Reina la impunidad: Retiran cargos a tres policías por asesinato de Freddie Gray
La Fiscalía encargada del juicio por las heridas mortales que sufrió mientras estaba detenidos por la policía el joven negro Freddie Gray en la ciudad estadounidense de Baltimore ha decidido este miércoles retirar los cargos contra los tres agentes que seguían acusados, después de que otros tres fueran exculpados en un juicio previo.
La Fiscalía estatal anunció la retirada de los cargos contra los agentes Garrett Miller, William Porter y Alicia White, que iban a ser juzgados este año por la muerte de Gray en abril de 2015, que reabrió la fractura racial en Estados Unidos y generó protestas y disturbios en esa ciudad del estado de Maryland y en todo el país.
La decisión supone el cierre de uno de los juicios más destacados en Estados Unidos en los últimos tiempos. La inesperada retirada de los cargos contra los tres agentes llegó al inicio de una audiencia programada para comenzar el juicio contra uno de ellos, Miller, cuando el fiscal adjunto del estado de Maryland, Michael Schatzow, informó al juez, Barry Williams, de que el Estado abandonaba su acusación contra los tres policías restantes.
Ese anuncio llega nueve días después de que el juez Williams indicara que absolvía de todos los cargos al teniente Brian Rice, el policía de más alto rango acusado de no impedir las heridas que sufrió Gray y que condujeron a su muerte. Además, el juez exculpó a otros dos agentes, Edward Nero y Caesar Goodson en mayo y junio, respectivamente.
Algunos de esos agentes estaban acusados de delitos más graves que los tres que quedaban por juzgar, por lo que la Fiscalía parece haber admitido con su decisión lo improbable de que los nuevos procesos judiciales resultaran en condena.
La Fiscalía aseguraba que los agentes no cumplieron con su deber al no poner el cinturón de seguridad a Gray y ponerle esposas en las muñecas y grilletes en las piernas, lo que le impedía agarrarse a ningún sitio para evitar golpearse contra las paredes metálicas del vehículo durante el viaje.
La acusación consideraba que el joven negro pudo ser sometido a la práctica conocida como el paseo del cowboy, en el que los detenidos son trasladados sin cinturón de seguridad en la celda metálica del vehículo entre frenazos y giros bruscos, para que se golpeen.
La fiscal general de la ciudad, Marilyn Mosby, había prometido “justicia” por una muerte que puso de relieve la desigualdad que sufren las comunidades negras pobres en la ciudad. Estados Unidos ha vivido situaciones de tensión y violencia en el último año y medio, especialmente desde la muerte en la ciudad de Ferguson, en el estado de Misuri, en agosto de 2014, del joven negro Michael Brown, que estaba desarmado cuando lo mató a tiros un agente blanco, que luego fue exonerado de todos los cargos.
EFE
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