Se cumple un año del conflicto institucional que protagonizó el gobierno de Grecia contra las versiones más neoliberales con la Unión Europea.

Tras el triunfo del NO en el referendo convocado sobre las políticas de austeridad, las expectativas del pueblo quedaron defraudadas cuando la troika impuso un nuevo programa de ajustes y el gobierno de Syriza aceptó un tercer rescate financiero, pero lejos de mejorar la economía griega, la crisis sólo empeora.