueblo palestino. 
Para, de esta manera, contribuir a la economía nacional a través de la producción y exportación de la medicina y en la obtención de empleo y de oportunidades de formación para el personal técnico en el campo de fabricación de productos farmacéuticos. Una labor difícil en el marco político en que dicho trabajo se desarrolla y con excelentes resultados.

Hoy, PharmaCare PLC es la columna vertebral del Grupo Pharmacare con diversas sedes, destinadas a romper el bloqueo, las sanciones y las trabas que día a día le impuso la potencia ocupante. 
Por ello tiene una filial, Pharmacare Prima Limited, que es una compañía de fabricación de productos farmacéuticos con base de Malta especializada en productos oncológicos. RI-Pharma, una compañía de distribución de productos farmacéuticos en el Reino Unido y Pharmacare International, una empresa con sede en Belarús responsable de la comercialización y la distribución en la ex Unión Soviética. 
El grupo también posee una participación del 10% en el IPI, la compañía farmacéutica más antigua de Irak. Una empresa que da empleo a 500 palestinos y que expresa también una forma eficiente, creativa y sustancial de resistencia.

QALANDIA

Terminamos la visita a Pharmacare, con un fuerte apretón de manos a Bassam Khoury, uno de esos empresarios "patriotas" como él mismo se define, en función de proporcionar empleo, futuro, capacidad productiva a la tierra que ama y defiende. Salimos de Pharmacare PLC henchidos de orgullo pero con la mente puesta en nuestra siguiente parada: Qalandia, donde nos habían informado que la noche anterior fuerzas militares habían demolido 6 viviendas. 
Precisamente esa noche escuchamos disparos y fogonazos en el sector que visitaríamos. Al llegar a Qalandia constatamos una de las acciones más recurrentes de la política de ocupación israelí: la demolición de viviendas palestinas en la idea de intensificar ya sea la construcción de carreteras exclusivas para los colonos de los asentamientos que rodean los pueblos y ciudades palestinas y al mismo tiempo permitir la ampliación de esos asentamientos con el objetivo de desplazar al pueblo palestino de sus tierras.

En Qalandia, donde habitan 15 mil personas, flanqueadas por uno de los check point más fuertemente custodiados de toda la Cisjordania, vimos la otra cara de la medalla, la de aquellos que no desean ver al pueblo palestino en paz, que impulsan la destrucción y el crimen, mediante procedimientos destinados a sembrar el terror y la desesperanza. Arribamos a Qalandia cuando ya 6 casas habían sido destruidas, demolidas hasta los cimientos, piedra sobre piedra afectando, con esta acción, a 11 familias que habitaban esta media docena de hogares.

Las familias víctimas de esta acción nos relataron que los militares y la maquinaria pesada, incluyendo Buldóceres llegaron cerca de la medianoche, cuando sus moradores ya dormían, siendo obligados a salir de sus viviendas y contemplar la manera en que eran destruidas por los representantes de la «mayor democracia de Oriente Medio» con que suele vestirse Israel, ante los medios de comunicación internacionales. 
El objetivo es generar terror, amedrentar a la población, afectar sicológicamente a hombres, mujeres y especialmente a los niños, que contemplan impotentes esta acción de barbarie. 
Qalandia me hizo recordar lo sucedido en el poblado checo de Lidice, cuando tropas de asalto nazis, el 10 de junio del año 1942, demolieron cada una de las viviendas de este pueblo, asesinando hombres y mujeres, deportando a otros y apisonaron la tierra para que no quedara rastro de nada, en una estrategia repetida 72 años después en Qalandia, Khirbet Tana, en Nablus, Tulkarem, Beit Jala, entre otras, que sólo este año 2016 suma 700 viviendas demolidas.

Al contemplar la destrucción en Qalandia, la tristeza de su moradores, la ingenuidad de los niños que se subían en los escombros de lo que hasta hace unas pocas horas eran sus hogares, se hicieron patentes las paradojas de un pueblo que al mismo tiempo es capaz de ofrecer avances como el de Pharmacare y vivir bajo la ocupación, la barbarie sionista, el sometimiento impulsado desde el gobierno de Tel Aviv, bajo la premisa de someter al pueblo palestino y lograra su expulsión de sus tierras ancestrales. Recluirlos en bantustanes miserables. Qalandia hoy es la prueba de lo que se viene denunciando hace décadas. Israel es una potencia ocupante: colonialista, racista y criminal.

La gravedad de lo descrito se vislumbra también en una arista relacionada con el deber de los organismos internacionales. Esto, pues la conducta de la potencia ocupante se expresa a vista y paciencia de la mal llamada comunidad internacional. Bajo el conocimiento de la Organización de las Naciones Unidas - ONU- y sus agencias de apoyo para los millones de refugiados palestinos, como lo son aquellos que habitan el campamento de Qalandia. Labor que se agradece, que duda cabe pero, que se presentan impotentes e ineficaces cuando se trata de defender los derechos humanos de la sociedad palestina, sometidos a esta política nacionalsionista.

Suelen alegar que ese trabajo no está dentro de sus atribuciones pero, ¿de qué sirve una labor destinada a observar la manera en que segregan, discriminan y asesinan impunemente? No basta apoyar con coordinaciones de las distintas agencias involucradas, la distribución de alimentos o la constatación de los crímenes. 
Las Naciones Unidas deben comprometerse más allá de lo que realiza, en el marco de fuertes presiones de las potencias occidentales aliadas de Israel, el lobby judío en Estados Unidos a través del AIPAC - pero también superar conductas de la cual fuimos testigos en una de las presentaciones más surrealistas que he escuchado de un funcionario internacional.

Efectivamente, tras Qalandia, en las Oficinas de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios -OCHA por sus siglas en inglés- situada en Al Quds, que cuenta con personal bien remunerado, uno de los funcionarios a cargo de darnos a conocer la labor de esta repartición, de nombre Ezequiel - de origen argentino- contratado por OCHA- repitió como una cantinela ideas y opiniones, que solemos escuchar más desde las oficinas de comunicaciones del régimen israelí, pero que resulta inaceptable cuando surgen de la boca de un burócrata de un organismo internacional. Un discurso que a esas alturas, a quienes presenciábamos esta exposición generó impotencia, frustración, indignación y el lógico reclamo ante tan despreciable conducta.

Una perorata estándar, inaceptable, que tergiversó notoriamente la realidad del pueblo palestino y el proceso de ocupación que vive. Una sarta de inexactitudes y conclusiones más propias de la campaña de desinformación del gobierno sionista, que de una entidad como la ONU. Una lamentable, dolorosa e inexcusable labor de complicidad. Es lo dulce y agraz también en el seno de organismos como OCHA, que de tanto profitar de las bondades de un organismo internacional se pierden en el objetivo principal: proteger a las víctimas y no bailar al compás del opresor.

Fue una jornada plena de emociones, desde Pharmacare y su lucha por levantar a Palestina desde la creación, la investigación, el esfuerzo. Por Birzeit y el compromiso de los estudiantes palestinos de salir adelante, a pesar de las dificultades y el deseo de la entidad sionista de negar el derecho a estudiar a miles de palestinos. 
Una jornada también amarga al observar los crímenes en Qalandia, el ejemplo claro, concreto e indiscutible de la política de ocupación de Israel en los territorios de la Ribera Occidental y la Franja de Gaza. Y el comprobar la pasividad y hasta la complicidad de ciertos organismos o funcionarios dentro de ese entramado, que de tanto habitar bajo las luces, los oropeles y el agasajo de la potencia ocupante suelen terminan pensando, actuando y hablando como ella.

Fuente: Redactado por Pablo Jofré Leal


ISRAEL VUELVE A BOMBARDEAR GAZA


22/08/2016



En sólo dos horas, las fuerzas israelíes realizaron al menos 50 bombardeos contra el enclave costero palestino, según ha afirmado una fuente militar israelí citado por el diario local The Times of Israel. Las cifras de medios locales, anuncian seis heridos por el momento. 

Las fuentes palestinas de seguridad por su parte, han señalado que los ataques lanzados contra el norte de Gaza han destruido la presa de agua de Beit Hanun y una base perteneciente a las Brigadas Ezzeddin al-Qassam, brazo militar de HAMAS, cerca de Beit Lahiya.

El ejército israelí lanza con frecuencia ataques aéreos contra la Franja de Gaza bajo el pretexto de que, desde este

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contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro