Por Geohabitar
Si eres de las personas que piensan que la alimentación es importante para tener buena salud, entonces es importante que sepas que no sólo hay que fijarse en la calidad de los alimentos que compres sino también en cómo los cocinas.
Algunos estudios sugieren que utilizar el microondas para calentar los alimentos puede ser más nocivo que beneficioso para la salud.
La historia detrás del horno microondas
La Segunda Guerra Mundial coincide con el ‘invento’ del horno microondas.
Primero, fueron los militares que operaban los radares los que se dieron cuenta que en el haz de la radiación del radar se podían “cocer alimentos”. En efecto, el magnetrón utilizado en los radares es el que se utiliza en el horno microondas.
Percy Spencer
Según algunos[1], el invento del horno microondas como tal, fue hecho por los alemanes quienes, en 1941, lo utilizaban para calentar la comida de sus tropas durante la invasión soviética.
Para otros, el invento del horno microondas se atribuye a Percy Spencer, en 1946, un ingeniero de la empresa Raytheon que fue quien puso en una caja metálica un magnetrón a fin de cocinar alimentos. Luego de patentar este descubrimiento, se empezó a comercializar el horno de microondas.
Los primeros hornos eran pesados y caros[2], pero rápidamente mejoraron, para que este aparato entre en los hogares norteamericanos y europeos, antes de invadir el mundo entero.
Funcionamiento del horno microondas
Como su nombre lo indica, un horno microondas funciona en la frecuencia de las microondas, mas específicamente en la banda de los 2,45 GigaHertz (longitud de onda de 12cm).
Las microondas son generadas por un magnetrón y rebotan dentro del horno hasta ser absorbidas por la comida que está dentro del horno.
Dado que las moléculas de agua son bipolares, cambian rápidamente dentro del campo eléctrico alterno (2.450.000 de veces por segundo), creando un efecto térmico (por roces intensivos y consecutivos), calentando la comida.
Esta es la diferencia con otros métodos de cocción que calientan los alimentos por convección.
Se cree que, además del efecto térmico producido, se crea un efecto atérmico (al igual que con los teléfonos celulares) y este efecto es el que sería más nocivo que el anterior.
En todo caso, las microondas producidas por el horno pertenecen a las radiaciones no ionizantes que si bien no pueden romper los átomos pueden causar alteraciones físicas, como se verá más adelante.
Y porque una imagen vale por mil palabras, aquí tienes la explicación del funcionamiento del horno microondas en video.
Estudios realizados
Los primeros estudios realizados por los rusos sobre la seguridad del uso del horno de microondas hicieron que en 1976 se prohibiera el uso de ese tipo de hornos en Rusia, prohibición que fue levantada, a principios de los 90, después de la Perestroiska.
Estos son algunos de los hallazgos sobre la comida cocinada en horno de microondas[3]:
* Los alimentos calentados en horno de microondas pierden entre el 60-90% de su valor nutricional y también acelera su desintegración estructural,
* Calentar leche y cereales dentro del microondas convierte algunos de los aminoácidos en agentes cancerígenos,
* Calentar en el microondas altera la química de los alimentos que puede conducir a un disfuncionamiento del sistema linfático y a la degeneración de la capacidad del cuerpo de protegerse contra tumores cancerosos,
* Cocinar carnes en el microondas causa la formación de agentes cancerígenos (d-Nitrosodienthanolamines),
* Calentar en el microondas altera la composición de sustancias creando radicales libres,
* Calentar alimentos en microondas baja la biodisponibilidad de las vitaminas del complejo B[4], vitaminas C y E, minerales esenciales y lipotropicos (sustancias que impiden la acumulación anormal de grasas), entre otros…
Cocina al microondas versus cocina al vapor
Un estudio publicado en la Revista Journal of the Science of Food and Agriculture, en el 2003, publicó un artículo comparativo sobre la cocción del brócoli en el horno microondas versus al vapor y demostró que el brócoli cocido con poca agua en el horno microondas pierde hasta el 97% de sus antioxidantes beneficiosos, mientras que el brócoli cocido con poca agua al vapor pierde el 11% de sus antioxidantes beneficiosos.
Otras razones por las cuales no es seguro utilizar un microondas
El calentamiento “desigual”
A lo mejor, te has fijado que algunas comidas calentadas en el horno microondas no tienen la misma temperatura en todas partes.
Esto se llama el efecto desigual de cocción y se debe a que no todas las comidas son homogéneas, así aquellas zonas que contienen más agua se sobrecalientan con respecto a aquellas zonas con menos agua.
Plástico y microondas
No todos los envases de plásticos en los que se calienta la comida son iguales, por ejemplo, aquellos plásticos que contienen BPA (Bisphenol A), filtran su toxicidad a la comida que se calienta en ellos.
Calentar en un horno microondas alimentos grasos en un recipiente de plástico conduce a la liberación de dioxinas y otras toxinas en los alimentos que ingerimos.
Fuga de radiaciones del horno
Es importante que el horno esté correctamente sellado para que las microondas no se escapen del mismo mientras está en funcionamiento.
Una manera fácil de saber que tan bien sellado está tu horno microondas consiste en desenchufar el aparato, tomar dos teléfonos celulares, poner uno de ellos dentro del horno, cerrar la puerta e intentar llamarlo.
Si el teléfono encerrado dentro del microonda suena, significa que las ondas electromagnéticas pasan al interior, o sea que el horno no está bien sellado.
Si el teléfono encerrado no logra recibir la llamada: las ondas no penetran al interior del horno (este está bien sellado).
En todo caso, vale la precaución y alejarse del horno mientras está en uso[5].
Alternativas al horno microondas
Existen alternativas para cocinar sin recurrir al horno microondas, claro que si estás muy acostumbrado a utilizar el tuyo, el cambio puede resultar algo difícil al principio.
Entre las opciones que tienes a tu alcance, está el tradicional horno eléctrico o el horno a gas.
Claro que el tiempo de cocción será muy distinto al que acostumbras. Por ello, el cambio requiere algún esfuerzo inicial, y cambiar la rutina y la organización de tus comidas.
Existen también nuevos hornos al vapor que permiten cocinar rápidamente, conservando el valor nutritivo de los alimentos.
La otra opción son ollas al vapor.
A modo de conclusión
Los humanos son los únicos seres en el planeta que destruyen el valor nutricional de su alimento antes de comerlo. En efecto, los hombres son los únicos que toman un alimento perfectamente sano, lleno de vitaminas y nutrientes, y lo irradian en un horno microondas matando todo su lado nutritivo.
El microondas permite no solamente consumir más alimentos que favorecen la obesidad, sino también que mata una gran mayoria de componentes nutricionales de estos alimentos, dejando a los consumidores en un estado paradójico de sobre-alimentación y malnutrición.
En otras palabras, las personas consumen demasiadas calorías, pero pocos nutrientes. Es hora de recuperar la salud adoptando un modo de cocción más adaptado a nuestro sistema digestivo.
Fuente:
Un experimento realizado en EEUU, en el 2014, sobre el crecimiento de unas plantas de tomates regadas con diferentes aguas (entre ellas un agua calentada por horno microondas y luego enfriada).
[1] http://zapatista44.blogspot.fr/2011/05/nazis-invented-microwave-oven.html
[2] El primer horno se comercializó con el nombre de Radarange.
[3] Blaszczak, Gralik, Klockiewicz-Kaminska, Formal Warlchalewski, “Effect of gamma-raidation and microwave heating on endosperm microstructure in relation to some technological properties of wheat grain”, 2002, Polonia.
Blaszczak, Sadowska, Fornal, Vacek, Flis, Zagorski-Ostoja, “Influence of cooking and microwave heating on microstructure and mechanical properties of transgenic potatoes”, 2004, Polonia.
Doliniska, Warchalewski, Gralik, Jankowski, “Effect of gamma-radiation and microwave heating of wheat grain on some starch properties in irradiated grain as well as in grain of the next generation crops”, 2004, Polonia.
Lares, Perez, “Determination of the mineral fraction and rheological properties of microwave modified starch from Canada edulis”, 2006, Venezuela.
Song, Milner, “The influence on the anticancer properties of garlic”, 2001, EEUU.
Echarte, Ansorena, Astiasaran, “Consequence of microwave heating and frying on the lipid fraction of chicken and beef patties”, 2003, España.
Herzallah, Humeid, Alismail, “Effect of heating and processing methods of milk and dairy products on conjugated linoleic acid and trans fatty acid isomer”, 2005, Jordania.
Can, Yang, Rubinstein, Lewiston, Sunshine, Stevenson, Kerner, “Effects of microwave radiation on anti-infective factors in human milk”, 1992, EEUU.
[4] Esta conclusión es apoyada por el estudio japonés de 1998 por Watanabe acerca de la vitamina B12 en la leche. [http://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/jf970670x]
[5] La Dra. Havas recomienda no estar cerca del horno de microondas mientras calienta la comida.
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