viernes, 7 de octubre de 2016

El BCE cambia sus Medidas Neoliberales, entre ellas SUBIR los SALARIOS, sin excusarse por el Daño que han causado

Mientras EEUU y REINO UNIDO vuelven a políticas proteccionistas, como las que preconizan los nacionalistas e izquierdistas europeos, los tontos del culo vendepatrias del bipartidismo de la UE siguen con absurdas posiciones globalistas que solo interesan a las corporaciones sionistas.

Al igual que con la Crisis de Refugiados, que en vez de cortarla de raíz, dejando de apoyar y armar a yihadistas en Siria, Irak y Libia para que puedan vivir en paz, prefieren llenar nuestros países de inmigrantes para crear en la gente islamofobia, cosa que solo beneficia a Israel y sus guerras en Oriente Medio.

ARMAK de ODELOT

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El BCE cambia algunas de sus propuestas

 

neoliberales sin excusarse por el daño que 


han causado

Artículo publicado por Vicenç Navarro 
en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 6 de octubre de 2016.
Este artículo hace una observación sobre el espectacular cambio del Banco Central Europeo, que ha pasado de ser el mayor proponente de la bajada de salarios en Europa, a proponer ahora su incremento. 
Es sorprendente que este cambio tan radical haya tenido muy poca repercusión y visibilidad en los medios españoles. 
El artículo critica al Banco Central Europeo por haber tardado tanto en cambiar de postura, pues toda la evidencia científica, fácilmente accesible, muestra que su propuesta de bajada de los salarios ha tenido un impacto sumamente negativo, retrasando la recuperación económica que, al menos en teoría, el Banco Central Europeo sostiene como su objetivo.
A lo largo de mi larga vida académica he visto con frecuencia que ideas que se consideraban radicales terminaban por aceptarse tras algún tiempo, dependiendo el tiempo de respuesta de la flexibilidad de las instituciones encargadas de actuar en las áreas donde se presentaban las supuestamente radicales propuestas. 
En España, debido al enorme conservadurismo y rigidez del establishment financiero-político-mediático que gobierna el país, se necesita mucho más tiempo para que tal establishment acepte propuestas que son de mero sentido común, pero que son consideradas como demasiado radicales.
Algo está pasando hoy en Europa, en algunas instituciones enormemente poderosas de carácter financiero, que confirma lo que estoy diciendo. 
Me estoy refiriendo al reciente cambio del Banco Central Europeo, que ha pasado de ser uno de los mayores proponentes de que se reduzcan los salarios a apoyar tal incremento. 
Ni que decir tiene que el Banco Central Europeo no ha explicado por qué apoya esta medida ahora, y no antes, ni tampoco ha pedido disculpas por el enorme daño que ha causado proponiendo (y en muchas ocasiones imponiendo) bajadas salariales que era fácil de ver que, además de dañinas, eran totalmente contraproducentes para alcanzar la recuperación económica. Veamos los datos.
¿Qué ha pasado hasta ahora?
Estamos todavía saliendo de una de las crisis más grandes que han ocurrido en España y en el resto de Europa, definida como la Gran Recesión (que, en realidad, para millones de españoles y europeos debería definirse como la Gran Depresión), en la que, a pesar de lo que dice la sabiduría convencional, todavía estamos estancados. 
La causa de esta Gran Recesión (o Gran Depresión) es sumamente fácil de ver (y era, por lo tanto, igualmente fácil de prevenir, como algunos así hicimos –tal como el lector puede ver en mi libro Globalización económica, poder político y Estado del Bienestar, publicado por Ariel Económica en el año 2000, siete años antes de que comenzase la crisis). 
La causa más importante de la Gran Recesión fue la aplicación de las políticas neoliberales iniciada a los dos lados del Atlántico Norte en los años ochenta (con el presidente Reagan, seguido por los gobiernos Bush, Clinton y Bush junior, en EEUU, por la Sra. Thatcher y el Sr. Blair en el Reino Unido, y por el Sr. Schröder en Alemania, entre otros), políticas que eran ni más ni menos que un ataque frontal por parte del mundo del capital al mundo del trabajo, promoviendo reformas laborales que tenían como objetivo reducir los salarios, y llevando a cabo políticas de austeridad que intentaban reducir o desmantelar el Estado del Bienestar, creando con ello una gran inseguridad e inestabilidad entre la clase trabajadora, eje de las clases populares.
El enorme descenso de los salarios como una de las causas de la Gran Recesión
Como era fácil de predecir, 
estas políticas de reducción de los salarios 
y recortes del gasto público crearon 
un enorme problema de demanda doméstica 
que 
afectó negativamente al crecimiento económico 
(ver artículo “Marx llevaba bastante razón”, Público, 01.08.16). 
El gran crecimiento del endeudamiento, causado por la disminución de los salarios, aumentó el tamaño del capital financiero, que al ver su rentabilidad disminuida en las inversiones en la economía productiva (como consecuencia de la escasa demanda), invirtió en la economía especulativa, creando burbujas que al explotar determinaron la enorme crisis financiera. 
Los datos, fácilmente obtenibles, muestran claramente los orígenes de tal crisis. 
Léanse mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante (Anagrama, 2015) y lo verán.
El hecho de que los datos que avalan estas tesis sean fácilmente accesibles, sin embargo, no quiere decir que sean fácilmente visibles en los principales medios de información y persuasión, influenciados en su gran mayoría por el capital financiero, que quiere decir la banca.
Todo el enorme sufrimiento causado 
por la aplicación de estas políticas públicas, 
que han beneficiado única y exclusivamente 
a sectores muy minoritarios de la población 
(el famoso 1%, que es la manera ahora de definir estos días a la clase capitalista, es decir, a los propietarios y gestores de las grandes empresas financieras, industriales y de servicios), 
era fácilmente previsible. 
Y fue totalmente perjudicial para la gran mayoría de la población y también, por cierto, para la equidad y eficiencia del sistema económico. 
En contra de lo que sostiene el pensamiento económico neoliberal dominante, la inequidad no favorece la eficiencia económica. 
Todo lo contrario, la perjudica, como muestran los datos (ver mi último libro).
Cómo la sabiduría convencional neoliberal está cambiando, sin admitir que las tesis que defendía son insostenibles en base a la evidencia existente
Miren por donde, ahora, casi diez años después de iniciarse la crisis, algunos de los mayores arquitectos de las políticas promovidas por el establishment europeo -tales como el Sr. Draghi, el presidente del Banco Central Europeo- han indicado que 
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las políticas monetarias –que incluyen imprimir más y más dinero- no han sido suficientes para estimular la economía (lo cual es sumamente fácil de entender, pues este dinero imprimido por el BCE no va a los que lo necesitan, es decir, a los ciudadanos o a los Estados (excepto indirectamente ahora, a través de los mercados secundarios), sino primordialmente a los bancos y a las grandes empresas, que lo guardan o utilizan para optimizar sus beneficios, sin que ello implique un mejoramiento de la demanda doméstica). 
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De ahí que el Sr. Draghi haya recomendado que se suban los salarios, lo cual algunos, muy pocos, habíamos sugerido desde que se inició la crisis, pues era fácil de ver que el gran enlentecimiento del crecimiento económico era, en parte, resultado del descenso de la demanda doméstica, consecuencia del descenso salarial ( y la ausencia de trabajo).
Pero hay otras intervenciones que todavía no se han reconocido como necesarias, aunque les aseguro que lo harán en los próximos años. 
Me estoy refiriendo a la masiva inversión pública, con intención de crear empleo y estimular también la demanda doméstica. 
A lo máximo a lo que el establishment europeo (las instituciones que gobiernan la Eurozona) ha llegado ha sido al Plan Juncker, que es un estímulo para que sea el capital privado el que invierta, lo cual es dramáticamente insuficiente. 
Seguro que perderemos un par de años más antes de que el establishment europeo se dé cuenta de que tales inversiones son clave para la resolución de la Gran Recesión, como fueron clave para la resolución de la Gran Depresión.
( Desde mi punto de vista, esta miopía es adrede, las crisis se crean para expoliar a países enteros y ciudadanos, domeñar voluntades y gobiernos - como así ha pasado con Europa que ha caído bajo el yugo de Sión - y quitarse de en medio la competencia, aupando con ello, aún mas arriba el tamaño de los principales monopolios. Acabará esta crisis, si antes no hace crack ya que el sitema está en quiebra técnica, cuando se logren todos estos objetivos - Armak de Odelot) 
Comparando la sabiduría convencional en Europa con la existente en EEUU
En este sentido, es interesante ver lo que está pasando en EEUU y compararlo con lo que está pasando en la Unión Europea. 
La teatralidad de las elecciones en EEUU (que, debido, en parte, a la figura atípica de Trump, ha centrado el debate en aquel país) ha ignorado los análisis de los programas económicos y sociales de los candidatos, que tienen diferencias pero también semejanzas, algunas de ellas especialmente relevantes para el debate (o mejor dicho, no debate) que ocurre en la UE. 
Me refiero a la coincidencia en los programas de los dos partidos mayoritarios de priorizar las inversiones públicas en la infraestructura física del país. 
Los dos partidos proponen una masiva inversión pública para no solo mejorar una estructura física muy olvidada en el país, sino también para crear buen empleo, con puestos de trabajo bien pagados.
Así, la Sra. Clinton ha prometido gastarse más de 270.000 millones de dólares (algo más de 240.000 millones de euros) en, además de mejorar el sistema educativo y el acceso a tal sistema por parte de las clases populares, mejorar también las infraestructuras del país (que incluyen carreteras, puertos, transporte ferroviario, transformación energética, la estructura de internet de alta velocidad, y otras que se consideran necesarias), y cuyas deficiencias son, en parte, causa del enlentecimiento de la productividad del país. 
Y el Sr. Trump ha prometido gastarse el doble de lo que ha prometido la Sra. Clinton en la infraestructura física.
El Sr. Trump, como era de prever, no indica cómo lo financiará. 
La Sra. Clinton sí que lo hace: lo programa, en parte, con un impuesto añadido de sociedades sobre las compañías estadounidenses que tienen parte de su producción en el extranjero. 
Hoy las políticas de apoyo a la globalización económica están desacreditadas en EEUU, y se apoyan medidas que en la UE se definirían y denunciarían como proteccionistas. 
Es interesante notar, en este aspecto, el cambio de 180º que ha experimentado el Sr. Lawrence Summers, que fue en su día el equivalente al Ministro de Fianzas del presidente Clinton (y arquitecto de la desregulación financiera en EEUU, una de las causas de la crisis financiera). 
De ser un gran entusiasta de la desregulación y la movilidad de capitales, ha pasado a favorecer hoy la regulación, siendo, a la vez, uno de los mayores defensores de la inversión pública masiva. 
Y a aquellos conservadores y liberales que protestan por tal incremento del gasto público, subrayando (como siempre hacen) que estaríamos creando una deuda que recaería sobre nuestros hijos y nietos (uno de los argumentos más utilizados por un gurú economista neoliberal de gran visibilidad mediática en Catalunya, miembro del Consejo de Gobierno del Banco de España), Summers responde indicando que sería imperdonable no invertir para dejar a nuestros hijos y nietos una infraestructura mucho mejor de la que hoy existe. 
Es más, por fin el Sr. Summers reconoce que el gobierno federal puede pedir prestado tanto dinero como quiera, a unos intereses bajísimos (un 1%), que serían más que pagables, pues tales inversiones provocarían un crecimiento de la productividad que originaría un aumento de un 3% de los ingresos al Estado federal, lo que permitiría pagar fácilmente esta deuda.
Tal argumento aplica también, por cierto, al Estado español y a sus CCAA. He indicado en repetidas ocasiones que 
España tiene uno de los sistemas bancarios privados más grandes, y uno de los sistemas bancarios públicos más pequeños en la OCDE, el grupo de países más ricos del mundo capitalista desarrollado. 
Sería de desear que ello se revertiera. 
Por paradójico que parezca, 
el problema de España no es la falta de dinero, sino los canales privados (la banca privada) en los que circula. 
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Es probable que ello cambie, sobre todo consecuencia de cambios en la cultura política y económica del país, hoy extraordinariamente conservadora que ha estado dañando el bienestar de las clases populares, y que está originando, como respuesta, una protesta generalizada que terminará transformando este país en caso de que las nuevas fuerzas políticas sean capaces de canalizarla. 
Es extraordinario, en este sentido, lo que se ha conseguido ya en un periodo muy corto. 
Pero los lentos cambios en la vía parlamentaria deberían ir acompañados con amplias movilizaciones en defensa de los intereses de las clases populares presionando para que se realicen aquellos cambios necesarios. 
En realidad, el hecho de que el BCE hoy pida un aumento de los salarios es una respuesta directa al temor de que los movimientos de protesta (a los dos lados del espectro político) se vayan expandiendo por todo el territorio europeo. 
Una vez más, aparece claro el dicho de que detrás de todo cambio de política económica, monetaria y/o financiera, hay cambios y presiones políticas. 
Son las variables políticas las que determinan los fenómenos económicos, y no al revés. 
Así de claro.
Ver artículo en PDF

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Artículo publicado por Vicenç Navarro 

en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 6 de octubre de 2016.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


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Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro