lunes, 14 de noviembre de 2016

Lo sucedido en EEUU no fue una sorpresa para aquellos que no se tragan las mentiras diarias de los grandes medios

El Neoliberalismo de la financierización y el rechazo a Hillary

Juan Luis Berterretche
El resultado electoral en EEUU no fue sorpresivo para aquellos que no se tragan las mentiras cotidianas de los grandes medios

Cuyo vaticinio era un triunfo aplastante de Hillary. 

Se trata de un rudo golpe al establishment. En especial a sus dos pilares principales: Wall Street y corporaciones de la industria armamentista. Hillary era la candidata de esos dos grupos empresariales que la taparon de dólares en su campaña. 

Pero lejos de prever que el surgimiento de Bernie Sanders era una alerta al establishment, descartaron el descontento social como participante electoral y les explotó la máquina clintonita en las manos. En esta nota sobre las consecuencias de la financierización, expondremos algunos síntomas estadísticos que muestran el desmoronamiento de Estados Unidos y sus adeptas economías avanzadas. 

El resultdo electoral se trata más de un gran rechazo al establishment que el triunfo electoral de un millonario fascista. Y el voto descontento fue una forma implícita de votar contra la financierización de la economía y sus múltiples daños sociales.


"Como fuerza de progreso, el capitalismo tocó techo, y su famosa 'destrucción creativa' se ha convertido ya en una creatividad a tal punto destructiva, que pone en serio peligro a la población mundial y al propio planeta."
John Bellamy Foster
Monthly Review, 28 octubre 2008

En abril de 2008, es decir en el meollo de la crisis económica financiera mundial Bellamy Foster lanzó en Monthly Review: The Financialization of Capital and the Crisis, con certera caracterización de lo que estaba ocurriendo en la economía mundial y luego lo sintetizó en una nota de Monthly Review de octubre del mismo año:

"La insolvencia se está propagando por toda la economía, de los consumidores hasta los bancos, de éstos a las empresas no financieras, y de éstas, de nuevo al consumidor, cerrando un círculo vicioso. 

El hecho de que en las décadas recientes la economía haya sido impulsada mayormente por la financierización contribuye a agravar mucho el problema."...

"Es claro que estamos en medio de una de las mayores crisis en la historia del capitalismo. Lo que está pasando, más que un mero pánico financiero, es la mayor devaluación de capital, con dimensiones que todavía son indeterminadas. Marx explicó ya que, inexorablemente, el capital se sobredimensiona en un boom, y que en la crisis resultante una parte del capital se desvaloriza, permitiendo que el resto vuelva al circuito de la rentabilidad y al proceso de acumulación y expansión."

Pero esto acontecía en el liberalismo clásico, en el actual proceso de financierización de la economía, lo que resta de la desvalorización del capital luego de la crisis no retorna al proceso de producción, de acumulación y nueva expansión, sino que se encamina con nuevo impulso a la especulación financiera. 

Es lo que nos dice Bellamy Foster:

"Sin embargo, hasta cierto punto estamos ahora en 'terra incognita': se trata de una fase del capital monopolista financiero que en muchos aspectos no tiene precedentes"..."Nuestra experiencia en la segunda mitad del siglo pasado ha demostrado que el capitalismo, en su centro, sólo es capaz de evitar el estancamiento mediante grandes gastos militares y, cuando esos gastos fueran probadamente insuficientes, mediante una enorme inflación de valores de los activos y de especulación, esto es, mediante la financiarización."

Se desploma la productividad del trabajo en el G7

"La capacidad productiva del trabajo depende de una serie de factores, entre los cuales se cuentan el grado medio de destreza del obrero, el nivel de progreso de la ciencia y de sus aplicaciones, la organización social del proceso de producción, el volumen y la eficacia de los medios de producción y las condiciones naturales" (Karl Marx).

En los últimos 250 años el "progreso humano" medido a partir de la capacidad productiva del trabajo según la definición de Marx citada, tuvo un crecimiento espectacular expresándose en un incremento constante de las fuerzas productivas. 

Tanto el crecimiento de los bienes y servicios, los avances socio-demográficos, niveles educacionales y de renta aumentaron en la gran mayoría de los países. 

La esperanza de vida al nacer de la población mundial que estaba en torno de 25 años en el último cuarto del siglo XVIII, pasó los 70 años en el año 2000. 

Pero esto es sólo parte de la historia. Todos estos avances tuvieron un costo enorme en términos de bienes naturales y de destrucción del planeta. Problemas que para el Capital nunca fueron una preocupación primordial.

Pero además los economistas Martin Neil Baily y Nicholas Montalbano de The Brookings Institution en setiembre de 2016, partiendo del convencimiento de que la productividad del trabajo humano es el factor más importante de las posibilidades de aumento del nivel de vida a largo plazo, nos muestran que hubo una gran reducción de la productividad en los países del G-7 entre 1973 y 2013, que se caracterizaban por ser países ricos y desenvueltos tecnológicamente con alta intensidad de capital físico y capital humano.

En el período de dos décadas, posterior a la segunda guerra mundial, etapa caracterizada por la alianza entre el "fordismo" y el "keynesianismo", la productividad del trabajo estuvo en los países del G-7 en torno del 3%. -alcanzando casi el 5% en Japón y superando el 4,5% en Francia. 

Pero inmediatamente luego de la crisis del petróleo en 1973 se inició una caída de la productividad del trabajo en dichos países que continúa hasta la fecha. Podemos apreciar en el gráfico un repunte en Japón en mediados de la década del 80 que es posible atribuirlo al "toyotismo" y su intensificación de la explotación del trabajo. 

Y en fines de la década del 90 una leve recuperación en EEUU y Canadá que los economistas atribuyen al avance de los computadores personales e Internet. 

Pero a partir de 2004, a pesar de los avances tecnológicos, la productividad del trabajo volvió a caer. 

El economista neo-clásico estadounidense Robert Solow nos señala esta situación afirman do que: "se puede apreciar la presencia de los computadores en todos los lugares, excepto en las estadísticas de productividad".

Los economistas burgueses tratando de explicar esta caída de la productividad del trabajo en muchos casos manejan "consecuencias" como "causas". 

Algo tan evidente como la fecha de inicio del desmoronamiento de la productividad del trabajo coincidiendo con el comienzo y luego con la profundización del Neoliberalismo de financierización de la economía no se menciona. 

Los economistas Martin Neil Baily y Nicholas Montalbano sin señalar la causa principal, por lo menos nos indican que todo el período se caracteriza por un deterioro de la educación y en especial de la educación tecnológica y del propio desarrollo de la tecnología. 

Otros economistas mencionan el aumento de las desigualdades sociales, la degradación ambiental, el peso de los déficits y del endeudamiento público y privado, todas consecuencias del actual proyecto neoliberal financierizador.

Fin de la movilidad social ascendente en 25 economías avanzadas

Lo que se conoce como "economías avanzadas" entre los economistas liberales son aquellas que presentaron un gran crecimiento económico en el siglo XX. Con Estados Unidos a la cabeza del grupo privilegiado, luego de haber desplazado al imperialismo inglés en la primera mitad del siglo XX. 

Se trata de economías que tuvieron gran acumulación de capital con la explotación colonial y semi-colonial hasta la década de los 60 del siglo pasado. 

Además de EEUU, fundamentalmente los principales países de la Unión Europea, más Japón, Australia y Nueva Zelandia. Estas economías de mayor renta facilitaron un proceso de movilidad social ascendente en sus poblaciones con expresión en mejores indicadores de desarrollo humano (IDH) que las generaciones precedentes.

Pero esta situación cambió radicalmente a partir del último gran impulso de financierización mundial de la economía en el siglo XXI.

En la actualidad el porcentaje de la población con renta reducida y declinando en las 25 economías nacionales más avanzadas del planeta es: Italia 97% de la población, Estados Unidos 81%, Gran Bretaña y Países Bajos 70%, Francia 63%, y Suecia 20%. 

Debemos remarcar que el promedio en los 25 países conocidos como de "economía avanzada" el porcentaje de población con renta rebajada y en caída está entre 65 y 70 %.

El rendimiento real de cerca de 2/3 de las familias en las 25 "economías avanzadas" mencionadas, se mantuvo estable o cayó entre 2005 y 2014. 

Y por los datos de la economía mundial podemos suponer que la situación ha empeorado en los últimos dos años. 

Este destacable proceso iniciado en los años previos a la crisis 2007-2008 y aumentado posteriormente por su aceleramiento de la financierización económica -lanzada y liderada por Estados Unidos y acompañada por el "atlantismo" de la Unión Europea- es su causa evidente. 

Ese 81% de declinación de la renta de las familias en Estados Unidos intervino en la elección estadounidense derrotando a la representante del establishment.

Declive de la biodiversidad de las especies

"El Índice de Planeta Vivo, que mide el nivel de abundancia de la biodiversidad en base a 14.152 poblaciones controladas de 3.706 especies de vertebrados, revela una tendencia de declinación acentuada. 

En media, la abundancia de poblaciones de especies investigadas tuvo una declinación de 58% entre 1970 y 2012. 

Las especies fiscalizadas son cada vez más afectadas por las presiones provocadas por las actividades humanas no sustentables como la agricultura, la pesca, las minas, la sobre explotación, las mudanzas climáticas y la contaminación que contribuyen para la pérdida de hábitat y la degradación."

Este exterminio de seres vivos no se puede separar de la economía política hegemónica del Neoliberalismo financierizado y su nefasta influencia sobre el medio ambiente mundial y sus poblaciones. 

No es casual que este alto descenso de especies de vertebrados en el mundo registrado por Planeta Vivo, coincide con los años de implantación y de mayor impulso del Neoliberalismo y su desarrollo de las fuerzas destructivas actuando con sus nuevas tecnologías letales para los seres vivos y los recursos naturales del planeta.

Desde el inicio de la revolución industrial y energética el Capital descartó los límites obvios de utilización de los recursos naturales en un Planeta finito. Como si la explotación de los bienes naturales pudiera obviar los límites terrestres. 

Con el agravante, a partir de la expansión neoliberal actual, de un desarrollo de la creatividad destructiva dirigida contra los recursos naturales y ambientales con las tecnologías más recientes. 

Como la minería a cielo abierto, el fracking, las semillas transgénicas o bio-degradadas y sus agrotóxicos en extensos monocultivos -los conocidos como desiertos verdes-, la extracción del petróleo en el océano y el pre-sal, la desforestación de los bosques y las selvas para extraer madera, para expandir la ganadería y la minería, etc.

A la vez todo este "desenvolvimiento destructivo" fue dentro de los márgenes que impone el Capital como sistema, es decir garantizando siempre en el desarrollo de las sociedades humanas una desigualdad social, política, económica y cultural creciente que imponga sin restricciones la explotación del trabajo por el Capital, en aumento permanente. 

Explotación que hoy alcanza unos grados insospechados que imponen a los trabajadores las nefastas condiciones de trabajo vigentes en el siglo XVIII.

Por eso es que junto a los distintos movimientos ambientalistas, los economistas marxistas del siglo XXI tienen la obligación de considerar que la economía mundial camina hacia el estancamiento secular, a la vez que hacia un aumento permanente de las desigualdades sociales y hacia una gran crisis ecológica y climática. 

Y esto todo no es obra del azar sino del neoliberalismo de la financierización.

Subordinación de la tecnología a la obsolescencia programada

Aquí es importante remarcar que dicha decadencia de la tecnología -tecnología que Marx menciona en su definición de la productividad del trabajo como "aplicaciones de la ciencia"- proviene de un imperativo del Neoliberalismo de la financierización: la subordinación total del desarrollo de la tecnología a la Ley tendencial de la tasa de utilización decreciente de la mercancía y a la imposición de la obsolescencia programada* en el conjunto del complejo industrial mundial del Capital, como nos indica István Mészáros.

La tasa de utilización decreciente de la mercancía es una de las leyes tendenciales más importantes que engloban el desenvolvimiento capitalista. 

Tiene como condición y origen directo la separación del trabajador de los medios de producción y la conversión de esos medios en capital. Realizada la separación del trabajador de los medios de producción, los objetivos de la producción ya no están atados y subordinados a las limitaciones de un consumo dado. 

Pueden anticiparse a éste e imponer una demanda conducida por la oferta. 
Como en el caso de la industria armamentista en varios países.

Como contrapartida: la desaparición de los obstáculos al consumo, así como el impulso a un estímulo -e incluso manipulación de la demanda-, para el capital significa no poder limitar los procedimientos productivos que en los sistemas de producción antiguos estaban regidos directamente por la demanda, evitando las crisis.

El capital no separa valor de uso (que corresponde directamente a la necesidad) y valor de cambio. Lo hace subordinando el primero al segundo. 

Una innovación basada en la percepción práctica de que cualquier mercancía, en un extremo de la escala, puede estar constantemente en uso o, en el otro extremo de las posibles tasas de utilización, absolutamente nunca ser usada, sin perder con eso su utilidad en lo que se refiere a las necesidades expansionistas del modo de producción del Capital.

Como resultado, nuevas potencialidades productivas se abren al capital, cuyo sistema no sufrirá cualquier consecuencia si la relación de alguien con un producto dado, es caracterizada por la tasa de utilización mínima o máxima, pues esa tasa no afecta en absolutamente nada la única cosa que realmente importa desde el punto de vista del capital: que una cierta cantidad de valor de cambio sea realizada en la mercancía en cuestión, a través del propio acto de venta, independientemente de ser ella sujeta a uso constante, a poco o a ningún uso conforme el caso. 

El capital define "útil" y "utilidad" en términos de vendible, un imperativo que puede ser realizado bajo la hegemonía y el dominio del propio valor de cambio.

Como Marx señala, "el valor de cambio de una mercancía no aumenta si su valor de uso es más consumido y con mayor provecho"

Cuanto menos una mercancía es realmente usada y re-usada en vez de rápidamente consumida, -lo que es perfectamente aceptable para el sistema- mejor es desde el punto de vista del capital: ya que tal subutilización torna vendible otra pieza de mercancía. 

De hecho esa tendencia a reducir la tasa de utilización real ha sido precisamente uno de los principales medios por los cuales el capital consiguió alcanzar su crecimiento inconmensurable en el curso del desenvolvimiento histórico.

La subutilización de los productos se impone por la manipulación de la demanda (publicidad, etc), los imperativos de la moda y la obsolescencia programada para la mayoría de las mercancías, entre otros mecanismos.

Cuando la crisis estructural del Capital comenzó a manifestarse fue necesario utilizar mecanismos que impulsan al máximo la utilización decreciente de la mercancía por los consumidores. 

Por ejemplo: desde las "fechas de vencimientos" arbitrarias de los productos, hasta acortar la vida útil de los bienes de consumo durable a través de la eliminación de la venta de piezas y de los servicios de mantenimiento y reparación de las fábricas de electrodomésticos, por ejemplo. 

Y un mecanismo privilegiado, en ese sentido ha sido la obsolescencia programada.*

Y aquí debemos señalar que la tasa de utilización decreciente se evidencia en la producción de bienes y servicios tanto como en la producción de bienes de producción -maquinaria e instalaciones-.

Como contrapartida de la tasa de utilización decreciente, del otro lado de la ecuación socioeconómica capitalista, encontramos -como resultado de la dinámica interna y de las contradicciones antagónicas del capital- una adquisición al principio altamente positiva, transformándose en su opuesto diametral, sin solución imaginable en la estructura de producción de mercancías.

En relación al propio trabajo vivo, la tasa de utilización decreciente asume, con el pasar del tiempo, la forma de desempleo creciente. 

La ciencia y la tecnología lejos de tener un sentido neutro está subordinada a la acumulación de capital y por tanto, sus objetivos se expresan en la búsqueda del cumplimiento de la tasa de utilización decreciente.

Además el sistema entra en una dinámica de enorme despilfarro de recursos naturales y toda clase de insumos de la industria y los servicios. 

Despilfarro que tiene que continuar en proporciones siempre crecientes.

Cuanto más el modo de producción y consumo se acerca a la tasa cero de uso de la mercancía -evitando la "disfunción" del consumo real, mayor alcance tiene la producción continua y la expansión ilimitada de ésta, a la vez que disminuye en igual proporción el consumo, por la pérdida de puestos de trabajo con el avance de la tecnología y el aumento de la desocupación laboral.

*Se denomina obsolescencia programada u obsolescencia planificada a la determinación, la planificación o programación del fin de la vida útil de un producto o servicio de modo que --tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa de servicios durante la fase de diseño de dicho producto o servicio-- éste se torne obsoleto no funcional, inútil o inservible. 

La disminución de la vida útil de una lámpara eléctrica, fue la primera forma de obsolescencia programada en el mercado capitalista. 

Ver: Cosima Dannoritzer, 
Comprar, Tirar, Comprar. La historia secreta de la Obsolescência programada.

FMI 5/10/2016: crisis en los bancos estadounidenses y europeos

Un nuevo informe del FMI sobre la "estabilidad financiera global" indica que a pesar de los enormes aportes financieros de la Flexibilización Cuantitativa (Quantitativie Easing) de la Fed y luego de los 16 billones (millones de millones) repartidos entre los grandes bancos estadounidenses y europeos, en operaciones de salvamento con dineros públicos, el sistema financiero no se ha recuperado. 

A mediano plazo los riesgos continúan a crecer. Y una recuperación de las economías de EEUU y la UE es algo altamente improbable, dentro de la financierización.

El FMI advierte de que la "herencia" de la pasada crisis -elevado endeudamiento, deterioro de los balances de los bancos, inversión anémica, entre otros- sigue frenando la actividad global y el "crecimiento potencial". 

Señala también que esta debilidad crónica (crecimiento muy bajo durante mucho tiempo), sobre todo en los países "desarrollados", ha supuesto que los factores políticos concentren los principales riesgos e incertidumbres para la economía mundial, destacando a la decisión de Reino Unido de abandonar la UE, las elecciones presidenciales en EEUU y las tendencias proteccionistas como los principales frenos para el crecimiento. Además considera que los estímulos monetarios deberían mantenerse, pero siempre resultan insuficientes.

El informe del FMI dice que a pesar de los bancos estar mejor que en la crisis económica de 2007-2008, cerca del 25% de los bancos estadounidenses y 30% de los europeos están en una debilidad extrema y es difícil que puedan beneficiarse de cualquier auxilio para su recuperación, si se abre un nuevo periodo de inestabilidad.

Es importante señalar el ejemplo europeo del Deutsche Bank. 

Desde el año 2007, el mayor banco alemán ha perdido el 90% del valor de sus acciones, acumulan una pérdida de más de 50 % en lo que va el año y están en su menor cotización en dos décadas. 

A la vez, los seguros de incumplimiento (CDS) llegan a niveles históricos.

Durante el desarrollo de la crisis bancaria en 2007-08 siguiendo el ejemplo estadounidense el Deutsche Bank se volcó al mercado de hipotecas con la misma irresponsabilidad con que la banca de EEUU introdujo las sub-prime. 

Proceso que era parte del "atlantismo" sub-sirviente europeo. 

Hoy el Departamento de Justicia de EU le reclama un pago de 14 mil millones de dólares por la venta fraudulenta y lanzamiento de valores respaldados por hipotecas basura antes de la crisis financiera. 

El Deutsche Bank no está en condiciones de pagar ni la mitad de esa suma.

Según Bloomberg, el director general del banco dijo no tener intención de pagar, pero advirtió estar redoblando esfuerzos para reducir costos y vender activos no estratégicos. El gobierno alemán desmintió versiones de su país que apuntaban que se estudiaba un posible rescate del banco.

Además de los costos por múltiples litigios, el contrapeso principal del Deutsche Bank está en la cantidad de derivados de crédito que "administra".

El último reporte financiero indica que el volumen que trata de administrar de estos instrumentos envenenados es nada menos que 42 billones de euros, uno de los más grandes a nivel mundial y equivalente a 14 veces el Producto Interno Bruto (PIB) anual de Alemania. 

Esta actividad en el área de derivados de crédito exige elevadas cantidades de capital y esa es la principal razón por la que el banco tiene amenazada su existencia. Y es una herencia directa del "atlantismo" y la subordinación de la Unión Europea al Neoliberalismo de la financierización.

Lejos de reconocer haber tomado el camino escabroso de la financierización de la economía, el presidente del Deutsche Bank hace responsable de esta situación a un "aumento de la inflación y de los rendimientos de los bonos", algo que prevé que jaqueará al banco durante más de tres décadas. 

Sin mencionar las verdaderas causas de su crisis. Lo que nos indica que clase de usureros tramposos dirigen el sistema bancario internacional. Y como cada vez logran ser menos creíbles.
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Referencias
John Bellamy Foster. The Financialization of Capital and the Crisis. April 2008, Volume 59, Number 11. http://monthlyreview.org/2008/04/01/the-financialization-of-capital-and-the-crisis/
Martin Neil Baily and Nicholas Montalbano. 2why ISU.S Productivity growth so slow? Possible Explanations and Policy responses. The Brookings Institution Setembre 01 2016.https://www.brookings.edu/wp-content/uploads/2016/09/wp22_baily-montalbano_final4.pdf
Robert Gordon and Erik Brynjolfsson debate the future of work at TED 2013. https://www.youtube.com/watch?v=ofWK5WglgiI
Richard Dobbs et. al. Poorer than their parents? A new perspective on income inequality, McKinsey Global Institute, julio 2016. http://www.mckinsey.com/global-themes/employment-andgrowth/debt-and-not-much-deleveraging
Informe Planeta Vivo 2016, WWF International Avenue du Mont-Blanc 1196 Gland, Suiza www.panda.org http://awsassets.panda.org/downloads/informe_planeta_vivo_2016.pdf
Mészáros, István, Para Além do Capital, Editorial Boitempo, São Paulo, 2002, (Versión en portugués de Mészáros, István. Beyond Capital, Towards a Theory of Transition, Merlin Press, Londres, 1995)
Marx Karl, O Capital, São Paulo, Abril Cultural, 1983 v. 1/1
Cosima Dannoritzer, Comprar, Tirar, Comprar. La historia secreta de la Obsolescencia programada. Noruega 2010, Documental 52' RTVE 2011. http://lahaine.org/cU0V
Leticia Hernández|Jeanette Leyva ¿Deutsche Bank es el próximo Lehman Brothers? El Financiero Mx 29 09 2016 http://www.elfinanciero.com.mx/economia/deutsche-bank-es-el-proximo-lehman-brothers.html
Reuters Deutsche Bank estima poco crecimiento en próximos 35 años 09 09 2016 http://www.elfinanciero.com.mx/economia/deutsche-bank-estima-poco-crecimiento-en-proximos-35-anos.html
Michael Hudson Killing the Host: How Financial Parasites and Debt Bondage Destroy the Global Economy ["Matando al anfitrión: como los parásitos financieros y la esclavitud por deudas destruyen la Economia Global"] Paperback 20 08 2015.
Economic 'Recovery' Feels Weak Because the Great Recession Hasn't Really Ended, video entrevista de Kim Brown a Michael Hudson en The Real News Network. October 7, 2016 The Real News Network
La Haine
Texto completo en: http://www.lahaine.org/el-neoliberalismo-de-la-financierizacion



Es sorprendente que se considere 


sorprendente la victoria de Trump



Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 11 de noviembre de 2016.
Este artículo critica la cobertura mediática de lo que ha ocurrido en las elecciones que condujeron a tener a Donald Trump como presidente. 
El artículo critica también el excesivo énfasis en su personaje y el nulo análisis de la evolución del contexto social y político de aquel país. 
Finalmente, el artículo señala que para entender a Trump se tiene que entender la enorme derechización del Partido Demócrata, resultado de su integración y complicidad con el mundo empresarial, habiendo llevado a cabo políticas neoliberales que han dañado a las clases trabajadoras de aquel país, cuyo enfado ha sido un argumento utilizado por aquel candidato.
Lo que ha ocurrido en EEUU con la elección del candidato republicano, el Sr. Donald Trump, era predecible. Y así lo había yo indicado en un artículo reciente (ver “De lo que no se informa y/o se conoce sobre las elecciones en EEUU”, Público, 18.10.16). 
En realidad, la posibilidad de que ocurriera lo que ha ocurrido se ha ido fraguando desde los años noventa, cuando el partido Demócrata, bajo la presidencia del Sr. Bill Clinton, aplicó toda una serie de políticas de clara sensibilidad neoliberal (hasta entonces patrimonio del Partido Republicano), algo que también ocurrió en el Reino Unido cuando el Sr. Tony Blair, dirigente del Partido Laborista, adoptó las medidas neoliberales que había propuesto la Sra. Thatcher, dirigente del Partido Conservador. 
En realidad, y tal como he documentado en otro artículo, la Tercera Vía del gobierno Blair estaba muy inspirada en las políticas llevadas a cabo por la Administración Clinton (ver “El fracaso del nuevo laborismo y del socioliberalismo”. Sistema, 21.05.10).
La derechización del Partido Demócrata: 
el origen de la Tercera Vía
Estas políticas neoliberales significaron un cambio notable de las políticas del Partido Demócrata heredadas del New Deal establecido por el presidente Roosevelt, y que justificaban que tal partido se presentara como el “partido del pueblo llano” frente al instrumento político del gran empresariado, representado por el Partido Republicano. 
Tales políticas del New Deal (y más tarde de la Great Society) fueron sustituidas por políticas neoliberales llevadas a cabo por el presidente Clinton, las cuales incluyeron la desregulación en la movilidad del comercio y del capital financiero, iniciándose toda una serie de tratados referidos como tratados de libre comercio, de los cuales el más importante fue el Tratado de Libre Comercio entre EEUU, Canadá y México, conocido en inglés como NAFTA. 
Tal tratado era altamente impopular entre los sindicatos y entre las bases electorales del Partido Demócrata, lo cual explica que la mayoría de los miembros del Partido Demócrata en el Congreso no votaran a su favor. 
Solo los procedentes del sur de EEUU (que suelen ser los más conservadores) apoyaron dicho tratado, junto con la mayoría de los miembros del Partido Republicano. 
Tal aprobación significó un giro importante en las políticas del supuesto “partido del pueblo”, el cual dañó, como era predecible, a los trabajadores de los sectores manufactureros (los sectores mejor pagados dentro de la fuerza laboral en EEUU), pues vieron sus trabajos desplazados a Méjico cuando sus empresas se trasladaron a aquel país, perdiéndose con ello millones de buenos empleos en EEUU. 
Fue así como el Partido Demócrata favoreció extensamente el tipo de globalización económica que hemos conocido desde los años ochenta y noventa (iniciado por Ronald Reagan y Margaret Thatcher). 
Este globalismo ha sido uno de los elementos que ha debilitado más a la clase trabajadora, pues el mundo empresarial ha utilizado contra el mundo de trabajo la amenaza de desplazarse a otros países en caso de no obtener concesiones en forma de bajada de salarios, de recortes en su protección social y de deterioro de sus condiciones de trabajo.
Tal globalización contribuyó al alejamiento de la clase trabajadora del Partido Demócrata. 
En realidad, la pérdida de la mayoría del Partido Demócrata en el Congreso (incluyendo el Senado) se debió a la masiva abstención de la clase trabajadora en las elecciones al Congreso del 1994, después de que el presidente Clinton aprobara en 1993 el NAFTA con el apoyo mayoritario del Partido Republicano. 
Fue entonces cuando ya se inició el enfado de la clase trabajadora. 
Como bien ha comentado el politólogo Thomas Frank en su libro Listen, Liberal, a medida que el Partido Demócrata fue distanciándose de la clase trabajadora, fue aumentando la influencia de la clase media profesional (personas con estudios superiores, incluyendo los universitarios) en los aparatos de tal partido. 
En realidad, fue el crecimiento de esta influencia, ejemplificada por la Administración Clinton, la que causó el distanciamiento de la clase trabajadora, algo semejante a lo que ha estado ocurriendo con los partidos socialdemócratas en Europa.
El continuismo del neoliberalismo con Obama
Tales políticas han sido seguidas por el Presidente Obama, e incluso expandidas durante su mandato para incluir el proyectado tratado de libre comercio con los países del Pacífico y el intento de establecer otro con la Unión Europea (UE). 
No hay que olvidar que una de sus promesas electorales, realizadas en su primera elección, había sido modificar el NAFTA, lo cual no hizo. 
La propuesta de los sindicatos era la de su eliminación, a lo cual el presidente Obama no accedió, sin ni siquiera modificarlo. Como consecuencia, los datos fácilmente accesibles muestran un gran descenso de los salarios y de la protección social, mayores causas de que las rentas del trabajo como porcentaje de las rentas totales continuaran descendiendo, proceso que se había iniciado en los años ochenta, adquiriendo mayor descenso a partir de la plena expansión del proceso de globalización. 
Mientras las rentas del trabajo disminuían, las rentas derivadas del capital fueron subiendo, habiendo alcanzado niveles nunca vistos desde los años treinta del siglo XX (causa, por cierto, de la Gran Depresión).
La segunda mayor ofensa a las clases populares por parte del socioliberalismo: la desregulación de la banca
Otra política pública introducida por el presidente Clinton fue la desregulación de la banca, eliminando la separación entre la banca comercial y la banca de inversión (y que exigía la Ley Glass-Steagall aprobada durante el mandato del presidente Roosevelt), medida propuesta por su Secretario del Tesoro (equivalente al Ministro de Finanzas), el Sr. Robert Rubin, que había sido codirector de la banca Goldman Sachs antes de incorporarse al gobierno del presidente Clinton. 
Esta medida desreguladora tuvo dos impactos sumamente negativos para el bienestar de las clases populares (y de la economía). 
Tal desregulación del capital financiero favoreció las burbujas especulativas, de las cuales la inmobiliaria afectó particularmente a la clase trabajadora y a las clases medias de renta baja, que tuvieron que endeudarse profundamente para pagar precios abusivos de las viviendas, resultado del carácter especulativo de las inversiones inmobiliarias. 
Esta desregulación bancaria era resultado de la complicidad nueva que se estableció entre Wall Street y el Partido Demócrata, que ha sido una constante de la Tercera Vía, iniciada por Clinton y continuada por Obama.
El resultado de tal complicidad es el rescate que el gobierno federal hizo de la banca cuando las burbujas especulativas estallaron, poniendo en peligro la viabilidad del sistema financiero, que estaba metido en la especulación hasta la médula. 
Es significativo resaltar que ningún banquero haya ido a la cárcel, a pesar de haber cometido delitos graves que afectaron muy negativamente el bienestar de las clases populares. En realidad, el enorme crecimiento de las rentas del capital se debe, en parte, a la gran expansión del capital financiero basada en un enorme endeudamiento de las clases populares, consecuencia a su vez del descenso de las rentas del trabajo. 
Hay que señalar que dirigentes de la empresa Enron terminaron en la cárcel durante la Administración Bush. No así los dirigentes de la banca en la Administración Obama.
El justificado y predecible enfado de la clase trabajadora
Era obvio que se estaba acumulando un enfado que podía apercibirse en el enorme descrédito de las instituciones llamadas representativas en aquel país, y que son ocupadas por una de las clases políticas más estables en el mundo capitalista avanzado, resultado del sistema de financiación, predominantemente privado, del proceso electoral de aquel país, en un sistema bipartidista carente de proporcionalidad y que prácticamente imposibilita la entrada de nuevos partidos.
Tal pérdida de legitimidad se traduce en que la mayoría de la clase trabajadora no vota en EEUU. Tal clase representa aproximadamente el 52% de la población estadounidense (un número bastante próximo a lo que la población señala como su pertenencia, cuando se le pregunta si se considera de la clase alta, la clase media o la clase trabajadora). 
Al haber una relación inversa entre nivel de renta y participación en el proceso electoral, se deduce que la mitad de la población estadounidense, por debajo de la media, es la que no vota (en EEUU solo votan entre un 52% y un 54% de la población que podría hacerlo), y pertenece a la clase trabajadora. 
En realidad, el descenso electoral del Partido Demócrata está muy marcado por el creciente grado de abstención de la población obrera identificada con este partido. 
El cambio del Congreso de demócrata a republicano que tuvo lugar en el año 1994, que he citado en un párrafo anterior, fue resultado del crecimiento de la abstención obrera en respuesta a la aprobación del NAFTA.
La marginación de la clase trabajadora
El cambio de los partidos que electoralmente tenían como base central la clase trabajadora y otros componentes de las clases populares hacia otros sectores y clases sociales (definiéndose a sí mismos como partidos de las clases medias) fue resultado del cambio de composición de los aparatos de tales partidos, con un claro dominio de las clases profesionales, personas con educación superior que asumían que o bien la clase trabajadora estaba despareciendo, o bien se estaba convirtiendo en clases medias. 
Esta llamada “modernización” de tales partidos incluyó la adopción por su parte de elementos de la ideología neoliberal, que había sido transmitida desde los años ochenta por los partidos conservadores y liberales. 
En realidad, el Partido Demócrata hoy está próximo (sin estar afiliado) a la Internacional Liberal. Clinton fijó esta nueva línea. Tal neoliberalismo económico, por cierto, redefinió la política social, enfatizando la importancia de la empresa privada (financiada públicamente) en la gestión de los servicios públicos, tema que trataré en una sección posterior de este artículo.
Los costes de ignorar a la clase trabajadora
La desaparición de clase social como categoría sociopolítica por parte del Partido Demócrata (como también ha ocurrido con la socialdemocracia) implicó el abandono de las políticas redistributivas. 
El Partido Demócrata (considerado con excesiva generosidad como la izquierda en EEUU) enfatizó, en lugar de políticas de clase, políticas encaminadas a integrar a las minorías y a las mujeres en el sistema político, basando su estrategia política en combatir la discriminación en contra de las minorías (negras y latinas) y en contra de las mujeres. 
Estas políticas fueron, en parte, exitosas en incorporar estos grupos discriminados dentro de las instituciones políticas de carácter representativo y en la administración pública. 
Pero las mayores beneficiarias de estas políticas fueron personas de clase media de renta alta, sin que en general afectaran al bienestar económico y social de la mayoría de minorías y mujeres, que pertenecían a la clase trabajadora. 
El intento de integrar a las mujeres y a los negros (y en parte también a los latinos) en el sueño americano no afectó al bienestar de las clases populares. 
Las políticas de identidad sin sensibilidad de clase (supuestamente desaparecida) no cambiaron el poder de la clase dominante del país. Solo cambiaron el color y el género de las clases medias de renta alta. La victoria del presidente Obama, una persona negra, no afectó al bienestar económico de la clase trabajadora negra, mostrando los límites de tal estrategia identitaria, en ausencia de unas medidas de tipo clasista.
Y las elecciones del pasado 8 de noviembre han mostrado como la gran mayoría de las mujeres de clase trabajadora ha votado por Trump, que fue, de los dos candidatos (Trump y Clinton), el que acentuó más el discurso de clase. 
Trump se presentó como el defensor del mundo del trabajo, haciendo referencia constante a que su gente eran las personas con escasa educación, a las cuales el establishment político del país denominaba como “white trash” (basura blanca). Y el primer punto que subrayó en su discurso en la noche de las elecciones fue que él representaba a las personas olvidadas por el sistema. 
Viéndole en aquel momento, me recordaba el discurso de la líder del Partido Conservador británico, la Sra. Theresa May, que tras otra gran sorpresa del establishment, el Brexit, promovió a partir de entonces que el Partido Conservador tenía que ser el partido de la clase trabajadora del Reino Unido. 
Mientras, la Sra. Clinton apelaba a las mujeres, habiendo definido a los seguidores de Trump como “deplorables”, un adjetivo parecido a “basura”.
Siempre había alternativas que el establishment político-mediático vetó
En las últimas elecciones hubo la alternativa a Hillary Clinton, que había apoyado todas las políticas de su esposo durante su mandato Se llamaba Bernie Sanders, el candidato en las primarias demócratas, socialista sin complejos, que siempre defendió los intereses de la clase trabajadora, Bernie Sanders, conocido por su integridad y compromiso con las clases trabajadoras, y que apostaba explícitamente por una “revolución política” encaminada a democratizar las instituciones políticas y económicas del país, movilizando a grandes sectores de la clase trabajadora y a la juventud del país. 
Fue un terremoto dentro del Partido Demócrata, y el aparato de tal partido se movilizó por todos los medios para parar tal candidatura, y ello a costa de perder las elecciones. 
La gran mayoría de encuestas mostraban que Sanders, cuando aparecía frente a Trump, sacaba mucho más apoyo popular que el que Clinton conseguía frente al candidato republicano. Sanders era la única posibilidad de parar a Trump. 
Y su lenguaje, el de Sanders, era clasista, subrayado la conjunción de intereses de todas las razas y de todos los géneros, unidos en sus reivindicaciones basadas en su clase. 
Este mensaje hubiera sido imbatible. 
Pero el nuevo Partido Demócrata era incapaz de presentar esta imagen, pues el aparato estaba claramente conectado con la clase que se sentía amenazada con este enfoque de clase del candidato Sanders. 
La victoria de Clinton en las primarias desmovilizó a los votantes de Sanders, aumentando significativamente la abstención, un aumento que ha sido fatal para Clinton, pues su adversario tenía movilizada a la clase trabajadora blanca y a los grupos extremistas claramente racistas, que apoyaron masivamente a su candidato, y en cambio la candidata Clinton tenía a sus bases desmovilizadas.
Clase o raza y género, o clase, raza y género: los orígenes históricos de este debate en EEUU
El desconocido precedente de Sanders fue la candidatura del reverendo Jesse Jackson en 1988. Tal candidato en las primarias del Partido Demócrata enfatizó, en las primarias anteriores, en 1984, la necesidad de integrar a la población negra en la sociedad estadounidense. 
Su eslogan fue “Our time has come” (nuestro tiempo ha llegado). Presentándose como discípulo de Martin Luther King y como “la conciencia de EEUU”, la recepción del establishment político-mediático fue sumamente favorable. 
El New York Times escribió un editorial sumamente positivo. 
Fui asesor suyo en temas sociales y económicos en aquella campaña, y ello a pesar de mi desacuerdo con la orientación de la misma, pues si la intención era llegar a ser presidente de EEUU, presentándose como la voz de las minorías, no era el mejor método para llega a tal puesto.
En el año 1988, en cambio, se presentó como el candidato de la clase trabajadora, siguiendo el consejo de algunos de sus asesores, incluyéndome a mí. 
Formó así el movimiento Arco Iris (la Rainbow Coalition), que era la manera gráfica de mostrar que cuando los trabajadores negros, los amarillos, los verdes y los blancos se unen, forman la mayoría. 
Y cuando en Baltimore, ciudad industrial, con una amplia clase trabajadora dividida por razas (obreros negros y obreros blancos), le preguntaron “¿cómo conseguirá usted el voto del obrero blanco?”, respondió “haciéndole ver que tiene más común con el obrero negro, por ser los dos obreros, que con su empresario por ser blanco”. 
Con ello recuperó el mensaje de Martin Luther King expresado una semana antes de ser asesinado, cuando aseguró que el conflicto clave en EEUU era un conflicto de clases entre una minoría y una gran mayoría de la población compuesta por diferentes razas y etnias. Jesse Jackson consiguió con ello casi la mitad de los delegados en la Convención del Partido Demócrata en Atlanta. 
Su programa incluía “propuestas universalistas”, como el establecimiento del Programa Nacional de Salud que, debido a la presión del Rainbow, fueron incluidas en la campaña del Partido Demócrata del 1988.
Ahora bien, la fuerza de las izquierdas asustó al Partido Demócrata y el gobernador Clinton del Estado de Arkansas lideró la campaña para parar a las izquierdas, a la vez que hizo suya, en las elecciones en el año 1992, la petición de establecer un programa nacional de salud, que había sido muy movilizadora en la campaña de Jackson del 1988. 
De ahí que, después de ganar, estableciera un grupo de trabajo, liderado por su esposa, Hillary Clinton, del que Jesse Jackson y líderes sindicales insistieron que yo formara parte, invitándoseme a que les representara en tal grupo de trabajo. 
La Sra. Clinton, sin embargo, no apoyó la propuesta de las izquierdas, que pedían que la gestión del sistema sanitario (que deseábamos que fuera universal) se hiciera por parte del sector público en lugar de que lo hicieran las compañías de aseguramiento sanitario privado, como ocurrió y continúa ocurriendo ahora. 
El mantenimiento del enorme poder de tales compañías en el sistema sanitario estadounidense es el origen del enorme gasto sanitario por un lado (19% del PIB), y de la gran impopularidad del programa (el 62% de estadounidenses están insatisfechos con la manera como se financia y gestiona la sanidad), incluido el Obamacare. 
Mi año de experiencia en la Casa Blanca, trabajando en aquel grupo de trabajo liderado por la Sra. Clinton, fue enormemente frustrante, pero de gran valor para entender cómo funciona el poder en Washington, concluyendo que la complicidad de Washington con lo que se llama “clase corporativa” vacía de sentido aquella famosa frase que aparece en la Constitución de EEUU, “We, the people”, debiéndose añadir que no es el pueblo, sino las grandes compañías que dominan la economía estadounidense, las que deciden en el gobierno. Y el Partido Demócrata es una fuerza clave en tal entramado. 
De ahí la necesidad de hacer una revolución política, para democratizar el país. La marginación del único candidato, Bernie Sanders, que hizo tal propuesta, enormemente popular, augura una continuidad de la extrema derecha en el gobierno.
Una última observación
Como era predecible, los grandes medios de información no han explicado ni han entendido lo que está ocurriendo en EEUU. Durante toda la campaña se han centrado en la figura de Trump, presentándolo como un payaso. Es extraordinaria la enorme atención que dieron a este personaje, intentando ridiculizarlo. 
Pero estos ataques movilizaron todavía más a las clases populares que odian a los establishments mediáticos, hecho del cual Trump es consciente. Ni que decir tiene que Trump era y es una persona de gran astucia política, que sabe bien cómo canalizar el enorme enfado popular contra el establishment político-mediático del país. 
Pero si no hubiera habido Trump, hubiera habido otro personaje, tan o incluso más a la derecha que él. 
En realidad, algunos de los candidatos que derrotó en la campaña electoral en las primarias eran incluso más reaccionarios, queriendo prohibir, por ejemplo, el aborto.
Este excesivo énfasis en los personajes, frivolizando la política, es la característica de lo que se conoce como medios de información. 
Pero para entender lo que está pasando, hay que entender y conocer lo que ha estado pasando en EEUU, y que, por desgracia, los medios no citan. 
Presentar lo ocurrido, como he leído en más de un reportaje, como una traición de las mujeres trabajadoras a la causa feminista, es no entender nada de lo que pasa en EEUU. 
Es urgente que las izquierdas, incluyendo los movimientos progresistas en defensa de las minorías y también los movimientos feministas, recuperen el concepto de clase en sus proyectos, pues la mayoría de cada uno de sus sujetos pertenecen a la clase trabajadora y clases medias de rentas medias y bajas, que constituyen la mayoría de la población en EEUU y en cualquier país de capitalismo desarrollado. 
Olvidarse de la clase trabajadora ha sido lo que ha llevado al tsunami que estamos viendo a los dos lados del Atlántico Norte. Así de claro.
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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro