domingo, 14 de enero de 2018

Un crimen a cámara lenta o cómo acabar de una vez por todas con las pensiones públicas

Un crimen a cámara lenta o cómo acabar de una vez por todas con las pensiones públicas


Bancos y aseguradoras trabajan para transferir los ingentes ahorros de la población española al sector privado.
// Arte El Salto
Todo crimen tiene un móvil. 
Para descubrirlo y, de paso, desenmascarar a sus responsables solo hay que seguir el rastro del dinero. En este caso, es difícil encontrar un botín más atractivo. 
En España, los actuales planes de pensiones privados llevan ahorrados 109.244 millones de euros, una décima parte del PIB.
Un monto que representa, sin embargo, una minúscula muestra de lo que podría ser el negocio de las pensiones para los grandes bancos y aseguradoras si desaparece su principal competidor: las pensiones públicas. 
Ya lo han hecho en muchos países de América Latina. Ahora quieren terminar el trabajo iniciado en España.
La estrategia utilizada por los lobbies de los planes de pensiones no puede ser más vieja: convencer de que el sistema público no tiene futuro, y garantizar que no lo tenga, dejándolo sin recursos, de forma que la primera previsión se cumpla.

El cuento del lobby

O cómo te convencen de que las pensiones públicas no son una buena idea
Los lobbies y think tanks de la banca y las aseguradoras, titulares de la mayoría de los planes de pensiones, han conseguido convertirse en la referencia a la hora de describir el futuro de las pensiones públicas. Y también a la hora de influir en las leyes que definen su futuro. 
Una figura que sirve de ejemplo del vínculo entre los fondos de pensiones privados y el futuro del sistema público es Rafael Doménech, subdirector de la Oficina Económica del presidente del Gobierno con José Luis Rodríguez Zapatero y actual responsable de análisis macroeconómico del BBVA, entidad que lidera el mercado de las pensiones privadas en España y buena parte de América Latina.
En 2013, Doménech fue seleccionado por el Gobierno de Mariano Rajoy como uno de los 12 ‘sabios’ que definieron el llamado ‘factor de sostenibilidad’, es decir, cuánto se recortarán las pensiones a partir de 2019 para compensar que viviremos más años. 
De entre la docena de expertos, la mayoría estaba vinculada con bancos o aseguradoras y solo tres tenían una visión distinta a la del Gobierno. 
Es también el caso del presidente de esta comisión, Víctor Pérez-Díaz, vinculado con FAES, la Fundación Caixa Galicia o Unespa, la patronal de las aseguradoras. Actualmente, en el Congreso se dice que Doménech pasa más tiempo allí que algunos ministros.
La estrategia de los lobbies consiste en convencer de que el sistema público no tiene futuro y hacer todo lo posible para que no lo tenga
A través de think tanks como Civismo, Fedea o IEE —el grupo de estudios de la CEOE—, mediante páginas web ‘blancas’, contenido patrocinado, gabinetes de estudio, encuestas, seminarios y tertulianos en medios de comunicación, el lobby de las pensiones privadas defiende su principal tesis: ante la persistencia de la crisis y el envejecimiento de la población, se debe aumentar la edad de jubilación, recortar las prestaciones y apostar por vías alternativas de ahorro, es decir, por planes de pensiones privados.
Estos grupos de presión también han hecho lo imposible, con buenos resultados hasta ahora, por mantener fuera de la agenda política la propuesta de financiar las pensiones por otras vías, a través de los presupuestos generales del Estado, como ocurre con otros gastos sociales y en otros países europeos. 
La otra opción defendida por diversos sectores sociales para asegurar el futuro de las pensiones públicas —aumentar los salarios o las cotizaciones por parte de las empresas— permanece todavía más relegada por el lobby que quiere dejarte sin pensión —y que tengas que contratar otra con un fondo privado, si puedes permitírtelo—.

La profecía autocumplida

O cómo convierten en realidad el fin del sistema público
No basta con asustar, aunque ayuda. La noticia de que 2016 había terminado con el déficit más abultado de la historia de la Seguridad Social —unos 19.000 millones— dio buenos titulares al lobby de las pensiones privadas. 
El “saqueo”, como lo llama la Marea Pensionista, viene de lejos.
En el año 2000, momento de excedente presupuestario, el Gobierno de José María Aznar creó la llamada ‘hucha de la pensiones’, un fondo de seguridad en previsión de tiempos peores. 
Para prevenir malos usos en el futuro, el Gobierno fijó en un 3% el límite del que se podría disponer en caso de necesidad.
En 2012, el fondo de reserva llegó a su máximo, con 65.000 millones de euros. Ese año, el mismo en el que Luis de Guindos anunciaba el rescate bancario por una suma equivalente, el presidente Mariano Rajoy suspendía ese límite y decretaba que el Gobierno podría disponer en adelante de este fondo, sin más trámite que una notificación previa al Congreso.
A partir de entonces, el Gobierno del PP ha retirado una media de 13.500 millones de euros cada año. 
En diciembre de 2017 apenas quedaban 8.000 millones, lo justo para pagar una mensualidad más. La principal causa de este déficit en las arcas de la Seguridad Social es el aumento del gasto en pensiones por el envejecimiento de la población. 
Un factor casi tan determinante como la caída de los ingresos de las cotizaciones sociales, con las que se financia todo el sistema público, un fenómeno fácilmente explicable por la crisis, el paro y las más de dos millones de personas que tuvieron que dejar el país por razones económicas. 
Tampoco ha ayudado que la “recuperación” de la que habla el Gobierno se haya cimentado en los bajos salarios, con una caída media del 12,8%, y en el empleo precario, con el doble de contratos temporales que en 1995.
Las plataformas de defensa del sistema público defienden que lo que está en crisis es el Pacto de Toledo, firmado en 1995, no las pensiones públicas. 
“Es mentira que haya alguna razón para pagar las pensiones con las cotizaciones”, afirma Ignacio Zubiri, catedrático de Hacienda Pública de la Universidad del País Vasco. 
La economista Elena Idoate critica desde el seminario de economía Taifa la excepcionalidad de las pensiones públicas: “No hay ninguna otra partida presupuestaria que esté vinculada a una determinada fuente de financiación. 
¿Por qué preocupa el equilibrio presupuestario de las pensiones, y no el de la Monarquía, el Ejército o la Policía?”.
// Arte El Salto

Dejar morir

O cómo consiguen que pasarte al sistema privado no parezca tan mala idea
Desde inicios de la crisis, el lobby de los planes de pensiones incrustado en el Gobierno ha encontrado en la Comisión Europea un aliado ideal. Frente al desfase entre los gastos e ingresos de la Seguridad Social, la receta de los sucesivos gobiernos ha sido recortar prestaciones y alargar el tiempo de trabajo necesario para acceder a una pensión en vez de abordar la caída de los ingresos del sistema público con políticas redistributivas.
En 2010, el ultimátum de las instituciones europeas al Gobierno de Zapatero llevó a la congelación de las pensiones contributivas y, un año después, a la ley de reforma de la Seguridad Social, que retrasaba la edad de jubilación de 65 a 67 años, entre una batería de medidas que hacían mucho más complicado acceder a una pensión o a cobrar la pensión máxima.
En 2013, Rajoy ponía las cosas todavía más difíciles con el Real Decreto 5/2013, que endurecía las condiciones de acceso a la jubilación anticipada. Y para quienes ya cobraban una pensión, el PP garantizó ese mismo año, mediante la Ley 23/2013, una merma constante de su poder adquisitivo al desvincular la actualización de las pensiones de la inflación.
Gracias a las reformas de las pensiones realizadas por Zapatero y Rajoy en 2011 y 2013, los pensionistas han perdido 1.200 millones de euros solo en 2017, una media de 200 euros por cada uno de ellos. 
La introducción del factor de sostenibilidad a partir de 2019 supondrá que “se cobrará menos al mes pero durante más años”, afirma una de las web de pensiones del BBVA. 
Después de comparar los sistemas de todos los países europeos en su informe Las pensiones en España, el catedrático Zubiri concluye que el PP “ha introducido unos de los ajustes por envejecimiento más severos de la UE”. El think tank de la patronal, el IEE, recomendaba hace un año aumentar la edad de jubilación a 70 años para “salvar” las pensiones. 
Si los planes de pensiones fueran lo que cuenta el aparato de comunicación de la banca y las aseguradoras, pasarse a uno de esos fondos quizá no sea tan mala idea. Ese es el problema.

El truco final

O cómo consiguen que no se hable de la crisis de los planes de pensiones
El caso argentino es revelador. En 1994, con la recomendación del FMI y el Banco Mundial, el Gobierno de Carlos Menem impulsó la privatización del sistema de pensiones, siguiendo el modelo chileno, el mismo que sirve hoy de ejemplo en España. 
Una de las tres entidades más beneficiadas por esta operación fue la filial del BBVA, Consolidar, que se quedó con el 14,1% del mercado. 
Un negocio con grandes ventajas para el banco español: una vez dentro, la ley te impedía volver al sistema público.
En 2008, el Gobierno argentino nacionalizó los fondos de pensiones ante el riesgo de quiebra de un sistema que había invertido 1.059 millones de euros en mercados a futuro, a las puertas de la mayor crisis financiera desde 1929. Unas “apuestas de casino” –según el sociólogo Sergio Fiscella– donde los ahorradores tenían la obligación de seguir apostando.
El lobby de las pensiones en España ha conseguido centrar los debates en la “insostenibilidad” del sistema público, pasando por alto la falta de garantías y la grave crisis que atraviesan los planes privados de pensiones, según la prensa económica.
Lejos de lo que puede parecer, las pensiones privadas no son precisamente un negocio boyante. El diario Cinco Días situaba la “edad dorada” de los planes de pensiones entre 1997 y el comienzo de la crisis. Con una pérdida de 580 millones de euros, 2017 se ha convertido en el primer año en el que se producen más retiradas que aportaciones en el sistema privado. Jesús González, uno de los máximos expertos en previsión social de UGT, calificaba en este periódico el formato de los planes de pensiones de “moribundo” y “catatónico”.
Al rescate acude el Gobierno de Rajoy, que prepara actualmente una reforma del reglamento de los planes y fondos de pensiones que reducirá las comisiones que tienen que pagar los ahorradores y da facilidades para retirar el dinero a los diez años, algo que ahora solo pueden hacer en casos excepcionales. 
Una operación interpretada por los analistas financieros como un intento por incrementar el atractivo de los planes privados de pensiones, especialmente para el público más joven. 
Dicho de otra manera, mientras el herido se desangra, en vez tapar la herida el médico le extrae más sangre.
Para el sindicato CGT, la “quiebra premeditada y metódica” de la Seguridad Social y el sistema público de pensiones por parte de todos los partidos gobernantes desde 1980 y “por casi todo el arco parlamentario desde 1995” tiene un objetivo “para nada escondido”: entregar a los mercados privados el 45% de la partida del gasto social que actualmente se dedica a las pensiones públicas. Un crimen a cámara lenta, en vivo y en directo, sin spoilers, cuyo descenlace está todavía abierto

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro