lunes, 18 de julio de 2016

Todas las mentiras (y muchas verdades) de las grabaciones al ministro del Interior



Todas las mentiras (y muchas verdades) de las grabaciones al ministro del Interior

Carlos Enrique Bayo 

15/07/2016
El ruido mediático se ha vuelto ensordecedor. 
Tanto, que es difícil oír entre tanto estruendo el contenido de las grabaciones al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, cuando conspiraba para destruir a sus enemigos políticos utilizando los recursos policiales del Ejecutivo.
Para empezar, el propio ministro anunció a bombo y platillo que emprendía una exhaustiva investigación de Interior para descubrir cómo se grabaron sus conversaciones y quién las filtró a Público
Incluso se permitió acusar de “conspiración, actuación mafiosa y actividad ilegal” a los periodistas que publicamos la exclusiva… en la que queda patente (en el audio de su propia voz) que es él quien ha estado cometiendo tales tropelías. 
Pero en la ideología del PP lo que hay que hacer en un caso así es perseguir de inmediato a los que las desvelan y denuncian.
Además, muchos grandes medios de comunicación le han hecho el juego a Fernández Díaz, puesto que se han dedicado casi exclusivamente a perseguir la exclusiva de quién y cómo grabó al ministro del Interior en su despacho oficial, obviando la tremenda gravedad de su conspiración, propia de un Estado policial y no de una democracia.
Una de las últimas versiones sobre ese interesantísimo tema –cómo se grabó, no lo que se decía– ha sido publicado por una revista que asegura saberlo todo de las grabaciones, sin que las haya podido escuchar en su integridad y ni siquiera se haya dignado a consultar a los autores de la exclusiva. 
Afirma, pues, que en el maletín del ya ex jefe de la Oficina Antifraude de Catalunya se instaló un sofisticado sistema de micrograbadora, con un micrófono del tamaño de una cabeza de alfiler y baterías minúsculas cosidas dentro del forro, cuyo coste incluso cifra en 20.000 euros. 
Un aparato de espionaje que sólo le podrían haber
 instalado policías de alguna unidad de inteligencia.
Tan popular se ha hecho esta versión, que hasta el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, patinó al responder a los periodistas que no descartaba ninguna hipótesis, por improbable que pareciese, insinuando que los interlocutores podrían haber sido grabados sin su conocimiento por miembros del cuerpo que él dirige. 
Lógicamente, provocó la indignación de los sindicatos policiales, que ahora exigen que se aclare la cuestión porque se está imputando un grave delito a algunos de sus compañeros.
Y todo ello sin haber examinado detalladamente los audios –que Público ha tenido que entregar a la Fiscalía General del Estado ante la resistencia del ministro a judicializar el tema–, puesto que en la primera de las dos reuniones queda clarísimo que el micrófono NO estaba en el maletín: Fernández Díaz pide copia de los documentos supuestamente incriminadores contra Francesc Homs y cuando De Alfonso va a sacarla de su maletín las voces se oyen más alejadas, y no más cercanas, que antes. 
Así que el aparato estaba sobre la mesa.
Que el sistema de grabación no estaba en el mismo sitio en las dos conversaciones también queda patente con los cortes de audio que ofrecimos después de que Fernández Díaz hiciera el paripé de ordenar un “peinado” de todo el Ministerio del Interior en busca de micrófonos, sabiendo perfectamente que no había ninguno
el aparato estuvo grabando fuera del despacho (se oye la máquina de café de la antesala y los pasos de un asistente del ministro al llegar) y luego entró en la estancia con un De Alfonso que se muestra atribulado y nervioso cuando suena un pitido y tiene que excusarse atropelladamente ante las sospechas de su acompañante.
La teoría va todavía más allá: a De Alfonso le instalaron una maravilla tecnológica que siguió funcionando durante todo un mes en cada una de las entrevistas que mantuvo en ese periodo. Vaya, que tenía baterías inmortales el aparatejo o era él mismo quien las recargaba todas las noches. 
En cualquier caso, todas esas versiones salen siempre de “fuentes de Interior” que responsabilizan una y otra vez a Marcelino Martín Blas (ex jefe de Asuntos Internos), precisamente el enemigo de esa auténtica policía política montada por Eugenio Pino, José Ángel Fuentes Gago, Enrique García Castaño y José Villarejo. 
Es decir, los que aseguran conocer todos los secretos de las grabaciones suelen haber sido intoxicados por los mismos que tratan de tapar esa mafia policial.
Un caso flagrante de intoxicación informativa es el difundido por Carlos Herrera a través de la COPE, una delirante fabulación que trata de matar varios pájaros de un tiro y que ha sido recogida entusiásticamente por numerosos medios de comunicación de la derecha: el autor de la grabación se la dio a Patricia López, quien se la entregó ¡a Juan Carlos Monedero! para que me la diera a mí. 
Aún estoy estupefacto ante tamaña imbecilidad: 
si Patricia y yo trabajamos a menudo juntos, ¿para qué narices era necesario meter a Monedero en medio? Pues para enfangar a Podemos, claro.
Pues bien, no ha costado mucho averiguar quién era esa “fuente de Interior”: el propio Villarejo, experto en dosieres falsos, grabaciones ilegales y filtraciones interesadas, quien hace ya veinte años alardeaba –en un informe interno a la Dirección General de la Policía revelado en exclusiva por Público– de que tenía “infiltrados en los medios de comunicación”. 
Justo los mismos periodistas que, sólo días después de las conversaciones conspirativas del ministro del Interior, publicaron informes falsos contra los políticos a los que Fernández Díaz y De Alfonso querían desprestigiar.
Así que no sólo es antiperiodístico, sino también estúpido, comprarle exclusivas a Villarejo –finalmente imputado en el caso Nicolai sobre una grabación ilegal para tapar a su mafia policial– y creerse las informaciones de esos periodistas que ya trabajaban para la Policía en 1995. 
Uno de ellos sigue paseándose por las tertulias blandiendo el falso Informe PISA –Pablo Iglesias Sociedad Anónima–, cuando ya ha sido totalmente desautorizado por la Justicia.
Tan descarada ha sido esta última maniobra para desprestigiar a Podemos en periodos electorales, que finalmente el partido morado se ha personado en la causa contra la cúpula policial y sus periodistas “infiltrados”. 
Porque el propio Villarejo ha acabado admitiendo ante el juez que le han “servido de ayuda” Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta, firmantes de las noticias sobre los informes falsos contra Podemos.
Entre tantas mentiras, periodistas normalmente bien informados no hacen más que deslizar una y otra vez en sus crónicas “las grabaciones ilegales al ministro”, prejuzgando algo que desconocen y que sólo beneficia a los interlocutores de esa conspiración en sede oficial: 
ambos juran y perjuran que les han grabado sin su conocimiento –algo que, de ser cierto, hubiera forzado la dimisión del ministro en cualquier otro país europeo– porque sólo en ese caso pueden acusar a los periodistas de revelación de secretos. 
Pero el examen detenido de los audios deja claro a cualquiera que los escuche que allí al menos uno de los dos (De Alfonso) sabía perfectamente que se estaba grabando y a menudo hablaba para la grabadora, tratando de guardarse las espaldas e insistiendo una y otra vez en que la decisiones las tomaba el ministro y él sólo cumplía “órdenes”.
Argumento bien endeble para todo un magistrado, por cierto, ya que la eximente de “obediencia debida” hace tiempo que fue suprimida del Código Penal.
Pero todavía se propagan más mentiras. 
Unos afirman que “la versión íntegra de las grabaciones ya circula por el Ibex”, como si la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, fuera a repartir copias alegremente de lo que le confió Público, y otros que “ha desaparecido un pen-drive de la Operación Cataluña”, como si el material de las investigaciones policiales se guardase con una sola copia informática.
De este último nombre acuñado para la conspiración antisoberanista de Interior (“Operación Cataluña”) es autor, ni más ni menos, el abogado de El Pequeño Nicolás, que salió a etiquetarla así tras la declaración de Villarejo en la que admitió gran parte de lo que Público lleva denunciando desde hace año y medio. 
Porque Patricia López ha desvelado durante todo este tiempo las tramas policiales que otros diarios etiquetan como “policía patriótica”, sin que la mayor parte de los medios de comunicación se hicieran eco –ni prestasen atención a hechos tan escandalosos– hasta que escucharon la conspiración de boca del propio ministro.
Y otros afirman haber escuchado las grabaciones íntegras pero cometen errores de bulto en la descripción del sonido ambiente, como si también tuvieran como fuente a Villarejo.
También aseveran algunos periodistas que “hay muchas copias de las grabaciones”, alardeando de tener excelentes fuentes en Interior. 
Aquí sí que les puedo dar la razón: tenemos la certeza de que los audios están en poder de la Dirección Adjunta Operativa de Interior –por eso nunca pidieron orden judicial para que Público entregara las grabaciones íntegras–, donde por supuesto que se hacen numerosas copias de seguridad del material valioso para evitar que se pierda o destruya por un fallo informático.
Igualmente, hemos de reconocer que algunos medios de comunicación, como la Cadena Ser, sí han sido ecuánimes y respetuosos con la exclusiva de Público, aportando nuevos datos sobre “las cloacas del Estado y la policía política del PP” y desarrollando una verdadera labor periodística sobre uno de los mayores escándalos de la democracia, en vez de dedicarse a buscar el origen de la filtración con ánimo de venganza. 
Y, por supuesto, los medios catalanes –sobre todo, TV3 y Catalunya Ràdio– se han volcado en este asunto.
Aun así, la tormenta mediática generada por las grabaciones al ministro del Interior nos ha mostrado lo peor de los vicios periodísticos que se han ido acumulando a lo largo de años de filtraciones tóxicas y manipulaciones informativas que muchos han llegado a confundir con la prensa verdadera. 
Que los autores de esas intoxicaciones medren, se enriquezcan y hasta se hagan famosos con esa bazofia muestra cuán bajo han caído muchos medios de comunicación españoles.
 
Director de Público
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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro