La robotización de la economía y la sostenibilidad de las pensiones pueden ser compatibles
Tras la serie de artículos sobre el sistema de pensiones, a pesar de nuestros denodados esfuerzos por hacer para ustedes análisis rigurosos y objetivos, me temo que en este tema estaŕan pensando que está muy bien exponer datos, analizar casuisticas, y criticar constructivamente propuestas de otros, pero estarán echando por nuestra parte algún tipo de propuesta o solución propia para el problema socioeconómico más relevante al que se ha enfrentado nuestro sistema actual. Así que para no dejar sin respuesta sus expectativas, en el artículo de hoy les traigo menos palabrería para oídos fáciles al estilo de nuestros políticos, y más aportación personal.
Reconozco que es muy fácil criticar, aunque sea constructivamente, y que es mucho más difícil contribuir y aportar más allá de la mera crítica. Razón no les falta en su exigencia, así que vamos allá con mi aportación personal.
Espero les resulte interesante a modo de ejemplo del tipo de propuestas que necesitamos en este país, y que en alguna medida contribuya al esencial debate que inevitablemente debemos abordar entre todos.
También espero que no se sientan defraudados con mis propuestas, tratan de ser un mero ejemplo de lo que a su vez yo espero por parte de nuestros políticos, y del tipo de caminos que debemos explorar para afrontar este tema tan crucial, alejándonos de discursos meramente politizados, de corte ideológico, desgraciadamente muchas veces partidistas, y en ocasiones hasta oportunistas.
Un sistema de pensiones en un callejón sin salida
Para ponerles un poco en antecedentes, les remito a los dos artículos anteriores que he publicado yo personalmente sobre este tema.
El primero de ellos llevaba por título “¿Qué pasa con la economía y las pensiones si no hay expansión demográfica?” y analizaba con datos e infografía propia la grave situación de sistema de pensiones español, abordando la cuestión más esencial para analizar la futura viabilidad de nuestro sistema de pensiones.
El segundo de mis artículos se titulaba “Éstas son las propuestas de partidos y economistas para hacer sostenible nuestro sistema de pensiones” y analizaba las propuestas sobre el tema de las pensiones de tres de los economistas del momento y de los cuatro mayores grupos parlamentarios.
Lo que se desprende tanto de nuestro análisis, como de las propuestas de economistas y partidos, es que la tendencia actual supone una bomba de relojería, y que irremediablemente hay que hacer algo para que nuestro sistema de pensiones siga siendo sostenible. En ese algo es donde surgen las profundas discrepancias, y donde nuestros políticos se enzarzan más en un debate ideológico con olor a naftalina que en arremangarse y ponerse manos a la obra con soluciones frescas y creativas, demostrando una vez más que buscan votos ciegos en vez de mentes despiertas.
Recuerden que, como ya les dije en su momento, para nuestra desgracia, nuestros políticos les venden a ustedes colores, para que voten pasionalmente y sin pensar demasiado.
Exijan argumentos, y recíbanlos con un sano espíritu crítico que les permita realimentar el sistema para llegar entre todos a la mejor solución posible.
Si es cuestión de razonamientos, prima el razonamiento más lógico y objetivo. Si es cuestión de opiniones subjetivas, todas tienen a priori el mismo valor siempre que respeten a los demás.
Robotización y sostenibilidad de las pensiones: dos caras de la misma moneda
Mi propuesta tiene que ver con la mecanización y la robótica. Sí, por favor, sigan leyendo después de la lógica sorpresa.
Al problema del envejecimiento de la población se le añade otro menos acuciante, pero que también supone una amenaza para la sostenibilidad de nuestra socioeconomía del futuro; este otro problema viene de la mano de la robotización masiva que se espera en las próximas décadas que tenga lugar en los puestos de trabajo.
La robotización es un problema menos presente en nuestras mentes, pero igual de relevante que el envejecimiento, puesto que traerá la destrucción masiva de puestos de trabajo que suponían hasta ahora el reducto para los trabajadores humanos.
Los grandes avances en tecnología, y más en concreto en robótica industrial y doméstica así como en Big Data e Inteligencia Artificial, harán que dentro de poco los robots copen nuestros puestos de trabajo.
La cuestión es que ya no es que puedan sustituirnos, sino que tendrán la capacidad de hacer nuestro trabajo mucho mejor y de forma más eficiente que nosotros.
La mente humana, pese a su fascinante complejidad y perfección, tiene sus limitaciones, mientras que las limitaciones de las mentes sintéticas se van difuminando conforme pasa el tiempo y la tecnología avanza.
Dentro de unas décadas, los últimos reductos que quedarán para los humanos serán trabajos de perfil altamente creativo, el último campo en el que los robots nos batirán, y acabará cayendo también porque el progreso tecnológico ha demostrado ser un proceso exponencial, al menos por el momento.
EN UN FUTURO DE ROBOTIZACIÓN MASIVA, ¿CUÁL ES EL ESPACIO QUE QUEDARÁ PARA EL TRABAJADOR HUMANO?
¿Qué haremos entonces los humanos en el largo plazo para ganarnos la vida? He aquí la cuestión. Lo mismo que los pensionistas en el medio plazo para poder seguir cobrando la pensión.
La solución es precisamente el nexo de unión entre la robotización de nuestra sociedad y el problema de las pensiones, porque además la interrelación entre ambos problemas es impactante, ya que la robótica además va a sustituir a preciados cotizantes de un sistema socioeconómico cuyo principal problema a futuro, recordemos, es que va a haber pocos cotizantes jóvenes.
Se puede aprovechar el abaratamiento de la tecnología como un factor productivo
En la robotización de la industria y del sector servicios confluye otro factor que se vuelve transcendental para que pueda hacerles esta propuesta que les traigo hoy: el progresivo y extremo abaratamiento de la tecnología, y más concretamente de la robótica.
Efectivamente, los robots son cada vez más capaces y más baratos.
EN JAPÓN YA PUEDE ENCONTRAR NEGOCIOS Y EMPRESAS EN LAS QUE NO HAY NI UN SOLO TRABAJADOR HUMANO, INCLUSO EN EL SECTOR SERVICIOS
Por ejemplo, ya hay hoteles en Tokio sin un solo humano, pues están atendidos íntegramente por robots, según pueden leer en esta futurista noticia.
Tenemos unos robots que abaratan los costes, que van a hacer desaparecer cada vez más cotizantes, y un sistema que sin cotizantes se vendrá abajo.
Una creativa y eficaz propuesta como ejemplo-modelo
¿Lo van viendo claro? Sí, lo que les propongo es exactamente eso que ya les va viniendo a la mente: ¿Por qué no puede ser un robot un cotizante?
Que un robot elimine un puesto de trabajo humano no tiene por qué implicar que ese robot no cotice al sistema de pensiones y la Seguridad Social.
La diferencia conceptual que discrimina entre un trabajador humano y uno sintético es algo arcaico que deberemos borrar en el futuro conforme nuestra sociedad progrese.
EN GENERAL SE ECHAN EN FALTA PROPUESTAS NUEVAS Y REALMENTE CREATIVAS, HABIENDO ESPACIO PARA ELLO TAL Y COMO AQUÍ MISMO PROPONEMOS NOSOTROS
Pero el caso es que, olvidándonos por el momento un poco de Asimov y similares, por la sostenibilidad de nuestro sistema ya en el medio plazo, debemos ineludiblemente adelantar el futurista debate al día de hoy, porque las pensiones ya suponen el 40% de los presupuestos generales del estado, y la población envejece a pasos agigantados.
Habría que fomentar la natalidad humana, pero donde no vaya a haber cotizantes con ADN, bienvenidos sean los de silicio (o cuánticos).
Un cambio de paradigma que debe ser abordado a nivel global
Obviamente esta aproximación debe abordarse a nivel mundial, puesto que un cambio de modelo así nunca acabaría de ver la luz si hay países relevantes que, a modo de paraísos robóticos, eximen a los androides de sus cotizaciones sociales.
Pero no es descabellado pensar que se puede encontrar consenso internacional en este tema.
En primer lugar, las cotizaciones sociales y la fiscalización del trabajador humano son más que generalizadas en todo el planeta y sientan un buen precedente de algo en lo que, o bien se alcanzó un consenso, o bien se propagó por su idoneidad, eso sí, en diferentes grados (algunos de ellos más que criticables).
Pero es que además el envejecimiento de la población es un problema casi predominante en todo el globo, al menos en las economías más desarrolladas y en algunas emergentes de gran tamaño.
Si a estos dos factores internacionales en común a casi todos los países añadimos el futuro de la sustitución de trabajadores humanos por robots, tenemos el cóctel perfecto para que la gran mayoría de los países tengan que encontrar una misma solución.
Cuando hay un problema común, y una solución que valdría para todos, es mucho más fácil albergar la esperanza de que se alcance un consenso internacional. Éste es sólo un ejemplo y una aportación personal del tipo de propuestas nuevas, creativas, originales y resolutivas que espero de nuestros políticos, en vez de una rancia batalla de Sabadabadá entre tigres y leones.
¿Y usted no les exige lo mismo? Debería.
LAS COTIZACIONES ROBÓTICAS SERIAN UN CLARO WIN-WIN QUE REVOLUCIONARÍA LA SOSTENIBILIDAD DEL SISTEMA
Para finalizar, soy consciente de que algunos me acusarán de querer fiscalizar innecesariamente el tejido productivo.
Véanlo de otra manera, estas cotizaciones sociales robóticas serían un claro win-win puesto que, bien planteadas, al empresario le saldrá el ROI igualmente puesto que la robótica le va a abaratar ya de por si enormemente los costes de personal y de producción.
A los que les parezca que este artículo peca de ser demasiado futurista, simplemente les recuerdo que la realidad siempre supera a la ficción, y muchas veces mucho más rápido de lo que se presupone; además un servidor entiende la economía y la socioeconomía como la ciencia para anticipar y paliar problemas futuros, y no como la ciencia que te explica a posteriori por qué pasó lo que pasó.
Simplemente sea usted abierto de mente y objetivamente piense que con esta propuesta el empresario gana, además de que el cambio de paradigma laboral contribuye a la sostenibilidad del sistema, y de paso los androides podrán soñar con ovejas eléctricas como en el título de la famosa novela que inspiró la futurista Blade Runner.
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