domingo, 26 de junio de 2016

Lo que los Medios no dicen sobre las Causas del Brexit





Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 25 de junio de 2016.
Este artículo hace una crítica de la cobertura por parte de los mayores medios de información de la salida de el Reino Unido de la Unión Europea, atribuyendo esta salida al racismo de la clase trabajadora de aquel país. 
El artículo cuestiona esta interpretación, mostrando que la mayoría de las clases trabajadoras de los países miembros de la Unión Europea rechazan la Unión Europea actual por las políticas neoliberales que se están imponiendo por el establishment político que gobierna tal Unión.
No hay pleno conocimiento y conciencia en las estructuras de poder político y mediático (que en terminología anglosajona se llama el establishment político-mediático) que gobiernan las instituciones de la Unión Europea, así como las que gobiernan en la mayoría de países que constituyen tal Unión, de lo que ha estado ocurriendo en la UE y las consecuencias que las políticas propuestas e impuestas por tales establishments han estado teniendo en las clases populares de los países miembros. 
Durante estos años, después del establecimiento de la Unión, se ha ido germinando un descontento entre estas clases populares (es decir, entre las clases trabajadoras y las clases medias de renta media y baja) que aparece constantemente y que amenaza la viabilidad de la UE.


El rechazo de las clases populares a la UE
Indicadores de tal descontento han aparecido ya en muchas ocasiones. 
Una de las primeras fue el resultado del referéndum que se realizó en varios países de la UE que, por mandato constitucional, tenían que hacer para poder aprobar la Constitución europea. 
En todos los países donde se realizó el referéndum, la clase trabajadora votó en contra. Los datos son claros y contundentes. 
En Francia, votaron en contra el 79% de trabajadores manuales, el 67% de los trabajadores en servicios y el 98% de los trabajadores sindicalizados; en Holanda, el 68% de los trabajadores; y en Luxemburgo, el 69%. 
Incluso en los países en los que no hubo referéndum, las encuestas señalaban que, por ejemplo en Alemania, el 68% de los trabajadores manuales y el 57% de los trabajadores en servicios hubieran votado en contra. 

Unos porcentajes parecidos se dieron también en Suecia, donde el 74% de los trabajadores manuales y el 54% de los trabajadores en servicios también hubieran votado en contra.
Y lo mismo ocurrió en Dinamarca, donde el 72% de los trabajadores manuales hubieran también votado en contra.
El rechazo a la UE por parte de la clase trabajadora ha ido aumentando
Otro dato que muestra tal rechazo fue el surgimiento de partidos que explícitamente rechazaron la Unión Europea, partidos cuya base electoral fue precisamente la clase obrera y otros segmentos de las clases populares que antes, históricamente, habían votado a partidos de izquierdas, siendo el caso más conocido (pero no el único) el del partido liderado por Le Pen y que, según las encuestas, podría ganar las próximas elecciones en Francia. 

En realidad, la identificación de los partidos de izquierda tradicionales con la Unión Europea (y con las políticas neoliberales promovidas por el establishment de tal Unión) ha sido una de las mayores causas del enorme bajón electoral de estos partidos en la UE (y, muy en particular, entre las bases electorales que les habían sido más fieles, es decir, entre las clases trabajadoras). 
Para que baste un ejemplo, en Francia, si la mitad de los votos (predominantemente de la clase trabajadora) que habían apoyado al partido de Le Pen hubieran sido para la candidata socialista Ségolène Royal, ésta hubiera sido elegida Presidenta de Francia. 
En paralelo con la pérdida de apoyo electoral, los partidos socialdemócratas en la UE perdieron también gran número de sus militantes. 
El caso más dramático fue el del Partido socialdemócrata alemán que, junto con la pérdida de apoyo electoral, perdió casi la mitad de sus militantes, de 400.000 en 1997 a 280.000 miembros en 2008.
La evidencia es pues abrumadora que la identificación de tales partidos de izquierda (la mayoría de los cuales han sido partidos gobernantes socialdemócratas que han jugado un papel clave en el desarrollo de las políticas públicas promovidas por la UE) con la Unión ha sido una de las principales causas de su enorme deterioro electoral y de la pérdida de su militancia.

El rechazo a la UE ha ido aumentando más y más entre las clases populares, a la vez que ha ido aumentado el apoyo entre las clases más pudientes

Por desgracia, las encuestas creíbles y fiables sobre la UE (que son la minoría, pues la gran mayoría están realizadas o financiadas por organismos de la UE o financiadas por instituciones próximas) no recogen los datos de la opinión popular sobre la UE según la clase social. 
Sí que los recogen por país, y lo que aparece claramente en estas encuestas es que la popularidad de la UE está bajando en picado. 
Según la encuesta de la Pew Research Center, las personas que tienen una visión favorable de la UE ha bajado en la gran mayoría de los 10 mayores países de la UE (excepto en Polonia). 
Este descenso, desde 2004 a 2016, ha sido menor en Alemania (de un 58% a un 50%) pero mayor en Francia (de un 78% a un 38%), en España (de un 80% a un 47%). 
Grecia es el país que tiene un porcentaje menor de opiniones favorables a la UE (un 27%).

Ahora bien, aunque raramente se recoge información por clase social, sí que se ha recogido el distinto grado de popularidad que la UE tiene según el nivel de renta familiar. 
Y, allí, los datos muestran que hay un gradiente, de manera que a mayor renda familiar, mayor es el apoyo a la UE. 
Es razonable, pues, suponer que la parte de la población que tiene una visión más desfavorable de la UE es la clase trabajadora y otros componentes de las clases populares.
Y lo que también aparece claro en varias encuestas es que una de las mayores causas de tal rechazo es la percepción que las clases populares tienen del impacto negativo que tiene, sobre su bienestar, la aplicación de las políticas propuestas por el establishment político-mediático de la UE. Esta percepción es mucho más negativa entre las clases populares (clase trabajadora y clases medias, de renda media y baja) que no entre las clases más pudientes. 
En realidad, el rechazo, siempre especialmente agudo entre las clases populares, es claramente mayoritario entre la gran mayoría de la población. 

Ahí vemos que, según la encuesta Pew, el 92% de la población en Grecia desaprueba la manera como la UE ha gestionado la crisis existente en Europa; tal porcentaje es de 68% en Italia, el 66% en Francia y el 65% en España, países donde precisamente el descenso del porcentaje de población con la opinión favorable de la UE ha sido mayor.
Este rechazo a la UE existe también entre la clase trabajadora del Reino Unido
Es en este contexto descrito en la sección anterior, que debe entenderse el rechazo de las clases populares del Reino Unido, rechazo que ha ido claramente acentuándose en los barrios obreros de aquel país, y muy en especial en Inglaterra y el País de Gales. 
El voto de rechazo a la permanencia en la UE procede en su mayoría de las clases populares. 
Y ha sido un voto no solo anti-UE pero también (y sobre todo) un voto anti-establishment británico y, muy en particular, anti-establishment inglés, siendo este último el centro del establishment británico, pues concentra los mayores centros financieros y económicos del país. 
El establishment británico y el establishment de la UE habían movilizado todo tipo de presiones (por tierra, mar y aire) a fin de que el referéndum fuera favorable a la pertenencia. 
De esta manera, es un claro signo de afirmación y poder que las clases populares se opusieran y ganaran al establishment. 

Por otra parte, los datos mostraban que lo que ha ocurrido, iba a ocurrir. 
La popularidad de la UE en el Reino Unido pasó de ser un 54% (ya uno de los más bajos de la UE) en 2004 a un 44% en 2016 (según Pew). 
En realidad, el Reino Unido es el país donde el porcentaje de población opuesta a dar mayor poder a la UE es mayor (65%) después de Grecia (68%) 
Y, según otras encuestas, el sector menos entusiasta con la UE eran las clases populares, que gradualmente han ido transfiriendo su apoyo electoral del Partido Laborista al partido UKIP (el partido anti EU).
La supuesta excepcionalidad de España
Es un dicho común en los mayores medios de comunicación que España es uno de los países más pro-EU, lo cual es cierto, pero solo en parte (lo mismo era cierto con Grecia). 
Es lógico que Europa, percibida durante muchos años como el continente punto de referencia para las fuerzas democráticas, por su condición democrática y su sensibilidad social, se convirtiera en el “modelo” a seguir por países como España, Portugal y Grecia, que sufrieron durante muchos años dictaduras de la ultraderecha, seriamente represivas y con escasísima conciencia social. 



Para los que luchamos contra la dictadura, Europa Occidental era un sueño a alcanzar.
Pero, debido al control o excesiva influencia del pensamiento neoliberal en el establishment político mediático de la UE (muy próximo al capital financiero y al capital exportador alemán, que ha estado configurando las políticas públicas neoliberales que los establishment político-mediáticos de cada país de la UE han hecho suyas), este sueño se ha convertido en una pesadilla para las clases populares, particularmente dañadas por tales políticas neoliberales. 
Las reformas laborales que han dañado el estándar de vida de estas clases y los recortes de gasto público, con el debilitamiento de la protección social y del estado del bienestar, así como la desregulación en la movilidad del capital y del trabajo, han sido un ataque frontal a la democracia y al bienestar de las clases trabajadoras, realidad muy bien documentada 
(ver mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante, Anagrama, 2015). 
La pérdida de soberanía nacional que conlleva la UE ha significado la pérdida de soberanía popular, causa del deterioro de su bienestar. 
La evidencia de que ello es así es contundente, clara y convincente. 
Es más que obvio que esta Europa no es la Europa de los pueblos, sino la Europa de las empresas financieras y de los grandes conglomerados económicos.

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¡No es chauvinismo lo que causa el rechazo a la UE!
Ante esta situación, el establishment político-mediático europeo quiere presentar este rechazo como consecuencia de un retraso cultural de las clases populares, todavía estancadas en un nacionalismo retrógrado, que incluye un chauvinismo anti-inmigrante que merece ser denunciado. John Carlin, en el El País, 24.06.16, define este rechazo (Brexit) como resultado “de la mezquindad, ignorancia, carácter retrógrado, xenofobia y tribal” de los que votaron en contra de la permanencia. 
Y así se está interpretando, por parte de la mayoría de los medios de comunicación europeos, el voto de rechazo a la UE por parte de las clases populares británicas. 
Este mensaje intenta ocultar las causas reales de tal rechazo, causas que he descrito en este artículo. 
Olvidan que, si bien todos los xenófobos votaron a favor de la salida del Reino Unido de la UE, no todos los que así votaron eran xenófobos.
En esta manipulación están participando poderes de la socialdemocracia europea que no han entendido todavía lo que está ocurriendo entre lo que solían ser sus bases. 
No quieren entender que el rechazo que está ocurriendo es hacia esta Europa que la socialdemocracia ha contribuido a crear, una Europa que carece de vocación democrática y sensibilidad social. 

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El maridaje de los aparatos dirigentes de las socialdemocracias con los intereses financieros y económicos dominantes en la UE (y en cada país miembro) ha sido la causa de su gran declive, que todavía no entienden porque no quieren entenderlo. 
Lo que pasa en Francia, dónde hay un gobierno socialdemócrata que está intentando destruir a los sindicatos (como la señora Thatcher hizo en el Reino Unido), o en España, dónde el PSOE fue el que inició las políticas de austeridad, son indicadores de esta falta de comprensión de lo que está ocurriendo en la UE, y que es el fracaso de las izquierdas para atender a las necesidades de las clases populares. 
De ahí la transferencia de lealtades que están ocurriendo, en lo que refiere a los partidos.
Es lógico y predecible que las políticas neoliberales y los partidos que las aplican sean rechazados por las clases populares, pues son éstas las que sufren más cada una de estas políticas, incluyendo la desregulación de la movilidad de capitales y del trabajo. 
Regiones enteras en el Reino Unido han sido devastadas, siendo sus industrias trasladadas al este de Europa, creando un gran desempleo en las regiones. 
Y la desregulación del mundo del trabajo, acompañada de la dilución, cuando no destrucción, de la protección social, ha creado una gran inestabilidad y falta de seguridad laboral. 
En realidad, fueron las políticas del gobierno Blair y del gobierno Brown (1997-2010) las que sentaron las bases para este rechazo generalizado hacia la UE. 
Tales gobiernos de la Tercera Vía facilitaron la llegada de inmigrantes a los que los empresarios contrataron con salarios más bajos. 
Y así se inició el desapego con la Unión Europea (ver “Don’t blame Corbyn if Brexit wins”, Denis McShane).


En España, frente al descrédito del partido socialdemócrata (PSOE) debido, entre otras razones a su participación en la construcción de esta Europa, han aparecido una serie de fuerzas políticas, tanto en la periferia como en el centro (Unidos Podemos y confluencias), que están canalizando este desencanto popular acentuando, con razón, que esta no es tampoco nuestra Europa, y que se requieren cambios profundos para recuperar la Europa democrática y social a la que aspiramos y que debe construirse. 
Así de claro.
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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro