Nervios a flor de piel en el Partido Conservador liderado por Theresa May
El mensaje es claro, el voto a Theresa May retrocede 24 puntos desde que convocó elecciones el 18 de abril.
Algunos expertos han llegado a vaticinar la posibilidad de que los 'tories' arrebaten hasta 56 escaños a los laboristas, situándoles en una mayoría de hasta 200 que conseguirían con el apoyo del aparente colapso de Ukip.
Las perspectivas de una mayoría absoluta de los conservadores palidecen y generan alarma; la anunciada "barrida conservadora" promovida por la primera ministra se tambalea.
Si bien es cierto que la posibilidad de una mayoría conservadora sigue sobre la mesa, cabe reconocer que el avance laborista se consolida y el partido puede conseguir mejores resultados que en las legislativas de 2015, entonces bajo el liderazgo de Ed Miliband.
La seguridad de un resultado que, hasta el momento, parecía favorecer un claro dominio conservador, pierde irónicamente peso por el "Manifiesto".
El programa afecta directamente a los pensionistas al incrementar la cantidad que deberán pagar quiénes necesiten y deseen recibir asistencia en su propio domicilio.
Solamente podrán disponer de un máximo de 100.000 libras para su uso privado; el resto se utilizará para cubrir los gastos de cuidado y manutención que puedan necesitar.
La revuelta de los pensionistas está servida y con razón.
Si bien es cierto que, por un lado, el Manifiesto incluye recortes en sanidad y salud, por otro, intenta mitigar rápidamente la imagen de un gobierno que genera críticas, esta vez al hacer pública su voluntad de eliminar la consolidada tradición de facilitar una comida caliente al día para escolares que lo deseen; es una opción de contenido simbólico —pero también efectivo— de la cual se benefician 900.000 niños.
La decisión del Gobierno de recortar prestaciones sociales afecta directamente a los pensionistas y también a los más vulnerables dentro de la sociedad; que ya han iniciado acciones de protesta.
© REUTERS/ Russell Cheyne
Si Corbyn mantiene su carisma y el respaldo de la ciudadanía, el resultado electoral puede ser imprevisible y no debemos despreciar la posibilidad de una mayoría laborista.
La ciudadanía está cansada, la incertidumbre generada por el Brexit va más allá de lo que muchos habían imaginado y sus consecuencias empiezan a tomar cuerpo.
Cae la libra esterlina, la Seguridad Social está al punto del colapso, las crisis son constantes y la desigualdad se acentúa mas allá de lo que debiera.
© REUTERS/ Neil Hall
En las próximas horas asistiremos al "tour de force" entre Corbyn y May. En esta ocasión el debate electoral entre los dos candidatos determinará en gran manera el resultado final —si no surgen imprevistos como la tragedia que acaba de vivir la ciudad de Mánchester.
Está en juego un resultado que ha contribuido de forma espectacular al incremento del voto a favor de Corbyn —que se presenta con un programa claramente inspirado en el socialismo tradicional que algunos, en su propio partido, rechazan por anticuado.
Su decisión de apelar a los valores del laborismo tradicional responde en cierta manera al intento de movilizar un electorado que generalmente no se molesta en participar en elecciones.
Recordemos que en Reino Unido la participación suele ser muy baja, alrededor del 30%, excepto en elecciones consideradas especiales, como por ejemplo la eventual celebración de un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia cuando Gran Bretaña abandone la Unión Europea en la primavera de 2019.
En esta ocasión será imposible eludir el recuerdo de aquellos que han perdido la vida en la tragedia de Mánchester.
"No es exactamente la mañana que había planeado, pero su lado positivo es que todos estamos hablando del Partido Laborista y de sus visiones para mejorar el país", señaló a la BBC Andrew Gwynne, coordinador de la campaña del principal partido de la oposición.
Gywnne aclaró en la entrevista radiofónica que el documento filtrado es "un borrador y puede ser modificado".
Corbyn presidirá una reunión, a partir del mediodía en Londres, que revisará y adoptará la versión final del programa de gobierno laborista si la formación alcanza la mayoría en las legislativas del 8 de junio.
De acuerdo con Gywnne, el manifiesto laborista es "genuinamente transformacional" y enfocado a reorientar el país para "todos no para unos pocos".
Este es precisamente el eslogan de una campaña que, según dijo Corbyn días atrás, ha de convencer a los "escépticos e indecisos".
© REUTERS/ Neil Hall
Inversión en sanidad, asistencia social y educación son prioridades del programa laborista, según enfatizó Gwynne.
Corbyn y el resto de su equipo se han comprometido a detallar las vías de financiación de todas las medidas que pasen la revisión final.
El laborismo llega a las elecciones generales severamente fracturado en distintas facciones en torno a sendas grandes corrientes moderada e izquierdista.
Todas ellas estarán representadas en la reunión que deberá aprobar este 11 de mayo el manifiesto con vista a su distribución masiva la semana próxima.
"Nos encontramos ante circunstancias especiales y vamos a dar el paso extraordinario de no presentar candidatos en las elecciones generales y urgir a la gente que vote laborista en todas las circunscripciones", explicó el dirigente del CP (por sus siglas en inglés) en una entrevista telefónica.
De acuerdo con Griffiths, es la primera vez desde 1920 que no habrá candidatos comunistas inscritos en las papeletas electorales del país.
"Necesitamos un Gobierno laborista liderado desde la izquierda y necesitamos proteger la posición de Jeremy Corbyn y de sus aliados en el liderazgo del laborismo", puntualizó.
La llamada del CP se extiende a los simpatizantes y afiliados de "todos las fuerzas progresistas, de izquierdas o de centro izquierda" con el único propósito de maximizar las oportunidades de "obtener el mayor número de votos y de escaños para el Partido Laborista".
"Las condiciones son desastrosas puesto que tenemos el liderazgo laborista probablemente más izquierdista en la historia moderna pero le atacan de todos los frentes, no solo desde el 'establishment' y los medios de masas, sino también de sus propias filas", advierte el líder comunista.
Las legislativas del Reino Unido se rigen por un sistema mayoritario que concede la victoria en cada circunscripción al candidato con más votos, aunque la diferencia se limite a uno solo.
"El sistema fomenta el voto táctico e inevitablemente lo habrá en esta ocasión, aunque tendrá un impacto pequeño en el resultado general", aventura.
Griffiths duda sin embargo que el Partido Conservador, que lidera la primera ministra Theresa May, pueda cosechar la enorme mayoría absoluta que proyectan los sondeos de intención de voto y la mayoría de medios.
"Si conseguimos la suficiente unidad y militancia volcada en una campaña masiva, la victoria del Partido Laborista sería aún posible, pero obviamente nos queda una montaña enorme por escalar", señaló a esta agencia.
El CP quiere sentar ejemplo entre sus rivales en la izquierda retirándose de la contienda en las urnas para ceder el voto a Corbyn y resto de candidatos 'rojos'.
También el secretario general votará laborista en su colegio electoral de Cardiff South & Pernath, en Gales, "aunque el candidato oficial es de derechas y atacó públicamente a Jeremy Corbyn, pero el mensaje ha de ser claro y sin diluir a favor del laborismo".
De acuerdo con Griffiths, el resto de partidos progresistas con presencia parlamentaria —como el Nacional de Escocia, el Plaid Cymru de Gales o el Verde— han perdido la confianza y posible apoyo del CP "debido a su determinación de sabotear" la salida de la Unión Europea.
El PC, no obstante, publicará su propio manifiesto proclamando su apoyo a un Brexit duro, la retirada de la OTAN y el fin de la austeridad, entre otras medidas.
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