MADRID.-
Hubo un tiempo en el que el anarquismo era top en España.
La CNT tenía un millón de afiliados, sus tesis pedagógicas eran la vanguardia europea (Escuela Moderna y Ateneos libertarios), sus postulados sobre la emancipación de la mujer abanderan el movimiento feminista e, incluso, una mujer anarquista, Federica Montseny, se convirtió en la primera fémina en ocupar un ministerio de un Gobierno español (Octubre de 1936). Eran otros tiempos. Era otra sociedad.
Prácticamente, era otro mundo. El sueño libertario de una sociedad sin clases parecía alcanzable. A la vuelta de la esquina.
Tan alcanzable que en los primeros meses de la Guerra Civil, Barcelona fue tomada por los anarquistas. George Orwell, autor de 1984, describía en Homenaje a Cataluña la Barcelona de 1936: "Por primera vez en mi vida, me encontraba en una ciudad donde la clase trabajadora llevaba las riendas.
Casi todos los edificios, cualquiera que fuera su tamaño, estaban en manos de los trabajadores y cubiertos con banderas rojas o con la bandera roja y negra de los anarquistas".
Eran otros tiempos. Era otra sociedad.
Prácticamente, era otro mundo. El sueño libertario de una sociedad sin clases parecía alcanzable
Sin duda, eran otros tiempos. Era la edad de oro del anarquismo en España. La situación actual difiere radicalmente.
Rara vez aparece la palabra anarquista en un titular sin ir asociada a una detención por presunto terrorismo y a la criminalización de la ideología .
Prueba de ello es esa Biblia del siglo XXI, llamada Google, que establece el término"detenido" como segunda búsqueda más común asociada a anarquistas.
De hecho, el año pasado asistimos a varias operaciones policiales desarrolladas contra grupos anarquistas acusados de pertenencia a “organización terrorista de tipo insurreccionista-anarquista" cuyo fin "era el de subvertir el orden público y alterar gravemente la paz”.
La última oportunidad para desacreditar, criminalizar y tratar de borrar del mapa a la ideología anarquista ha sido la detención y encarcelamiento de los dos titiriteros que representaron la obra La Bruja y Don Cristóbal, de claro mensaje libertario, en el Carnaval de Madrid.
El hecho de que uno de los autores de la obra sea afiliado de la CNT y que el mensaje del espectáculo fuera claramente libertario ha sido aprovechado para una nueva ofensiva criminalizadora. Algunos medios de la ultraderecha, incluso, han llegado a relacionar a los autores de la obra de títeres con"grupos anarquistas y terroristas".
"Frente a una política parlamentaria corrupta de las élites contraponen una alternativa política fuera del parlamento"
El problema de la criminalización de las ideologías y, en concreto, de la criminalización del anarquismo es que deja atrás, ignorado, arrinconado y con el sello de visto para el olvido todo un legado cultural, político, sindical y social que contribuyó a la emancipación de las clases obreras, de la mujer y que arrancó de las manos de la Iglesia el derecho a educar a los ciudadanos del Estado.
"El anarquismo en España fue un movimiento antipolítico y, sobre todo, antipolítica parlamentaria. Aquí se convierte en un movimiento de masas tras la I Guerra Mundial porque su discurso radical frente a una política parlamentaria corrupta de las élites contraponen una alternativa política fuera del parlamento.
Tanto los anarcoindividualistas como los anarcosindicalistas comparten este elemento común: el antipoliticismo", explica a Público el historiador Julián Casanova, autor, entre otras obras, de Tierra y Libertad. Cien años de anarquismo en España y del ensayo Anarquismo y violencia política en la España del siglo XX.
El otro elemento común que comparten las diferentes corrientes anarquistas es "la posibilidad de que todo se produzca a través de pactos mutuos de libre elección sin autoridad política jerárquica", prosigue Casanova, que destaca también el legado que han dejado los anarquistas bajo la fórmula "de críticas al Estado burocrático y tecnocrático que tenemos en la actualidad y del Estado como un mecanismo de coerción".
La conquista histórica de la jornada de 8 horas por parte de los trabajadores no se hubiese conseguido nunca "sin la movilización de la CNT en las huelgas de los años 1917 y 1918"
Pero si algo ha dejado para las generaciones futuras el movimiento anarquista español del primer tercio del siglo XX fue su lucha por la emancipación obrera y de la mujer, la batalla por una educación de igual a igual fuera de la Iglesia, y un espectacular archivo artístico y cinematográfico gracias, en parte, a la colectivización de la industria cinematográfica de 1936 y a la obsesión de los anarquistas por la producción cultural y la contrainformación.
En estos campos destacan nombres propios que con su trabajo cambiaron a España y cuyas contribuciones siguen siendo validas un siglo después.
Se trata de sindicalistas como Joan Peiró y Buenaventura Durruti; de Federica Montseny, la primera mujer en ser ministra en España y la segunda de Europa; o Francesc Ferrer i Guàrdia, creador de la Escuela Moderna a principios del siglo XX.
La otrora periodista de El Mundo y hoy diputada por el PSOE, Irene Lozano, autora de la obra Federica Montseny. Una anarquista en el poderescribía en su blog que la conquista histórica de la jornada laboral de ocho horas por parte de los trabajadores no se hubiese conseguido nunca "sin la movilización de la CNT en las huelgas de los años 1917 y 1918".
"Estos detalles no se pueden olvidar y mucho menos al abordar un fenómeno como el 15M, cuyos métodos deliberativos y de toma de decisiones son tan deudores del anarquismo español", escribe Irene Lozano, que recuerda que la CNT cambiaba (y aún cambia) su dirección cada año, y también modificaba su ciudad de ubicación, de acuerdo con su carácter descentralizado y no jerárquico, o sea, como esa asociación en red y horizontal de los indignados.
De hecho, la respuesta más común a la pregunta qué nos ha legado el anarquismo de los años 30 a la España de 2016 es, en palabras del histórico anarquista Tomás Ibañez a este periódico, "los modos de debatir, de decidir, y de actuar que están basados en la democracia directa, en la horizontalidad, en el asamblearismo, en el respeto de las minorías, en la no delegación permanente y en la acción directa".
"El 15-M tuvo, sin duda, importantes connotaciones anarquistas. El hecho de que el único sujeto político legítimo fuese el colectivo ya situaba al movimiento en el corazón de los principios anarquistas"
El mero hecho de que el único sujeto político legítimo en el seno de las plazas fuese el colectivo que las ocupaba y que estaba implicado en la lucha, desautorizando cualquier instancia exterior, ya situaba el movimiento en el corazón de los principios anarquistas", relata Tomás Ibañez, autor de El anarquismo en movimiento, que apunta que también la formación catalana CUP tiene "algunas prácticas" que "presentan afinidades con los planteamientos anarquistas, por ejemplo, el asamblearismo, la horizontalidad, cierta propensión a la acción directa y un anticapitalismo radical".
No obstante, Ibañez también señala que "la dimensión nacionalista de la CUP" marca a su entender una "clara incompatibilidad" con el anarquismo.
Una educación sin deferencia de sexos
No obstante, reducir el legado del anarquismo al asamblearismo del 15M sería poco más que realizar una caricatura de lo que fue este movimiento en el pasado de España.
El profesor de Historia en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Pablo Sánchez León, recuerda que los postulados de Francesc Ferrer i Guàrdia con su Escuela Moderna (1901) "están por encima de lo que significa hoy la LOMCE del Partido Popular".
Montseny, como ministra de Sanidad, reguló la interrupción voluntario del embarazo y estableció 'liberatorios' para prostitutas
"Ferrer i Guàrdia arrancó la educación de las manos de la Iglesia.
Estableció que hombres y mujeres tenían que estudiar juntos ["que la humanidad masculina y femenina se compenetre, desde la infancia"] sin distinciones de clases sociales. Era un revolucionario.
Llevó a cabo una educación libre, racional y laica, integral e igualitaria en 1901", señala Sánchez León, que recuerda que en 1909, tras la rebelión antimilitarista de Barcelona que pasó a la historia con el nombre de la Semana Trágica, fue fusilado como chivo expiatorio. "Era un peligro público", resume.
Los anarquistas también desarrollaron una red de Ateneos libertarios. De hecho, uno de los fundadores de la CNT, Anselmo Lorenzo insistía en que lo primero que debían hacer los sindicatos de cada localidad era crear un Ateneo libertario.
Estos espacios fueron casi una Universidad popular para la clase obrera de todas las edades, donde fue adquiriendo la educación y la cultura que le había sido negada por el Estado español por su condición social.
Montseny también quiso acabar con la prostitución y creó los liberatorios, espacios donde las prostitutas entraban y salían libremente
Asimismo, el profesor Julián Casanova destaca que el anarquismo fue la"ideología política más vinculada con el feminismo desde el siglo XIX". "Defendían un feminismo muy moderno y aunque Federica Montsenynunca se declaró feminista, fue la primera mujer en ocupar un ministerio".
En este sentido, la Catedrática de Historia Contemporánea en la Universidad de Málaga, María Dolores Ramos, recuerda que el anarquismo tuvo muy claro desde el principio que la "revolución social no es posible sin la emancipación femenina", ya que "quedaría privada de su sentido igualitario y coja desde la perspectiva de clase".
"Montseny llevó a cabo reformas imprescindibles en el terreno higiénico y de salud público, medidas pioneras sobre prevención de la enfermedad, eugenesia, sexualidad, control de la natalidad, destacando el decreto de interrupción voluntario del embarazo.
En otro terreno, también quiso acabar con la prostitución y creó los liberatorios, espacios donde las prostitutas entraban y salían libremente, recibían instrucción y tratamiento médico, recuperaban autoestima y eran preparadas para incorporarse a la esfera laboral", resume María Dolores Ramos, flamante ganadora del premio Meridiana 2016 del Instituto Andaluz de la Mujer "por contribuir a situar a las mujeres en la Historia".
"Pretenden modificar la relación hombre/mujer y defienden el amor libre, por lo que se situaban en contra del matrimonio y de la familia, a la que consideraban el origen de la opresión"
En la lucha por la emancipación de la mujer fue especialmente importante la organización Mujeres libres, vinculada al sindicato CNT, que llegó a tener cerca de 20.000 afiliadas y que hizo especial hincapié en la preparación de la mujer para el mundo del trabajo ya que la independencia económica era una cuestión vital para la emancipación.
"Mujeres libres fue la primera organización a escala mundial en comenzar a plantear que había que terminar con la relación jerárquica que asumían las mujeres dentro de la pareja.
Pretenden modificar la relación hombre/mujer y defienden el amor libre, por lo que se situaban en contra del matrimonio y de la familia, a la que consideraban el origen de la opresión", señala a Público Pilar Arias, miembro de la junta directiva de la Fundación Andreu Nin.
Militantes Anarquistas de la CNT durante la Guerra Civil.
La violencia de los años 30
Frente a todas estas aportaciones, el anarquismo también tiene un pasado asociado a los magnicidios, al pistolerismo y a la acción directa contra el 'dominador'.
Eran otros tiempos. "Si el anarquismo en España se limitara a la violencia ejercida por algunos anarquistas o a la violencia que desplegaron durante la Guerra no hubiesen pasado a la historia.
Pero, evidentemente, la historia del anarquismo es importante porque arraigó en las masas y su importancia radica en lo que aportó al sindicalismo obrero, jornalero y a las luchas por la emancipación", señala el historiador Julián Casanova.
En el capítulo del terror anarquista es especialmente destacable el documental El honor de las injurias, realizado por el pintor Carlos García-Alix, que relata la trayectoria de un anarquista español, Felipe Sandoval.
"Este hombre es un criminal y un revolucionario. Si me preguntan mi opinión, fue un revolucionario.
¿Si cometió crímenes? Claro que sí. La mayoría por decisiones de su propia organización", señala García Alix durante el debate celebrado en el Teatro del Barrio.
"Pedirles a esta clase, con esta memoria de represión, de violencia, que cuando el 20 de julio de 1936 se hacen con armas se comporten de una manera cívica y educada es un disparate. Van a ir a ajustar las cuentas"
"La primera huelga general de Madrid se celebra en 1917. Estaba dirigida por el PSOE y UGT para derribar la monarquía.
Fue masiva. La organización obrera decide que la manifestación la encabecen mujeres y niños pensando que los soldados del rey no actuarán. Pero lo hicieron.Fue una matanza.
Se dio una masacre que fue censurada en la prensa. Cuando se ven algunas imágenes de aquello, se ve otro tipo de violencia: obreros famélicos, analfabetos e ignorantes.
Pedirles a esta clase, con esta memoria de represión, de violencia, que cuando el 20 de julio de 1936 se hacen con armas se comporten de una manera cívica y educada es un disparate. Van a ir a ajustar las cuentas. Y así ocurrió.
La izquierda tiene que reconocer esto y no abochornarse", reflexiona el artista Garcia-Alix en el citado encuentro.
Tras la derrota de la Guerra Civil, todo rastro anarquista fue borrado del mapa. Los pocos que sobrevivieron a 'la limpieza' fascista se tuvieron que esconder en montes y montañas, desde donde continuaron su lucha contra la dominación franquista e iban siendo eliminados uno a uno por un régimen mucho más fuerte, armado y con más hombres.
El exministro Joan Peiró fue capturado a España por la Gestapo y extraditado a España para su ejecución. Juan García Oliver murió en 1980 en el exilio mexicano. Juan López regresó a España en 1967, sin sufrir persecución, y murió en 1970, mientras que Federica Montseny regresó a España en 1977 y continuó con su activismo en pro de la CNT y del anarquismo.
Así terminaron los cuatro ministros anarquistas de la II República.
Quedan para el recuerdo los multitudinarios mitines de Federica Montseny en San Sebastián de los Reyes en 1977, cuando todavía no estaban legalizadas las organizaciones sindicales, o el que ofreció en Montjuic en el mismo año y cuya fotografía encabeza este artículo.
Estos mitines, además del éxito puntual de publicaciones culturales como la revista Ajo blanco hicieron pensar que podía haber un nuevo auge del anarquismo en el país, pero no fui así.
Además, el incendio provocado en la sala de fiestas Scala de Barcelona el 15 de enero de 1978, que causó la muerte de cuatro personas, y en el que se intentó inculpar a las organizaciones anarquistas CNT y FAI alejaron a las masas obreras del anarquismo, que volvía a quedar criminalizado..
"Somos herederos y continuadores de lo que fue aquella CNT"
La CNT actual, cuyo secretario general es Martín Paradelo, se reclama "heredera y continuadora" de la tradición anarcosindicalista.
Asume la violencia ejercida como "hechos que se dieron en un determinado momento histórico" y saca pecho por las grandes conquistas que los anarquistas trajeron a España.
Ahora, dice Paradelo, no se puede pensar como en los años 30 que es posible derrumbar el capitalismo y, por tanto, hay que trabajar "en la resistencia creando redes entre trabajadores y nuevas formas de vida".
"Pensar en una alternativa al capitalismo en Europa es ahora mismo imposible", dice.
Los anarquistas de hoy día han aprendido que "el valor de las luchas no depende tanto de las promesas que encierran sino que radica en su propio acontecer"
Paradelo explica que la CNT rechaza las elecciones sindicales y considera que "los modelos de representación lo que hacen en realidad es eliminar la capacidad de actuación autónoma de los trabajadores. Asimismo, desde el sindicato apoyan y desarrollan "grupos de consumo alternativos, redes de economía alternativa e intentan poner en desarrollo consejos económicos y consejos de economía alternativa".
¿Queda algo de aquel anarquismo en la actualidad? La pregunta parece pertinente viendo cómo ha cambiado España y Europa.
El histórico dirigente de la CNT Tomás Ibáñez considera que el anarquismo de hoy día tiene "semejanzas notables" pero que también difiere en otros aspectos para poder "entroncar con la realidad social en la que está insertado y luchar contra las formas actuales de la dominación".
Considera que los anarquistas de hoy día han aprendido que "el valor de las luchas no depende tanto de las promesas que encierran sino que radica en su propio acontecer, en sus características substantivas, y en lo que permiten crear en el presente".
"Lo que el anarquismo contemporáneo deja atrás es, entre otras cosas, unconjunto de ideas heredadas de la Ilustración, tales como la fe inquebrantable en el Progreso y el encumbramiento acrítico de La Razón.
Atrás queda también una concepción demasiado simplificadora del poder, unas prácticas de lucha ordenadas en torno a una desaparecida centralidad del trabajo, y un imaginario revolucionario construido en torno a la gran insurrección del trabajo", dice Ibáñez.
Si esto es lo que deja atrás, el anarquismo lega para el presente y el futuro su lucha por unas condiciones de trabajo dignas, por la socialización de los medios de producción, su tarea alfabetizadora de unas clases obreras depauperadas, su esfuerzo por llevar la cultura a todas las clases sociales y por impulsar el libre pensamiento de la mujer en la búsqueda por superar el patriarcado.
El extraño caso de la organización terrorista anarquista sin terroristas ni organización
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- julio 6º, 2017
Madrugada del 16 de diciembre de 2014.
Exactamente 5:30 a.m. Cientos de agentes de los Mossos d'Esquadra (alrededor de 500) se despliegan en 14 locales y casas de Barcelona, Manresa y Sabadell.
Los registros también llegan a un domicilio de Madrid.
La operación está dirigida por la División de Información de los Mossos y está coordinada por la Audiencia Nacional.
Once personas son detenidas y siete de ellas entran rápidamente en prisión incondicional. Los cargos son durísimos.
El magistrado de la Audiencia Nacional Gómez Bérmudez les atribuye la comisión de delitos de constitución, promoción, dirección y pertenencia a organización terrorista en relación con delitos de tenencia y depósito de sustancias o aparatos explosivos y daños y estragos con finalidad terrorista.
La nota de prensa que los Mossos d'Esquadra remiten a los medios hablan de la desarticulación de "una organización terrorista de cariz anarquista a la que se le atribuyen varios atentados con artefactos explosivos”.
33 personas fueron detenidas en apenas un año acusadas, en su mayoría, de participar de uno u otro modo en una presunta organización terrorista anarquista
Se trata de la primera operación a gran escala contra este presunto terrorismo anarquista implantado en España.
Después vendrá laOperación Piñata, en la que serán detenidas 15 personas y cinco entrarán en prisión; y la Operación Pandora II, en la que serán detenidas otras nueve personas.
Los cargos y la base de la acusación son prácticamente idénticos: pertenencia a organización terrorista, daños y tenencia ilícita de armas para uso terrorista.
En total, 33 personas fueron detenidas y 12 encarceladas en apenas un año acusadas, en su mayoría, de participar de uno u otro modo en una presunta organización terrorista a la que se acusa de ser el brazo operativo en España de la FAI-FRI (Federación Anarquista Informal-Frente Revolucionario Internacional) y actuar bajo el nombre de Grupos Anarquistas Coordinados (G.A.C.).
Esta organización terrorista tendría, según describe el auto de laOperación Piñata que envía a prisión a cinco personas, unos 17 miembros activos aunque habría muchos más en su órbita y sería una especie decoordinadora de células terroristas que habrían actuado ya en explosiones como las que tuvieron lugar en la catedral de la Almudena de Madrid y en la basílica del Pilar (Zaragoza) en 2013.
Agentes de la Policía Nacional entran en un edificio para detener a un grupo de anarquistas. POLICÍA NACIONAL. EFE Madrid
Estas células -describe el auto- estudiaron "ejecutar un acto delictivo con finalidad terrorista en las fechas próximas al Acto de Coronación de Felipe VI.
Asimismo, se señala que estas organizaciones están movidas por "motivos puramente ideológicos" y pueden "atacar todo lo que representa al Estado español, así como a símbolos religiosos o financieros (empresas, entidades bancarias), y con ello, ejecutar los hechos con el afán de subvertir el orden constitucional instaurado en España".
Una clara muestra de ello, dice el auto, es la lectura de la obra Contra la democracia.
En noviembre de 2015, además, llegará otra operación relacionada con las dos anteriores.
Arrestan en Madrid a seis jóvenes acusados de formar un peculiar grupo terrorista anarquista y vegano, que rechazaba las drogas y el alcohol, llamado Straight Edge.
Uno de los jóvenes, de hecho, pasó hasta 14 meses en prisión de máxima seguridad con la acusación de haber participado en la quema de cajeros.
Estas células -describe el auto- estudiaron "ejecutar un acto delictivo con finalidad terrorista en las fechas próximas al Acto de Coronación de Felipe VI"
Las operaciones policiales ponían fin a una larga lista de advertencias de las autoridades. Apenas unos meses antes, algunos de los principales responsables del país en materia de seguridad advertían de los peligros del anarquismo.
El que era director general de la Policía, Ignacio Cosidó, anunciaba que "el terrorismo anarquista se había implantado en España" y que había "riesgo de atentados", mientras que el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, culpaba a los anarquistas de los disturbios de Gamonal. Incluso el diario El País publicó por aquellos tiempos unos informes policiales que señalaban que "el terrorismo ácrata" había copiado (aunque "a otro nivel") la forma de actuar y organizarse de Al Qaeda.
El diario de Prisa, de hecho, tituló la información así: El terrorismo anarquista copia a Al Qaeda.
El auto habla de "posibles ilícitos penales relacionados con el tráfico desustancias estupefacientes o psicotrópicas"; sabotajes bancarios o de la colocación de explosivos en templos religiosos con la finalidad de alterar gravemente la paz pública.
La alarma policial se dejó ver en los medios de comunicación.
La palabra anarquismo se situó entre las principales noticias del día cada vez que hubo novedades en los casos y siempre asociada a la idea de violencia y terrorismo.
Ningún condenado
Dos años y medio después del inicio de estas operaciones, absolutamenteninguno de los acusados e investigados ha sido condenado por estas acusaciones.
Muy al contrario, la Audiencia Nacional ha dado serios varapalos a las operaciones y a las tesis policiales.
En junio de 2016 fuesobreseída la Operación Pandora II y hace apenas una semana sucedió lo propio Pandora I.
En los dos autos se especificaba que "pese al tiempo transcurrido no se han averiguado hechos nuevos que puedan ser estimados como indicios suficientes".
Asimismo, la última persona encarcelada por la Operación Piñata, por la que entraron en la cárcel 11 activistas anarquistas, fue liberada en mayo de 2015.
El auto de puesta en libertad, además, fue muy duro con las medidas de prisión provisional decretadas anteriormente.
Así, el documento critica que la decisión de encarcelar a cinco de los detenidos se realizó sin reflejar en el texto "indicios racionales de la comisión de una acción delictiva" ni "la "comisión de acciones terroristas de ningún tipo, y en concreto con el GAC, no constando esos supuestos ataques indiscriminados ni se ha producido una situación de grave alteración".
La última persona encarcelada por la Operación Piñata, por la que entraron en la cárcel 11 activistas anarquistas, fue liberada en mayo de 2015
El auto además resaltaba que ninguno de estos presuntos ataques, además, había imposibilitado la normal convivencia de los ciudadanos ni había provocado una grave alteración de la paz pública.
"La escasa intensidad de los hechos atribuidos por la Policía impide hablar de laexistencia de una organización terrorista ya que no existe un grupo coordinado, jerarquizado y estructurado; ni las acciones que se les atribuyen tienen finalidad terrorista, sino que, normalmente, suelen responder a protestas concretas", queda reflejado en el documento.
Por otro lado, no deja de ser curioso que el manual Contra la democracia, descrito en los autos prácticamente como un manual terrorista, no dice nada de nada relacionado con el terrorismo.
"El texto contiene la palabra “violencia” 9 veces y en ninguna de ellas haciendo un llamamiento expreso a la misma sino que reflexiona sobre la violencia del Estado o la no-violencia del ciudadano medio o para reflexionar si existiría violencia o no en caso de desaparecer los ejércitos del mundo.
La palabra “armada” aparece 3 veces: una para referirse a la Armada Invencible, otra para los zapatistas y otra sobre “la época en que había más lucha armada”.
En ningún momento se refieren a acciones violentas o lucha armada. “Sabotaje” no aparece ni una sola vez", señala el abogado Daniel Amelang.
Asimismo, el auto también ataca la presunta integración de estas personas en una organización terrorista.
"La vinculación que se lleva a cabo de estos grupos es absolutamente gratuita. (...)
No se ha acreditado la existencia de tales grupos (GAC) y mucho menos la pertenencia a los mismos del ahora recurrente.
Sus actividades eran absolutamente legales y no tenía nada que ocultar, como lo demuestra el hecho de que conocía que eran objeto de investigación policial", prosigue.
Los Mossos d'Esquadra detienen a varios anarquistas acusados de terrorismo.- EFE
Una película de ficción con el GAC
¿Pero cómo es posible que hayan pasado por prisión cautelar sin fianza varias personas acusadas de terrorismo y que la Justicia no haya encontrada nada contra ellas?
¿Qué buscaba la Policía?
La tesis policial consiste en que los G.A.C. son la rama española de FAI-FRI, organización que sí que está reconocida como terrorista por las autoridades europeas, y que diferentes grupos anarquistas del Estado español sin una relación formal entre sí, sin conocerse, sin adiestramiento previo de ningún tipo, aprendiendo cada uno por su cuenta, sin consignas y sin jerarquías integran esta organización siendo todos ellos responsables de las acciones de los otros.
Las operaciones policiales contra el anarquismo nacen en el año 2013 tras la explosión de dos artefactos pirotécnicos en La Almudena y la basílica del Pilar
¿Cómo comenzó esta historia? Las operaciones policiales contra el anarquismo nacen en el año 2013 tras la explosión de dos artefactos pirotécnicos en La Almudena y la basílica del Pilar.
Los dos ataques fueron reivindicados por el autodenominado Comando Insurrecionalista Mateo Morral y dos ciudadanos chilenos fueron detenidos como responsables de estos hechos: Franscisco Javier Solar y Mónica Andrea Caballero.
A partir de ahí, la Policía comienza una labor de seguimiento de las personas que los visitan en prisión y con los que han podido mantener lazos o compartir información.
La tesis es que este Comando Insurrecionalista Mateo Morral junto con el resto de organizaciones o colectivos anarquistas con los que tienen relación forman parte de una misma organización terrorista que tiene como fin la "subversión del orden constitucional". La única prueba es que sus miembros mantenían relación entre ellos, establecían contactos y, de vez en cuando, realizaban acciones conjuntas.
La Audiencia Nacional dicta el fin
La película de ficción de los servicios de inteligencia de la Policía duró hasta que la Audiencia Nacional, en una sentencia ratificada por el Supremo, condenó a los dos ciudadanos chilenos en marzo de 2016 por sendos delitos de lesiones terroristas y daños terroristas, pero los absolvió del delito de integración en banda armada.
La Justicia estableció que la descripción que la Policía hacía de los GAC y de los FAI/FRI no encajaba en ni uno solo de los requisitos establecidos en el Código Penal español para que alguien sea condenado porintegración en organización terrorista ni para que la organización descrita, los GAC, pueda ser considerada como terrorista.
"Una organización horizontal no es una organización", establece la sentencia de la Audiencia Nacional
"Si se considerase a la FAI/FRI-GAC organizaciones terroristas, serían tan defectuosas, incapaces y objetivamente disfuncionales que ni siquiera tendrían relevancia penal.
Y es que una organización horizontal no es una organización", establece la sentencia de la Audiencia Nacional, que también recrimina que "no se ha practicado prueba alguna tendente a acreditar que los procesados (...) estuvieran integrados en alguno de los llamados grupos de afinidad de FAI/FRI-GAC", dicta la sentencia.
Con esta sentencia, los cargos contra los anarquistas comienzan a diluirse cual azucarillo en vaso de agua. Los acusados van saliendo de prisión y las operaciones Pandora I y Pandora II ya han sido cerradas. Los que ayer eran una amenaza real para el terrorismo en España, hoy están en la calle.
Francisco Solar y Mónica Caballero, acusados de colocar un artefacto explosivo en la Basílica del Pilar de Zaragoza en octubre de 2013. EFE
¿Pero cómo es posible?
Fuentes de la Audiencia Nacional, consultadas por Público, sobre esta sentencia explican de la siguiente manera las razones por las que pudo ocurrir el extraño caso de una organización terrorista sin organización ni terroristas:
"Hay varias causas explicativas.
Una, las categorías imprecisas de la ley que propician la intervención anticipada y sin actos, basta la personalidad o peligrosidad de los sospechosos.
Dos, la existencia de aparatos burocráticos entrenados en la persecución de delitos de terrorismo local o doméstico, el de ETA, que se han quedado inactivos.
Tres, la voluntad de presencia de esos aparatos.
Cuatro, el carácter paranoicos propio de los investigadores, que les lleva a construir una realidad desde prejuicios o conjeturas de partida: existe el anarquismo con tendencia a la práctica del terror".
El abogado Eduardo Gómez Cuadrado, que defendió a parte de los acusados de la Operación Piñata, ofrece una explicación alternativa:
"No parece baladí que esta 'causa general' contra el movimiento anarquista haya comenzado su andadura tras unas elecciones europeas que quebraron el bipartidismo y continúe a escasos meses de un nuevo periodo electoral que parece acentuar esa tendencia.
Tampoco parece descabellado pensar que se hayan decidió rescatar el viejo fantasma del 'terrorismo anarquista' en un ciclo político como el que estamos viviendo en un Estado español que viene marcado en los últimos cuatro años por un rechazo frontal a la "cultura de la Transición", un cuestionamiento radical de las estructuras políticas tradicionales y de una constatación incuestionable de que vivimos desde hace décadas, si no en un Estado fallido, si al menos en uno útil sólo para una minoría instalada en la corruptocracia".
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