El juez José de la Mata decidió citarlo al enterarse de que iba a participar en una conferencia en Barcelona, pero finalmente, y temiendo la represión de Régimen de los Borbones (tan hermanados ellos con el carnicero sátrapa rey Mohamed VI) decidió no asistir.
Sahara finales de noviembre de 1975
Varias de las principales ciudades saharauis ya estaban controladas por el invasor marroquí y se iba conociendo los horrores a los que los invasores sometían a la población saharaui: robos, incendio de casas, detenciones masivas, torturas, desapariciones y asesinatos. 
Una joven saharaui, Mariam Mohamed Salem, testigo de los hechos, relató:
“Por donde pasaban los tanques y los soldados marroquíes, muchos de ellos drogados con hachís, cometieron asesinatos en masa; muchas madres y niños saharauis fueron asesinados simplemente por no decir ¡Viva el rey Hassan II de Marruecos! (…) obligaban a que todas las casas fueran adornadas con la bandera marroquí y la fotografía del Rey de Marruecos; si no se hacía, se llevaban a la familia entera a la cárcel (…) 
En la cárcel, las mujeres son dejadas a merced de los soldados marroquíes, acostumbrados a una vida de drogas y prostitutas. 
La violación era regla general (…) yo estuve cuatro días detenida por sospechosa de ser miembro del Frente POLISARIO junto con otras treinta chicas estudiantes. Muchos de los encarcelados o detenidos nunca volvieron”
Voces del régimen reconocieron públicamente cómo se ejecutaba a los presos saharauis y como se les arrojaba vivos desde helicópteros en el desierto del Sáhara. 
Dichas declaraciones fueron silenciadas rápidamente por el régimen de Mohamed VI, ya que el Genocidio Saharaui que comenzó con la invasión de 1975, sigue hoy en día. 
Hace menos de un mes, dos estudiantes saharauis fueron asesinados en Agadir (marruecos) mientras hacían una sentada pacífica. 
Que sepamos (por desgracia es imposible tener toda la información debido a que el régimen marroquí la silencia de forma constante) son las dos últimas víctimas del Genocidio Saharaui, que se suman a la larga lista de miles de nombres y rostros que dieron su vida por el hecho de ser saharauis y no querer ser marroquíes.