Durante treinta años, Paco organizó una secta en la que torturaba y mantenía hacinados en pisos de Málaga a hombres y mujeres jóvenes. EL ESPAÑOL
El harén de Paco, contado por una víctima: la Costa del Sol, el paraíso para las sectas en España
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- febrero 25º, 2018
"Ahora tienes que aprender”.
Paloma (nombre ficticio) conserva el recuerdo de la primera vez que vio las orgías del líder de la secta Dharma Tradición, Francisco Miguel Martínez Martín, Paco para los amigos. Lo conserva como si se lo hubieran tatuado con un hierro en la espalda y tuviese que vivir con la cicatriz.
Tenía solo 13 años cuando lo vio manteniendo relaciones sexuales con dos personas de su familia. “Me metió en el cuarto con un banquito. Me dijo: siéntate aquí. Luego entró con mi tía y con mi prima y empezaron a tener sexo delante mía. Pero sexo muy duro. Las pegaba, les daba latigazos. Las golpeaba”.
Paco llevaba treinta años manteniendo un harén de mujeres y hombres hacinados en distintos pisos de Málaga, totalmente sometidos a su voluntad. A partir de ahí empezaron los abusos sexuales a Paloma. Ahora, sentada en un sillón de su casa de la ciudad andaluza, cuenta la pesadilla de la que le costó tanto despertarse. De la que tanto le costó escapar.
-Yo fui la primera niña de él, la primera con la que abrió esa veda.
El suyo no es un caso aislado. Sucedió en el lugar que diversos investigadores en la materia consideran la zona más caliente de España en cuanto a la actuación de la sectas.
De las playas de Estepona, a los hoteles de Marbella, a las calles soleadas de Málaga, la costa del Sol está considerada el paraíso de las sectas en España.
De las 300 asociaciones de este tipo que hay diseminadas por todo el país, al menos la mitad operan en las calurosas tierras malagueñas. Son ya 500.000 los afectados en todo el estado.
En Málaga hay sol, playa, mar, montaña, diversidad cultural, decenas de nacionalidades diferentes… Se trata del lugar perfecto. Un tesoro de lujo preparado como cebo para los embaucadores y los líderes que se erigen a sí mismos en figuras totémicas a las que prestar una veneración absoluta.
Centro de la secta Hare Krishna en Churriana, Málaga. EL ESPAÑOL
Paloma entró en la secta Dharma Tradición de la mano de su tía y de su prima. Apenas tenía siete años cuando ambas empezaron a hablarle de las enseñanzas de aquel “hombre maravilloso”, aquel gurú.
Un fin de semana, a principios del año 2000, su tía le dijo: “Vamos a ir a casa de un amigo. ¿Quieres conocerle?”.
Era verano, 16 de agosto. Paloma tenía 10 años. Desde entonces, y hasta los 17, llegaba el fin de semana y Paloma le decía a su madre que se iba a la casa de la tía y de la prima.
En realidad, los pasaba dentro del lujoso dúplex de Paco junto al resto de adeptos que vivían allí encerrados. Allí le comieron el coco.
Ahora Paloma tiene 25 años y va todas las semanas al psicólogo y al fisioterapeuta, aquejada de diversos trastornos neuróticos. Mantiene esa rutina desde que logró escapar de la secta y de los abusos sexuales.
Tiene pesadillas relacionadas con las horrendas vivencias que tuvo que soportar bajo el influjo del falso gurú.
Hace una semana se sentaba en el salón de su casa y relataba a EL ESPAÑOL todo lo que vivió allí dentro.
Es la primera vez que se pone delante de un periodista. Solo hay una condición para contar su historia: no revelar su nombre. Tampoco que se utilice una sola fotografía suya.
-Nos trataba como a animales. Nos obligaba a vestirnos con ropas largas, con un aspecto así como monjil, que no revelásemos nuestro cuerpo. Nos decía: “Solo queréis arruinarme. Sois las peores. Sois unas putas”.
-¿Qué pasaba dentro de la casa?
-Ahí la cosa cambiaba. Ya dentro, nos ordenaba que nos pusiéramos ropa más corta, minifaldas, enseñándolo todo.
Yo le preguntaba aquello a mi tía y ella me decía que no me preocupara.
Decía: "Eso está bien dentro de la casa, Paco dice que tenemos que sentirnos orgullosos de nuestro cuerpo. A mí era de las que mejor me trataba, supongo que porque era menor y eso siempre le preocupó algo más. Pero al resto, palizas, palizas y palizas. A una de mis compañeras, en una ocasión le llegó a estampar la cabeza contra el armario.
Pese a todo, la adoración que sentían por él -también el miedo- les cegaba. Nos tenía paralizados a todos.
Paco y el monje budista Rimpoche, en el interior de la secta Dharma TradiciónFoto por: Málaga
Su testimonio fue esencial para que Paco fuese condenado a 7 años y once meses de cárcel en el año 2016.
La Audiencia Provincial de Málaga le condenó por un delito de abusos sexuales continuados y otro de corrupción de menores sobre Paloma. Su relato, unido a la confesión de varias mujeres que también estaban captadas dentro de la secta, resultó clave para al final acabar condenando a Paco, el falso gurú que utilizaba la religión para mantener relaciones sexuales con distintas mujeres y hombres a los que tenía a su merced.
No lo parece, pero entre las blancas y encaladas casas del centro de Marbella, en los barrios menos insospechados de Málaga, hay un problema que lleva años germinando y al cual no se le presta la suficiente atención:
la zona lleva décadas siendo el lugar idóneo, el caldo perfecto de cultivo de las sectas más peligrosas de España.
Comunas New Age instaladas en la sierra de Ronda.
Centros aparentemente budistas tras los que se esconden toda clase de instituciones pensadas para lavar el cerebro.
En este relato, El Español narra, a través del testimonio de víctimas y de quienes luchan contra ellas, cómo son las sectas que todavía hoy subsisten de manera silenciosa al calor de las playas de la Costa del Sol. La zona cero de este cáncer que parece propio de las crónicas negras de décadas atrás.
El único ayuntamiento que lucha contra las sectas en España
José Miguel Cuevas tiene un despacho muy pequeño, sencillo y escueto en las dependencias del ayuntamiento de Marbella. Pese a la sobriedad de la estancia, se trata de un lugar de máxima importancia y seguridad.
En sus ficheros se acumulan centenares de casos que ha ido tratando en los últimos 15 años. Cuevas es el director del Programa de Adicciones del consistorio.
Se trata de un servicio pionero: es el único servicio público que ofrece atención a víctimas de sectas en toda España. Lleva casi dos décadas haciéndolo.
José Miguel atiende en su despacho una media de 35 personas al mes. Esa mañana está sentada delante de él una joven malagueña que hace pocos años fue captada en la zona por una secta de carácter religioso.
“Como ves, esto es un hervidero. Das una patada y salen grupos manipuladores por todas partes. La gente no puede imaginar la cantidad de ellos que hay aquí”.
José Miguel quizás sea de los poquísimos funcionarios públicos a día de hoy en España formados en la lucha contra las sectas. Pcentró su tesis doctoral en cuanto al fenómeno de las sectas destructivas. Toda su carrera se ha centrado en este asunto porque sabe de la importancia que tiene. Es psicólogo clínico social, tiene un máster en Terapia de Conducta y Experto en Adicciones por la Universidad Complutense. Si hay un hombre preparado para luchas contra las sectas en España, ese es él.
José Miguel Cuevas está al frente del único servicio público que lucha contra las sectas en España.
El Programa de lucha contra las adicciones comenzó, curiosamente, en la época del mismísimo Jesús Gil al frente del consistorio. ¿Cómo ha logrado que el servicio se siga manteniendo tantos y tantos años en la ciudad?
“Por un lado, en aquella época había una gran ambición en cuanto a implantar el plan de adicciones.
Un poco por mi iniciativa y también por la del ayuntamiento, decidimos profesionalizarlo. De todas maneras, si te digo la verdad, estamos predicando en el desierto”.
Los métodos de José Miguel están resultando de gran utilidad en la zona debido a la gran afluencia de sectas que hay.
No podían haber caído el servicio en un lugar más necesario. ¿Cómo consiguen captar a tanta gente? “Últimamente estamos teniendo una mayor alerta y una mayor alarma.
Además, las nuevas sectas se han vuelto muy sutiles, han evolucionado tanto en contenido que a veces quedan camufladas en ideologías pseudocientíficas o aparentemente religiosas. La bioneuroemoción, por ejemplo, que aquí hemos tenido casos, busca aislar al paciente de su familia, ponerlo en cuarentena. Y parte de una corriente pseudocientífica.
Muchos de los pacientes que yo trato vienen con un conflicto brutal de culpa y miedo”.
En ese momento, la joven malagueña que atiende esa mañana interviene para contar su caso.
-Es que eso es lo que a mí me sucedía. Ahí dentro, me empezaron a decir cómo tenía que vestir, como tenía que ser, como tenía que pensar. Algo que me llamó la atención de lo que ocurre dentro de una secta, pensado en perspectiva, es que en ningún momento te dejan pensar.
-No hay tiempo para estar uno solo, consigo mismo -dice José Miguel-.
-Eso es, es que era muy complicado. Te lo planeaban todo para que estuvieras ocupado las 24 horas del día.
Si no estabas en una actividad, estabas en otra, o si no se te acercaba uno de los líderes y te estaba encima en toda la tarde. No podía ni respirar.
-¿Y la familia?
-Generaron en mi rechazo y miedo. Desde el minuto uno que estuve allí dentro, trataron de enfrentarme a mis padres: me decían, no vayas a verlos, que no vengan ellos tampoco a verte, no vaya a ser que tengan un accidente con el coche… Y así un día tras otro. Lo único que buscan es aislarte.
Esta joven, a la que llamaremos Laura, estuvo durante un año absolutamente abducida dentro de una secta religiosa de la zona. Decidió abandonarla sin demora. Durante un tiempo la siguieron llamando, insistiendo en que volviera. Gracias a José Miguel logró distanciarse de todo eso y de recuperarse.
“Lo más terrible no son los abusos que allí dentro se producían. Es el rechazo social que me generaron. Lo que más me duele es que me impidieran hacer lo que yo quería”.
En el imaginario común, existe la idea de que las sectas están conformadas por grupos enormes de gente, ataviados de flores, con túnicas enormes, echados sobre largos prados y participando en rituales amorosos o de evasión mediante algún tipo de droga.
Sin embargo, cada vez más, las sectas se han vuelto más sutiles, se han disfrazado de normalidad para pasar lo más desapercibidos posibles.
Es lo que José Miguel llama “pasar de la túnica al traje”.
“Procuran estar inmersas en el mundo académico, captando licenciados y profesionales que avalen su estatus. Utilizan los nuevos medios comunicativos tanto para la captación como para el control de los miembros.
Cartel de propaganda de la secta Dharma Tradición. EL ESPAÑOL
¿Cómo consiguen captar a sus nuevos adeptos?
Una de las estrategias que utilizan los líderes de las sectas es generar en aquellos a los que capta una dependencia emocional absoluta hasta que no hay libertad. Una tercera víctima nos lo cuenta a través de su experiencia.
-¿Libertad? A nivel sexual, decidió que tenía que experimentar con personas del mismo sexo. Tras ello, tuve que mantener relaciones con el líder y con otras personas a su elección.
Posteriormente, me obligó a hacer votos de castidad durante años. Pedías permiso para todo y obedecías siempre.
Literalmente, tenías que limpiarte el culo tal y como te habían enseñado. Controlaban toda mi conducta. Poco antes de salir de allí, había aceptado que me casaría con un completo desconocido, alguien con el que tendría que pasar toda mi vida.
Por qué la Costa del Sol es el paraíso de las sectas
Los Niños de Dios, Las 12 Tribus, Hare Krishna, la secta Moon, el Centro de la Luz Divina, las sectas gnósticas, la New Age, Dharma Tradición, la Iglesia de la Cienciología, Nueva Acrópolis, La Orientación… Todos ellos son nombres rimbombantes, vestidos con hábitos o matices de distintas religiones pero tras los cuales se oculta casi siempre una misma realidad: un gurú al que se le rinde culto y que dirige con mano de hierro, siempre a su antojo, lo que hacen sus súbditos.
Todas estas mencionadas son algunas de las más peligrosas y todas ellas están presentes en Málaga y alrededores.
Y hay motivos fundados para explicar por qué coinciden todas ellas en ese lugar.
¿Por qué esto es así? ¿Qué es lo que convierte a esta región en la más reclamada por los grupos sectarios?
Hay varios factores que influyen. Uno, el clima: este miércoles, día de San Valentín, las terrazas de las calles de Marbella están repletas bajo un agradable sol a temperaturas de 22 grados.
El factor meteorológico es crucial para las sectas. Les interesa una barbaridad estar en esos lugares que son reclamos importantes por a la hora de atraer todo tipo de gente.
El segundo de los factores que influyen para poder afirmar que la Costa del Sol es el paraíso de las sectas en España tiene que ver con la variedad de paisajes que se dan en Málaga fruto de la diversidad de su orografía. “Tenemos playas, tenemos nieve, zonas de ciudad o de gran ciudad, como Málaga, zonas rurales, la sierra de Ronda.
Las sectas buscan siempre esa variedad porque tan pronto se te instalan en una comuna, aislados en medio del monte como en una zona de playa”, explica José Miguel a EL ESPAÑOL.
Tercero: estamos ante un destino turístico de primer orden.
El verano pasado, la Costa del Sol, alcanzó cifras récord.
Siete millones de visitantes y más de 7.000 millones de euros de impacto económico hicieron que batieran de nuevo su récord histórico. Esta cantidad de turistas que llegan de todo el mundo hacen de la zona un batiburrillo cultural que le da mucha vida a la región, pero que atrae también a todo tipo de corrientes sectarias.
“Es una zona con una población muy creciente. A nivel turístico, en temporada alta, se quintuplica en número de residentes. Hay muchísimos residentes de culturas y países. Una Torre de Babel cultural”, detalla José Miguel.
Acto en el interior de la secta Nueva Acrópolis en Málaga. EL ESPAÑOL
Hay pocas personas que sepan más de sectas en España que José Miguel. A su nivel está Luis Santamaría. Este hombre ha dedicado toda su vida al estudio de este oscuro mundo.
Es secretario de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) y ha escrito varios libros al respecto.
También él percibió en la zona un especial interés por saber más de los turbios asuntos de las sectas. Lo advirtió con motivo de un viaje que realizó hasta la zona para impartir una serie de conferencias.
“Una de ellas tenía lugar en una parroquia. Allí vi un interés mucho mayor que en otros lugares por parte de la gente.
Muchos de los asistentes me formularon consultas personales o me manifestaron casos vividos por ellos o por personas cercanas”.
Todo esto, dice José Miguel, hace que la región sea un lugar absolutamente propicio. “Tenemos campo, buen clima, zona rural, playa, gente pija… Creo que hay una oferta muy amplia de ocio y cultura para bien, pero también para que determinadas ideas estrambóticas tengan cabida y florezcan”.
“Ya te toca a ti”
Una de las cosas más inquietantes que veía Paloma en la secta de Paco, el gurú que le captó en Málaga, tenía que ver con los momentos en los que decía entrar en trance. Ocurría casi todas las semanas. El hombre, que ahora cuenta sesenta años, se ponía a saltar por estancia como si fuera una cabra, con los ojos en blanco y emitiendo sonidos extranísimos, casi guturales.
“Primero se sentaba en lo que él llamaba su trono, que en realidad era un colchón roñoso en el salón. Luego ponía música de Bruce Springsteen y se ponía a saltar por todas partes”, relata la joven.
“Ahora te das cuenta de que lo que predicaba era una infamia. En esos momentos, cogía un rosario, el Corán y algún objeto budista. Decía que era la reencarnación mística de todas las religiones y que por eso las practicaba todas a la vez”.
A los 17 años, después de haber sufrido abusos sexuales continuados, algunos de ellos especialmente graves, sin llegar nunca a la violación, Paco comenzó a decirle a Paloma que era el momento. No solo de tener sexo con él, si no de dejar la casa de sus padres. “Ya te va tocando a ti”. A Paloma la iban avisando en aquel lugar de que cuando cumpliera los 18 se iba a tener que ir a vivir para allá. “Te vienes con tu prima y con tu tía. Te sales del instituto y te vienes para aquí”.
Paloma vivió entonces, como ella misma dice, entre dos aguas. Necesitaba salirse de allí como fuera, pero no quería contarles nada a su familia porque tenía miedo de que el gurú reaccionase de una manera agresiva con ella.
Que la deslomase a latigazos en el suelo como hacía con sus compañeras. También temía a sus tías.
Marbella es un lugar idóneo para el turismo, pero allí también tienen base buena parte de las sectas que actúan en España.
Años atrás, en invierno, para que Paco no le tocase cuando iba por la secta, Paloma recurría a todo tipo de tretas para que le dejase en paz el máximo tiempo posible. "Picaba hielo y me lo comía para estar resfriada. Como él decía siempre que no tocaba a los seres que estaban enfermos. Y entonces no me tocaba. Porque yo no quería que me tocase”. Era un momento complicado. Una vez dentro, por mucho que quisiera salir, le resultaba demasiado complicado como para hacerlo así por las buenas.
Los meses previos a la salida de la secta Dharma Tradición, Paloma tuvo vómitos, desmayos. Una tensión animal le atenazaba los brazos. “Sentía la culpabilidad de ser víctima. En mi mente no podía soportarlo”. Paloma fue a poner la denuncia el 10 de diciembre del año 2007. Nueve años después, su captor y abusador fue condenado a la cárcel. En la secta siguen esperando la vuelta de Paco.
La tía de Paloma, que fue quien la introdujo en Dharma, se defendió con uñas y dientes cuando la madre de la chica se enteró de lo que estaba pasando. La mujer le preguntó que quién era ese demonio que le había destrozado a su hija la adolescencia. Aquella mujer, enloquecida y obnubilada por el charlatán, se defendió elevando las manos al cielo. Como si estuviera en medio de un conjuro, la tía de Paloma se puso a gritar con los ojos saliéndose de las órbitas. “¡Pero qué dices! ¡¡¡¡Si es el tío más maravilloso del mundo!!!!”.
La madre de Paloma hace una pausa en su relato. No es por enfatizar. Simplemente duele recordar el momento en que se dio cuenta de que alguien de su familia le había mentido en algo tan monstruoso.
-Ella, negándomelo todo, me lo afirmó. Ahí supe que lo que decía mi hija era todo cierto.
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