martes, 23 de mayo de 2017

Cumbre Terrorista en Oriente Medio auspiciada por Trump y con la mira puesta en Irán - Wahanismo y Sionismo de la mano



TRUMP REÚNE AL IMPERIALISMO, EL WAHABISMO Y EL SIONISMO



A continuación reproducimos un artículo de Pablo Jofré Leal, publicado originalmente en la web iraní HispanTV, centrado en el viaje de Trump a Oriente Medio y que no deja títere con cabeza.

Como advertimos en el anterior artículo, en el que ofrecíamos un texto de la cadena BBC, los lectores deben saber que el texto tiene un claro sesgo propagandístico pro-iraní y que por lo tanto, ese sesgo debe ser compensado por los lectores para tener una visión más equilibrada.
No obstante, el texto dice verdades como puños, desde nuestro punto de vista.
Al final del artículo, añadimos algún comentario adicional…

Trump en su viaje a Arabia Saudí e Israel, reúne la triada de ideologías como el imperialismo, el wahabismo y el sionismo, y a partir de sus coincidencias e intereses, intensificarán las agresiones contra los pueblos de Oriente Medio.
Tras un periodo de cortísimo y relativo alejamiento, bajo la administración del ex presidente Barack Obama, entre Washington y sus socios de la Casa Al Saud y la entidad sionista, el nuevo mandatario estadounidense ha decidido insuflar nuevos alientos a la relación con sus hijos putativos en Oriente Medio y de pasada incrementar la venta de armas en una región, que es el principal cliente del complejo militar industrial estadounidense.
Sólo el año 2016 Arabia saudí gastó 67 mil millones de dólares en armas, presionando, igualmente, para que sus aliados del denominado Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, integrado por países árabes ribereños del Golfo Pérsico) inviertan cifras multimillonarias en la compra de armas a Estados Unidos y países aliados como Gran Bretaña y Francia.
El presidente estadounidense, en la ampulosamente denominada Cumbre Árabe-Islámica Americana, ante representantes de 50 naciones musulmanas, con Jefes de Estado o de gobierno de 37 de ellas llamó a combatir al terrorismo. 


“Expúlsenles. Expúlsenles de sus lugares de culto. Expúlsenles de la tierra santa” sostuvo en dicho encuentro en Riad.
A lo que faltó agregar que esos intentos de expulsión debe hacerse con armas, fundamentalmente, Made in USA pero, además, declarar aquello sin rubor alguno frente al papel desempeñado por Washington y precisamente Arabia Saudí en el nacimiento y desarrollo de gran parte de los movimientos terroristas que actúan en el Magreb, Oriente Medio y Asia Central.
IMPERIALISMO Y WAHABISMO MÁS UNIDOS QUE NUNCA
Donald Trump comenzó así, el día 21 de mayo, por tierras sujetas al dominio de la Monarquía Wahabita, un periplo “evangelizador”.
Acompañado por sus “apóstoles” : la primera dama, Melania Trump; su hija mayor, Ivanka; su yerno, Jared Kushner; el jefe de gabinete, Reince Priebus, el principal asesor económico de la Casa Blanca, Gary Cohn; su asesor estratégico, Steve Bannon; su asesor de seguridad nacional, Herbert McMaster y el secretario de Estado, Rex Tillerson, entre otros.
Un viaje en lo que este mandatario considera implícito un objetivo, que debe ser el eje de la política exterior mundial: simples instrumentos para la gloria y beneficio estadounidense. 
Un viaje acompañado de declaraciones tan surrealistas, ridículas como también peligrosas como aquella en la cual Trump apeló “a las personas decentes de todas las confesiones a dar batalla a los salvajes criminales que buscan aniquilar la vida”.
Indudablemente tal apelación no era una autocrítica a la labor desempeñada por los gobiernos estadounidenses y sus aliados de Oriente Medio, que son los verdaderos salvajes y criminales contra gran parte de las sociedades del mundo magrebí, de Oriente Medio y Asia Central, donde radica gran parte del mundo islámico.
La apelación de Trump tampoco iba dirigida a sus aliados, como la propia Arabia Saudí e Israel que llevan décadas aniquilando vidas humanas, ocupando territorios que no les pertenecen, construyendo muros, asesinado niños, reprimiendo las aspiraciones de libertad de los pueblos como Yemen, Baréin y Palestina. Difundiendo doctrinas terroristas como el wahabismo y el sionismo, asociadas en el crimen y la violación de los derechos humanos de millones de seres humanos.
En un discurso tan hipócrita como falso, Trump, bajo el beneplácito de Monarquías reaccionarias como la Casa Al Saud, los Al Jalifa que gobiernan en Baréin, Qatar, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, entre otros puso la guinda a la torta del surrealismo al acusar a Irán de “avivar las llamas de los conflictos sectarios y del terror en Líbano, Irak y Yemen y de apoyar los indescriptibles crímenes de Bashar al-Asad en Siria”.
Esto, porque según Estados Unidos “Irán financia, rearma y adiestra a terroristas, milicias y grupos extremistas que esparcen el caos por la región”.
Una confusión tan execrable como interesada, pues no es posible confundir a quien apoya los esfuerzos del Eje de la Resistencia frente a las agresiones del Wahabismo y el sionismo, que aquellos, que como Estados Unidos y sus aliados, en función de sus intereses geoestratégicos se han dedicado a agredir a países como Irak, Siria, Afganistán, Yemen, Baréin, Libia entre otros generando, desde el año 2001 a la fecha 2.5 millones de muertos, 30 millones de desplazados internos y 15 millones de refugiados, que han ido a incrementar las cifras de hombres y mujeres que buscan, allende su patria, mejores perspectivas de vida.
Paralelo a los encuentros entre la delegación estadounidense y la casta gobernante saudí, el surrealismo y los enredos interesados a las que hago mención se consolidó con la celebración de un Foro Para la Lucha Contra el Terrorismo y el Extremismo patrocinado por la coalición militar islámica antiterrorista, creada en 2015.
De los resultados de este inusual encuentro nada se concluyo respecto a exigir que precisamente estas Monarquías cesen el suministro de dinero, armas y milicianos destinado a expandir el terrorismo wahabita.
La prensa occidental, en general, ha signado sin apenas un esbozo de crítica lo que indudablemente representa una falsedad en materia de lo que cotidianamente sufren los pueblos del Magreb, Oriente Medio y Asia Central que es, precisamente, la agresión de fuerzas militares extranjeras donde Estados Unidos participa activamente junto a sus socios de la OTAN. La creación, financiamiento y dotación de armas a grupos terroristas como Daesh, Fath al-Sham, Boko Haram, Ansar al-Dine, Al Shabat, Ahrar al-Sham, que nacen, precisamente bajo el amparo del régimen wahabita y sus aliados.
Esto es el uso de la estrategia nacionalsocialista al estilo Goebbels y la propaganda sionista bajo el marco de la Hasbara “miente, miente que siempre algo queda”. Estados Unidos con ayuda de sus medios de comunicación miente descaradamente, sin asumir, en modo alguno, su responsabilidad en la inestabilidad en que vastas regiones del mundo viven hoy sumergidas.
La travesía de Trump por Arabia Saudí y posteriormente por Israel ha mostrado la verdadera dimensión de los objetivos extramuros de Washington bajo la presidencia de este multimillonario.
Devenido en el líder de una nación que transita de la política del leading from behind del anterior mandatario estadounidense Barack Obama, a una policía decidida a comprometerse activamente, junto a sus socios sionistas y wahabitas, en la agresión contra los pueblos de Oriente Medio.
Pero también, sobre todo aquel que ose enfrentarse a una política imperialista que persigue, fundamentalmente, destruir a Siria, fragmentar Irak, cercar a la República Islámica de Irán e impedir el afianzamiento del avance a occidente por parte de la Federación Rusa.
Para el cumplimiento de estos objetivos la administración estadounidense no escatima esfuerzos y está dispuesta a involucrarse de lleno en las guerras de agresión que la Casa al Saud y el sionismo encabezan, como punta de lanza contra los pueblos de Libia, Siria, Irak, Baréin, Yemen y Palestina. Contando para ello con el apoyo de las monarquías Feudales del Golfo Pérsico, Jordania, Egipto y organizaciones como la OTAN con la activa participación de Francia e Inglaterra.
Al mismo tiempo que Trump sostenía ante representantes de 50 naciones en la denominada Cumbre Islámica-Árabe-Estadounidense “Vengo con un mensaje de amistad, esperanza y amor” el ejecutivo estadounidense, como todo viaje que se precie de tener fines beneficiosos, llevaba consigo el mandato del complejo militar industrial.
Así, bajo el escudo de las palabras de buena crianza, llamados a la paz, a combatir el terrorismo, entre otras frases altisonantes, se firmaron acuerdos militares con la Casa al Saud que involucran 110 mil millones de dólares en equipos y pertrechos militares para las fuerzas armadas saudí que sobrepasan los 230 mil efectivos, a lo que se sumarían proyectos por otros 200 mil millones de dólares en obras que beneficiarán a empresas occidentales y de aliados europeos que se comprometan a cerrar los ojos frente a los atropellos a los derechos humanos llevados a cabo por la Casa al Saud.
La multimillonaria venta comprende 84 aviones F 15 SA, 150 helicópteros Black Hawk Apache, navíos de guerra, blindados, tanques, bombas guiadas de alta precisión y un sistema de radar diseñado para derribar misiles balísticos. 

El paquete incluye armas ligeras, mantenimiento de 115 tanques M1A2, cuatro buques de guerra, sistema de defensa antimisiles THAAD, seguridad marítima, radares y comunicaciones y tecnología de la seguridad cibernética. 

Como excusa para esta compra, nuevamente irán ha salido al ruedo, tras la declaración de un portavoz de la Casa Blanca frente a esta venta “El contrato de material y servicios de defensa refrenda nuestro tradicional apoyo a la seguridad de Arabia Saudí y del Golfo ante las amenazas iraníes, y contribuye a incrementar la lucha antiterrorista en la región para liberar la carga que recae sobre las tropas de EE UU”
Las armas compradas por la Monarquía wahabita servirán para seguir masacrando a la población de Yemen, reprimir al pueblo de Bahréin, traspasar parte de ellas a las fuerzas terroristas como Daesh, Fath al-Sham, Ahrar al Sham al amparo de lo que el propio Ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí, Adel al-Yubeir sostuvo “la administración estadounidense tiene una visión que encaja con la visión del reino sobre el papel de Estados unidos en el mundo; la erradicación del terrorismo, la confrontación con irán, la reconstrucción de las relaciones con aliados tradicionales, el comercio y las inversiones”.
He aquí, sin tanto eufemismo los objetivos de compras multimillonarias en una monarquía con alto desempleo juvenil – donde la población del país menor a los 30 años constituye el 65% del total – con un déficit fiscal derivado de la baja del precio del petróleo pero empeñada a seguir actuando en su papel del gendarme del mundo árabe en la región.
Medios estadounidenses señalaron, que además de la venta de armas, la empresa petrolera nacional Saudí Aramco firmó acuerdos por 50 mil millones de dólares con empresas estadounidenses. 

El ministro de Energía, Khalid al-Falih dijo que los convenios que incluyen a todas las empresas ascendieron a más de 200 mil millones de dólares EE.UU.
Otro convenio, entre Saudi Basic Industries Corporation y la estadounidense Exxon Mobil, una empresa dirigida hasta hace poco por el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, fue firmado para construir un complejo químico por 20 mil millones de dólares.
Ello en una conducta que ha sido clásica en la dirigencia estadounidense: firmar contratos multimillonarios donde alguna vez tuvieron intereses y lo tendrán en el futuro cuando dejen sus cargos públicos.
A pesar de los lazos, cada día más estrechos entre Riad y Tel Aviv, algunas voces del sionismo alertaron sobre la compra de armas saudí. 

El Ministro de Infraestructura, Energía y Recursos de Aguas, Yuval Steinitz, expresó su preocupación por el acuerdo de armas entre Riad y Washington “Cientos de millones de dólares en acuerdo de armas es algo por lo cual necesitamos recibir una explicación. Sobre todo porque la Monarquía saudí es un país hostil y debemos asegurar que se mantenga la ventaja militar cualitativa de Israel. 

Este no es país con el que tenemos relaciones diplomáticas y nadie sabe qué es lo que depara el futuro. Espero que recibamos pronto respuestas. Esto es algo que definitivamente debería preocuparnos”. 

El ministro Ayoob Kara – de origen druso – también expuso el tema durante una reunión de ministros del Likud, preguntándole al primer ministro, Benyamin Netanyahu, si no estaba preocupado por el hecho de que Riad se está convirtiendo en “una potencia mundial superior a nosotros”. Netanyahu dijo que discutiría el asunto en el Gabinete.
Tras el viaje a Arabia Saudí, como primera etapa para la consolidación de una alianza con fines de dominio – donde Washington exige a Riad que se mantengan los niveles de cooperación con el sionismo – Donald Trump dirigió su Air Force One a los territorios palestinos ocupados. 

Aterrizó el día lunes 22 de mayo en el Aeropuerto de Tel Aviv donde fue recibido por la dirigencia sionista en pleno. 

En un acto claramente de mayor acogida y beneplácito que aquella que se otorgó a una Barack Obama en fines del año 2016, en que a pesar de otorgarle 38 mil millones de dólares en ayuda militar por la próxima década, fue intensamente criticado por sus tibias opiniones respecto a la política colonial sionista en Palestina. 

Israel quiere incondicionalidad y lo ha encontrado en este Donald Trump cuya propia familia tiene fuertes vínculos con el sionismo.
Los alcances del viaje a la entidad sionista y los territorios ocupados serán parte de un próximo análisis. 

Por ahora la imagen de un Donald Trump agasajado por el Wahabismo es más que suficiente para preocuparnos por el futuro de una región que ve con temor esta triada entre Washington-Riad-Tel Aviv. 

En principio la hipocresía encabeza la carrera por definir de mejor forma este periplo del mandatario estadounidense.
Pablo Jofré Leal
Pablo Jofré Leal Periodista y escritor chileno. Analista internacional, Master en Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en temas principalmente de Latinoamérica, Oriente Medio y el Magreb. 

Es colaborador de varias cadenas de noticias internacionales. 

Creador de página WEB de análisis internacional ANÁLISIS GLOCAL http://www.analisisglocal.cl

Para complementar el artículo anterior, recordemos lo que Trump dijo durante la campaña electoral sobre Arabia Saudí…
Mientras hablaba con los simpatizantes en un evento de campaña en Bluffton, Carolina del Sur en 2016, el entonces candidato presidencial republicano Donald Trump dijo que si le elegían presidente, “descubriría quién realmente derribó el World Trade Center”.

“No fueron los iraquíes”
, dijo Trump.
“Puede que descubramos que fueron los saudíes”
Trump estaba haciendo referencia al hecho de que 15 de los 19 secuestradores eran de Arabia Saudita. Él también, de alguna manera, tenía conocimiento de lo que había en las 28 páginas que se desclasificarían unos meses más tarde en julio.
Trump continuó diciendo que el gobierno tiene “papeles” “que son muy secretos”, lo que puede implicar a los saudíes, tal vez haciendo referencia al informe antes mencionado.

“Lo descubriréis”
, le dijo Trump a su iluso electorado, que con la estultícia característica de las masas que adoran líderes, decidió creerse la promesa de que lo destaparía todo.
Antes de ser elegido, los estadounidenses descubrieron que las 28 páginas demostraron que el gobierno de Estados Unidos sabía que el gobierno saudí estaba implicado en el asunto y apoyaba a los terroristas que llevaron a cabo los ataques del 11 de septiembre… y lo encubrieron.
Durante meses, webs propagandísticas de todo el planeta (siempre bebiendo de fuentes norteamericanas y próximas a intereses ultraconservadores, por no decir, ultraderechistas) trataron de venderle a los incautos que Donald Trump “acabaría con las élites” y no se sabe cuántas tonterías más.
Aún siguen con la operación de manipulación a gran escala, básicamente por que les pagan por ello, incluídos sus viajes y conferencias sobre temas destinados a distraer y desviar el foco de lo que realmente importa.
Y es que hay algo que no deberían olvidar: las élites no ganan porque sean especialmente listas, sino porque las masas son especialmente idiotas…


el robot pescador etiqueta_00000

EX-AGENTE CIA ADVIERTE QUE GIRA DE TRUMP ABRE EL CAMINO A UNA GUERRA CON IRÁN


Según advierte el ex oficial de inteligencia de la CIA, Phil Giraldi, el apoyo del presidente estadounidense, Donald Trump, a Arabia Saudita e Israel y sus duras palabras contra Teherán deben considerarse señales de que Estados Unidos y sus aliados se dirigen a una guerra con Irán.
En la cumbre árabe-islámica en Riad, Trump dijo que Irán ha estado apoyando a terroristas, milicias y grupos extremistas que propagan la destrucción y el caos en el Medio Oriente.
Giraldi describió la repetida retórica hostil de Trump contra Irán tanto en Arabia Saudita como en Israel, como una indicación “deprimente” de la probable dirección futura de la política estadounidense en Oriente Medio.
Según Giraldi, en realidad, Irán era una sociedad mucho más abierta y moderada que Arabia Saudita, puesto que Irán celebra elecciones, algo que por ejemplo Arabia Saudí no hace.
“Irán celebra elecciones, lo que los saudíes no hacen, y está muy lejos de sus enemigos en la región, no es una amenaza para nadie, pero es conveniente pretender que es apoyar políticas que de otro modo serían desagradables”, dijo Giraldi dijo.
Según el ex agente, la falta de experiencia de Trump en temas como la historia, conflictos militares, política y las sociedades del Medio Oriente, le convierten en un ignorante, fácilmente manipulable.
Giraldi recuerda que los saudíes ordenaron la compra de alrededor de 100.000 millones de dólares de nuevas armas de compañías estadounidenses durante la visita de Trump, lo que al presidente norteamericano le permitió presentar la reunión como un gran éxito.
Philip Giraldi es director ejecutivo del Consejo para el Interés Nacional, un grupo que aboga por políticas más equitativas del gobierno de Estados Unidos en Oriente Medio.

Trump reúne al imperialismo, el wahabismo y el sionismo

Tras un periodo de cortísimo y relativo alejamiento, bajo la administración del ex presidente Barack Obama, entre Washington y sus socios de la Casa Al Saud y la entidad sionista, el nuevo mandatario estadounidense ha decidido insuflar nuevos alientos a la relación con sus hijos putativos en Oriente Medio y de pasada incrementar la venta de armas en una región, que es el principal cliente del complejo militar industrial estadounidense. 
Sólo el año 2016 Arabia saudí gastó 67 mil millones de dólares en armas, presionando, igualmente, para que sus aliados del denominado Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, integrado por países árabes ribereños del Golfo Pérsico) inviertan cifras multimillonarias en la compra de armas  a Estados Unidos y países aliados como Gran Bretaña y Francia.
El presidente estadounidense,  en la ampulosamente denominada Cumbre Árabe-Islámica Americana, ante representantes de 50 naciones musulmanas, con Jefes de Estado o de gobierno de 37 de ellas llamó a combatir al terrorismo
“Expúlsenles. Expúlsenles de sus lugares de culto. Expúlsenles de la tierra santa” sostuvo en dicho encuentro en Riad. 
A lo que faltó agregar que esos intentos de expulsión debe hacerse con armas, fundamentalmente, Made in USA pero, además, declarar aquello sin rubor alguno frente al papel desempeñado por Washington y precisamente Arabia Saudí en el nacimiento y desarrollo de gran parte de los movimientos terroristas que actúan en el Magreb, Oriente Medio y Asia Central.
Imperialismo y Wahabismo Más Unidos que Nunca
Donald Trump comenzó así, el día 21 de mayo, por tierras sujetas al dominio de la  Monarquía Wahabita, un periplo “evangelizador”. Acompañado por sus “apóstoles”
la primera dama, Melania Trump; su hija mayor, Ivanka; su yerno, Jared Kushner; el jefe de gabinete, Reince Priebus, el principal asesor económico de la Casa Blanca, Gary Cohn; su asesor estratégico, Steve Bannon; su asesor de seguridad nacional, Herbert McMaster y el secretario de Estado, Rex Tillerson, entre otros. 
Un viaje en lo que este mandatario considera implícito un objetivo, que debe ser el eje de la política exterior mundial: simples instrumentos para la gloria y beneficio estadounidense. 
Un viaje acompañado de declaraciones tan surrealistas, ridículas como también peligrosas como aquella en la cual Trump apeló “a las personas decentes de todas las confesiones a dar batalla a los salvajes criminales que buscan aniquilar la vida”.
Indudablemente tal apelación no era una autocrítica a la labor desempeñada por los gobiernos estadounidenses y sus aliados de Oriente Medio, que son los verdaderos salvajes y criminales contra gran parte de las sociedades del mundo magrebí, de Oriente Medio y Asia Central, donde radica gran parte del mundo islámico. 
La apelación de Trump tampoco iba dirigida a sus aliados, como la propia Arabia Saudí e Israel que llevan décadas aniquilando vidas humanas, ocupando territorios que no les pertenecen, construyendo muros, asesinado niños, reprimiendo las aspiraciones de libertad de los pueblos como Yemen, Baréin y Palestina. 
Difundiendo doctrinas terroristas como el wahabismo y el sionismo, asociadas en el crimen y la violación de los derechos humanos de millones de seres humanos.
En un discurso tan hipócrita como falso, Trump, bajo el beneplácito de Monarquías reaccionarias como la Casa Al Saud, los Al Jalifa que gobiernan en Baréin, Qatar, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, entre otros puso la guinda a la torta del surrealismo al acusar a Irán de “avivar las llamas de los conflictos sectarios y del terror en Líbano, Irak y Yemen y de apoyar los indescriptibles crímenes de Bashar al-Asad en Siria”. 
Esto, porque según Estados Unidos “Irán financia, rearma y adiestra a terroristas, milicias y grupos extremistas que esparcen el caos por la región”.
Una confusión tan execrable como interesada, pues no es posible confundir a quien apoya los esfuerzos del Eje de la Resistencia frente a las agresiones del Wahabismo y el sionismo, que aquellos, que como Estados Unidos y sus aliados, en función de sus intereses geoestratégicos se han dedicado a agredir a países como Irak, Siria, Afganistán, Yemen, Baréin, Libia entre otros generando, desde el año 2001 a la fecha 2.5 millones de muertos, 30 millones de desplazados internos y 15 millones de refugiados, que han ido a incrementar las cifras de hombres y mujeres que buscan, allende su patria, mejores perspectivas de vida.
Paralelo a los encuentros entre la delegación estadounidense y la casta gobernante saudí, el surrealismo y los enredos interesados a las que hago mención se consolidó con la celebración de un Foro Para la Lucha Contra el Terrorismo y el Extremismo patrocinado por la coalición militar islámica antiterrorista, creada en 2015. 
De los resultados de este inusual encuentro nada se concluyo respecto a exigir que precisamente estas Monarquías cesen el suministro de dinero, armas y milicianos destinado  a expandir el terrorismo wahabita.
La prensa occidental, en general, ha signado sin apenas un esbozo de crítica lo que indudablemente representa una falsedad en materia de lo que cotidianamente sufren los pueblos del Magreb, Oriente Medio y Asia Central que es, precisamente, la agresión de fuerzas militares extranjeras donde Estados Unidos   participa activamente junto a sus socios de la  OTAN. 
La creación, financiamiento y dotación de armas a grupos terroristas como Daesh, Fath al-Sham, Boko Haram, Ansar al-Dine, Al Shabat, Ahrar al-Sham, que nacen, precisamente bajo el amparo del régimen wahabita y sus aliados. Esto es el uso de la estrategia nacionalsocialista al estilo Goebbels y la propaganda sionista bajo el marco de la Hasbara “miente, miente que siempre algo queda”. 
Estados Unidos con ayuda de sus medios de comunicación miente descaradamente, sin asumir, en modo alguno, su responsabilidad en la inestabilidad en que vastas regiones del mundo viven hoy sumergidas.
La travesía de Trump por Arabia Saudí y posteriormente por Israel ha mostrado la verdadera dimensión de los objetivos extramuros de Washington bajo la presidencia de este multimillonario. 
Devenido en el líder de una nación que transita de la política del leading from behind del anterior mandatario estadounidense Barack Obama, a una policía decidida a comprometerse activamente, junto a sus socios sionistas y wahabitas, en la agresión contra los pueblos de Oriente Medio. 
Pero también, sobre todo aquel que ose enfrentarse a una política imperialista que persigue, fundamentalmente,  destruir a Siria, fragmentar Irak, cercar a la República Islámica de Irán e impedir el afianzamiento del avance a occidente por parte de la Federación Rusa.
Para el cumplimiento de estos objetivos la administración estadounidense no escatima esfuerzos y está dispuesta a involucrarse de lleno en las guerras de agresión que la Casa al Saud y el sionismo encabezan, como punta de lanza contra los pueblos de Libia, Siria, Irak, Baréin, Yemen y Palestina. 
Contando para ello con el apoyo de las monarquías Feudales del Golfo Pérsico, Jordania, Egipto y organizaciones como la OTAN con la activa participación de Francia e Inglaterra.
Al mismo tiempo que Trump sostenía ante representantes de 50 naciones en la denominada Cumbre Islámica-Árabe-Estadounidense 
“Vengo con un mensaje de amistad, esperanza y amor” el ejecutivo estadounidense, como todo viaje que se precie de tener fines beneficiosos, llevaba consigo el mandato del complejo militar industrial.
Así, bajo el escudo de las palabras de buena crianza, llamados a la paz, a combatir el terrorismo, entre otras frases altisonantes, se firmaron acuerdos militares con la Casa al Saud que involucran 110 mil millones de dólares en equipos y pertrechos militares para las fuerzas armadas saudí que sobrepasan los 230 mil efectivos, a lo que se sumarían proyectos por otros 200 mil millones de dólares en obras que beneficiarán a empresas occidentales y de aliados europeos que se comprometan a cerrar los ojos frente a los atropellos a los derechos humanos llevados a cabo por la Casa al Saud.
La multimillonaria venta comprende 84 aviones F 15 SA, 150 helicópteros Black Hawk Apache, navíos de guerra, blindados, tanques, bombas guiadas de alta precisión y un sistema de radar diseñado para derribar misiles balísticos. 
El paquete incluye armas ligeras, mantenimiento de 115 tanques M1A2, cuatro buques de guerra, sistema de defensa antimisiles THAAD, seguridad marítima, radares y comunicaciones y tecnología de la seguridad cibernética. 
Como  excusa para esta compra, nuevamente Irán ha salido al ruedo, tras la declaración de un portavoz  de la Casa Blanca frente a esta venta  “El contrato de material y servicios de defensa refrenda nuestro tradicional apoyo a la seguridad de Arabia Saudí y del Golfo ante las amenazas iraníes, y contribuye a incrementar la lucha antiterrorista en la región para liberar la carga que recae sobre las tropas de EE UU”
Las armas compradas por la  Monarquía wahabita servirán para seguir masacrando a la población de Yemen, reprimir al pueblo de Bahréin, traspasar parte de ellas a las fuerzas terroristas como Daesh, Fath al-Sham, Ahrar al Sham al amparo de lo que el propio Ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí, Adel al-Yubeir sostuvo “la administración estadounidense tiene una visión que encaja con la visión del reino sobre el papel de Estados Unidos en el mundo; la erradicación del terrorismo, la confrontación con Irán, la reconstrucción de las relaciones con aliados tradicionales, el comercio y las inversiones”. 
He aquí, sin tanto eufemismo los objetivos de compras multimillonarias en una monarquía con alto desempleo juvenil – donde la población del país menor a los 30 años constituye el 65% del total –  con un déficit fiscal derivado de la baja del precio del petróleo pero empeñada a seguir actuando en su papel del gendarme del mundo árabe en la región.
Medios estadounidenses señalaron, que además de la venta de armas, la empresa petrolera nacional Saudí Aramco firmó acuerdos por 50 mil millones de dólares con empresas estadounidenses. El ministro de Energía, Khalid al-Falih dijo que los convenios que incluyen a todas las empresas ascendieron a más de 200 mil millones de dólares EE.UU. 
Otro convenio, entre Saudi Basic Industries Corporation y la estadounidense Exxon Mobil, una empresa dirigida hasta hace poco por el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, fue firmado para construir un complejo químico por 20 mil millones de dólares. 
Ello en una conducta que ha sido clásica en la dirigencia estadounidense: firmar contratos multimillonarios donde alguna vez tuvieron intereses y lo tendrán en el futuro cuando dejen sus cargos públicos.
A pesar de los lazos, cada día más estrechos entre Riad y Tel Aviv, algunas voces del sionismo  alertaron sobre la compra de armas saudí. 
El Ministro de Infraestructura, Energía y Recursos de Aguas, Yuval Steinitz, expresó su preocupación por el acuerdo de armas entre Riad y Washington 
“Cientos de millones de dólares en acuerdo de armas es algo por lo cual necesitamos recibir una explicación. 
Sobre todo porque  la Monarquía saudí es un país hostil y debemos asegurar que se mantenga la ventaja militar cualitativa de Israel. 
Este no es país con el que tenemos relaciones diplomáticas y nadie sabe qué es lo que depara el futuro. 
Espero que recibamos pronto respuestas. Esto es algo que definitivamente debería preocuparnos”.  
El ministro Ayoob Kara – de origen druso – también expuso el tema durante una reunión de ministros del Likud, preguntándole al primer ministro, Benyamin Netanyahu, si no estaba preocupado por el hecho de que Riad se está convirtiendo en “una potencia mundial superior a nosotros”.
Netanyahu dijo que discutiría el asunto en el Gabinete.
Tras el viaje a Arabia Saudí, como primera etapa para la consolidación de una alianza con fines de dominio – donde Washington exige a Riad que se mantengan los niveles de cooperación con el sionismo – Donald Trump dirigió su Air Force One a los territorios palestinos ocupados. 
Aterrizó el día lunes 22 de mayo en el Aeropuerto de Tel Aviv donde fue recibido por la dirigencia sionista en pleno. 
En un acto claramente de mayor acogida y beneplácito que aquella que se otorgó a una Barack Obama en fines del año 2016, en  que a pesar de otorgarle 38 mil millones de dólares en ayuda militar por la próxima década, fue intensamente criticado por sus tibias opiniones respecto a la política colonial sionista en Palestina. 
Israel quiere incondicionalidad y lo ha encontrado en este Donald Trump cuya propia familia tiene fuertes vínculos con el sionismo.
Los alcances del viaje a la entidad sionista y los territorios ocupados serán parte de un próximo análisis. 
Por ahora la imagen de un Donald Trump agasajado por el Wahabismo es más que suficiente para preocuparnos por el futuro de una región que ve con temor esta triada entre Washington-Riad-Tel Aviv. 
En principio la hipocresía encabeza la carrera por definir de mejor forma este periplo del mandatario estadounidense.
El presidente de Estados Unidos, Donald TrumpFoto por: d.

Lariyani: Alianza antiterrorista Riad-Washington, ‘una maravilla’


Irán se burla de Trump por haber lanzado desde Riad una invitación a combatir el terrorismo, a sabiendas que el régimen saudí es ‘impulsor del terrorismo’.
Durante su intervención en una reunión con decenas de líderes de los países musulmanes reunidos el domingo en Riad, capital saudí, el presidente de EE.UU., Donald Trump, instó a la comunidad islámica a “expulsar el extremismo” de sus fronteras. “El objetivo de EE.UU. es la formación de una coalición de naciones que compartan el objetivo de aplastar el terrorismo”, advirtió a los dirigentes islámicos.
En reacción, el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Ali Lariyani, ha lanzado este martes una indirecta al magnate republicano por su llamamiento a crear una alianza antiterrorista con Riad, al que ha considerado como “una maravilla de la época contemporánea”.
El legislador ha mencionado “la implicación directa e indirecta de los saudíes en todos los actos terroristas y (en la creación de todos los) corrientes extremistas desde la ocupación de Afganistán por la extinta Unión Soviética (1979)”.
Ha cuestionado los comentarios del rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, quien —en la apertura de la cumbre entre países musulmanes y Estados Unidos— calificó a Irán de “punta de lanza del terrorismo mundial”. 
Ante ello, Lariyani ha recordado que la monarca saudí invirtió en la promoción de grupos terroristas como Al-Qaeda, EIIL (Daesh, en árabe), y el Frente Fath Al-Sham (antiguo Frente Al-Nusra), entre oros.
El parlamentario persa ha repudiado la invasión saudí contra Yemen, a la que ha comparado con un “genocidio”, al tiempo que ha rechazado el apoyo de la monarquía saudí a la represión violenta de la oposición en Baréin.
El presidente del Parlamento ha asegurado que la República Islámica, pese a la clara hostilidad de los saudíes, respeta a todos sus vecinos, y sigue siendo firme en su voluntad de preservar la paz y la unidad entre los musulmanes.
En esta misma línea, ha subrayado que Teherán continuará reforzando su capacidad de defensa, incluido su programa de misiles, “para garantizar la seguridad del mundo musulmán”, y se mantendrá firme en su compromiso de combatir el terrorismo.
ftm/ctl/nal

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Si nos han de robar, 
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Si como votantes, no nos escuchan
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boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
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De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro