El sionista y neoliberal -y presunto candidato de los desprestigiados socialistas de Hollande- Emmanuelle Macron (que baja -1) se iguala con la ultra Marine Le Pen (=) en un 23% de intención de voto.
Este último estudio se llevó a cabo este jueves 20 y el viernes, 21 de abril, en parte después del ataque de los Champs Elysées que, según los medios de la claca derechista, habría de aupar el discurso demagógico y xenófobo de la fascista Le Pen, lo que no apunta la encuesta.
Detrás, por primera vez, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon avanza al candidato de la derecha católica y neoliberal François Fillon (Les Republicains, antes UMP).
Detrás, por primera vez, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon avanza al candidato de la derecha católica y neoliberal François Fillon (Les Republicains, antes UMP).
El candidato de izquierdas de la 'Francia Insumisa' -que agrupa socialistas de izquierdas y comunistas- ha aumentado en un 0,5% (19,5%), mientras que François Fillon no se mueve de su 19% clientelista.
El candidato oficial socialista Hamon, no pasa del 8% (afirmó que votaría a Mélenchon si le superaba en la primera vuelta), mientras que el trostkista del NPA Poutou se queda en el 1'5%, y la comunista Arthaud y Asselineau -que se define como de izquierdas y derechas y procede del alto funcionariado aristocrático y burgués-, no pasarían del 0'5%.
En el caso del sionista Macron contra la nazi Le Pen uno unos miles de votos también podrían dar una sorpresa el domingo por la noche.
Las estimaciones y sondeos puede ser que se demoren algo debido al cierre más tarde de los centros de votación (19 h.) y la indecisión extrema del electorado.
Todavía hay un 29% que no ha decidido a quién votará, un nivel no visto a tres días de la votación, informa L'Indépendent.
El candidato de la derecha nazicatólica y corrupta a las elecciones presidenciales francesas, François Fillon (izda. foto), y el de la izquierda Jean-Luc Mélenchon -el único sin antecedentes de corrupción, a la der. de la foto- se acercan todavía más en intención de voto a los dos favoritos de la oligarquía francesa y sus medios de propaganda para calificarse a la segunda vuelta, la fascista Marine Le Pen y el sionista a sueldo de los Rothschild Emmanuel Macron que se vende como social-liberal, un oximorón indigerible típico de la propaganda neoliberal.
El último panel de control mensual sobre la popularidad de los políticos revela que la popularidad de Jean-Luc Mélenchon se ha disparado al 68% de tasa de aprobación (22 puntos más en un mes), de acuerdo con un sondeo de Ifop-Fiducial para París Match y Sud Radio.
Jean-Luc Mélenchon, nacido el 19 de agosto de 1951 en Tánger (Marruecos) y entonces zona internacional, donde sus padres trabajaban.
Es el hijo menor de Georges Mélenchon, jefe de correos, y de Jeanine Bayona, profesora de primaria, ambos nacidos franceses en Argelia.
Nació el 19 de agosto 1951 en Tánger (Marruecos). Su abuelo paterno, Antonio Melenchón, es un español de la región de Murcia. A principios de los años 1900, se instaló en Oran, la Argelia entonces francesa, y se casó con Aimée Canicio, también de origen español.
Por el lado materno, su abuelo, François Bayonna, nació en 1889 cerca de Valencia, en España, y se casó con Jeanne Emmanuelle Caserta, una italiana originaria de Sicilia.
Una empresa canadiense, Filteris, ya trabaja con las redes sociales y no con sondeos para realizar pronósticos electorales. En Estados Unidos les fue bien, acertaron con la victoria de Trump y ahora apuestan en Francia por François Fillon, al menos en la primera vuelta.
“¡Oh tempora, oh mores!”, escribió Cicerón en su primera Catilinaria. Pero no sólo las costumbres cambian con el tiempo, sino incluso la manera de hacer la estadísticas.
Lo más importante de todo es destacar —una vez más— la influencia de lo virtual sobre lo real (sobre las elecciones) porque eso da un punto de vista muy diferente sobre la gran piedra basal (“primarii lapidis”) de la democracia:
las votaciones no son la causa sino la consecuencia.
El postulado del que parten los canadienses es que los resultados electorales dependen de la presencia del candidato en las redes sociales.
No importante que hablen bien o mal; lo importante es que hablen.
“Ladran luego cabalgamos”, dice el poema de Goethe.
Naturalmente esto tiene una relación inmediata con ese famoso aumento del voto fascista en Europa.
Los medios de comunicación critican e incluso desprecian a la “ultraderecha” pero la han convertido en la comidilla.
Todo el mundo habla de ello, aunque sea mal, porque es la mejor manera en que se les puede apoyar.
Los canadienses utilizan los mecanismos del “big data”, el tratamiento informatizado del tráfico de contenidos que circulan por las redes sociales, para evaluar el peso cuantitativo de cada candidato. Tratan de medir el volumen de comentarios que circulan sobre cada uno de ellos.
Ya no hay muestras ni preguntas a “la ciudadanía”. Eso es pasado. De ahí hemos pasado a la ciencia del cotilleo, al análisis minucioso de la charlatanería, de lo que en la jerga moderna se llama “trolls”, ese típico sujeto que pone en internet lo primero que le viene a la cabeza (si es que tiene cabeza).
El “big data” necesita tipos así, gente como Inda y Marhuenda, provocadores que lancen polémicas interminables para que luego salten a la palestra, siempre a la defensiva, sus simétricos, los cabecillas de Podemos y sus secuaces.
Unos y otros se retroalimentan mutuamente, algo que forma parte del mismo método de la telebasura. ¡Qué sería de Podemos sin esos apocalípticos ataques de Inda!
Una vez que los millones de cotilleos están sobre la mesa de análisis, todo es cuestión de afinar el algoritmo y tener potentes ordenadores para procesar la (des)información.
Pues bien,
el cotilleo digital predice que Le Pen, la famosa “ultraderechista”, no estará en la segunda vuelta;
luego, a pesar de las sobredosis (des)informativa, el fascismo no crece tanto como dicen.
El duelo final, según los canadienses, será entre Fillon (“la derecha”) y Mélenchon (“la izquierda”).
El candidato del Partido Socialista, Benoît Hamon, sacará un 7,5 por ciento y la del PCF, Nathalie Arthaud, un 0,7.
Publicado por Resistencia Popular
LA SOCIEDAD CENTRIFUGADA: la fuerza centrífuga de la globalización neoliberal http://blogs.montevideo.com.uy/blognoticia_101018_1.html
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