Un gran cambio de patrón podría estar en marcha para España debido a este fenómeno en la Estratosfera
La luz al final del largo túnel de escasas precipitaciones este invierno podría estar contemplándose a fecha de hoy por los principales modelos a medio plazo, en lo que parece ser un posible e importante cambio de patrón para gran parte de Europa, así como también para la península Ibérica.
A lo largo de estas últimas semanas, muchos ojos han estado puestos en un llamativo fenómeno en la Estratosfera que durante este febrero ha alcanzado su momento culminante. En nuestro Twitter lo hemos estado siguiendo de cerca puntualmente.
Nos referimos a lo que en meteorología se conoce con el nombre de Calentamiento SúbitoEstratosférico (o CSE): un importante calentamiento de la Estratosfera que provoca un desplazamiento en la inmensa masa de aire frío que normalmente se ubica sobre el polo.
¿En qué consiste este fenómeno?
El invierno, una enorme masa de aire extremadamente fría y persistente de -80ºC acaba formándose sobre el Ártico, siendo muy evidente a unos 25 kilómetros de altura sobre la superficie terrestre (en la Estratosfera); es lo que se denomina Vórtice Polar.
Debemos imaginárnoslo como una gran peonza que gira constantemente sobre el polo. Allí, dentro de aquella circulación de vientos cerrada alrededor del Ártico se encuentra alojada una gran parte de las reservas de aire frío de todo el hemisferio.
Sin embargo, algunas zonas del hemisferio a esa misma altitud (en la Estratosfera) se calientan excesivamente en determinados momentos del invierno, provocando que esa ‘peonza’ con la que nos referimos al Vórtice Polar acabe por desequilibrarse y desplazarse de su zona habitual.
A veces, el Vórtice Polar puede llegar a dividirse en dos partes si el calentamiento es muy fuerte, de forma que otros vórtices menores con mucho aire frío en su seno (ya en la Troposfera) pueden llegar a descender notablemente de latitud, con eventos extremos de frío intenso en ciertas zonas de latitudes medias.
¿A qué zonas suele afectar más ese frío extremo?
Las regiones geográficas comúnmente más afectadas por dichos eventos invernales suelen ser Norteamérica y Asia, con importantes olas de frío en Canadá y Estados Unidos, o hacia el norte y este de Asia que rozan lo histórico (o lo superan!).
En Europa siempre es más complicado tener una situación de ola de frío en condiciones normales, ya que el templado océano que tenemos a nuestro oeste y noroeste (el Atlántico) tiende a suavizar cualquier masa de aire frío que siga los movimientos de la circulación general, que normalmente va de oeste a este en torno al hemisferio.
Sólo cuando los vientos se invierten sobre el continente (de este a oeste) es factible una situación de frío más fuera de lo normal, como es el caso de las situaciones de aire frío retrógradas desde Rusia a través de Europa (las populares Siberianas).
Volviendo al fenómeno estratosférico en cuestión, dependiendo de la intensidad de dicho calentamiento en la Estratosfera, así como del ‘golpe’ que le pueda propinar a nuestra particular peonza (el Vórtice Polar), su reflejo en la Troposfera será más/menos significativo, aunque no siempre un Calentamiento Súbito Estratosférico trae consecuencias en el estado del tiempo a nivel del suelo.
En este caso, el evento que se está produciendo durante este febrero 2018 es realmente muy intenso, y parecen bastante probables algunos impactos reales en la circulación general de algunas partes de nuestro hemisferio de cara a las inmediatas semanas, como veremos más adelante.
¿Qué efectos puede provocar en Europa?
Tras un evento de calentamiento en la Estratosfera y, sobre todo, cuando se da una clara ruptura del Vórtice Polar (como está ocurriendo estos días), suele haber tendencia a la formación de potentes anticiclones cálidos en latitudes altas que ejercen de bloqueo.
Bloqueos anticiclónicos en zonas clave como Groenlandia-Islandia o Reino Unido-Escandinavia, que hacen que las borrascas tengan que circular por latitudes más bajas de lo habitual, de modo que acercan un tiempo más suave y lluvioso desde el Atlántico a todo el sur de Europa.
Mientras tanto, desde el norte y este del continente europeo, el frío muy intenso habitualmente gana terreno desde Rusia, bombeado precisamente por la presencia de un anticiclón en el norte de Europa que genera vientos de componente este de largo recorrido continental (ya que se invierte la circulación a través de Europa).
Esto es precisamente lo que deseábamos ver en las previsiones a medio plazo, a medida que el CSE de este febrero fuese desarrollándose en el transcurso del mes, y es algo que ya los principales modelos empiezan a contemplar (como vemos en el mapa superior), eso sí, todavía de manera aún algo incierta dados los grandes plazos.
Como vemos en la siguiente figura, la tendencia de cara al tramo final de este febrero podría venir protagonizada por la formación de un bloqueo anticiclónico en el norte de Europa, permitiendo escenarios como los descritos en los párrafos anteriores.
¿Efectos para España?
Con esta situación, para España existen dos consecuencias principales, y las dos muy distintas:
o tendencia más fría por desalojos de aire ártico/siberiano a través de Europa, o un tiempo más suave y lluvioso en muchas zonas debido a la llegada de borrascas y frentes desde el Atlántico (en principio es más probable este último).
Siempre es muy complicado saber qué efectos particulares pueden llegar a tener fenómenos de una dimensión tan gigantesca como este, principalmente por la falta de investigación en el ámbito de teleconexiones entre los distintos fenómenos que ocurren continuamente en todo el mundo (y todos ellos influenciados entre sí de manera caótica).
Más complicado aún si dichos efectos los intentamos aplicar para el caso particular de la península Ibérica, donde tenemos un clima muy variable y sujeto a una gran cantidad de factores que alteran fácilmente cualquier tendencia a medio y largo plazo.
En estos casos hay que fijarse más bien a grandes rasgos, y lo que sí podemos afirmar es que hay bastantes posibilidades de tener un tiempo mucho más inestable en gran parte del país (fuera de las zonas donde ya a lo largo de este invierno hemos visto bastante movimiento meteorológico).
En principio no tanto por la llegada de fríos extraordinarios a España, sino sobre todo y más probable por una mayor tendencia lluviosa desde el Atlántico (y ya veremos si también en el Mediterráneo), con la casi total desaparición del anticiclón de las Azores, lo cual ya es un enorme cambio de patrón a nuestro lado del hemisferio.
Sin duda un panorama más que interesante, aunque conviene mantener la calma ante los numerosos ‘mapas meteorológicamente orgásmicos’ que generan estos días ciertos modelos a largo plazo, insinuando hipotéticas lluvias abundantes en todo el oeste peninsular o la ocurrencia de un episodio de frío bastante intenso en Europa.
Toca estar muy atentos a lo que vaya aconteciendo en las próximas semanas.
Puedes seguir cada situación a través de nuestra cuenta de twitter (@MeteoIberiaEs) y facebook (MeteoIberia.es), donde estarás informado en todo momento con actualizaciones de última hora.
el tiempo@meteoiberia.es
Artículo por: Javier Piñero F
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