La Factura por un raquítico apoyo de Trump a Rajoy será pagar con nueva deuda la compra de + armas obsoletas a EEUU
Redacción Insumissia.
Sección:Informativa
Miércoles 27 de septiembre de 2017
Sección:Informativa
Miércoles 27 de septiembre de 2017
Miércoles 27 de septiembre de 2017
Durante un viaje de pleitesía que la ministra española de defensa María Dolores de Cospedal ha realizado a EEUU, ésta se ha comprometido ante su homólogo norteamericano del gobierno Trump, James Mattis, a incrementar el presupuesto de su departamento.
Cospedal, que ha participado en el XXII Foro España-Estados Unidos ha conversado con Mattis sobre otras oportunidades de negocio para los traficantes de armamento como la lucha antiterrorista, la «política de seguridad», la defensa común e incrementos en la participación en la OTAN.
Este compromiso de aumentar el gasto militar se produce en vísperas de la aprobación de los Presupuestos Generales de Estado, trámite que, es de creer, aprobará partidas importantes para los nuevos y jugosos proyectos armamentísticos que se están negociando entre la administración española, los comisionistas y la empresa privada.
En ulteriores encuentros en esta visita de negocios, la ministra alternó con diferentes personalidades del ámbito militar y comercial armamentístico y participó en algún que otro acto festivo-protocolario.
Una de las actividades de su agenda consistió en visitar a los principales mandos de la estructura militar de la ONU para hablar con ellos sobre «misiones de paz».
Inteligencia norteamericana -israelí organizaron la consulta del 1-O catalana y el atentado en Las Ramblas para lograr que Expaña aceptara comprar toda los deshechos militares norteamericanos a cambio de parar el independentismo.
De esta forma le saldrán gratis a Israel los 50 cazas F-35 en siete años, que sí funcionan y pagará Expaña.
Antes de su partida a la Casa Blanca con banderas mexicanas para dejar claro que Expaña no es más que un lacayo en el panorama internacional, correveidile entre Alemania y EEUU, Rajoy fue a ver a Merkel el 30 de agosto para que haga la faena al gusto de ambos líderes.
“Rajoy viaja a Berlín para cumplimentar a Merkel y apoyar sus tesis sobre la inmigración”. 30 agosto 2017 justo después del atentado preparado de Las Ramblas…
“La Casa Blanca pone por error la bandera mexicana en la recepción a Rajoy”.
De error nada, son estrategias para evidenciar el nivel de segunda de LA MARCA EXPAÑA, que solo es eso, ya no es país soberano. Ahora si se usa esa palabra es para el público desconocedor de nuestra situación y manipular ánimos.
Lacayo, pasa por aquí. Que te voy a decir lo que tienes que comprar a ellos y a nosotros.
Por si lo dudas ya te haremos presión con el 1-O catalán por si no te has enterado del 17-A en Las Ramblas.
La respuesta es: -si quieres ayuda eso cuesta mucho dinero y empeñar a España tres décadas -subida recibo de la luz imparable -el nuevo bono social eléctrico no es social es para la factura de armas-, gasolinas, autopistas y derramas directas a través de subida de impuestos especialmente reimplatación de transmisión patrimonial que es de dónde más sacan-, aparte de la Deuda que ya os hemos generado para sesenta años de varias generaciones que siempre se acordarán del PP y los Ibex35, que maldecirán cada mañana antes de levantarse sabiendo que su esfuerzo es para alimentar la codicia del sionismo, gestor de la emisión del dinero mundial y la deuda para el empobrecimiento general de la humanidad.
España es la nueva Grecia que va a pagar mediante nueva deuda la industria armamentística occidental.
El atentado de Las Ramblas les ha servido para evidenciar la falta de control estructural, policial y sobre todo militar, y ahí viene al caso, que forzaría a España a gastarse una fortuna que no tiene en avioncitos que no funcionan.
Durante un viaje de pleitesía que la ministra española de defensa María Dolores de Cospedal ha realizado a EEUU, ésta se ha comprometido ante su homólogo norteamericano del gobierno Trump, James Mattis, a incrementar el presupuesto de su departamento.
Cospedal, que ha participado en el XXII Foro España-Estados Unidos ha conversado con Mattis sobre otras oportunidades de negocio para los traficantes de armamento como la lucha antiterrorista, la «política de seguridad», la defensa común e incrementos en la participación en la OTAN.
Este compromiso de aumentar el gasto militar se produce en vísperas de la aprobación de los Presupuestos Generales de Estado, trámite que, es de creer, aprobará partidas importantes para los nuevos y jugosos proyectos armamentísticos que se están negociando entre la administración española, los comisionistas y la empresa privada.
En ulteriores encuentros en esta visita de negocios, la ministra alternó con diferentes personalidades del ámbito militar y comercial armamentístico y participó en algún que otro acto festivo-protocolario.
Una de las actividades de su agenda consistió en visitar a los principales mandos de la estructura militar de la ONU para hablar con ellos sobre «misiones de paz».
Inteligencia norteamericana -israelí organizaron la consulta del 1-O catalana y el atentado en Las Ramblas para lograr que Expaña aceptara comprar toda los deshechos militares norteamericanos a cambio de parar el independentismo.
De esta forma le saldrán gratis a Israel los 50 cazas F-35 en siete años, que sí funcionan y pagará Expaña.
Antes de su partida a la Casa Blanca con banderas mexicanas para dejar claro que Expaña no es más que un lacayo en el panorama internacional, correveidile entre Alemania y EEUU, Rajoy fue a ver a Merkel el 30 de agosto para que haga la faena al gusto de ambos líderes.
“Rajoy viaja a Berlín para cumplimentar a Merkel y apoyar sus tesis sobre la inmigración”. 30 agosto 2017 justo después del atentado preparado de Las Ramblas…
“La Casa Blanca pone por error la bandera mexicana en la recepción a Rajoy”.
De error nada, son estrategias para evidenciar el nivel de segunda de LA MARCA EXPAÑA, que solo es eso, ya no es país soberano. Ahora si se usa esa palabra es para el público desconocedor de nuestra situación y manipular ánimos.
Lacayo, pasa por aquí. Que te voy a decir lo que tienes que comprar a ellos y a nosotros.
Por si lo dudas ya te haremos presión con el 1-O catalán por si no te has enterado del 17-A en Las Ramblas.
La respuesta es: -si quieres ayuda eso cuesta mucho dinero y empeñar a España tres décadas -subida recibo de la luz imparable -el nuevo bono social eléctrico no es social es para la factura de armas-, gasolinas, autopistas y derramas directas a través de subida de impuestos especialmente reimplatación de transmisión patrimonial que es de dónde más sacan-, aparte de la Deuda que ya os hemos generado para sesenta años de varias generaciones que siempre se acordarán del PP y los Ibex35, que maldecirán cada mañana antes de levantarse sabiendo que su esfuerzo es para alimentar la codicia del sionismo, gestor de la emisión del dinero mundial y la deuda para el empobrecimiento general de la humanidad.
España es la nueva Grecia que va a pagar mediante nueva deuda la industria armamentística occidental.
El atentado de Las Ramblas les ha servido para evidenciar la falta de control estructural, policial y sobre todo militar, y ahí viene al caso, que forzaría a España a gastarse una fortuna que no tiene en avioncitos que no funcionan.
El Pentágono actualiza la lista de problemas del F-35, y es vergonzosa
La pregunta es ¿por qué va a comprar Expaña los F-35 si en tres años van a ser superados por el nuevo caza franco alemán en fabricación?.
Hay que hacer notar que los únicos F-35 que sí funcionan son los que van a entregar a Israel, REVISADOS como los F-18 y F-15 y F-16 revisados -quién sabe dónde-, y regalados.
La pregunta es ¿por qué va a comprar Expaña los F-35 si en tres años van a ser superados por el nuevo caza franco alemán en fabricación?.
Hay que hacer notar que los únicos F-35 que sí funcionan son los que van a entregar a Israel, REVISADOS como los F-18 y F-15 y F-16 revisados -quién sabe dónde-, y regalados.
“Arabia Saudita financia la mayor parte de las armas de Israel contra Irán”.
“Gran Bretaña sigue armando a Israel a pesar de que se usarán armas contra Gaza”.
“Pentágono aprueba venta masiva de armas por $ 1.9 mil millones a Israel”.
Como vemos no es venta, es regalo con las partidas de dinero que recibe de Pentágono, Congreso, y recaudaciones privadas norteamericanas. Estos judíos son unos mantenidos del mundo con la presión del control de la Deuda, y evitar que organicen más atentados delos que ya organizan para el cobro del impuesto trillonario revolucionario:
Como vemos no es venta, es regalo con las partidas de dinero que recibe de Pentágono, Congreso, y recaudaciones privadas norteamericanas. Estos judíos son unos mantenidos del mundo con la presión del control de la Deuda, y evitar que organicen más atentados delos que ya organizan para el cobro del impuesto trillonario revolucionario:
“EEUU promete recaudar ayuda militar de 38.000 millones de dólares a Israel en los próximos 10 años”.
Si España paga los nuevo F-35 a Israel norteamericanos, Israel bajará solo algo la presión sobre España con Cataluña.
Es decir que hasta el 2018 seguiremos pagando super cheques mensuales por Pensiones, Sanidad, Infraestructuras y las nóminas de mossos, diputados y alcaldes catalanes.
Hay muchas salidas a esta dependencia, pero no con gobiernos judeo masones jesuítas.
“Los brutales costes de volar cada hora un avión de combate:
El gobierno español lo cuenta al revés: dicen que piden a los EEUU que le venda esos F-35 que no podemos pagar.
“Israel completa ¿la compra o el regalo español? de 17 cazas F-35 de EEUU”, operación entregada en agosto, justo antes de la visita de Rajoy que va a pagar la factura de los nuevos cazas norteamericanos israelíes.
Israel nunca paga nada, es el mismo caso del regalo de los submarinos dolphins de Alemania.
El Pentágono planea remplazar sus anticuados misiles balísticos intercontinentales Minuteman III, es decir que necesita quien se los compre.
EEUU ya está en fase de sustitución de nuevos misiles probados en California para lanzar en Corea del Norte. Pero cuyo objetivo real escompetir con los nuevos misiles rusos hipersónicos que superan a los norteamericanos.
La situación del gasto militar de España ha sido cargado a la factura de la luz que no para de subir porque ni ellos saben el coste real operativo que se suma al coste de compra, del mantenimiento de las armas.
Es la factura de la OTAN y de la Reserva Federal para desgrabar la deuda norteamericana.
VISTO en GOOGLE
Si España paga los nuevo F-35 a Israel norteamericanos, Israel bajará solo algo la presión sobre España con Cataluña.
Es decir que hasta el 2018 seguiremos pagando super cheques mensuales por Pensiones, Sanidad, Infraestructuras y las nóminas de mossos, diputados y alcaldes catalanes.
Hay muchas salidas a esta dependencia, pero no con gobiernos judeo masones jesuítas.
“Los brutales costes de volar cada hora un avión de combate:
El gobierno español lo cuenta al revés: dicen que piden a los EEUU que le venda esos F-35 que no podemos pagar.
“Israel completa ¿la compra o el regalo español? de 17 cazas F-35 de EEUU”, operación entregada en agosto, justo antes de la visita de Rajoy que va a pagar la factura de los nuevos cazas norteamericanos israelíes.
Israel nunca paga nada, es el mismo caso del regalo de los submarinos dolphins de Alemania.
El Pentágono planea remplazar sus anticuados misiles balísticos intercontinentales Minuteman III, es decir que necesita quien se los compre.
EEUU ya está en fase de sustitución de nuevos misiles probados en California para lanzar en Corea del Norte. Pero cuyo objetivo real escompetir con los nuevos misiles rusos hipersónicos que superan a los norteamericanos.
La situación del gasto militar de España ha sido cargado a la factura de la luz que no para de subir porque ni ellos saben el coste real operativo que se suma al coste de compra, del mantenimiento de las armas.
Es la factura de la OTAN y de la Reserva Federal para desgrabar la deuda norteamericana.
VISTO en GOOGLE
Por qué el F-35 es el mayor fiasco de la aviación militar moderna
es.gizmodo.com/
Estaba destinado a ser el caza más avanzado de la historia pero va camino de quedarse en el mayor fiasco. Con casi una década de retraso ...
es.gizmodo.com/
Estaba destinado a ser el caza más avanzado de la historia pero va camino de quedarse en el mayor fiasco. Con casi una década de retraso ...
¿Por qué el F-35 es un fracaso de 460.000 millones de dólares? - RT
https://actualidad.rt.com/
Errores de diseño son la mayor razón por la que el F-35 no puede competir con las innovaciones de fabricantes rivales, escribe el medio.
https://actualidad.rt.com/
Errores de diseño son la mayor razón por la que el F-35 no puede competir con las innovaciones de fabricantes rivales, escribe el medio.
Por qué el F 35 es el mayor fiasco de la aviación militar moderna ...
por soyhomerus
Por qué el F 35 es el mayor fiasco de la aviación militar moderna.
por soyhomerus
La MAYOR ESTAFA MILITAR de la Historia: el F-35 - VisualPolitik ...
por VisualPolitik
En 1996 el ejército de los Estados Unidos sacó a concurso la construcción de un avión que pudiera hacer de todo ...
por VisualPolitik
120 millones la unidad: por qué comprar el F-35 sería un error (inevitable) para España
A más de 120 millones de euros por ejemplar, 40.000 euros por hora de vuelo y con enormes dudas sobre su verdadera valía en combate, el F-35no parece precisamente el caza que toda fuerza armada querría tener.
De hecho, el avión es el programa de material de defensa más caro de la historia (más de un billón de dólares, con ‘b’) y su desarrollo ha estado desde el principio plagado de problemas que no se terminan y de dudas sobre su verdadera capacidad.
Ahora España, tal y como el Ministerio de Defensa ha confirmado a Teknautas, se ha interesado en el caza, iniciando los trámites que podrían desembocar en una futura adquisición del aparato. ¿Tiene sentido semejante gasto (y riesgo)?
A más de 120 millones de euros por ejemplar, 40.000 euros por hora de vuelo y con enormes dudas sobre su verdadera valía en combate, el F-35no parece precisamente el caza que toda fuerza armada querría tener.
De hecho, el avión es el programa de material de defensa más caro de la historia (más de un billón de dólares, con ‘b’) y su desarrollo ha estado desde el principio plagado de problemas que no se terminan y de dudas sobre su verdadera capacidad.
Ahora España, tal y como el Ministerio de Defensa ha confirmado a Teknautas, se ha interesado en el caza, iniciando los trámites que podrían desembocar en una futura adquisición del aparato. ¿Tiene sentido semejante gasto (y riesgo)?
Este caza es una ruina: los brutales costes de volar cada hora un avión de combate
Pepe Cervera
Tanto el precio como el potencial bélico del aparato pueden ser discutibles, pero hay un hecho cierto: si España quiere disponer de aviones de combate navales en su flota a partir de 2030-2034, no le quedará más remedio que adquirir entre dos y tres docenas de F-35B, la versión con capacidad de despegue y aterrizaje vertical (o 'vertical take-off and landing', VTOL, en sus siglas en inglés), ya que es el único modelo en el mercado mundial que puede operar en el buque de proyección estratégica 'Juan Carlos I', el buque de combate de mayor tamaño y tonelaje de la Armada española.
Comprar este avión quizá pueda considerarse un error, pero la realidad es que no hay alternativa.
El problema son los aterrizajes, porque el BPE 'Juan Carlos I' carece de un sistema de apontaje con cable de frenado.
Esto impide su uso como portaaviones con aviones convencionales, ya que solo aquellos con capacidad de aterrizaje vertical pueden posarse sobre su cubierta.
El resto del buque está preparado para emplear aviones de ala fija además de helicópteros: los dos ascensores y el hangar tienen las medidas adecuadas y la rampa de lanzamiento ('sky ramp') de 12 grados ayuda al despegue rodado, permitiendo que los aparatos salgan con mayor carga de munición y combustible.
Pero solo un muy limitado número de aeronaves de ala fija cuentan con la capacidad de aterrizar en los cuatro puntos especialmente preparados para ellos en la cubierta de vuelo del 'Juan Carlos I': los transportes V-22 Osprey y los cazas F-35B.
De modo que el razonamiento es simple: si se quiere sacar el máximo partido a la inversión realizada con el buque insignia de la Armada española, es necesario disponer de aviones con capacidad VTOL o STOVL ('short take-off and vertical landing').
Sin ellos, el grupo de combate alrededor del 'Juan Carlos I' dispone de una limitada capacidad de defensa contra ataques aéreos y de proyección de fuerza sobre la costa mediante helicópteros. En otras palabras: para sacar partido a los 500 millones invertidos en el buque (mucho más si contamos todo el grupo de combate), es necesario poner aviones en su cubierta.
La alternativa sería construir un verdadero portaaviones más grande que el 'Juan Carlos I' y dotado como mínimo de un sistema de apontaje con cable en la categoría del 'Liaoning' chino o el 'Almirante Kuznetsov' ruso para poder optar a otros modelos de caza como el Rafale M francés; una opción que resultaría mucho más cara.
Si se quiere sacar el máximo partido a la inversión realizada con el buque insignia, es necesario disponer de aviones con capacidad VTOL o STOVL
En este momento, la función está cubierta por los 13 EAV-8B Matador IIen activo, versión del Harrier II adaptada para la marina española. Estos aviones pertenecen a la 9ª escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves con base en Rota, y embarcan habitualmente en el BPE, único barco disponible desde la retirada del R-11 'Príncipe de Asturias' en 2013.
Aunque muy mejorados a lo largo de los años en sucesivas versiones y modernizaciones, los Matador II tienen su origen en prototipos de los años sesenta del pasado siglo. El modelo actual surge a partir los años ochenta, para cubrir necesidades del cuerpo de infantería de marina estadounidense (Marines) y de las armadas británica, italiana y española.
Además de mejoras aerodinámicas y en los motores, se han ido incorporando nuevos radares y electrónica que les dan capacidad de ataque todo tiempo y de defensa aérea; los españoles e italianos pueden emplear para esta misión misiles de alcance intermedio como el AIM-120 AMRAAM.
Robusto y con amplia experiencia de combate, el aparato no obstante va mostrando su edad; la fuerza aérea y la marina británicas ya lo han retirado, y progresivamente su mantenimiento se hará cada vez más difícil y caro.
A pesar de ello, la Marina española prevé alargar su vida útil hasta el máximo con los correspondientes programas de modernización y mantenimiento: de hecho planea usarlos como mínimo hasta 2020 o 2025. Para entonces, sin embargo, el relevo será solo cuestión de tiempo.
Tanto el precio como el potencial bélico del aparato pueden ser discutibles, pero hay un hecho cierto: si España quiere disponer de aviones de combate navales en su flota a partir de 2030-2034, no le quedará más remedio que adquirir entre dos y tres docenas de F-35B, la versión con capacidad de despegue y aterrizaje vertical (o 'vertical take-off and landing', VTOL, en sus siglas en inglés), ya que es el único modelo en el mercado mundial que puede operar en el buque de proyección estratégica 'Juan Carlos I', el buque de combate de mayor tamaño y tonelaje de la Armada española.
Comprar este avión quizá pueda considerarse un error, pero la realidad es que no hay alternativa.
El problema son los aterrizajes, porque el BPE 'Juan Carlos I' carece de un sistema de apontaje con cable de frenado.
Esto impide su uso como portaaviones con aviones convencionales, ya que solo aquellos con capacidad de aterrizaje vertical pueden posarse sobre su cubierta.
El resto del buque está preparado para emplear aviones de ala fija además de helicópteros: los dos ascensores y el hangar tienen las medidas adecuadas y la rampa de lanzamiento ('sky ramp') de 12 grados ayuda al despegue rodado, permitiendo que los aparatos salgan con mayor carga de munición y combustible.
Pero solo un muy limitado número de aeronaves de ala fija cuentan con la capacidad de aterrizar en los cuatro puntos especialmente preparados para ellos en la cubierta de vuelo del 'Juan Carlos I': los transportes V-22 Osprey y los cazas F-35B.
De modo que el razonamiento es simple: si se quiere sacar el máximo partido a la inversión realizada con el buque insignia de la Armada española, es necesario disponer de aviones con capacidad VTOL o STOVL ('short take-off and vertical landing').
Sin ellos, el grupo de combate alrededor del 'Juan Carlos I' dispone de una limitada capacidad de defensa contra ataques aéreos y de proyección de fuerza sobre la costa mediante helicópteros. En otras palabras: para sacar partido a los 500 millones invertidos en el buque (mucho más si contamos todo el grupo de combate), es necesario poner aviones en su cubierta.
La alternativa sería construir un verdadero portaaviones más grande que el 'Juan Carlos I' y dotado como mínimo de un sistema de apontaje con cable en la categoría del 'Liaoning' chino o el 'Almirante Kuznetsov' ruso para poder optar a otros modelos de caza como el Rafale M francés; una opción que resultaría mucho más cara.
Si se quiere sacar el máximo partido a la inversión realizada con el buque insignia, es necesario disponer de aviones con capacidad VTOL o STOVL
En este momento, la función está cubierta por los 13 EAV-8B Matador IIen activo, versión del Harrier II adaptada para la marina española. Estos aviones pertenecen a la 9ª escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves con base en Rota, y embarcan habitualmente en el BPE, único barco disponible desde la retirada del R-11 'Príncipe de Asturias' en 2013.
Aunque muy mejorados a lo largo de los años en sucesivas versiones y modernizaciones, los Matador II tienen su origen en prototipos de los años sesenta del pasado siglo. El modelo actual surge a partir los años ochenta, para cubrir necesidades del cuerpo de infantería de marina estadounidense (Marines) y de las armadas británica, italiana y española.
Además de mejoras aerodinámicas y en los motores, se han ido incorporando nuevos radares y electrónica que les dan capacidad de ataque todo tiempo y de defensa aérea; los españoles e italianos pueden emplear para esta misión misiles de alcance intermedio como el AIM-120 AMRAAM.
Robusto y con amplia experiencia de combate, el aparato no obstante va mostrando su edad; la fuerza aérea y la marina británicas ya lo han retirado, y progresivamente su mantenimiento se hará cada vez más difícil y caro.
A pesar de ello, la Marina española prevé alargar su vida útil hasta el máximo con los correspondientes programas de modernización y mantenimiento: de hecho planea usarlos como mínimo hasta 2020 o 2025. Para entonces, sin embargo, el relevo será solo cuestión de tiempo.
Solo un reemplazo
Y el problema a la hora de reemplazar a los Matador II en el Juan Carlos I es que solo hay un modelo en oferta en toda la industria aeronaval mundial: el tipo B del cazabombardero F-35 estadounidense.
Y este programa de desarrollo aeronáutico lleva décadas dando una gran cantidad de problemas hasta tal punto que se ha convertido en una pesadilla para las fuerzas armadas de EEUU y ha llegado a aparecer en los tuits de su nuevo presidente, que lo ha calificado de demasiado caro e incapaz.
El F-35 tiene su origen en el proyecto Joint Strike Fighter de 1993, nacido al fusionarse dos programas de desarrollo para reemplazar toda una serie de aviones de las fuerzas armadas estadounidenses de la llamada Cuarta Generación como los F-16 y A-10 de la USAF, los F/A 18 de la Marina y los AV-8B Harrier de los Marines.
El objetivo era desarrollar una única plataforma que pudiese cumplir con las misiones de todos estos diferentes aviones de modo que se abaratasen los costes de adquisición y mantenimiento.
La expectativa era adquirir miles de ejemplares para las diferentes fuerzas y también para ejércitos aliados.
En el concurso celebrado en 2001, el proyecto X-35 del fabricante Lockheed superó al X-32 de Boeing y fue aceptado. El aparato recibió el nombre de Lightning II en 2006.
Los principios básicos del concurso eran crear un avión monomotor con capacidad supersónica y avanzada capacidad ‘stealth’ (furtiva) para los radares enemigos, sensores electrónicos integrados y optimizado para el ataque al suelo pero con capacidad secundaria de defensa aérea.
Para cumplir con las diversas tareas se planificó que contara con tres versiones diferentes que compartirían un 80% de las piezas y recambios: la A, optimizada para la fuerza aérea y su uso desde bases terrestres; la B, para los Marines, con un sistema de ventiladores para darle capacidad VTOL y STOVL; y la C, con tren de aterrizaje reforzado, gancho de apontaje y otras adaptaciones para su uso en los portaaviones CATOBAR de la marina estadounidense.
Varios países han mostrado interés, sobre todo tras prohibir el Congreso de Estados Unidos la exportación del F-22 Raptor
El Reino Unido y otros siete países formaron parte del proyecto desde el principio y aportaron diversos niveles de inversión, y varios países han mostrado interés en adquirir alguna de las versiones, sobre todo tras prohibir el Congreso de Estados Unidos la exportación del F-22 Raptor.
Los problemas del F-35 tienen que ver con las limitaciones impuestas por la versión B, que necesita de un complejo sistema de vectorización del impulso en la tobera trasera y un sistema de ventiladores para poder aterrizar en vertical, lo que le creó problemas de sobrepeso. Para resolverlos Lockheed tuvo que rediseñar otras partes del aparato que se reflejaron en las otras versiones y provocaron retrasos y sobrecostes.
Ciertos elementos como el complejo 'software' de integración de sensores e información en el casco del piloto tardaron en estar completamente operativos; de hecho los aparatos que están entrando ya de modo limitado en servicio (de las versiones A y B) no pueden emplear todas las armas y sistemas previstos y necesitarán actualizaciones.
El sistema informatizado de gestión logística, que pretende abaratar el mantenimiento, también ha dado numerosos disgustos.
Para colmo, en las primeras maniobras que lo enfrentaron con cazas de la generación anterior resultaron ser un desastre de relaciones públicas para el Lightning II, que resultó ‘derribado’ incluso por aviones como el F-16 que aprovecharon esos fallos y la menor maniobrabilidad aerodinámica del F-35.
Los críticos del programa acusaron al aparato de ser no solo caro y tardío, sino incapaz de cumplir con sus funciones.
Las primeras maniobras que lo enfrentaron con cazas de la generación anterior resultaron ser un desastre de relaciones públicas
El Pentágono y los fabricantes contraatacaron con errores en las pruebas como pinturas antirradar no aplicadas y explicaron que el modo de uso del nuevo caza es diferente al de sus antecesores: no está diseñado para el combate cuerpo a cuerpo, sino para ganar a grandes distancias usando su capacidad furtiva y sus avanzados sistemas de guerra electrónica y detección remota.
En unas maniobras más recientes los partidariossubrayaron que el F-35 había conseguido una relación de ‘bajas’ simuladas de 20 a 1 contra aviones de cuarta generación; los críticos insinúan que se trata de pura propaganda.
Lo cierto es que políticamente el programa está blindado: la construcción del aparato se ha repartido entre más de 1.400 contratistas en todos los estados de los EEUU y los países del programa JSF, por lo que cualquier político que se declare en contra arriesga alienar a sus votantes locales.
El retraso en el desarrollo y los avances de potenciales enemigos como Rusia y China hacen urgente disponer de un avión furtivo, y no solo en los Estados Unidos: Israel acaba de recibir sus primeros ejemplares, quenecesitaba con urgencia.
A pesar de los requerimientos del presidente Trump para contemplar alternativas como versiones avanzadas del F-15 o el F/A-18, algunas capacidades simplemente no cuentan con un competidor en el mercado.
Y países como el Reino Unido han desarrollado sus superportaaviones de la clase Elisabeth II para usar el F-35B; sin ellos la macroinversión en buques sería casi inútil. A estas alturas cancelar o reducir el programa es casi impensable.
Y el problema a la hora de reemplazar a los Matador II en el Juan Carlos I es que solo hay un modelo en oferta en toda la industria aeronaval mundial: el tipo B del cazabombardero F-35 estadounidense.
Y este programa de desarrollo aeronáutico lleva décadas dando una gran cantidad de problemas hasta tal punto que se ha convertido en una pesadilla para las fuerzas armadas de EEUU y ha llegado a aparecer en los tuits de su nuevo presidente, que lo ha calificado de demasiado caro e incapaz.
El F-35 tiene su origen en el proyecto Joint Strike Fighter de 1993, nacido al fusionarse dos programas de desarrollo para reemplazar toda una serie de aviones de las fuerzas armadas estadounidenses de la llamada Cuarta Generación como los F-16 y A-10 de la USAF, los F/A 18 de la Marina y los AV-8B Harrier de los Marines.
El objetivo era desarrollar una única plataforma que pudiese cumplir con las misiones de todos estos diferentes aviones de modo que se abaratasen los costes de adquisición y mantenimiento.
La expectativa era adquirir miles de ejemplares para las diferentes fuerzas y también para ejércitos aliados.
En el concurso celebrado en 2001, el proyecto X-35 del fabricante Lockheed superó al X-32 de Boeing y fue aceptado. El aparato recibió el nombre de Lightning II en 2006.
Los principios básicos del concurso eran crear un avión monomotor con capacidad supersónica y avanzada capacidad ‘stealth’ (furtiva) para los radares enemigos, sensores electrónicos integrados y optimizado para el ataque al suelo pero con capacidad secundaria de defensa aérea.
Para cumplir con las diversas tareas se planificó que contara con tres versiones diferentes que compartirían un 80% de las piezas y recambios: la A, optimizada para la fuerza aérea y su uso desde bases terrestres; la B, para los Marines, con un sistema de ventiladores para darle capacidad VTOL y STOVL; y la C, con tren de aterrizaje reforzado, gancho de apontaje y otras adaptaciones para su uso en los portaaviones CATOBAR de la marina estadounidense.
Varios países han mostrado interés, sobre todo tras prohibir el Congreso de Estados Unidos la exportación del F-22 Raptor
El Reino Unido y otros siete países formaron parte del proyecto desde el principio y aportaron diversos niveles de inversión, y varios países han mostrado interés en adquirir alguna de las versiones, sobre todo tras prohibir el Congreso de Estados Unidos la exportación del F-22 Raptor.
Los problemas del F-35 tienen que ver con las limitaciones impuestas por la versión B, que necesita de un complejo sistema de vectorización del impulso en la tobera trasera y un sistema de ventiladores para poder aterrizar en vertical, lo que le creó problemas de sobrepeso. Para resolverlos Lockheed tuvo que rediseñar otras partes del aparato que se reflejaron en las otras versiones y provocaron retrasos y sobrecostes.
Ciertos elementos como el complejo 'software' de integración de sensores e información en el casco del piloto tardaron en estar completamente operativos; de hecho los aparatos que están entrando ya de modo limitado en servicio (de las versiones A y B) no pueden emplear todas las armas y sistemas previstos y necesitarán actualizaciones.
El sistema informatizado de gestión logística, que pretende abaratar el mantenimiento, también ha dado numerosos disgustos.
Para colmo, en las primeras maniobras que lo enfrentaron con cazas de la generación anterior resultaron ser un desastre de relaciones públicas para el Lightning II, que resultó ‘derribado’ incluso por aviones como el F-16 que aprovecharon esos fallos y la menor maniobrabilidad aerodinámica del F-35.
Los críticos del programa acusaron al aparato de ser no solo caro y tardío, sino incapaz de cumplir con sus funciones.
Las primeras maniobras que lo enfrentaron con cazas de la generación anterior resultaron ser un desastre de relaciones públicas
El Pentágono y los fabricantes contraatacaron con errores en las pruebas como pinturas antirradar no aplicadas y explicaron que el modo de uso del nuevo caza es diferente al de sus antecesores: no está diseñado para el combate cuerpo a cuerpo, sino para ganar a grandes distancias usando su capacidad furtiva y sus avanzados sistemas de guerra electrónica y detección remota.
En unas maniobras más recientes los partidariossubrayaron que el F-35 había conseguido una relación de ‘bajas’ simuladas de 20 a 1 contra aviones de cuarta generación; los críticos insinúan que se trata de pura propaganda.
Lo cierto es que políticamente el programa está blindado: la construcción del aparato se ha repartido entre más de 1.400 contratistas en todos los estados de los EEUU y los países del programa JSF, por lo que cualquier político que se declare en contra arriesga alienar a sus votantes locales.
El retraso en el desarrollo y los avances de potenciales enemigos como Rusia y China hacen urgente disponer de un avión furtivo, y no solo en los Estados Unidos: Israel acaba de recibir sus primeros ejemplares, quenecesitaba con urgencia.
A pesar de los requerimientos del presidente Trump para contemplar alternativas como versiones avanzadas del F-15 o el F/A-18, algunas capacidades simplemente no cuentan con un competidor en el mercado.
Y países como el Reino Unido han desarrollado sus superportaaviones de la clase Elisabeth II para usar el F-35B; sin ellos la macroinversión en buques sería casi inútil. A estas alturas cancelar o reducir el programa es casi impensable.
España pide información
Algo parecido ocurre con una putativa compra española de estos aparatos: en la década de 2030 habrá que plantearse el reemplazo de los Matador II y no hay ofertas de aparatos STOVL en el mercado; es lo que hay.
Una posibilidad para abaratar el precio sería ampliar la compra ya que para entonces los Boeing F/A-18 Hornet del Ejército del Aire alcanzarán su edad máxima por lo que también deberían ser reemplazados y uno de los candidatos es el F-35A, lo cual permitiría un pedido conjunto de las dos versiones: la A para el Ejército del Aire y la B para la Marina.
El Ejército del Aire español ya tiene en marcha el programa FCAS(sistema futuro de combate aéreo) para estudiar las necesidades futuras que incluye la adquisición de aviones de Quinta Generación, a la que pertenece el F-35, además de un avión sin piloto y versiones modernizadas de los Eurofighter Typhoon.
Por todo ello siempre se ha considerado la posibilidad de comprar F-35s, aunque fuentes del ministerio de Defensa indican que en este momento no hay nada más que la mencionada ‘Request for Information’ (petición de información), algo equivalente a coger un folleto en el concesionario para ver las características de un coche, sin mayor compromiso. Los límites a la vida útil de los aviones que equipan a las fuerzas españolas están ahí y las alternativas en el mercado también, pero de momento no hay decisión tomada.
Fuentes del Ministerio de Defensa indican que en este momento no hay nada más que una petición de información
Este tipo de adquisiciones llevan años hasta que se ejecutan por completo y el precio final depende de múltiples factores; aunque ahora mismo supera los 120 millones de euros por ejemplar (sin el motor), los detalles y los intercambios industriales pueden modificar mucho lo que se paga al final.
De momento el avión es caro y las arcas españolas no están para fiestas, aunque a la larga es probable que la necesidad se imponga y el F-35 acabe a bordo del 'Juan Carlos I', o incluso llevando en la cola la Cruz de San Andrés. Puede que no sea el modelo ideal pero, ahora mismo, es lo único que hay.
Algo parecido ocurre con una putativa compra española de estos aparatos: en la década de 2030 habrá que plantearse el reemplazo de los Matador II y no hay ofertas de aparatos STOVL en el mercado; es lo que hay.
Una posibilidad para abaratar el precio sería ampliar la compra ya que para entonces los Boeing F/A-18 Hornet del Ejército del Aire alcanzarán su edad máxima por lo que también deberían ser reemplazados y uno de los candidatos es el F-35A, lo cual permitiría un pedido conjunto de las dos versiones: la A para el Ejército del Aire y la B para la Marina.
El Ejército del Aire español ya tiene en marcha el programa FCAS(sistema futuro de combate aéreo) para estudiar las necesidades futuras que incluye la adquisición de aviones de Quinta Generación, a la que pertenece el F-35, además de un avión sin piloto y versiones modernizadas de los Eurofighter Typhoon.
Por todo ello siempre se ha considerado la posibilidad de comprar F-35s, aunque fuentes del ministerio de Defensa indican que en este momento no hay nada más que la mencionada ‘Request for Information’ (petición de información), algo equivalente a coger un folleto en el concesionario para ver las características de un coche, sin mayor compromiso. Los límites a la vida útil de los aviones que equipan a las fuerzas españolas están ahí y las alternativas en el mercado también, pero de momento no hay decisión tomada.
Fuentes del Ministerio de Defensa indican que en este momento no hay nada más que una petición de información
Este tipo de adquisiciones llevan años hasta que se ejecutan por completo y el precio final depende de múltiples factores; aunque ahora mismo supera los 120 millones de euros por ejemplar (sin el motor), los detalles y los intercambios industriales pueden modificar mucho lo que se paga al final.
De momento el avión es caro y las arcas españolas no están para fiestas, aunque a la larga es probable que la necesidad se imponga y el F-35 acabe a bordo del 'Juan Carlos I', o incluso llevando en la cola la Cruz de San Andrés. Puede que no sea el modelo ideal pero, ahora mismo, es lo único que hay.
Ejército del Aire y Armada apuestan por comprar 60 cazas F-35 estadounidenses
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- junio 5º, 2017
Tras invertir 10.630 millones de euros en el avión de combate europeo, el futuro caza de las Fuerzas Armadas españolas será, con toda probabilidad, estadounidense.
El Ejército del Aire y la Armada apuestan por el F-35 Lightning II (Relámpago) de Lockheed Martin para sustituir a los F-18 y a los Harrier de despegue vertical que deben dar de baja a mediados de la próxima década.
Las necesidades se estiman en 45-50 aparatos para la Fuerza Aérea y 12-15 para la Marina. La operación puede superar los 6.000 millones; más del doble contando con el apoyo logístico.
Para la Armada no hay alternativa.
Si quiere mantener la aviación naval, que en 2017 cumple su primer centenario, —es decir, la capacidad de proyectar poder aéreo desde un buque— no tiene más opción que adquirir el caza de Lockheed Martin.
A mitad de la próxima década, la Marina debe ir dando de baja los 12 AV-8B Harrier II Plus que le quedan (más uno de entrenamiento) y el único aparato que existe en el mercado con capacidad de despegue en corto y aterrizaje vertical (STOVL) es el F-35B. Sin él, el buque insignia de la flota española, el Juan Carlos I, quedará reducido a la categoría de portahelicópteros.
La Armada es consciente de que el F-35 es demasiado caro (entre 90 y 130 millones la unidad, sin contar el motor) y su pedido demasiado corto (12 a 15 aparatos), por lo que el margen para negociar es muy estrecho.
Otra cosa sería si el Ejército del Aire se inclina por el mismo modelo, admiten mandos de la Marina de Guerra.
El futuro avión de combate es una de las prioridades del nuevo Objetivo de Capacidades de las Fuerzas Armadas que debe aprobarse antes de final de año, según explicó a EL PAÍS el nuevo jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el general Fernando Alejandre.
Se trata de sustituir a los cazas F-18 que, con el Eurofighter o EF2000, constituyen la punta de lanza de la Fuerza Aérea española.
La llegada del F-18 supuso un salto tecnológico para el Ejército del Aire en los años ochenta, pero la flota ya tiene tres décadas en sus alas y la mayoría de los aparatos supera las 5.000 horas de vuelo, con un límite de alrededor de 7.000.
De los 86 aviones en servicio —se compraron un total de 96, 24 de ellos de segunda mano— lo más urgente es relevar los destacados en Canarias, a los que restan unos tres años de vida operativa.
Temporalmente, el problema podría salvarse redesplegando los F-18 de Torrejón y Zaragoza, pero todos deben ser sustituidos a partir de 2025.
Aunque la fecha parece aun lejana, fuentes militares advierten de que el proceso para incorporar un nuevo avión de combate es muy largo, por lo que la decisión debería tomarse como tarde en 2018. “Mientras más se espere, en peores condiciones se estará para negociar”, alegan.
El Ejército del Aire estima sus necesidades en 45-50 aviones y sus preferencias se inclinan por el F-35A, según reconoce mandos militares.
Se trata del caza más moderno (y caro) del mundo, adquirido ya por Israel, Japón y Corea del Sur, a pesar de la polémica que ha rodeado su desarrollo y de las dudas sobre su maniobrabilidad (perdió un combate simulado con un vetusto F-16).
En este caso, al contrario que la Armada, sí hay alternativa: comprar más EF-2000.
El Ministerio de Defensa redujo su pedido de 87 a 73 aviones (se canceló la llamada Tranche 3B), por lo que en teoría se podría dar continuidad a la cadena de montaje en España.
Pero responsables de las Fuerzas Aéreas alegan que, incluso con mejoras, el Eurofighter no es comparable al F-35, un caza furtivo de quinta generación que integra los sensores en el revolucionario casco del piloto, con una visión de 360 grados.
Además, ponen una pega estratégica a la sustitución de los F-18 por más EF-2000: la vulnerabilidad que supondría basar toda la flota en un único modelo, con el riesgo de quedarse sin aviación de combate si un problema estructural obligara a parar este aparato.
La diferencia es que el EF2000 es un programa europeo, en el que España participa con un 14% y que genera unos 3.000 empleos directos en nuestro país; mientras que el F-35 es un avión estadounidense en el que la participación de la industria nacional sería insignificante.
España fue invitada en su momento a integrarse en el consorcio del F-35 (con Reino Unido, Holanda, Italia, Australia, Canadá, Dinamarca, Noruega y Turquía, además de EE UU), pero Defensa rehusó. “La contribución económica que se exigía era muy onerosa y el retorno industrial escaso. No podíamos permitirnos el lujo de pagar el EF2000 y el F-35 a la vez”, explica un responsable de la época.
Con la tarta tecnológica ya repartida, lo único que puede negociar España es una rebaja del precio —Trump denunció en un polémico tuit que el coste del F-35 estaba “fuera de control”— y que las empresas españolas sean capacitadas para el sostenimiento del avión.
Esto último no solo por su peso económico —el apoyo logístico durante todo el ciclo de vida del caza puede superar el coste de adquisición— sino por la autonomía que implica.
El inconveniente de comprar un caza llave en mano, en cuyo diseño no se ha participado, es que uno es un mero usuario.
El Ejército del Aire logró, no con poco esfuerzo, tener acceso al código fuente de parte del software del F-18, lo que le permitió integrar su propio armamento.
“Controlar la cadena logística, tener independencia tecnológica, acceso a las cajas negras y libertad de empleo deberían ser los objetivos de la negociación”, resume un mando militar.
Además del EF-2000 y del F-35, otras opciones serían las últimas versiones del F-18 (Super Hornet o Advanced), o incluso el Rafale francés.
Ambos tienen, sin embargo, algunos inconvenientes de sus competidores americano y europeo sin muchas de sus ventajas.
“El próximo avión de combate debe durar hasta 2060 y, en ese tiempo, incorporar mejoras, lo que solo garantiza un modelo [el F-35] que está al inicio de su ciclo de vida y no al final”, avisa un experto.
La elección del futuro avión es, por sus implicaciones políticas, industriales y militares, una de las decisiones más trascendentes que debe tomar la ministra María Dolores de Cospedal. Siempre, claro está, que el presupuesto de Defensa aumente y haya dinero para pagarlo.
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