viernes, 3 de marzo de 2017

La falsedad de las noticias: atentados y agresiones que nunca sucedieron


La falsedad de las noticias: atentados 

y agresiones que nunca sucedieron


En el mundo de la intolerancia, no importan las historias falsas ('fake news') cuando discutes de gentes que aparecen como criminales sólo por el hecho de existir


Le venía como anillo al dedo a la prensa contraria a la inmigración: un hombre enloquecido que viste un chaleco de suicida “repleto de gasolina y pólvora” entra en un supermercado de una pequeña ciudad del noroeste de España, lanza gritos de “¡Alaju Akbar!” y abre fuego. 

Afortunadamente, nadie resulta muerto, pero los clientes huyen despavoridos. 

La noticia aparece en un diario local, la recoge rápidamente un surtido de medios de los EEUU y el Reino Unido y se comparte ampliamente en Twitter y Facebook. Y figuras antimusulmanas afirman, mientras mueven la cabeza con sabia desaprobación, que el ataque simboliza todo lo malo del Islam.

Hay un pequeño problema: que no sucedió.

Sí, hubo un hombre que entró en un supermercado de la ciudad de Ourense y disparó varias veces. Ahí es, sin embargo, donde terminan los hechos y empieza la fantasía. ¿Chaleco de suicida? No lo había. ¿Disparos contra los clientes? No, le acertó a unas botellas. ¿Un lunático enloquecido desmandado? 

En un momento dado puede verse en la grabación de videovigilancia que el hombre se sienta y se come un plátano. ¿Estaba la ciudad conmocionada? No. ¿Y qué pasó con los gritos de “Alaju Akbar”? 

Se informa luego de que se trataba en realidad de un hombre procedente del País Vasco “con las facultades mentales perturbadas”, y de que alguien confundió con el árabe las palabras que pronunció en euskara (la lengua vasca).

Dice mucho de la naturaleza de la intolerancia que hechos inventados tales como los que no tuvieron lugar en Ourense sean recogidos tan rápida y acríticamente por ciertos elementos de la prensa, y que eso se haga sin la más mínima preocupación por las consecuencias personales y materiales de su publicación.

Nunca levantó el vuelo la hoy infame afirmación de Kellyanne Conway [jefa de campaña y ahora consejera presidencial de Donald Trump] de que eran responsables refugiados musulmanes de la “matanza de Bowling Green”, que jamás se produjo, pero su salvaje indiferencia a las calumnias contra todos los refugiados musulmanes como terroristas potenciales – incluso probables – nos proporciona una clara indicación de que las mentiras están destinadas a contaminar el agua potable humanitaria de nuestra democracia.

Si le mentira cuela, estupendo. Y si no cuela, no perdemos nada. La cuestión es añadir siempre otra capa retórica de duda y sospecha al sedimento de nuestra intolerancia nacional. ¿Que no hubo matanza en Bowling Green? 

Bueno, vale, pero podía haberla habido, y habría sido un musulmán el que la llevara a cabo. En el mundo flexible del fanatismo, podemos condenar a la gente hasta por crímenes que se cometen en nuestra cabeza. 

[Y en esto no se distinguen Demócratas de Republicanos, desde 'CNN' hasta 'Wall Street Journal'. La publicitada "amenaza terrorista" nunca gozó de tan buena salud como durante el régimen de Obama, a pesar de que apoyaban al terrorismo en Siria].

La cuestión clave es que la economía política de las noticias contra los inmigrantes, islamófobas, es tal que la invención de historias que implican a musulmanes vale la pena: los que inician los rumores (cualesquiera que sean sus razones) saben que se trata de titulares para gente receptiva a calumniar a todo un grupo religioso. 

Los medios, a su vez, están dispuestos a publicar material cuestionable, porque es carnaza para una gran parte de su público. Vende. Las disculpas posteriores, cuando se dan, no tienen importancia.

En una de las noticias más asombrosas publicadas en 2016, el diario sensacionalista alemán Bild afirmó que en [la] Nochevieja [de 2015] en Frankfurt, un ingente grupo de varones musulmanes ebrios, la mayoría de ellos refugiados, habían formado una “masa sexual alborotadora” que agredió a docenas de mujeres. La noticia contenía descripciones de los “testigos” y hasta entrevistas con las pretendidas víctimas. Naturalmente, se recogió internacionalmente y se difundió por medio de las redes sociales.

Una semana más tarde, sin embargo, la policía de Frankfurt declaró que la historia era completamente falsa: no se habían denunciado tales agresiones sexuales, la “víctima” en cuestión ni siquiera estaba en Frankfurt en ese momento, y se estaba investigando a dos individuos por iniciar los falsos rumores y despilfarrar recursos de la policía.

Bild es el periódico de mayor venta en Europa, con una circulación de cerca de tres millones de ejemplares diarios, pero ha sido objeto de ataques en Alemania por parte de otras cabeceras por atizar el fuego contra los inmigrantes y los musulmanes. 

Cuando la policía anunció que el incidente de Frankfurt era falso, Bild publicó [muy a posteriori] una disculpa y afirmó que la historia “no cumplía en modo alguno los baremos periodísticos” del diario. Pero lo cierto sigue siendo que se publicó y reprodujo globalmente, y ningún cúmulo de retractaciones, excusas o disculpas de las cabeceras que la publicaron remediará el daño causado.

El pervertido poder del fanatismo se cifra en que, una vez firmemente afianzado, los hechos y la lógica hacen poca mella en su armadura. Incluso mentiras desvergonzadas como la matanza de Bowling Green en boca de Kellyanne Conway, se pueden acabar explicando como errores comprensibles. 

Al fin y al cabo, es “probable” que aquellos a los que convertimos en estereotipos hagan cosas malas, y así la sospecha no sólo es lógica, es patriótica.

Es la misma lógica que permite a la gente en los EEUU ver que los agentes de policía disparan por la espalda a sospechosos negros desarmados y decir: “

Sí, pero ¿por qué, para empezar, le paró la policía?"

De manera que si observamos el entorno social, político y mediático en el que Donald Trump ha tratado de prohibir que muchos musulmanes entren en los EEUU, pensemos por un momento en los atentados musulmanes que nunca tuvieron lugar y en la cobertura mediática garantizada que siempre han recibido. 

En el mundo de la intolerancia, no importan las historias falsas cuando discutes de gentes que aparecen como criminales sólo por el hecho de existir. La vida y la política se vuelven muy sencillas.

profesor de estudios de periodismo en la Universidad de Estocolmo. Su trabajo se centra en la relación entre tecnología, periodismo y poder político.

The Guardian. Traducción: Lucas Antón para Sinpermiso. Revisada por La Haine

Fuente: SIN PERMISO

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro