Primeramente, una dosis de realidad:
«La economía mundial no está creando justicia social, ni acabando con la pobreza extrema ni estrechando la brecha de la desigualdad».
Jeffrey Sachs, director de UN Sustainable Development Solutions Network y asesor del nuevo Secretario General de Naciones Unidas, ha empezado por reconocer el (duro) diagnóstico de nuestro modelo de desarrollo antes de profundizar en las soluciones que debemos adoptar para asegurar un futuro sostenible.
Lo ha hecho durante una conferencia celebrada en la Universidad Complutense de Madrid, de la mano de REDS (Red Española para el Desarrollo Sostenible).
«Un dato: la producción mundial supone unos 125 billones de dólares, esto es, unos 17.000 dólares de media por persona al año. Pero si hemos llegado a esos niveles de riqueza es porque millones de personas viven en la pobreza».
Sus palabras han resonado con determinación en las paredes de un auditorio abarrotado de estudiantes.
«Tenemos que reorientar el sistema económico, de lo local a lo global, atendiendo siempre al bienestar de las personas.
Ese es el punto de partida, y no la propiedad privada.
La propiedad privada no debe entrar en conflicto con las necesidades humanas».
«El crecimiento debe ser justo e inclusivo: acabar con las desigualdades, con el hambre, con la discriminación a minorías y con las viejas barreras de género», ha continuado el economista. «Para ello, y para afrontar los muchos intereses creados, es necesario el compromiso de gobiernos, empresas y universidades, con ayuda de las nuevas tecnologías».
Sachs acaba de publicar el libro Construyendo la economía americana, en el que plantea una economía inteligente, baja en carbono, que luche contra la desigualdad y que a la vez haga frente a las crisis medioambientales.
Una aspiración que se topa con dificultades en países como el suyo, Estados Unidos, donde se confrontan «una vieja guardia representada por Trump y las empresas petrolíferas, y los promotores de la sostenibilidad».
«Trump es un demagogo. Es psicológicamente inestable.
Vive en el pasado, no tiene ni idea de las necesidades actuales.
Con él hemos vuelto a una política del siglo XX. Sin embargo, tiene un apoyo minoritario en este sentido», opina Sachs, que no considera una amenaza al nuevo inquilino de la Casa Blanca de cara a la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
«La Agenda 2030 es el reflejo de una necesidad urgente y, al mismo tiempo, una oportunidad. Su cumplimiento es un reto de toda nuestra generación».
«Estamos viendo los efectos del cambio climático provocado por el hombre, y son solo una primicia de lo que puede pasar», ha advertido el experto.
«Somos 7.000 millones de habitantes en el mundo apropiándonos de la mitad de la superficie de la biosfera, usando volúmenes ingentes de materias primas, empujando a animales y plantas a la extinción y conduciéndonos al borde de la catástrofe medioambiental.
Tenemos la capacidad de autodestruirnos. Si no cambiamos nuestro modelo de desarrollo, no lograremos impedir el desastre».
El economista será entrevistado por Teresa Ribera, co-presidenta de REDS y ex secretaria de Estado de Cambio Climático, para el próximo número en papel de Ethic.
No hay comentarios:
Publicar un comentario